Capítulo 17: Suposiciones peligrosas
Dangerous Assumptions
To, Lily...
Lily:
Hace un par de semanas pensaba que toda esta pesadilla había terminado.
Las cosas en verdad estaban saliendo bien para mi.
Publiqué algunas de mis obras fotográficas. Pasé tiempo de calidad con mi familia y mi relación con Zayn estaba, diría yo, floreciendo. Estábamos muy cerca el uno del otro. En ese momento pensé que no podría pasar en mi vida algo peor que lo que pasó aquella vez en la Mansión Beckett.
Tom estuvo apunto de matarnos a todos. Y, según el informe psiquiátrico que se le realizó después de los acontecimientos, lo hubiera hecho de no ser porque Josh rompió un costoso pero efectivo jarrón en su cabeza.
Ahora, tengo mucho miedo...
Miedo de que todo esto se vuelva a repetir pero sin un final feliz para nosotros.
Desde mi encuentro con Tom ayer, ya no salgo de mi casa. Hasta me asusta salir de mi propia habitación. Respiro pausadamente para no quedarme sin aire. Duermo con la sensación de que alguien me observa.
¿Estas cosas así seguirán pasándome?
Esto es extrañamente sospechoso. Que Tom se apareciera y que el anónimo me asechara es significativamente intrigante.
Lo que es extrañamente singular.
Mis manos están inquietas y heladas. Es para mi como si estuviera atrapada en un congelador. Un congelador gigante, lleno de explosivos; si doy un paso en falso... ¡BOOM! Podría estallar de un solo golpe.
Doy un pequeño salto cuando oigo unos pequeños golpes en la puerta de mi cuarto.
Me inmuté rápidamente y mi respiración se entrecortó. Podía escuchar los latidos de mi corazón tan fuertes y cercanos, como si mi corazón estuviera junto a mi oído.
¡Ay, Dios mío!
-Lily, soy yo -habla Marcos por detrás de la puerta-. Voy a llevar a los gemelos al parque. Drake está en su habitación, vigila que haga sus deberes.
Suspiro.
Es Marcos. Qué alivio.
-¿Tienes que ir realmente? -trato de iniciar una conversación-. Hay helado en el refrigerador y hoy pasarán un maratón de Keep up whit the Kardashian, es tu show favorito, pensé que podríamos verlo.
Utilicé un tono de voz dulce aunque desesperado mientras intentaba convencerlo.
-Aunque es una oferta que no suelo rechazar. Esta vez lo haré. Logan y Luke se enojarán conmigo si les digo que no iré al parque porque veré a las Kardashian contigo. Le dirán a papá y este me matará.
-¿Puedo hacer algo para que se queden? -pregunté a través de la puerta con algo de esperanza.
-¿Puedes traer a Doja Cat? -la voz de Marcos cambió totalmente y se tornó algo alegre.
-Ah... noup.
-Entonces no. Nos vemos en un par de horas.
Los pies de Marcos se alejan de la puerta y puedo escuchar después el ruido que hace al cerrarla cuando sale con los gemelos.
Así que... solo somos Drake y yo. Y bueno, como de seguro Drake está en su cuarto escuchando música, solo soy yo.
¿Debería llamar a Zayn?
De seguro vendría a buscarme si le digo todo lo que me está ocurriendo. Él se veía muy preocupado ayer cuando Noland le contó lo que sucedió en el jardín.
Pero no. Eso solo le traerá más preocupaciones.
Giro mis ojos y los poso en el sombrío y y antiguo diario de Dean. Está allí. Inerte. Tendido en un pequeño escritorio de mi habitación. Sin tener a donde huir...
Pues obvio.
Lo tomo rápidamente entre mis manos. Esto me hace pensar en... "¿Y si Dean sabía algo? ¿No solo del anónimo, sino también de su asesino?"
