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Sonidos de guerra

Calendario Central

Año 1639, Junio

Islas Malvinas, Puerto Argentino

Casa del gobernador

Nigel Phillips se encontraba bastante preocupado. Los mapas que el HMS Ambush había traído de su expedición a Louria mostraban cuan solos estaban es esta nueva tierra. Ni uno de sus aliados llegaron con ellos. Sin recursos estratégicos para subsistir, y sin la ayuda de la corona, estaban condenados a estar varados con un gigante a su lado

"Mierda, solo tenemos comida para aguantar uno meses más. Capitan Teo ¿Tenemos raciones suficientes para otro viaje?"

"Solo para un viaje más. Luego de eso nuestras reservas estarán ajustadas."

"¿Hay un curso fijado?"

"Pues nuestro destino más cercano sería el reino de Altaras. Considerando que posiblemente Argentina ocupe todo su influencia en el Continente de Rodenius, estamos fuera del juego."

"¿Y qué hay de esta Palpadia? Por lo que dicen estos mapas, al parecer es una potencia"

"Según las fuentes que obtuvimos de Louria, Palpadia es una superpotencia que domina económicamente todo su continente y gran parte de los reinos en la 3ra civilización."

(ignoren a Grecia)

"Dentro de toda la 3.ª civilización, Altaras se encuentra cerca de ser una potencia regional, no al nivel de Palpadia pero muy capaz respecto a otros. Al parecer, su economía está basado mayormente en producción de gemas mágicas y su capital, Le Brias, es un punto de comercio importante. Por lo tanto no dependen mucho de Palpadia"

"De acuerdo, quiero que un cuerpo diplomático estén listos dentro de 2 días y zarpen a Altaras.

"Entendido" Teodoro se retira rápidamente.

El gobernador cae en su silla mientras el miedo y las dudas de fallar en esta última expedición sea la última chance de poder mantener vivo el legado del imperio.


Continente Rodenius

Año 1639, agosto

Antes de la transferencia de Argentina a este mundo, este continente era muy atrasado respecto a otros países que tenían cerca alguna potencia. Todo su sistema era muy viejo y rudimentario. Las creencias y supersticiones abundaban por todos lados, al igual que la magia. Parecía que estaba atrapado en el tiempo, en un tiempo muy lejano.

Luego de la transferencia, todo cambió. Los pueblos, aldeas y ciudades de Quila y Qua-Toyne se llenaron de luz. La comida de los vendedores se agotaban en poco tiempo y, aunque no había suficientes antenas de radio o televisión instaladas, las pocas teles y radios no llegaban a pisar ni el puerto. Los productos argentinos se vendían a granel, desde sombreros hasta tizas, la demanda aumentaba día a día que incluso no llegaban a satisfacerlo.

Como consecuencia, muchas viejas fábricas en todo el país volvieron a abrir. Poco a poco, los trabajadores despedidos retomaban sus antiguos oficios, y los números, alguna vez rojos, comenzaron a ser verdes. Los viejos proyectos gubernamentales, guardados bajo llave y polvo, volvían a ser presentados.

El ejército de Quila se vio muy fortalecido con los nuevos entrenamientos que los reclutas semi-humanos se trajeron consigo de las academias militares argentinas. Tanto así que incluso se dice que el mismísimo Dorn Colmilloroto, comandante de los ejércitos de Quila, perdió un combate contra uno de estos soldados; rumor o no, si era bastante impresionante.

Sin embargo, Qua-Toyne fue otra vez la perjudicada. Debido al tratado firmado, solo aquellas zonas de importancia económica fueron bendecidas por los "milagros argentinos", el resto de zonas fueron olvidadas. Causando, como efecto dominó, una fuerte migración a las ciudades con mejor calidad de vida. Kanata viendo que esto se le estaba yendo de las manos. Decidió pedir a Argentina un nuevo tratado para poder resolver este lío.

El presidente, viendo que puede salirse de control la situación, pidió a algunas empresas que hagan ligeras inversiones en sectores que se despoblaban para contenerlos un tiempo más. Sorprendentemente, aceptaron sin muchos problemas...que raro.

Respecto a la Fiebre de los Rosales, varios médicos llegaron al reino para comenzar un tratamiento, o concientización de la gente, para luchar contra la plaga. Se construyeron pequeñas clínicas y colegios con el objetivo de la importancia de la nutrición y el cuidado personal a los niños. Reduciendo en un tercio la propagación e infección de la misma. Hubieran obtenido mejores resultados de no ser por la academia de magos y todos los miembros de la rama mágica de Qua-Toyne, fieles seguidores de Mael Kodor.

