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Después de haber pasado toda la mañana en el spa, regresamos a la casa de Sam y de... bueno, de el. En donde no había ni una sola alma. Lo que he aprendido hoy de mi estadía en ese spa fue que por ejemplo en las mañanas, nadie toca esta casa por lo cual, no tengo porque venir temprano, solamente después de la comida y en las noches. En especial en las noches que es cuando mas salen a eventos, cenas y galas. Se que Amanda pasa todos los días por los niños a la escuela a las tres de la tarde por lo cual, de hecho, se fue temprano a hacer sus vueltas de la mañana para después ir por sus sobrinos.

Se que Sam no sabe genuinamente nada sobre sus hijos ya que una vez que le pregunté si sabe que si son alérgicos a algo o si debían comer algo en especifico, ella me contestó que con que no les diera nada engordante, estaba bien. Y es que me pregunto, cuando tiempo lleva fuera de casa sin prestarle atención a sus hijos. También se ahora que ella está grabando de una nueva película y las grabaciones van a ser aquí muy cerca del club. Hoy son las audiciones y por eso ella tiene que irse temprano, y que Aaron no estaba porque por igual apenas iba a empezar a grabar una serie de televisión pero solo empezaba con platicas y arreglos. No han grabado nada.

- muy bien, tengo que irme. Esas audiciones no van a hacerse por si solas. - ella bromea y yo tan solo finjo una sonrisa. - puedes quedarte aquí si quieres, esperas a que Amanda traiga a los niños y empiezas tu trabajo, yo no tengo ningún problema con ello.

- oh, pero...

- tienes tu propia habitación aquí para cuando te toque quedarte a dormir si es que tengo que viajar a otro lado. - alcé las cejas sorprendida. - es la casa de huéspedes del jardín de atrás.

Claro, otra casa de huéspedes. Se siente tan raro ser la persona mas pobre de este club que ni puedo pagar una estadía completa aquí mismo.

- gracias. - es lo menos que podía decir. Ella parece ser en verdad una persona... amable, dulce. Mi único problema con ella es que no le importan para nada sus hijos. Ni siquiera Joana la mayor y de su primer matrimonio, ni siquiera la mencionó en toda la mañana. Y no sabe nada de los intereses o desagrados de sus dos pequeños. Eso tan solo rompe mi corazón. Es evidente que se debe a toda la atención que le da a su esposo y sus celos mas increíbles. - entonces... supongo que estaré en el patio trasero esperándolos.

- claro, ve una película o nada un rato... has lo que gustes. - ella finge una sonrisa y antes de irse, ve de mi vestimenta. Lo hace de lo mas obvio, puesto a que levanta la mirada exageradamente. - lo siento, nunca hemos tenido a una niñera tan mas joven y quería ver que vinieras bien vestida. - solo eran unos jeans y una camiseta de Walmart. - luces bien.

- um, gracias. - dije nerviosa y abracé de mi bolso. - llevo conmigo mismo curitas por si se lastiman y uno que otro juguete que conseguí...

- Perfecto, me tengo que ir. Hasta luego. - ella me ignora por completo y sale de la casa sin mas que decir. Suspiré hondo y salí de la casa para guiarme hasta la casa de huéspedes para esperar de los niños pero no pude evitar sentirme atraída por la gran alberca.

La casa de mi hermana no tiene una, mucho menos la de huéspedes. Estaba tentada a meterme y mas porque cuando fui salvavidas fue una gran tentación no disfrutar el momento con el calor que estaba haciendo. Quiero decir ¿por qué no? Tengo la casa sola para mi sola por lo que parecen ser tres horas. El único problema era que no llevaba un traje de baño conmigo pero... mientras no haya nadie, no creo que pase nada malo. Entre por última vez a la casa a aprovechar que estaba sola y verla toda. La cocina era hermosa y estaba del todo limpia. Abrí del refrigerador y agarré una rebanada de queso para llevarme fuera. Vi de las fotos en la entrada y sonreí al ver los marcos con tiernas fotos de John y Jade. Mi sonrisa se borra por completo cuando veo la foto de la boda de Aaron y Sam y no puedo evitar tomarla entre mis manos y admirarla.