Es un hecho que el anónimo no es algo nuevo. Recuerdo que cuando empecé con todo esto de la investigación de Dean, Peter y Nate junto con Las Cobras dejaron notas anónimas en mi casillero para tenderme a mi y a Zayn una trampa.
¿De dónde pudieron haber sacado esa idea?
También es un hecho que este anónimo es mucho más oscuro e inteligente que el primero. ¿Podría tratarse de un imitador, o quizás, de algún miembro de las Cobras que sabía del anónimo? Si es así, dudo que Nate Parker haya tenido que ver con esto.
Pero Peter... él no solo es un simple deportista y capitán de equipo de fútbol de la escuela. Sus calificaciones son buenas. Si no hubiera sido así, no podría haber cumplido con el requisito de ser capitán. Ni mucho menos, obtener una beca completa en la Universidad de Beverly, aunque fuera el mejor jugador de fútbol de la historia, si sus calificaciones no fueran buenas, perdería la beca y la oportunidad de jugar para la escuela.
¿Pero por qué Peter quisiera ayudarme a descubrir al asesino de Dean? ¿Querría despistarme para que no de con el verdadero asesino?, ¿O quizás este resentido por que fue sospechoso de su asesinato?
¿Y si es Justin?
Él fue el chico más inteligente de la escuela, y además fue el mejor amigo de Dean. Dejó la escuela cuando se rumoreaba que Dean se había suicidado. Por lo que sé empezó a estudiar en una escuela mucho más chica al oeste de Beverly. Y, por lo que se ve, jamás volvió a ser el mismo.
Justin West es lo suficientemente listo como para crear un plan sumamente preciso y evitar ser descubierto. Tiene un motivo claro para mí: Vengar la muerte de su amigo.
Solo un pequeño detalle. Ese día, en el partido, no puedo imaginarlo correr por toda esa multitud, a esa velocidad, como lo hizo la ardilla.
Y, por último, está mi tía Taylor. Muy cerca de parecer el anónimo. Sería mucha coincidencia que apareciera justo en un momento como este, que no estuviera presente cuando llama el anónimo o cuando este aparece. Es mi sospechosa número uno y la que menos quiero que sea.
Son tantas dudas e intrigas que siento que mi cabeza va a explotar. Creo que si no fuera por Tom y su presunto escape podría pensar mejor.
Me cierro a esas ideas y dejo que sea Dean quien me oriente en ésta búsqueda. Era consciente de que no debía leer el diario hasta que el anónimo me diera instrucciones.
Pero estaba allí. Las respuestas estaban allí.
Si Dean puede decirme algo de su asesino tal vez pueda descubrir a ese fulano anónimo.
Dos pájaros de un solo tiro. Excelente, Lily.
Abro el libro lentamente, con sumo cuidado de no romperlo, y empiezo a ojearlo.
Algunas de su páginas principales son: Una breve dedicatoria de Thomas Beckett, una agenda, algunas anotaciones y memorandos breves de su día a día.
Obvio algunas hojas suponiendo que las partes interesantes están casi al final del libro. Me topé con varias que hablaban sobre lo hermosa y perfecta que es Reese Griffin.
Mis ojos curiosos se detienen en una página que parece más bien un poema que un escrito cualquiera:
"La más hermosa chica de Beverly...
Si pudieras ver lo hermosa que eres,
lo especial que luces a mis ojos,
créeme que sabrías muy bien porque no puedo hablar cuando estoy frente a ti..."
Quedo boquiabierta por la profundidad de las palabras de Dean. Él en serio estaba enamorado de Reese. Cada verso que escribió se muestra abiertamente y le da rienda suelta a su amor por ella:
"Abro los ojos sólo para poder contemplarte.
Ni siquiera toda la eternidad me haría sentir satisfecho,
Si es que no te tengo conmigo..."
Más adelante Dean describe a Reese como el amor de su vida. Es tan tierno y puro lo que escribió. No sabía que un chico podría expresarse de esa manera. Dean fue verdaderamente un softboy.
Sigo de largo con las páginas hasta que me encuentro con una sección del diario que esta aislada. "BS" es el título de la sección. Se encuentra un poco rota, sucia y deteriorada. Mi curiosidad aumentó cuando noté pequeñas chispas de sangre salpicadas en una de las esquinas de la hoja.
Supe entonces que había hallado lo que busqué por meses.
Mi corazón se disparó con la ilusión de que había hallado al asesino.
Temblorosa pasé la página. Y mis ojos se abrieron al leer lo que decía:
"ME DESCUBRIERON. AHORA QUE SÉ LA VERDAD VENDRÁN POR MI.
Y POR TI...
SI DESCUBREN QUE TAMBIÉN SABES ALGO..."
¡AY! ¡¿QUÉ?!
Quedé perpleja. Mi garganta se secó al instante y los vellos de mi cuello se erizaron en señal de alerta.
BIEN HECHO LILY, POR NO ESPERAR INSTRUCCIONES.
Dudo en si seguir leyendo o no, pero una curiosidad por saber el significado de todo esto me envolvió y continué leyendo:
"ÉL QUIERE ASESINARME. MORIRÁS EL DÍA EN QUE SE ENTERE QUE TIENES MI DIARIO."
Mi corazón latió agitado y comencé a asustarme.
Morí lentamente en lo que terminé de leer eso.
¡LA MUERTE DE DEAN NO SOLO FUE INTENCIONAL!
¡¡¡AQUÍ TENEMOS A ALGUIEN QUE ASESINARON PORQUE SABÍA DEMASIADO!!!
....
Lo que Dean sabía acabó con su vida.
Una verdad oculta por mucho tiempo.
Una verdad que yo estaba intentando descubrir y ni siquiera sabía.
Una verdad que podría acabar con mi vida de la misma manera que acabó con la de él.
Mi teléfono celular suena de golpe, y por el susto emití un pequeño chillido, a la vez que di un pequeño salto con la mano en el corazón y el diario de Dean en la otra mano. Lo arrojé lo más lejos que pude de mí cuando me di cuenta que podría ser el anónimo quien llamaba.
Mi teléfono siguió sonando con el típico sonido de llamada que existe en muchos celulares. Quité mi canción favorita de tono de llamada cuando el anónimo empezó a llamarme. No iba a permitir que también arruinara esa canción.
El teléfono siguió sonando y enseguida un sin fin de lágrimas empezaron a salir descontroladas de mis ojos.
Número desconocido, es obvio que es el anónimo.
Dejé que el teléfono sonara hasta que se detuvo, y luego volvió a encenderse con una segunda llamada.
-¡Estoy cansada! -descolgué con el fin de acabar con esto de una buena vez.
-¿Lilian? -carraspeó la voz metálica detrás de la línea.
-¿Qué quieres de mí? -sollocé-. He hecho todo lo que me has pedido: Fui a hablar con Justin, conseguí el diario...
Mi voz se quebró cuando mencione lo del diario.
Me siento terrible.
-Todavía no hemos terminado. Aún falta descubrir al asesino.
-¡No me importa! ¡No me importa el asesino! ¡No me importa esta investigación! ¡Ni siquiera me importa saber quién eres! No quiero... Ya no quiero continuar con esta investigación.
Lloré, intentando apelar a su frío corazón. Si es que tenía.
El anónimo hizo silencio y pensé entonces que me habría librado. Pero no fue así.
-Es tarde... -dijo, y por primera vez sentí un poco de sentimiento en sus palabras- Aceptaste llevar acabo esta investigación. No puedes arrepentirte solo porque sí. Recuerda que tus seres queridos y tu familia están involucrados en esto...
Colgué de repente.
