Los caidos
Capítulo 10
— Vas a morir al igual que tu novia.
En el momento en que Kane suelta esas palabras dos hombres sujetan a Dan de los brazos arrastrándolo hasta una camioneta negra.
— ¡Deja a Dan! — grito — Trabajo para ti si lo dejas libre.
Así es Rylee acabas de vender tú alma al diablo.
— Déjenlo — ordena — Y tú... bienvenida.
— Aléjate de ella — gruñe Sawyer
— Si Rylee entra por mi culpa yo también lo haré — Dan se acerca a mi y toma mi mano
— Nosotros también — dice Sawyer mientras se acerca junto a Seth y Hannah — Tú también Liam — murmura
— ¡Ah, si yo también! — Liam se acerca a nosotros
— No tienen que hacer ésto — les susurro
— Te dije que te elegía a ti, aquí, en San Francisco y en cualquier parte del mundo — susurra Sawyer
— Que hermosa y absurda familia, ahora todos tienen que trabajar para mi, sabrán que si cumplen todo estará bien — se aleja para dirigirse a la camioneta — Trae a Rue, debe seguir inconsciente.
Esperamos a que se vayan para juntarnos en un círculo, todos teníamos la mirada fría y nadie decía nada.
— No hubieran hecho esto, hubiera sido mejor idea que solo yo pagará — murmura Dan
— Nunca se deja atrás a la familia, no pudimos salvar a Hadley pero vengaremos su muerte.
Dan y yo nos miramos de reojo y ambos caemos, nuestras lágrimas comienzan a salir y abrazos a Sawyer, Hadley no estaba, lo peor del caso es que ni nos pudimos despedir.
Ella y Dan llevaban muchos años juntos incluso más que Sawyer y yo así que logro comprender que él se encuentra destrozado.
Seth y Hannah se llevan a Dan a casa, Liam decide ir a dormir mientras solo quedamos Sawyer y yo, el lugar estaba en plena fiesta pero nosotros no.
— ¿Recuerdas cuando esté lugar significaba liberarse de los problemas?
— A mi me parece que no ha cambiado mucho, estamos aquí, juntos — me da la vuelta haciendo que coloque mis manos en su pecho — Y parece como si hubiera sido ayer cuando de vi por aquel callejón.
— Era una niña de dieciséis años intentando llamar la atención del chico malo poniendo su vida en riesgo — digo algo avergonzada
— Funcionó, ahora estamos aquí, casados de manera secreta atados a una muerte segura pero juntos — esboza una sonrisa — Además a esa niña le gusto más que mi imagen ruda, amo mi interpretación de Elvis.
— Cómo olvidar cuando intentaste cantar devil in disguise — esbozo una sonrisa — Llévame a casa Sammy a nuestra casa.
— Tus deseos son órdenes — esboza una sonrisa
Siempre habíamos estado en problemas, no era nada nuevo la única diferencia es que ahora no estábamos solo nosotros dos.
Ahora si nosotros caiamos también lo hacía Hannah, Liam, Seth y Dan. No temía por mi vida o por la de Sawyer porque sabíamos como era esto, temía por los demás.
Todos caímos profundo pero teníamos algo en común, éramos irascibles puede parecer malo pero no lo era; era lo que nos ayudaba a salir del fondo, nuestra terquedad y enojo nos hacían fuertes.
Gracias a estar planteando tantos posibles escenarios en mi cabeza no me doy cuenta que habíamos llegado. Me convertí en alguien calculadora y fuerte, nadie me iba a hacer caer ni a mi ni a mi familia.
— Deja de pensar en eso Rye, va a dolerte la cabeza.
— No puedes saber que pensaba — bajo de la motocicleta
— Arrugas la nariz cuando piensas y supongo que no piensas en las miles de formas en como te voy hacer gritar mi nombre esta noche — se acerca a mi lo suficientemente para que nuestras respiraciones choquen — Aunque me gustaría que así fuera.
— No necesito pensar eso, necesito que lo hagas.
No fue necesario decir nada más ya que Sawyer me lanza sobre su hombro abriendo la puerta de la casa y pasando por la sala.
— No pienso hacer preguntas, yo sigo viendo mi película — Rose fija su vista nuevamente en el televisor
Sawyer y yo nos reímos pero eso no lo detiene avanza hasta la habitación en donde me deja tendida en la cama.
Me observa detenidamente antes de atacar mis labios, nuestro beso se intensifica cada vez más haciendo que nuestros labios jueguen entre sí hasta que decide bajar por mi cuello, desgarra mi blusa dejando mi pechos al descubierto primero juega con uno y luego con el otro.
Sus besos siguen viajando por todo mi cuerpo haciendo que mi respiración se corte al sentir como baja mi pantalón adentrándose entre mis piernas, su lengua toca aquel punto sensible y sus movimientos hacen que me aferre a las sábanas de la cama.
— ¡Sawyer! — digo en un gemido al sentir como intensifica sus movimientos
Se aparta cuando estoy casi por terminar y se pone de pie, quita su camisa dejando su cuerpo atlético a la vista aunque estaba notablemente más delgado aún podía apreciar a la perfección la v que se forma a los costados de su abdomen.
— ¿Así qué tuviste un mal día? — esboza una sonrisa y jala mis piernas haciendo que me acerque más a la orilla de la cama.
No puedo responder, solamente asiento hipnotizada al ver como los mechones de su cabello caen en su rostro, sus labios están rosados y el botón de su pantalón está desabrochado.
— Respondeme Rylee — se coloca sobre mi pasando su pulgar por mis labios
— Tuve un muy mal día — digo en un susurró
— Creo que tendré que ayudarte con eso.
Vuelve atacar mis labios mientras una de sus manos juega con mis pechos y sin previo aviso de una estocada de adentra en mi robandome un quejido.
Sus movimientos comienzan y sus manos se posicionan en mis caderas asiendo una leve presión hasta que suben a mis manos dejándolas inmóviles sobre mi cabeza.
Los movimientos cada vez se volvían más torpes y los gruñidos que salían de su boca era lo único que necesitaba para terminar junto a él.
— Creo que necesito tener días malos más seguido.
— En los días malos y en los días buenos — roza sus dedos en mi mejilla
— Ya entiendo porque la rubia loca esta detrás tuya — murmuro mientras me coloco sobre su pecho
— No creo que hables de ti en tercera persona — ríe — No sabía de la existencia de Rue hasta que se acercó a mí en el laboratorio.
— Y no creo que vuelva a hacerlo.
— No a menos que quiera que mi esposa la vuelva a dejar inconsciente.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro