Neil Perry llevaba toda la mañana fuera ocupado con los preparativos de la obra de esa noche, por lo que tuvo poco tiempo para pensar en Iris, aunque en algún receso, su cabeza empezaba a cavilar como un tren y se quedaba varada en ella. Knox fue al instituto de Chris para leer un poema en frente de toda la clase. Charlie no paraba de pensar en Iris, e Iris, se arrepentía cada vez más de haberse dejado besar por Charlie. La noche anterior estaba demasiado rota, y cuando uno está destrozado por dentro cualquier labio que quiera hacer brillar tus mejillas parece salvación. El ansiado momento llegó e Iris se vistió con un vestido blanco largo de su madre, de cuando Victoire tenía la misma edad que Iris tenía ahora. A John se le saltaron algunas lágrimas al verle paseándose por la habitación vestida de princesa.

" Estás preciosa" Keating besó su cabeza y ambos fueron a meterle prisa a los chicos. La nieve había comenzado a precipitarse así que todos se metieron en el coche menos Knox quien iba a hablar con Chris quien había ido a Welton solo para reprocharle que con qué derecho iba a su instituto a dejar la en ridículo. El coche estaba en silencio salvo por la conversación entre Todd y John, que hablaban de enseñanza. Iris observaba la carretera. Charlie no pudo evitar coger de la mano a Iris, y entrelazar sus dedos con los de ella, mientras que los edificios se iban perdiendo por el camino. Pero los demás chicos no se enteraban de nada. Iris salió aprisa del coche antes incluso de que Charlie le sostuviera la puerta, y entró con rapidez al teatro. Charlie la siguió, pero ella se había perdido entre las butacas.

Keating puso una mano en el hombro de Charlie indicándole que tuviera paciencia. Iris tenía el mismo carácter y humor de su madre. John sonrió nostálgicamente. Iris esperó con impaciencia que empezara la obra. El telón se alzó y un precioso escenario que los trasladaba de Vermont en invierno a Grecia en julio hizo a Iris soltar algunas lágrimas.

 Neil y un hada vestidos con trajes del bosque simulando los nervios de las hojas, hicieron su aparición.

" O me engaña en absoluto vuestro exterior, o sois ese duende maligno y despabilado que llaman Robín el buen chico"

" Hablaste hada con acierto, soy ese rondador nocturno. Yo divierto a Oberón y le hago sonreír cuando atraigo algún caballo gordo y bien nutrido de habas imitando el relincho de una yegua joven. Y a veces me acurruco en el tazón de una comadre, en forma de pero cocido, y cuando va a beber choco contra sus labios y hago derramarse la marchita papada" Iris se sentía fascinada por la actuación de Neil y del hada.

Él había nacido para eso y una parte de ella se rompía al saber que no podría dedicarse a eso que tanto amaba.Cuando la obra esperaba su aparición final, Iris se excusó diciendo que saldría a tomar el fresco para evitar juntarse con Neil, pero en vez de eso, se metió por los backstage hasta ver al elenco.

" Iris" susurró Neil anonadado al verla vestida así, con un vestido que le cortaba la respiración.

" Tu padre está aquí" dijo la chica.

" Vayámonos de aquí " sugirió Neil.

" ¿Pero adonde?, aun no tenemos los dieciocho, si nos pillan estaremos perdidos"Neil la cogió de las mejillas como siempre hacía cuando ella parecía perder la confianza. Neil para Iris era la brújula que le hacía coger el Norte y el sur, cuando perdía la ubicación en su mente.

" Cuando te diga corre, corres " la chica asintió.

Neil gritó y la cogió de la mano y salieron al escenario por detrás del telón, salieron del teatro y cogieron el coche de Keating, pues Iris había hecho algunas prácticas con John en Londres. Arrancaron el motor y como si su vida dependiera de ellos desaparecieron de Vermont.

Notes for you: Bueno pues aquí, de esta escena tan maravillosa que es sueño de una noche de verano, no tenemos la espectacular despedida de Puck, o Robín el buen chico, porque nuestra pareja favorita huye de Vermont. ¿A dónde irán?