No quise dejarlo continuar. Sabía lo que diría: Que le haría daño a mi familia, a Zayn y a mis amigos si no le obedecía. Pero, también pensé: "Quizás solo sean amenazas. Amenazas que tenían como objetivo asustarme para que continuara con la investigación".
Así que lo deje ir. Dejé ir mis pensamientos de miedo y me quedé con los de frustración. Entonces comencé a llorar hasta quedarme dormida...
Lo primero que hice al despertar fue fijarme en la hora. Más o menos habían pasado una hora y media desde que llamó el anónimo.
Me estiré y pensé en bajar a la sala para ver algo de TV y así distraerme un poco, así que arrastré mis pies por el pasillo y, cuando empecé a bajar las escaleras, noté que Drake se había apoderado del televisor.
Estaba sumergido en una serie de Netflix sobre asesinos. Algo que no quisiera ver ahora mismo. Suficiente con la vida real.
Pasé de largo y me quedé en la cocina y comencé a preparar un poco de té.
Cuando la tetera empezó a botar vapor por la presión, supe que él té ya estaba listo. Busqué una taza. Lo serví. Me tomé mi tiempo. Admito que me costó tomar un sorbo sin que mis manos temblorosas dejaran caer la taza, pero todo fue porque recordaba vez tras vez la misma situación.
El diario... Lo que Dean sabía...
Alguien lo mató por ello. Y Dean sabía. Él sabía que lo matarían por ello...
Él sabía desde un principio quién estaba a punto de matarlo.
Un fuerte sonido me sacó de mis cabales y solté de golpe la taza que sostenía con mis manos.
¿Un disparo? ¡No puede ser es un disparo!
Escuché el televisor detenerse y cuando giro mi cabeza para ver la puerta de la cocina observo a Drake atravesarla con cara de desentendido.
-¿Qué pasó? -preguntó fijando sus ojitos en mí para analizarme.
-Ah... -abrí la boca pero no pude decir nada.
¿Qué podría decirle?
"No es nada, hermanito, solo estoy algo nerviosa porque acabo de leer un diario con información peligrosa que podría ser la causa de mi inminente muerte, además que hay un maniático loco que está obsesionado con esa información y amenaza con acabar conmigo y con ustedes si no hago lo que me pide..."
Súper casual, ¿no?
Drake analiza la escena poco a poco. Sus ojos bajan hasta el suelo y los trozos quebrados de la taza que rompí. Luego sube un poco más y ve la tetera en la cocina. Al final, coloca sus ojos encima de mí.
-Te vez fatal -comentó e ignoró todo lo demás. Dirigió sus pies hacia la nevera y tomo una botella de agua mineral para después irse a terminar de ver su serie.
Si hubiera sido otro de mis hermanos sin duda tendría que explicar con detalle lo que me sucedía. Es diferente en el caso de Drake. Él apenas se preocupa por lo que se va a llevar a la boca.
Pues, ni modo. Empecé a recoger con cuidado los fragmentos rotos de la taza que quebré.
El timbre sonó y escuché a Drake gritar que abriera la puerta.
-Por supuesto que abriré... Estoy más cerca -murmuré con sarcasmo.
Fui, miré por el agujero de la puerta y no vi a nadie. Absolutamente a nadie.
Abrí la puerta pensando que se trataba de otra broma absurda y cuando me fijé quedé perpleja.
Un elegante moño azul sujeto delicadamente en una caja de regalo color siena, con una tarjeta colgando que decía: Para, Lily.
"Pues... supongo que el anónimo no se rendirá tan fácil".
Observé el vecindario. Nadie sospechoso.
Un escalofrió me invadió cuando imaginé que el anónimo está acechándome para ver si tomé su obsequio.
Empujé la caja un poco con el pie por precaución, y bueno, no era una bomba que explota al tacto como pensé.
Ya es algo.
Me agaché, tomé la caja y entré a mi casa viendo a todas partes en busca del anónimo.
Nada.