Lo mas chistoso de mi vida es sabes lo despejada que estoy de las redes sociales o de la vida de los famosos para no saber que Aaron estaba casado. Siento que en el momento en el que yo me hubiera enterado por internet que el sujeto que juraba ser el amor de mi vida se había casado con una mujer veinte años mayor que el a el año de conocerme, tan solo hubiera perdido la cabeza. Pienso que es raro, pienso que no es normal esa relación, pero también pienso que no me incumbe en lo absoluto y que si sigo prestándole atención a ello, voy a seguir pensando en el y no quiero.

Ahora Aaron era mi jefe, era un hombre casado y era un completo extraño para mi. No se nada de el y el no sabe nada de mi. Es mejor que as cosas sigan así y dejar de verlo por un largo tiempo. Si es que eso es posible. En fin, puse mi celular en la bocina y coloqué algo de música de mi propio gusto. Últimamente he estado escuchando mucho a Shakira y eso era justo lo que necesitaba ahora. Pasé bailando por la casa y disfrutando de mi primer momento a solas. Porque vivir con mi hermana y su esposo es fabuloso, pero raro. No me siento con la libertad de hacer lo que se me plazca sabiendo que su casa esta a tres pisadas de donde estoy viviendo.

Salí al patio y me quité los pantalones y me metí a nadar con mi ropa interior pero también de mi camisa. Era mejor así que por completo desnuda. Pero los pantalones de mezclilla son muy pesados en el agua, no creo que sea una buena opción. Y lo bueno es que faltan tres horas para que lleguen los niños y me da tiempo de ir a mi casa por un cambio.

Seguí disfrutando del momento y mi rato sola cuando la puerta se escucha y solo puedo pensar que es cualquier integrante de esta familia. Pero sea quien sea, no me parece correcto que me vean nadando. Si es Joana, literalmente es capaz de sacarme a patadas de su casa y no quiero algo así en mi primer día de trabajo. Si es Sam, tan solo pensaría que soy la peor niñera del mundo y se me juzgaría mas de lo qué pasa. Y si es Aaron, es igual de malo porque no quiero que me vea en ropa interior en su casa.

- ¿y si nadamos un poco? - era la voz de una mujer, mierda. Debe ser Joana, me escondí lo mas que pude pero con la oportunidad de aun poder respirar esperando que no pudieran verme. - vamos, no seas un aguafiestas.

- normalmente no uso la alberca y um... el clima esta nublado.  - oh, era Aaron. ¿Platicaba con su hijastra? Perdón pero sentí aquello de lo mas coqueto por parte de ella. No pude evitar querer asomarme y no, no era Joana, sino una persona la cual desconocía pero que claramente captó mi atención ya que ella lo jalaba de la mano y lo acercaba a ella. Toma de ambas de sus manos y brinca de la emoción.

- ¿ni siquiera por qué estoy en la ciudad? Para no haberme visto en meses, te ves tan tranquilo. Si me odias, puedes decirlo. - era de lo mas evidente como le coqueteaba y ante ello empiezo a perder la cabeza y decido mejor moverme para no tener que verlos mas pero al moverme, hago ruido con el agua y este voltea a verme. Mierda.

- hola. - dije apenada y recargué mis brazos sobre la orilla de la alberca, haciendo como si nada pasara y sonriendo de lo mas tranquila. - ¿van a entrar?

- no estoy entendiendo. - ella sonríe confundida y voltea a verlo a él. Lo que pasaba era lo siguiente, Aaron no podía apartar la vista de mi, ni yo de el. Ella solamente era un personaje extra en estos momentos. - ¿se conocen?

- si fuera una extraño no estaría en esta casa. - dije tan solo para causarle más curiosidad respecto a quien soy y la sonrisa de ella se borra. El timbre suena en ese momento y ella confundida, no dice nada más y mejor se va a ver en la entrada para checar de las visitas. Ahora solamente quedábamos el y yo y era momento de decirle la verdad.

- funcionó. - reí mientras me daba la vuelta para seguir nadando.

- ¿funcionó qué exactamente? - este se cruza de brazos y se acerca para incoarse y verme más de cerca. Llevaba puesta ropa elegante, al menos unos pantalones de vestir y una camisa blanca. Se veía demasiado guapo, pero en fin ¿cuando no?

- poner celosa a tu amiga. Hubiera sido más normal y adecuado el que yo me presentara como una niñera y así calmarla pero, fue divertido ver cómo su sonrisa se borró. - me detuve para verlo y encontrarme con sus ojos que repito, no podía dejar de sentir encima mío. - ¿es tu novia?

- por si lo olvidabas Val, tengo esposa. - el no sabe que yo se que en teoría se está divorciando. Supongo que será mejor no darle a entender que yo tengo esa información, y que le nazca decírmelo mejor. - ¿quieres saber quién es? Con gusto te la presento en cuanto decidas salir de esa alberca.

- se lo mal que se ve, el que yo esté aquí. Pero juro que no es lo que parece. - este ríe cuando yo digo aquello. - lo qué pasa es que... bueno, no tengo excusa. Solamente quería nadar un rato en lo que tu hermana iba por tus hijos y... en mi defensa quedan unas tres horas. Unas muy buenas donde pude nadar.

- cierto, supongo que no hay fallas en tu lógica. - se endereza para ponerse de pie y yo no hago nada más que seguir mirándole. - ¿quieres que te deje nadar, entonces?

- la verdadera respuesta es que no puedo salir ya que no traigo toalla y me da mucha pena que tengas que verme en ropa interior. - este alza las cejas sorprendido. - llevo mi camiseta puesta, lo juro. Pero si es mi... braga.

- tus bragas... ¿eh? - se rasca la nuca y ahora evita por completo el contacto visual. - te traeré una toalla, descuida.

- Gracias. - dije apenada y este camina a la parte trasera de la alberca donde creo yo que habría baños y vestidores y demás. Juro que no quería que nada de esto pasara, yo no quería que el fuera la persona que me viera nadar en su casa, ahora luzco como una idiota y fingir que estaba bien con ello tan solo no ayudaba nada. Pero esa mejor eso a llorarle y suplicarle perdón por haber usado las instalaciones de su casa sin su permiso. Aparte que todo estaba raro porque ya no se donde quedó la rubia que vi hace un rato. ¿Quien más había llegado?

En fin, este regresa con la toalla y se voltea para que yo pueda salir. Aprovechando que nadie estaba mirando y salgo. Goteando todo el lugar y abrazando de mi cuerpo por la vergüenza que sentía, tomé de la toalla y empecé a secarme.

- me avisas cuando es que pueda voltear a verte. - este dice y sonreí ante lo tierno que fue aquello. - o al menos que ya estes seca.

- ya. - dije y este por fin se voltea, yo no estaba vestida ni mucho menos ya que mi camiseta estaba empapada pero al menos la toalla ya me cubría toda. - ¿y eso?

- ¿te estás cuestionando el por qué no he decidido mirarte desnuda? - levanté ambos hombros y el, solamente se digna a sonreír por mi genuina duda. No dice nada mas y entra a la casa. Lo que había pasado hoy creo que ha sido lo más vergonzoso por lo que he vivido. Sentí que de alguna manera, todo podría ser distinto con el.

Quiero decir, ahora nos hemos vuelto a ver. Tenemos que vivir en el mismo lugar y trabajo en su casa. Me confiesa que la única razón por la cual no me habló nunca fue porque no tenía como hacerlo y no porque no quisiera. Me entero que se está divorciando y lo vi bien abrazando de una chica rubia pero cuando yo le preguntó el porque no quería mirarme de frente tan solo se ríe y me deja ahí sola como una idiota. Porque así es como luzco, pensando que algo podría haber cambiado. Y equivocada que estaba. Pero no es culpa suya, el está en todo su derecho de ignorarme y tratarme como una persona más en su vida.

Me sequé lo suficientemente bien como para poder seguir usando de mi misma camiseta y me coloqué los pantalones de mezclilla que estaban secos. Solamente para regresar a la casa y esperar a que llegara Amanda con los niños. Veo que Aaron tenía una reunión ya que eran fácil unas cinco o seis personas. Decido distraerme y voy a la cocina por un vaso con agua, cuando la chica rubia de hace un rato me sigue.

- ¿eres amiga de Aaron? - ella me pregunta y vaya que sigue de insegura con el mismo tiempo. - nunca te había visto antes, mucho menos creo que te haya mencionado.

- soy la niñera de sus hijos solamente. - aclaré ya que se me había bajado de mi nube y Aaron dejó bien en claro que no disfrutó para nada lo recién sucedido. - hoy es mi primer día, de hecho.