Ellos son la viva representación de las doctrinas de Mael, creencia mágica sobre toda las cosas junto con un extraño e inmaduro pseudo-nacionalismo. Como los rumores de que él fue asesinado por un argentino, saltándose la parte de quién fue el responsable del incidente, comenzaron la formación de guerrillas contra Argentina. Empezó en la capital del Reino, y se fue expandiendo poco a poco por todo el occidente del país, causando destrozos, interrumpiendo el sembrado de la tierra, deteniendo los programas de salud y, de vez en cuando, destruir caminos claves. 

Con la capital tomada por los insurgentes, Kanata no tuvo más remedio que huir a Maihark y  movilizar a las tropas leales a él para que protegieran el sector oriental. Aunque logró quitarles la zona fronteriza con Louria y expulsarlos hacia el norte, ellos aún tienen simpatizantes remanentes en aquellas zonas. Su fuerza principal se quedó en el norte defendiendo la capital

Argentina no quiso inmiscuirse tanto porque a pesar de tener un boom económico, aún poseía una frágil economía que debía vigilarse cuidadosamente; además de que deben con el congreso, cosa que el presidente no tiene mayoría en él.

A pesar de los problemas o retrasos, Quila y Qua-Toyne iban bastante bien... salvo por un país, Louria.

El reino de Louria, gobernado por el rey Hank Louria XXXIV, era el único país del continente que habían rechazado algún intercambio diplomático con Argentina luego de saber que ellos desconocían lo que era un wyvern. Expulsaron de regreso a sus diplomáticos y los declararon hostiles por haberse aliado con Quila y Qua-Toyne.

El reino antes no gozaba de un gran poder debido a su débil ejército y naval, era solo un pequeño país sin relevancia en la escena. Tuvieron que pasar casi 4 décadas para alcanzar el tamaño que tienen ahora. Con la ayuda de la superpotencia de Palpadia se sentían listos para lograr su objetivo: Dominar todo Rodenius.

Luego de 3 meses de espera. Su flota de 4400 naves estaba lista; junto con 600 mil soldados y 500 wyvern. Solo esperaban la señal del rey.

Reino de Louria

Castillo Jin Hark, Sala del Rey

Las antorchas iluminaban el salón del trono. En ella, varias figuras importantes discutían sobre los siguientes pasos del reino.

"Su majestad, los preparativos para la invasión contra los reinos semi-humanos están listos." Informó el General Patagene, arrodillado enfrente del rey Louria.

"Dos naciones de débiles criaturas inferiores ¿Nuestra victoria está garantizada general?"

"No tiene que preocuparse su majestad. Uno solo tiene granjeros sin entrenamiento y el otro solo tiene granjeros muertos de hambre. No supondrán reto alguno para nuestras fuerzas."

Un sentimiento de arrogancia y soberbia inundó la sala; en especial en el rey.

"Canciller ¿Qué hay respecto a ese país que pisó nuestro reino?"

"Argentina, mi señor" respondió el canciller mientras se inclinaba.

"Si ¿Tenemos noticias de ellos?"

"No hemos tenido ninguna noticia en nuestro reino luego de expulsar a sus diplomáticos. Hace 2 meses hemos contactado con un país llamado Argentina, ubicado a 2000 km de Qua-Toyne. Por lo que suponemos es que no tengan influencia alguna en el principado, menos en Quila. Lo mejor, fue su sorpresa al ver a un wyvern. Por lo que deben ser bárbaros sin caballeros wyverns."

"Ya veo." El rey se levanta y comienza a caminar a un ventanal que da a la ciudad. "Durante muchos reinados, mis ancestros han soñado con este momento en sus sueños...Me entristece que no puedan presenciarlo para beber un vino juntos..." Vuelve a mirar al resto de sus consejeros. "Por eso quiero compartir una copa vino con ustedes. Mis fieles seguidores, mis fieles consejeros." Las sirvientas elfas iban entregando una copa de vino a cada presente. "¡General Patagene, repita nuestra estrategia!"

"¡Si mi rey! ¡Actualmente, nuestro ejército de 600 mil soldados finamente entrenados! ¡Enviaremos una expedición de 500 mil sobre las tierras de Qua-Toyne mientras el resto defiende el país! ¡Primero invadiremos la ciudad de Gim; asegurar suministros y luego marchar 250 km al este sobre la capital de Qua-Toyne! Sus fuerzas solo son de 50 mil, y apenas pueden movilizar 10 mil. Sus wyverns solo son 10 veces menores que las nuestras. Junto a nuestro ejército, la marina de 4400 barcos hará un desembarco en las costas de Maihark para quebrar su comercio. Con un simple asedio, y con todo un territorio puramente de llanuras, no nos tomará mucho tiempo para dominarlos. Quila es un oponente fácil. Dependen mucho de las importaciones del Principado, sin ellos, no podrán sobrevivir"

"Je, je, je... Muy motivador y todo su... majestad" un hombre encapuchado habló desde las sombras con una voz burlona. "Pero recuerde nuestro trato"

"¡Lo sé! Maldición" Vuelve a su trono con copa en mano y la levanta. "¡Brindemos por nuestra reunificación y por nuestro futuro dorado!"