Cerré la puerta y ni siquiera me molesté en esperar a que Drake me preguntara quién era, ya estaba al tanto de que no lo haría.
Caminé nuevamente a la cocina y puse el paquete encima de la mesa. Lo miré fijamente por varios minutos pensando en lo que sería.
Si es una bomba me alegra que no haya explotado aun.
La única forma de saber lo que contenía la caja en su interior era abriéndola. Así que la abrí dudosa. No era un reloj de cuenta regresiva por lo menos, pero... lo que había adentro me dejó más confusa de lo que esperaba.
Fotos.
Múltiples fotos mías haciendo cosas cotidianas mientras voy por la calle, ando de compras con mis amigas o estoy con Zayn bajando de su auto.
El vello de mi nuca se erizó.
Estoy nada más que en frente de un acosador.
La última foto fue tomada el día del partido. Estoy sentada con los binoculares de Logan. Volteo la foto y descubro que tiene algo escrito detrás con una muy buena caligrafía.
Veo las demás fotos y noto que cada una tiene una palabra escrita detrás:
Zafarte. Tarde. Mi.
Un mensaje.
Así que se me ocurrió ordenar las fotos según los eventos que pasaron primero.
Doce fotos en total.
Me sorprendo al leer lo que dice el mensaje:
NO PUEDES ZAFARTE DE MI AUNQUE QUIERAS. YA ES TARDE PARA EL.
¿Tarde?
¿Para quién?
¿Para Dean?
Me acerco con precaución y miro el fondo de la perfecta caja azul de regalo.
Un círculo de metal sujeto de algunos cables. Lo reconozco al instante. Son unos frenos de un auto.
Cubro mi boca con la mano y gimo de miedo cuando veo en el fondo de la caja una foto familiar de la familia Jones...
Mi familia.
Lloro al ver un círculo rojo con una X en medio, hecho con marcador en el rostro de mí papá, igual que en destino final.
No pude quedarme de brazos cruzados así que llamé al anónimo según el último número desconocido que había usado cuando me llamó.
"El número que usted marcó..."
Colgué.
Es inútil.
Marqué el número de mi padre. Imaginé lo peor.
Contesta. Contesta. Contesta.
-Hola, ¿Lily?
Suspiré.
-Papá, ¿dónde estás?
-Voy saliendo del trabajo. Estaré en casa en una hora, pasaré antes a buscar a Candice. ¿Cariño, ocurre algo?
-Papá, hagas lo que hagas no subas a la camioneta. Por favor. Creo que le faltan los frenos.
-¿Qué? ¿Los frenos? Eso es imposible, la revisé esta mañana.
-Papá, por lo que más quieras no subas a esa camioneta. Por favor...
_Bien, hija, si te hace sentir mejor le diré a García que revise mi camioneta. Timm ya va saliendo, le pediré que le eche un aventón hasta la casa de Candice y luego nos iremos en su auto, ¿está bien?
-Sí, papa.
-Sabes que hablaremos en cuanto llegue.
-Lo sé.
-Te quiero.
-Y yo a ti.
El colgó.
No supe entonces quién sería capaz de amenazar a mi familia de esa manera.
Miré la caja. Perfecta. Tapizada con un papel fino, con un extraño olor a perfume que solo me hacía pensar en una mujer...
Janine.
Cuando mi teléfono sonó nuevamente, supe de quién se trataba.
-¿Recibiste mi obsequio? -indagó la voz metálica.
Hice de todo para contener mis lágrimas y no mostrarme débil otra vez.
-Sí.
-¿Y bien?
-Voy a continuar con la investigación.
...
Muy bien queridos lectores, hasta aquí llegó este capítulo.
Espero que les haya gustado. Sin duda, costó un poquito escribirlo.
Ahora, Lily tiene muchos sospechosos.
¿Quién creen que mató a Dean? ¿Y quién creen que es el anónimo?
Dejen sus muy valiosos comentarios.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro