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La sala de juego era mas de lo que pudiera imaginarme. Ante mi mente, era tan solo un pequeño lugar donde había una que otra pantalla y algo de juegos tipo billar o mini futbol pero no, era literalmente un bar, uno elegante y lujoso y que era básicamente otro restaurante. Solo que para puros jovenes y todos tomaban cocteles. Era como ver un capítulo de gossip girl y convivir con Blair Waldorf y Chuck Bass, solamente que británicos.

Pero si soy honesta, la simple idea de que Michael fuera el más emocionado por presentarme a sus amigos, tan solo me hizo sentir tan a gusto y aceptada. Era realmente muy lindo, en el momento en el que entramos, este toma de mi mano y me lleva con mucha emoción hasta el fondo para llegar a la barra y que me presentara a sus amigos. Una vez que ve a los chicos, empieza a saludarlos y yo me quedo a un lado tan solo.. esperando. No fue incómodo, para nada, pero de igual manera como no conozco a nadie, tan solo me quedaba esperar.

- ¿quién es la nueva? ¿Y por qué está con Michael? - escuché que preguntó una de las chicas y voltee a ver a las mujeres que estaban tres juntas susurrándose cosas. Así que decidí aprovechar el que estaba sola y me acerqué a saludar.

- hola, soy Valentina. - sonreí y moví mi mano de un lado a otro esperando el mismo trato de su lado pero solamente una chica me saluda, una estaba distraída en el celular y la tercera y última me miraba con genuino desprecio. No fue hasta que Michael se muestra, me abraza por la espalda y recarga su cabeza en mi hombro. El rostro de la rubia cambia por completo y le sonríe.

- veo que ya conocieron a Vale. - este dice y yo tan solo sonrío apenada. - es mi nueva amiga, la cual es... es fabulosa. De verdad les va a agradar mucho. Es básicamente la chica más fabulosa de todas.

- ¿qué no lleva literalmente un día aquí? - la rubia pregunta y luego ríe. - no la conoces bien aún.

- y eso que ya me tiene vuelto loco. - sonreí y este me suelta para presentarme de una vez por todas a las chicas. - ella es Roxanne. - era la única chica que si me saludó y que se veía de lo más linda. Una chica completamente británica por su acento y hasta su vestimenta, cabello castaño muy corto y ojos marrones. - Amelia. - la que estaba en el celular y que hasta el momento, sigue en el celular. - y Joana. - era la rubia, una chica preciosa y de lo más perfecta, de verdad. Ojos verdes, labios carnosos y rosados, delgada y con un gran estilo de la moda. - mi mejor amiga.

- es un placer conocerte. - le dije y ella finge la sonrisa más falsa del universo y se pone a ver de su celular. Sentí que para nada le agradó y hasta podría jurar que le caigo muy mal pero... ¿por qué? Ni siquiera me conoce. Michael de verdad no lo nota y me voltea para ahora presentarme a sus amigos hombres. Quienes fueron de lo más amables y agradables. Uno inclusive me abraza con mucho entusiasmo.

- el es Tony, mi mejor amigo. - deja de abrazarme y vuelve a tomar asiento, un sujeto de lo mas alto y fuerte que podría jurar que era un deportista. Tes oscura y cabello demasiado corto. - es jugador de Tenis por cierto y uno de los mejores, deberíamos ir un día a verlo jugar.

- bienvenida al club, espero que sea de tu agrado todo esto. Es el único lugar en toda Inglaterra que no parece Inglaterra. - este ríe y luego toma de su bebida. - ¿hoy llegaste?

- si, yo um... lo qué pasa es que me voy a quedar por un tiempo en la casa de huéspedes de mi hermana y su esposo. Quizás la conozcas, es Abril Álvarez.

- claro que la conozco, es el corazón del lugar. Hablando en serio, es realmente agradable y también la doctora del lugar. Todo mundo va con ella cuando se siente mal. - me alegraba saber que todo era perfecto para ella de esa manera.

- ¿de qué hablan? - Joana, la chica rubia, llega con su coctel en mano y me hace a un lado para colocarse cerca de Michael y esta bien, quiero decir, también estaba con Tony, su amigo pero su actitud cada vez era mucho más infantil y molesta.

- ella es la hermana de Abril, la doctora y estará viviendo un rato aquí en el club. Es lo que nos contaba. - Tony explica y ella voltea a verme. - por cierto ¿también eres doctora como tu hermana?

- no, yo soy maquillista. - cuando digo aquello, Joana quiere reírse pero se tapa la boca de inmediato y lo impide pero fue tan obvio que me sentí algo incomoda.

- ¿en películas? - Tony pregunta de inmediato. - suena increíble... suena como el mejor trabajo del mundo. El mundo del cine es de lo más mejores y...

- ese es el plan, solo que aún no he conseguido nada. - admití. - pero está bien, tengo bastante tiempo para conseguir algo. Igual, tomaré estos meses como un descanso.