- bueno, has disfrutado de la alberca. Esta bien. - ella ríe y yo finjo una sonrisa. De re ojo, busco a Aaron en la sala de estar, quien si seguía hablando con sus amigos y también, en efecto, estaba volteando hacia acá. Específicamente su mirada buscando de la mía. De verdad no lo entiendo. - soy Raquel. Soy actriz y um... pues bueno, amiga de Aaron.

- soy Valentina. - cuando digo aquello, la sonrisa de ella se borra de nuevo. Ya me estaba acostumbrando a ver aquella expresión en su rostro pero seguía sin entender el porqué de ahora. - solamente la niñera. - ella hace una pausa para tomar de su bebida. - ¿puedo preguntar por qué están todos aquí? En cualquier momento llegan los niños y um... no creí que habría algún evento.

- yo realicé esta reunión. - ella dice muy victoriosa. - te diré la razón pero no puedes decirle a nadie. - asentí con la cabeza. - hoy se solicitó el divorcio, ya solo es cuestión de que ella lo firme y es todo.

- ¿qué? - pregunté sin poder creer lo que estaba escuchando. - oh por Dios. ¿Están festejando aquello?

- yo si. - ella ríe y toma de su copa. - odio a Sam, es realmente molesta y jamás me gustó para mi Aaron. - como si no fuera obvio que es porque está perdidamente enamorada de él. - y quise distraerlo porque esta triste y que mejor que estar con sus amigos.

- vaya bueno, mejor no los interrumpo. Iré a la entrada mejor a esperar de los niños. - dije y caminé a la sala de estar para despedirme y esperar no incomodar.

- um, disculpen... - dije ya que este estaba entretenido platicando con sus dos amigos y la vista de los tres se coloca en mi. - solo venía a avisar que estaré mejor en la entrada esperando de los niños.

- ¿por qué no nos presentas a tu niñera? - uno de ellos dice y me sonríe. - debes ser nueva ya que nunca antes te habíamos visto. Creo que conocí a la niñera pasada pero decidió dejar el trabajo. Para que tengas cuidado luego. - este ríe pero Aaron no y puedo notar lo incómodo que estaba.

- te acompaño a la entrada. - este me dice y ambos caminamos fuera de su casa. Esto era tan incomodo, de todas las cosas que creí que pasaría en mi primer día de trabajo, jamás pensé que sería alguna de estas. - no tienes porque salirte de hecho, tienes tu propia habitación y todo eso.

- escucha, lamento mucho que estes pasando por un divorcio. - dije y este actúa mas serio de lo que se debería. - no creo que tener una fiesta sea lo que mas quieres en estos momentos y seguramente un poco de tiempo a solas te sirva y...

- ¿cómo supiste que eso acaba de pasar? - este me interrumpe y voltea a ver a dentro de su casa, en el momento en el que capta que fue su amiga la que me dijo, pone los ojos en blanco. - claro.

- descuida, no pienso decir nada. Ni siquiera me llevo con nadie de este lugar. - reí nerviosa. - pero mira, creo poder entenderte un poco y por ello...

- no Valentina, no porque nos hayamos conocido en un aeropuerto tan solo un rato significa que me entiendas o que seas especial. - ouch, alguien estaba molesto. - no por eso voy a verte si estas en ropa interior, no por eso voy a desear estar contigo mejor a solas que con mis amigos en un día como estos.

- jamás dije nada de eso. - me enojé ahora yo. - ¿ahora yo soy la mala aquí? ¿Es en serio?

- solo cuidas de mis hijos y es todo, has lo que tengas que hacer como niñera y evítate situaciones cómo estás en un futuro. - se voltea para irse y regresa dentro de su casa.

En mi vida me había sentido tan mal. Creo que lo que mas sentía era vergüenza, porque si llegué a pensar que ese sentimiento estaba vigente, pues evidentemente no. Me odia y a decir verdad, ahora yo a el. Me habló tan feo que me voltee molesta para irme y justo iban llegando los niños.

- ¡Val! - John corre a mis brazos y me abraza, después su hermana y trato de mostrar mi mejor sonrisa. Falsa. - ¿veremos una película?

- ¿estás bien? - Amanda, claramente nota el disgusto en mi rostro, o sería triste lo que notó ya que se veía preocupada por mi. - ¿qué haces aquí afuera?

- tu hermano tiene visitas, es todo. - fingí estar bien y mejor, entre a la casa. Quedaba un día largo por pasar.

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