Secuestro de lily

Es el tercer..., no, el segundo día, tal vez, en el que estoy aquí, encerrada.

Tengo sed, hambre y si el exuberante calor no me mata, creo que el dolor de cabeza lo hará.

Por lo menos, la música se ha detenido. Sin embargo, eso no evita que mi cuerpo se sienta tan pesado como un roble.

Sin fuerzas, uso el poco aliento que me queda para girar la cabeza y tomar una bocanada de aire fresco.

A decir verdad, este cuarto es muy húmedo, así que es casi imposible respirar aire puro, pero, intentarlo, es lo que me ha mantenido con vida hasta ahora.

Abro un poco los ojos para distinguir a duras penas una consola gigante de esas que se encuentran en las emisoras de radio; de ahí, proviene la música que he estado escuchando.

Aún persiste en mí la duda de si es verdad que ese sonido se trata de una especie de droga auditiva, que tiene efectos similares a las drogas comunes.

Ya nada en este mundo podría sorprenderme.

Alguien se acerca y el sonido que hace al abrir la puerta es sigiloso y leve, como si no quisiera ser visto.

Recojo mis pies y junto mis rodillas más hacia mí con temor de que se trate de Peter, Nate o algún otro miembro de las Cobras que quisiera torturarme. Pero, no es así, al menos no con esos ojos. Esos brillantes ojos azules, llenos de empatía, no podrían herir a nadie.

O esa era la impresión que me daba.

Lo reconocí inmediatamente de aquella vez en que Zayn se enfrentó a Erick. Escuché a Zayn decir su nombre, pero, ahora mismo, no recuerdo cuál sea.

El chico llega hasta donde estoy y toma su posición, en cuclillas, sin dejar de mirarme mientras se mantiene así.

-Pensé que tendrías hambre -dijo el joven acercando hasta mi una bandeja con comida, lo suficientemente cerca como para que pudiera tomarla a pesar de las cadenas.

Por supuesto, tenía hambre, pero no soy una ingenua. Así que miré con apatía la comida, y le dije molesta:

-No quiero nada que venga de ustedes.

El chico me miró extrañado. No esperaba que le diera esa respuesta. Quizás porque llevaba días sin comer, y ya no tenía fuerzas.

-Entiendo -dijo y su voz sonó masculina y profunda-. Y, la verdad, me gustaría aceptar tu posición. Pero, es esto o morir de hambre, y, no creo que quieras llegar a ese punto.

El joven acerca nuevamente la bandeja con comida hacia mí y empiezo a dudar de mi determinación de hace un momento.

Mi estómago, literalmente, cruje de hambre, y mis manos tiemblan con solo la idea de comer algo. Al final, tomo la bandeja como puedo y empiezo a comer con desesperación. Entonces, con la comida ya en mi garganta, recuerdo el nombre de este muchacho; su nombre es Christian.

Christian me pasa una botella con agua, pero me es imposible tomarla debido a las cadenas.

Él se da cuenta de ello, así que me acerca la botella y yo bebo el agua desde sus manos.

-Tengo una duda -digo, tragando con dificultad-. El plan es matarme, ¿cierto? ¿Por qué no simplemente ahorrarles el trabajo a las Cobras y dejar que muera de hambre y sed?

-El plan nunca fue matarte, Lily. Tú solo eres la carnada que atraerá a Zayn hasta acá. Las Cobras tenemos un código, podemos ser muchas cosas pero: No lastimamos a personas inocentes.

Inmediatamente pienso en Abigail. Zayn me dijo muy poco de ella pero aseguró que las cobras tienen que ver con su muerte. Entonces, me pregunto: ¿Qué tuvo que hacer Abigail Watson para no ser considerada inocente?

-¿Te parece que lo que me están haciendo es agradable? -interrogo con una ceja levantada.

-Me parece que es considerado. Al ser la novia de Zayn mereces parte del castigo que le den a él. Erick podría fácilmente darte un tiro en la cabeza, pero se contiene, por el código.

"¡Vaya, ahora las cobras son una sociedad leal y agradable!" -pensé con sarcasmo.

Se escucha a lo lejos voces de personas hablando y riendo, uno de ellos es Nate, así que pienso que tendremos compañía.

Chris toma la bandeja y la botella de agua y las arroja a un lado. Luego vuelve a mí y me dice en voz baja:

-Escucha, Lily. Buscaré tu teléfono y llamaré a Zayn. Voy a sacarte de aquí.