"¡SALUD!"

"Palpadia... Una vez nos encarguemos de Rodenius, tú serás el siguiente en nuestra lista." Pensó el rey mientras bebe de su vino con una sonrisa burlona. "Ahhhh, qué dulce es el sabor de la victoria."

Capital provisional, Maihark, 5 de septiembre

Sala de conferencia (ahora nueva sala del consejo)

"Entonces la guerra es inminente" Kanata se tomaba la frente con su brazo sobre la mesa.

"No hay duda alguna. Nuestros espías en Louria nos avisaron de que su armada ya está lista para zarpar. También avistaron movimientos de soldados acercándose a la frontera con Gim" habló

"Enviemos un mensaje de emergencia por manacom al Capitan del Orden del Oeste, Mouji. Díganle que saque a toda la gente posible de la ciudad y trasládenlos a la aldea más cercana" Habló Élios, jefe temporal de la nueva rama mágica.

"Debemos tener cuidado también con posibles insurgentes en el camino de regreso, muchas de nuestras fuerzas están empujando el frente para liberar la capital. No sé si tendremos el poder suficientes para contener al enemigo en la frontera a la vez que protegemos a los civiles." Dijo Darius, nuevo comandante supremo de Qua-Toyne.

"Hagamos lo que podamos. También quiero que llamen a los argentinos para que envíen ayuda. Y cumplan su parte de acuerdo. Ahora mismo no debemos desaprovechar cualquier ayuda."

Un empleado entra rápidamente a la sala.

"¡Lamento la intromisión! Pero un diplomático argentino ha llegado"

"Qué buen momento." Sonrió Kanata.

Casa Rosada

3 días antes.

"Es verdad, está información." Preguntó el presidente.

"En efecto, nuestros satélites han confirmado estas fotos varias veces, y no hay duda. Todo el poder de Louria se está movilizando para atacar al Principado." Informó Ramiro

"Si ellos hacen un bloque a Quila, nuestro suministro de recursos se verá afectado" Explicó el nuevo ministro de economía, Carlos Toño." Y tal vez, volvamos a sufrir una crisis de energía."

En eso, entran los jefes de cada rama del ejército: Carlos Presti, líder del ejército de tierra. Carlos Maria Allievi, jefe del Estado Mayor de la Armada. Y por último a Gustavo Javier Valverde, titular de la Fuerza Aérea Argentina.

"Nuestra mayor prioridad es impedir un bloqueo naval en el Principado. Solo son cañoneras del siglo XVI; enviemos a 2 destructores y 6 corbetas" habló Allievi.

"¿Si sabes que nos enfrentamos a más de 4000 barcos, no?" Le recordó Valverde.

"No te preocupes, nuestros cañones pueden encargarse de todos esos barcos. Aunque quisiera llevar un submarino, pero nuestras reparaciones empezaron hace 3 meses con la llegada del nuevo presupuesto."

"Pero no podremos hacer nada sin una base en tierra. Pidámosle a Qua-Toyne que nos den luz verde para crear bases militares cerca."

"¿No podemos hacer una en Puerto Guaraní?" Preguntó el presidente

"El puerto está cerca de la zona de conflicto con los insurgentes. No podemos arriesgarnos" Explicó Presti.

"No estoy en contra de interferir militarmente. Pero, ¿cómo lidiamos con la opinión pública? Apenas llegamos hace medio año y ya estamos en guerra" el jefe de la fuerza aérea preguntó.

"Fácil, digámosles que nuestro país amigo elfo comercial está siendo atacado por un país extremista y supremacista humana. Y que para protegerlos hemos decidido en enviar a nuestras fuerzas en pos de su soberanía." Dijo el presidente mientras Ramiro lo miraba con una mano en su cara."

Capital de Maihark

Sala del consejo, presente.

En la sala se encontraba José y Kanata frente a frente.

"Es un gusto verlo, señor José."

"Si, el mío también. Vayamos al grano. En estos últimos días, nuestros "espías" han detectado una gran concentración fuerzas de Louria en su frontera." Dijo de forma clara y algo cortante a Kanata, que claramente no pasó desapercibido.

"Así que lo saben. En efecto, dentro de poco, una guerra entre mi reino y el Reino de Louria sucederá. Su poder militar en varias veces mayor que el nuestro."

"Según inteligencia, una fuerza de más de 4000 barcos se preparan para atacar; también movilizaron alrededor de 500 mil soldados para luchar, les tomará varios días llegar a la frontera."

Kanata sentía como las malas noticias seguían llegando y comenzó a temblar.

