Capítulo 22

— Prometo que no quería esto — susurro al cuerpo de Dan

No tenía el valor suficiente para acercarme a Seth o Sawyer, Hannah tampoco ella estaba en una esquina sujetando su cabello con fuerza.

— ¿Qué demonios es esto? — grito al abrir el ataúd de Seth

— ¿De qué hablas? — pregunta Hannah mientras se pone de pie con ayuda de Andrey

Abro el ataúd de Sawyer y me dejo caer al suelo mientras tomo mi cabello entre mis manos.

— Maldición — susurra Hannah
— ¿Dónde demonios está mi hermano y mi esposo?

— ¿De qué hablas? — pregunta Andrey confundido

— Mira muñeco Ruso si quieres jugar con nosotras no te va a ir bien — Hannah saca un cuchillo de su pantalón y lo clava en el ataúd

— ¿Pueden explicarme qué sucede? — dice alarmado

— Ellos no son Sawyer y Seth son los idiotas que estaban haciendo tratos con Kane — digo entre un murmuro

— ¿Qué, cómo qué no?, son los únicos tres cuerpos que habían en la habitación.

— No son ellos estos tipos tienen como cuarenta años — dice Hannah

— ¡Bodhi! — grita con enfado

— ¿Si señor? — entra a la habitación con temor

— ¿Hay algún otro cuerpo en el lugar?

— No señor, solo quedan de los guardias que estaban al frente y los sujetos que están encadenados.

— ¡Y cuando demonios pensabas decirme que habían sujetos  endenados! — grita Andrey

— Es que nunca pregunta señor...— dice en voz baja

— Llévame con los sujetos — rueda los ojos — ¿En dónde están?

— En la última habitación, uno de ellos recibió un disparo, pero no fue mortal así que nos encargamos de atenderlo y sigue en cama.

— Vamos — nos indica Andrey y Hannah toma el cuchillo — Por favor deja eso aquí me pones nervioso.

— Y a mi me pone nerviosa no ver el cadaver de mi esposo porque se suponía que estaba muerto.

— Hannah... — extiendo mi mano y ella me da el cuchillo

Caminamos nuevamente por el pasillo pero estaba vez cruzamos hasta llegar al fondo, era una habitación igual a las otras.

— No puede ser.

Corro para abrazar a Sawyer quien estaba lastimado y sujetado de ambas manos a una silla, paso mis manos por su rostro intentando saber si es real lo que estoy viendo.

Él no dice nada abre levemente su boca pero no sale nada de él más que sus lágrimas, el sonido de las cadenas suenan cuando intenta abrazarme.

— Estás aquí — dice en un susurró

— Estás vivo — digo entre lágrimas
— ¡Andrey suéltalo! — reniego y de inmediato lo sueltan dejando a Sawyer libre

Sus brazos me rodean y siento como su corazón late con rapidez, su respiración intenta volver al ritmo normal.

— Pensé que nunca te volvería a ver en mi vida — susurra mientras inspecciona cada parte de mi rostro

— Si me vuelves a hacer esto yo misma te mato — grita Hannah entre llanto al ver a Seth

Ella estaba acostada sobre Seth quien estaba recostado en una cama de hospital con un vendaje en el hombro y el de su mano, pero ese había sido gracias a la pelea con Sawyer y no me preocupa.

— Prometo no volver a darte sustos de muerte — Seth pasa los dedos por su cabello

Hannah levanta la mirada y se levanta con delicadeza para correr hacia Sawyer.

— Te daba por muerto — digo con lágrimas en los ojos mientras me acerco a Seth

— No soy fácil de matar — esboza una sonrisa — Dame un abrazo — extiende su brazo y eso hago

— Antes que nada quiero pedir una disculpa — dice Andrey mientras se acerca a nosotros — No sabía que ustedes estaban aquí o hubiera venido a rescatarlos antes.

— ¿Y tú quien eres? — dice Sawyer con molestia

— Él es Andrey Jakov con quien pase mis años en Rusia, no sabía que éramos nosotros solo tenia tratos con Kane y tenía que encargarse de eso.

— ¿Así qué tú eres él qué mando a matarnos? — dice Seth

— De verdad una disculpa, como explica Rylee no sabía y en cuanto supe los ayude, las envié a un lugar seguro. Pueden quedarse en París mientras Seth se recupera, yo tengo aún cosas que arreglar con Kane y después ponemos en marcha el plan.

— ¿Qué plan? — pregunta Sawyer

— Vamos a rescatar a Kane para que no sospeche y en el momento indicado tomamos su lugar después de un tiempo le damos el negocio a Andrey y él nos dará el sesenta porciento de ganancias.

— ¿Podemos irnos ya? No quiero pasar un minuto más en este lugar — murmura Sawyer con cansancio

— Claro, un auto los espera y Bodhi será él encargado de darles todo lo que necesiten, tengo que retirarme, pero estaré al tanto de ustedes.

Andrey sale de la habitación y nosotros nos vamos al auto, Sawyer necesitaba ayuda para caminar ya que estaba débil  Seth se encontraba mejor pero no podía hacer movimientos bruscos.

Llegamos al hotel y todos nos observaban, tal vez por el aspecto deteriorado de los chicos o por los dos guarda espaldas, pero decido ignorarlos.

Estaban con vida, no tenía que despedirme de ellos mi respiración volvía a la normalidad con tan solo ver a Sawyer con los ojos abiertos.

— Maldición — murmura Liam y Carson al unísono — Están vivos.

Liam corre abrazar a Seth y a llorar aunque Seth intenta ser fuerte no puede y también llora.

— Te extrañe demasiado — dice Liam sin soltarlo

— Creo que necesitan descansar y comer algo — dice Carson — Vamos a pedir comida a la habitación, me alegra que estén vivos.

Hannah y Seth van a su habitación mientras yo ayudo a Sawyer a entrar a la nuestra.

— Voy a curar tus heridas — busco el botiquín entre los cajones

— Rylee, Rye — me sostiene de la cintura para que me detenga — Estoy bien ¿si?, tranquila ya estamos juntos.

— No podía soportar la idea de haberte perdido — lo abrazó dejando caer el llanto — No podía hacerlo — digo en un susurró

— Lo siento, nunca quise que todo esto terminaría así — pasa sus manos por mi cabello

— Te amo Sawyer.

— Te amo Rylee.

No dejo de abrazarlo durante unos minutos hasta que llegó la comida a la habitación y Sawyer se sento a comer como si no hubiera una mañana.

— Pero que te hicieron — digo con la voz quebrada

Había quitado su camisa blanca para curar sus heridas y tenía varias cortadas y quemaduras de lo que parecía un cigarrillo, ya había limpiado su rostro pero estaba muy lastimado.

— No me duele — esboza una sonrisa

— pero si te dolió en un momento.

No habíamos terminado en un funeral, logramos encontrarlos, la vida nos dio otra oportunidad de estar juntos.

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¡ahh! Lamento haberlos hecho pasar por tanto en mi interior me reía al escribir los capítulos tengo que admitirlo.

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