-¿Qué? ¿Por qué confiar en ti? -cuestioné extrañada.

-Porque soy lo único que tienes -afirmó.

Chris se pone de pie, firme y en eso más miembros de las cobras entran en la habitación.

Reconozco a algunos del otro día en el estacionamiento. También están presentes Nate y Peter con chaquetas distintivas de las cobras, (Nate usa una morada oscura muy particular).

Erick, un joven como de veintitrés, sonríe al verme. Su cuerpo está plagado de tatuajes. Estaba en muy buena forma y sus ojos brillaban de una alegría mezclada con sentimientos de superioridad. Por lo que sé, él es el líder de las cobras. Y es bastante atractivo.

Tiene todas las circunstancias para sentirse superior.

-Chicos, ¿cómo pueden permitir esto? -Empezó Erick con desaire-. No ven que Lily es nuestra invitada especial. ¿Cómo le dicen a eso, Nate?

-Ah... -fingió pensárselo- ¿Invitada de honor?

-¡Sí! ¡Eso! Invitada de honor... -exclamó Erick-. Rápido, traigan una silla para nuestra "Invitada de Honor".

Un chico delgado y moreno busca de prisa una silla de madera, mientras, Chris me quita las cadenas, y con delicadeza me ayuda a ponerme de pie y me lleva hasta la silla para sentarme.

Erick camina hasta quedar frente a mí y luego se inclina para mirarme directo a los ojos.

-¿Estás cómoda, Lily? -Preguntó con una voz extrañamente suave- ¿Quieres que te ofrezca algo? ¿Una bebida? ¿Un té caliente?

-Quiero irme de aquí -dije con rabia.

-Mmm... No. Lastimosamente creo que eso no se va a poder. Verás, tu noviecito Zayn y yo discrepamos. Es momento de que él pague por traicionarnos. Te prometo que, cuando todo esto acabe, podrás irte tranquilamente a tu casa... ¿Uh? ¡Qué descortés! Creo que nunca nos presentamos formalmente: Mi nombre es Erick Howland y... -acercó con su mano a la chica de ojos azules que estaba también ese día en el estacionamiento- está preciosura que me acompaña es mi novia, Grace.

-¿Cómo estás? -dijo Grace, mirándome por encima del hombro mientras Erick la abrazaba y le besaba la mejilla.

-Supongo que conoces a Chris -dijo Erick mirando la bandeja de comida que Chris me trajo, tirada en el suelo- Y, ¡Ay qué lindo! Ya conoces a Peter y a Nate. ¡Encantador! Es como... ¿Cómo le llaman a eso, Nate?

-Ah... -dudó Nate por un segundo.

-Como una reunión de ex alumnos -contestó Peter sonriendo ampliamente.

-Eso, una reunión -repite Erick-. Y, tú tía, ¡Vaya!... Una excelente mujer. Ella misma se ofreció para traerte hasta aquí. Conmovedor, ¿cierto? -Erick mira su reloj y luego añade: -Bueno, fue divertido. Linda charla, Lily, pero..., ya me tengo que ir. Es que..., soy un hombre muy ocupado. Pero me encantó conocerte, ya veo por qué vuelves locos a los chicos, es que eres... especial... Por favor, recuerden atar a nuestra invitada -se dirigió a esta vez, al otro chico y a Chris-. No queremos que se pierda la diversión. Tenemos preparada una grata sorpresa. Nos vemos pronto, Lily.

Erick se voltea para marcharse, pero se detiene en un último instante.

-Ah, y..., una cosa más: Él... -refiriéndose al otro chico, alto y moreno-, es Zeke. Él se encargará de ponerte buena música mientras no estamos.

Erick me guiña el ojo, sonríe maliciosamente y se va con su séquito.

Entre tanto, Chris y Zeke me atan a la silla. Chris se va cuando escucha la voz de Erick llamándolo, dejándome sola con Zeke.

Zeke coloca los auriculares nuevamente en mis oídos y se sienta en la cabina para reproducir la música.

Y..., así, mi tortura comienza otra vez.

....

¡Hey, lectores! Muchas gracias por leer este capítulo.

¿Alguno de ustedes cree que Chris llame a Zayn?, y si es así, ¿creen que Zayn logre rescatar a Lily sin que las Cobras logren su objetivo?

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