"No te preocupes, nuestro gobierno no escatimará en gastos y mandará ayuda. Sin embargo, solicitamos permiso para construir una base militar con capacidades aéreas en su territorio para el envío rápido de suministros."

Kanata veía feliz y nervioso al diplomático argentino. Por un lado, agradecía la ayuda que ellos le brindaban, pero a la vez sentía que estaba poniendo a su país en sumisión hacia ellos. Pero el tiempo se acortaba y no existían opciones disponibles.

Campamento del ejército de subyugación, 10 de septiembre

Tienda de comando

"Mañana Jin caerá"

"Lord Adem, felicidades por su ascenso como Teniente General" Dijo un hombre encapuchado.

"No me importan estos ascensos, aunque los aprecio. Mientras pueda masacrar semi-humanos estaré satisfecho" Lord Adem extendió una sonrisa tenebrosa que causaría terror quien lo viera.

El ejército de subyugación contaba alrededor de 30 mil soldados: 20 mil soldados de a pie, 5000 infantes pesados, 2000 jinetes, 1500 ingenieros militares y operarios, 1000 guerrilleros, 250 domadores de bestias, 100 magos y 150 wyverns. Todo bajo en mando del general Pandour.

"¿Cómo manejaremos el botín, general?"

"Lo dejaré a tu decisión Adem"

"Entendido." Adem no pudo ocultar una sonrisa.

"Se te permitirá saquear Jin y hacer lo que quieras con esos semi-humanos. Solo deja vivas a 100 mujeres para que esparzan el terror de nuestro poderoso ejército."

Pandour miró la ciudad de Jin a la lejanía. Dentro de poco su reino será el más poderoso del continente y nadie podrá impedirlo.

Ciudad de Jin, 12 de septiembre, Primeras horas de la mañana.

El capitan Moiji de la Orden del Oeste se encontraba ansioso mientras barría con la mirada el cielo en busca de wyverns. A su detrás, un ruido constante de gente saliendo de la ciudad mientras eran escoltados por soldados en dirección a la Fortaleza Ejei.

Este evento se ha repetido por 7 días, desde que recibió la orden de evacuación de la ciudad. De alguna forma u otra lograron sacar todos en tiempo récord y con todos los contratiempos posibles.

De los 3500 hombres que disponía la defensa del lugar, tuvieron que mandar al menos 1000 para proteger los caminos de aquellos molestos insurgentes. Dejándolo solo con 2000 de soldados a pie, 100 arqueros, 250 soldados pesados, 100 jinetes pesados y 50 jinetes ligeros. A eso, se le suman 24 wyvern recién llegados y 30 magos reclutados de la escuela mágica.

Era una desproporción terrible. 30 mil vs 2500. Claramente, se sabía el resultado de antemano. Pero todo eso iba a cambiar hoy.

"Capitan, a llegado un soldado por parte de Argentina"

"Déjelo pasar"

En él entra el Teniente Ignacio Gamarra con un soldado de comunicaciones de acompañante.

"Saludo, me llamo Ignacio Gamarra y vengo como apoyo para la defensa de Jin." Con un saludo militar se dirigió al capitán.

"El gusto es mío. Me siento feliz de ver ayuda en estos momentos necesitados."

"Es nuestro deber. Debo comunicarle que nuestras fuerzas se encuentran en la retaguardia preparadas y listas para dar apoyo a distancia. De la orden y nosotros disparamos."

"¿A qué distancia se encuentra?"

"6 kilómetros"

Mouji lo mira dudoso.

"Está bien, les mandaré un mensajero para..."

"¡Ataque enemigo! ¡Louria se acerca!"

Mouji se sorprende y rápidamente sale de su cuartel. A lo lejos ve como miles de soldados se acercan peligrosamente a la ciudad.

"¡Todos en formación! ¡Toda la caballería se preparen para montar! ¡Que todos los soldados tomen formación abierta para recibir al enemigo! ¡Si hoy es el día de morir, que ellos sepan que les costará sangre tomar esta ciudad!" Mouji sacó su espada e iba al frente de batalla sin ver que Ignacio estaba comunicándose con alguien.

"Capitan, no debe preocuparse." Dijo mientras detenía a Mouji. "La ayuda acaba de llegar, mire el arriba." Señaló el cielo de la mañana,

Mouji alzó la vista, como lo hizo el resto de soldados de Louria y Qua-Toyne. De un momento a otro flechas de fuego comenzaron a aparecer en un bello espectáculo. Hasta que poco a poco estas se acercaban a los soldados de Louria.

"Señores, espero que esto no los asuste, pero quiero mostrarles porque, con nuestra ayuda, nadie los molestará." Ignacio dió la espalda al campo de batalla mientras extendía sus brazos.

"Con ustedes, el poder de Argentina"



La guerra ha comenzado.

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