Iris y Charlie estaban terminando de arreglarse, Charlie estaba terminando de colgarse al cuello la corbata, e Iris, retocándose los labios. Iris se había puesto un vestido verde que le regaló Charlie con un collar de perlas. El reencuentro de los poetas muertos iba a ser en un salón dónde hacían un club de lectura y tenían mesas libres cada viernes.

 " ¿Lista?" Iris intentó recordar si le faltaba algo, pero no se acordaba en ese momento de qué buscaba.

" Olvidas esto" dijo Charlie cogiendo la chaquetilla gris de seda de Iris, Charlie se la colocó, y no se resistió a dejar un beso en el cuello de su novia. Casualmente siempre hacía eso cuando tenían que salir a algún evento y ella siempre le regañaba.

" Ahora no Charlie" Iris empujó a su novio hacia la puerta.

Cogieron las llaves del coche y se metieron dentro, arrancaron el vehículo y Charlie condujo hasta dar con el lugar donde habían quedado con los chicos.

Charlie ayudó a Iris a bajar del coche, Meeks, Todd, Pitts y Knox estaban en la puerta del local y cuando vieron a Iris su sonrisa se amplió.

 La muchacha corrió a abrazarlos y estuvo segura de que soltó algunas lágrimas.

" Knox, ¿dónde has dejado a Chris?" bromeó Iris.

" En Vermont, tenía una entrevista de trabajo mañana" explicó Knox. " ¿ Y tú qué, señorita, Dalton?" tanto Charlie como ella se sonrojaron ante aquello.

" Entremos dentro" propuso Meeks por fin " Neil está dentro". Iris sintió algo removerse en su estómago, aunque no sabía distinguir muy bien si era la nostalgia, o un sentimiento inoportuno que ya no valía nada.

Iris observó como todos los poetas muertos abrazaban a Neil y se presentaban con dos besos a su acompañante, recordó al instante el rostro de la chica que acompañaba a Neil, Catherine Lewis, la chica del club de teatro y que conocieron en las pruebas de sueño de una noche de verano. Neil había cambiado muchísimo, estaba más alto y llevaba un traje de chaqueta, que lo hacía ver muy elegante, y muy guapo, tanto que Iris tuvo que tragar saliva porque se quedó sin respiración por unos minutos.

 Charlie la cogió de la cintura y la instó a seguir caminando. Los ojos de Neil se quedaron hechos un manojo de caos, y empezó a sentir todas las emociones que llevaba reprimiéndose desde que se convenció que lo de Iris y él no tenía vuelta a empezar.

 El momento de ellos dos para reencontrarse llegó antes de lo esperado, Neil estaba en frente de Iris y la chica se quedó ahí de pie sin saber muy bien que hacer. A Neil lo único que se le ocurrió fue besar su mejilla y ahí se dio cuenta de que todas las constelaciones que él contaba seguían ahí esperando a que él se perdiera en ellas. Ahí se dio cuenta de que los sentimientos estaban ahí tan vivos como el primer día. En un momento de la noche fue momento del baile de parejas, Neil bailó con Catherine, y Charlie con Iris.

A mitad de la noche, Catherine tenía que volver a su casa, pues ni ella ni Neil vivían juntos aun. Charlie se ofreció a acompañarla porque decía que tenía que madrugar al día siguiente, porque había quedado con el editor del periódico. Iris asintió y le dio un corto beso en los labios a Charlie, lo que hizo a Neil revolverse incómodo en su silla.

Sin Charlie en la fiesta, Iris pensó que era mejor retirarse así que les dijo a los chicos, que iría andando hacia su piso, pero por cosas del destino, esa noche no estaba de su parte, e hizo que Neil la siguiera por la calle, mientras abandonaba el club.

Iris sabía que la estaba siguiendo por lo que se giró hacia él.

" ¿ Qué haces siguiéndome, Perry? " Iris notaba el mar humor salir de su garganta, no quería ser borde y menos con Neil, pero, odiaba no poder deshacerse de los sentimientos ahora que estaba con Charlie.

" Esperaba que pudiéramos alargar la noche" Neil lo dijo de una manera que a Iris le resultó tentador pero la parte coherente de su cerebro dio un paso atrás.

" No podemos, Neil" susurró la chica " hemos rehecho nuestras vidas con gente estupenda, no podemos volver atrás ahora" Iris estaba dispuesta a no retroceder ni un paso de todo lo que había conseguido en su lucha de Troya por olvidar a Neil Perry.

Pero éste, la siguió y la cogió de la mano atrayéndola hacia sí, como hizo tantas veces en Welton, pero ahora le dolía porque sabía que no estaba bien, lo que estaban haciendo, pero tampoco estaba bien lo que estaban haciendo con sus parejas, fingiendo amor, cuando solo tenían en mente a un amor del pasado. Neil juntó sus frentes mientras se perdía en los ojos ónices de la morena.

" Solo por esta noche" pidió él.

" Una noche solo me pides ¿no Perry? Pero nunca tendremos suficiente, Neil y cuando nos queramos llegar a dar cuenta, irán 365 noches y ahí ya será imposible cortar. Ese será nuestro suicidio Neil " Iris cruzó los brazos y Neil no aguantó más y cogió las mejillas de la chica besándola con urgencia, furia, pasión y amor. No iba a dejar que Charlie Dalton se saliese con la suya.

" Solo quiero volver a estar contigo, Iris, me haces tanta falta" dijo cuando se separó de la muchacha que trataba de volver a su respiración normal.

" Yo estoy muy bien sin ti, estoy con Charlie ahora" oír el nombre de Charlie de los labios de la chica dicho así como si Charlie fuera un baluarte que la hubiera salvado hacía que su piel quemara de una manera insoportable .

