Capítulo 3

— ¿Sabes cuanto tiempo te esperé?

— Lo sé Sawyer pero...

— No Rylee — niego con la cabeza — Te espere dos años, fueron los dos años más largos de vida y valió la espera por volverte a ver.

Su expresión seria cambia radicalmente cuando se acerca a mi y me toma de la cintura haciendo que nuestros cuerpos choquen uno con otro.

— No sabes cuanto tiempo había querido hacer esto...

Me levanta haciendo que enrolle mis piernas al rededor suya, nuestro labios chocan, sus labios juegan con los míos y en ese singular beso nuestras lenguas se unen jugando una con entra.

Juego con su cabello y bajo mis manos a su espalda, su cuerpo no se sentía igual estaba más delgado o al menos eso se sentía.

— Yo también espere mucho esto — digo en un suspiro sin dejar de sujetarlo

— Pero no quisiste jugar a través del teléfono — dice con una sonrisa y me vuelve a besar

— Chicos... estamos a la mitad de la salida por favor esperen hasta llegar a casa — advierte Liam

— Eres... rubia — me baja y esboza una sonrisa

— ¿Qué fue de ti en este tiempo?, nunca quisiste dar mucha información — Li me abraza

— ¿Podemos ir a comer primero? — pregunta Hannah — Rylee no ha comido nada.

— Si... pero antes ¿quién era la rubia qué te llamo Sammy?, solo te advierto que viví junto a militares rusos dos años — esbozo una sonrisa

— Prometo que soy inocente, es una especie de acosadora que se me acerco en el laboratorio de genética — suspira — incluso me salí de la clase.

Caminamos hacia la salida, nos vamos y  llegamos a una casa algo grande, con árboles afuera y un camino de piedra, paredes blancas con negro y ventanas grandes.

— ¿Vamos a robar una casa? — observo a los tres que esbozan una sonrisa

— Sawyer nos compró una guarida secreta — dice Liam mientras da saltos de emoción

— ¡Que no Liam! — gruñe Sawyer — Es mi casa y ustedes se vienen a quedar porque no tienen nada mejor que hacer.

— ¡Sammy! — doy un salto — eso es...

— ¿Te gusta? — me abraza interrumpiendo mi oración

— Me encanta — observó sus ojos los cuales están llenos de ilusión

— En lo que ustedes hablan — interrumpe Liam — Hannah y yo ya ordenamos la pizza.

Entramos a la casa la cual es confortante, la decoración y las paredes eran blancas junto a un sillón en la sala color amarillo, la chimenea estaba encendida así que todo se sentía muy cálido.

— Esto es hermoso — me lanzo al sillón — Y muy cómodo.

— Ahora dinos, ¿dónde estuviste?

— En Rusia — responde Sawyer quien se sienta a la par mía

— ¿Con quienes estuviste? — cuestiona Hannah

— Esa es una larga historia...al llegar me quedé en un hotel ahí también se hospedaba Andrey quien fue militar desde que tenía diecisiete gracias a su familia, nos conocimos gracias a que me perdí fuera del hotel.

— ¿Era lindo? — dice con una sonrisa en el rostro

— ¡Hannah! — esbozo una sonrisa — Un poco, nos hicimos amigos y rentamos juntos un apartamento en esos dos años el me entreno y me enseñó todo lo que sabía.

— ¿Así que ahora eres una máquina patea traseros rusa?

— Claro que no Liam — ruedo los ojos

Antes de que pueda decir algo más el timbre suena haciendo que Hannah y Liam se levanten a traer la pizza.

— Te extrañe mucho — Sawyer lleva mi cabeza a su hombro

— Yo también, esta linda la casa — me acerco para darle un beso

— Es toda nuestra — sonríe de manera pícara

Sawyer me toma de la cintura y me coloca sobre sus piernas, enredada sus dedos en mi cabello acercándome más a él.

Sus labios saben a fresa con un poco de menta, sus manos bajan a mis caderas hasta llegar a mi trasero, nuestras leguas jugaban entre sí y una pequeña sonrisa se forma en sus labios.

— Sawyer... — digo en un susurró sin alejarme mucho de sus labios

— Rylee...

Vuelve atacar mis labios mordiendo levemente, juego con su cabello y bajo mis manos por su espalda.

— No es por nada, pero hay niños presentes — la voz de Liam hace que nos alejamos

— Entonces váyanse — murmura entre dientes

— Queremos comer y ver los regalos que nos trajo Rye — reniega Hannah

— Están en mi casa, si me dejan dormir y comer se los entrego mañana.

Bajo de las piernas de Sawyer sentándome a la par, de inmediato toma un cojín y se lo coloca en las piernas.

— Es un trato — Li estrecha mi mano

— ¿Qué sucedió en este lugar desde mi ausencia?, ustedes tampoco querían decir mucho.

— Rylee... sucedió algo... — indica Hannah con melancolía

— Acordamos que no hablaríamos de eso — indica Sawyer con molestia

— Ella merece saberlo además se va a enterar.

— Sucedió algo con Seth, Rye él no...

Liam me observa y enterrumpe a Hannah.—  Fue algo malo...

— ¡Pues ya se que es algo malo!, por favor díganme que sucedió.

— Estábamos en las carreras, Hadley acababa de irse y Dylan tomó su lugar.

— ¿Alguien podría darle un golpe a Dylan? — ruedo los ojos — Él no logra entender que debe dejar de meterse en problemas, si no hay voluntarios yo estoy dispuesta a hacerlo — esbozo una sonrisa

Liam y Hannah niegan con la cabeza con algo de pena haciendo que mi sonrisa se desvanezca al sentir la tensión de la situación.

— Rylee... Dylan casi le ganaba a Seth y antes que lo preguntes, él no volvió a competir igual desde tú partida, cuando pasó lo de Dylan, Seth lo reto.

— Seth mató a Dylan a golpes — indica Sawyer

— Eso no es posible — niego con la cabeza — Seth no... — me pongo de pie

Mi cabeza duele, mi mundo se mueve y siento como todo se detiene por un instante mientras las palabras de Seth chocan en mi cabeza.

— ¿Por qué golpeaste a Dylan?

— Porque era lo que tenía que hacer Rylee, no me gustó hacerlo y no pude terminarlo.

— ¿Hubieras matado a Dylan?

— No Rye... él día en que yo haga eso mi alma se irá y al menos espero que valga la pena y él no lo vale.

— No eres tan malo como aparentas Seth...

— Y tú no eres tan tonta.

Sabía muy bien que nada era sencillo y que los problemas no se iban a solucionar, pero sabía que había pasado con Seth, lo último que existía de él se fue en el momento en que Dylan dejó de respirar.

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Que emoción amigos!!!
Ya es el capitulo 3.

¿Qué les parece lo que hizo Seth?

¿Qué piensan de Sawyer y Rylee juntos?

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