" Si sigues repitiendo el nombre de Charlie sin piedad, me vas a acabar rompiendo, ¿es eso lo que quieres? " ahora Neil la tenía sujeta por los hombros mirándola intensamente a los ojos, intentando disipar cualquier atisbo de mentira en los ojos de la chica. " Dime que me has olvidado y me marcharé, me iré para siempre" pero Iris no podía decir eso, porque no lo había olvidado y Neil interpretó esos silencios como una negativa, y tres puntos menos para Charlie. La volvió a besar con ternura y cuando se separaron la cogió de la mano juguetonamente y le dijo.

" ¡Sígueme!" Iris frunció el ceño.

" ¿A dónde quieres ir ahora, Neil? " dijo Iris recordando los tacones que llevaba.

Neil se fijó en los zapatos de Iris y sonrió, como solía hacerlo cuando estaba en Welton, cargó a Iris al estilo nupcial y la cargó en sus brazos tres calles más arriba donde estaba su coche. El muchacho con un volcán erupcionando en su interior prestó atención a la carretera y condujo hasta su calle, en frente del club de teatro.

Ayudo a Iris a bajar y cuando estuvieron en el descansillo del piso Neil abrió la puerta con cuidado de no despertar a los vecinos y dejó pasar a la muchacha.

" ¿Gran Berry? ¿un vinito?" inquirió el muchacho mientras iba hacia la vitrina de las bebidas.

" Un vino, Perry" dijo la chica. Neil llenó dos copas de vino y una se la entregó a la chica. Se sentaron uno en un sofá y la otra en otro, pero con sus pies casi tocándose.

" ¿ Y qué es de tu vida, Perry?" preguntó con curiosidad Iris.

" Después de hacer la Academia militar, mi padre enfermó y murió, y estoy probando suerte en el club de teatro, ¿Y qué hay de ti, señorita Keating?" Iris sonrió, y Neil creyó que iba a explotar de lo feliz que estaba en ese momento.

" Estoy estudiando literatura en Oxford " contestó ella." Justo lo que tú querías" dijo él, luego como si fuera la cosa más normal del mundo para decir al amor de tu vida que llevas tres años sin ver le susurró " estás muy guapa"Iris sintió que su copa se tambaleaba, de lo nerviosa que se ponía.

" Creo que debería irme" la morena se levantó del sofá con nerviosismo y dejó la copa en la mesa, pero Neil la sujetó por la cintura y la dejó helada en el sitio.

" Me has prometido una noche" susurró Neil entre sus labios y ella asintió. Neil dejó su copa de vino en la mesa y volvió sus ojos a Iris, que brillaban tanto que Neil no sabía si era el vino, la tenue luz de la habitación o la pasión encendida que sentían que querían desarmar. Neil se abrazó a su cintura y enterró sus labios en el cuello de Iris, que su vestido dejaba al descubierto. Neil la alzó y ella enrolló sus piernas en la cintura de él.

Neil caminó a su habitación con ella encima y la tumbó en la cama, a la vez que cerraba la puerta y él caía encima de ella.

Iris y Neil se durmieron abrazados entre las sábanas de seda de la habitación de Neil, él la tenía sujeta por la cintura.

Ella se despertó en la tenue luz de la noche porque oyó sonar su teléfono. Lo cogió y era Charlie. Le explicó que se había encontrado con una amiga y que estaban tomando unas copas en su casa. Con los nervios a flor de piel, Iris se cubrió con las mantas y se vistió con rapidez.

" Esto ha sido un error " le susurró a Neil como queriendo matar a los miles de fuegos artificiales que había sentido aquella noche, y cómo queriendo matar a los de él.

" Yo no me arrepentiré nunca, Keating, ha sido la mejor noche de mi vida" Iris salió de allí veloz como un rayo.

 Si era amor, ¿por qué rayos le quemaba tanto? ¿por qué rayos le ardía como si tuviera quemaduras de tercer grado?

Notes for you: Vale, definitivamente no estoy bien, estoy flipando con este capítulo ahora que lo estoy releyendo y editando para publicarlo, y tiene sentido porque a medida que lo iba escribiendo sentía, que era lo que necesitaban Iris y Neil, un reencuentro, tengo una idea muy bonita para el final.  Me gustaría hacer también un diálogo entre John e Iris, para que él le diga algo como sigue a tu corazón, no vayas a arrepentirte toda la vida, una charla de John con Neil, y una charla de Charlie con Iris. Eso es lo que planeo. Otra cosa, este capítulo va dedicado a Ella Rose Collingwood porque justo leí su comentario en esta obra antes de irme a dormir,  y he cumplido mi sorpresa, Neil no se suicida, espero que me lo tengas en cuenta. Es que estuve toda la noche pensando y de ahí viene esto. Gracias por el apoyo, de verdad, no quiero llegar al final, pero al mismo tiempo también quiero darle fin. Me despierto todos los días con una emoción, no puedo ni comer. Le estoy cogiendo el gustillo a esto y a ver si antes de acostarme pudiera programar un poco el siguiente capítulo, que a lo mejor se divide en dos partes o así, ya veré. Pero también, hemos tenido una mini reunión con los chicos, en Londres, no en Vermont, pero las circunstancias lo han querido así, no me matéis. No está Cameron, pero es un personaje muy odiado quizá sufra un accidente si lo meto así que es por eso que no está jajajaja. ¿Os apetecería que los poetas muertos volvieran a ver a John Keating? a mí muchísimo.

Bueno, eso es todo. Muy buenas noches, birdies.

Nox,

Love you ❤