- se dice como desempleada. - Joana dice y voltee a verla molesta. Ahora era ella quien sonreía victoriosa. - entonces eres mexicana, q quiero decir, se que la doctora lo es. - asentí con la cabeza. - descuida, tu hermana está casado con el político más importante de todos así que, el dinero no será tu problema.

- no vivo aquí por el tema del dinero. - aclaré, antes de que eso se convirtiera en un rumor y es lo que menos quiero. - solo porque quería pasar tiempo con mi hermana y es un respiro, para estar lejos de casa. Solo son como... mis vacaciones.

- en pleno septiembre. - ella ríe pero nadie más lo hace.

- oye Val, ni te pregunté ¿quieres algo de tomar? Yo iré por algo. Te traigo lo mismo que tomaste en la cena si quieres. - asentí con la cabeza y este me sonríe para después irse junto con Tony y me dejó a solas con la rubia insoportable, mierda.

- ¿te gusta Mike? - genial, sabía que esa iba a ser una pregunta en cualquier momento de la noche pero jamás pensé que sería lo primero que me diría una vez que estuviéramos solas. - puedes ser honesta conmigo.

- quiero decir... es lindo. - sonreí al verlo al fondo del lugar y como este también estaba volteando hacia acá. - me agrada y es basic,ajete mi único amigo aquí por el momento. Sin el, creo que estaría en mi casa en estos momentos tan solo viendo una película. - reí pero ella no.

- y se nota que le gustas. - dice Roxanne, la única chica amable que si me saludó y se unió a nuestra conversación. - nunca antes lo había visto tan emocionado de presentarnos a alguien y eso que te acaba de conocer. Debes gustarle mucho.

- ¿tu crees? - le pregunté emocionada y ella asiente con la cabeza.

- pero si eres muy vieja. - la rubia dice mirándome con desprecio mientras se cruzaba de brazos. - ¿qué? ¿Tienes unos 30 años acaso?

- tengo veintisiete. - dije confundida y mirándola con el ceño fruncido. - ¿cómo es eso un problema?

- de hecho no lo es, el tiene veintiocho. - aclara Roxanne, apoyándome claramente. No entendía este ataque tan repentino por parte de Joana pero cada vez lo toleraba menos. - es Joana la que tiene veintiuno. - alcé las cejas sorprendida.

- cumplo los veintidós en un mes ¿de acuerdo? - esta aclara y le pone los ojos en blanco a su amiga. - eres vieja, eres desempleada, eres extranjera y...

- ¿hay de verdad un problema con eso? - dije ahora si por fin molesta y me puse de pie para tenerla mas de frente. No había nada que odiará más que este tipo de comentarios, me hizo sentirme en secundaria y eso tan solo me hizo sentir peor. - escucha, realmente mi problema n les que el no te quiera ¿sabes?

Cuando dije eso, ella abre la boca sorprendida. Y apenada, toma de su bolsa y se va molesta de aquí.

- descuida, alguien tenía que decírselo, está tan enamorada de Michael que claramente perdió la cabeza cuando vio que llegaste con el. No te sientas mal. - Roxanne me dice pero claro que me sentía mal, fui algo dura con ella. Solo que... ya había llegado a mi límite.

...

Al día siguiente, había llegado mi primer trabajo, el que acepté como salvavidas de la fiesta infantil de los sobrinos de Amanda. No tenía un traje de baño como tal rojo y que dijera salvavidas pero si uno color vino y ese sería el que usaría. Me recogí el cabello en una coleta alta y sin nada de maquillaje por el momento. No había tanto sol pero de todas maneras me apliqué bloqueador solar. Michael me comentó que mas noche podíamos vernos y acepté, en fin, si tenemos que pasar la tarde con sus amigos, ya sabría cómo actuar ante los ataques de Joana.

Que es de verdad la persona más insoportable de todas, tan solo la conocí una noche y ella ya dio por hecho que soy lo peor de lo peor y no solo eso sino que genuinamente odia mi persona y todo lo que soy. Pero por suerte, hoy no la veía. Hoy tan solo éramos yo y Amanda y nada más importaba porque era la persona más amable de todas. Tan solo llegué y ella corre a abrazarme como si fuera un familiar o algo por el estilo.

- te ves fabulosa. - me dice al ver de mi traje de baño. - de verdad, es como si genuinamente fueras una salvavidas. Tenemos toallas aquí y también te quedas a comer con nosotros por supuesto, tú no te tienes que preocupar por nada. Los chicos ya están en la alberca.

- oh, deja voy de una vez entonces...

- espera, te quiero presentar a mis sobrinos. - me toma de la mano y me lleva hasta la sección de la alberca donde en efecto, ya estaba repleto de niños por todos lados jugando y lanzando agua. - este es John, el pequeño de ocho años. - este me saluda rápido con la mano y se va a jugar con los demás niños. - es el cumpleañero entonces está muy entretenido jugando.

- descuida. - reí nerviosa y seguí avanzando con ella.

- y ella es la princesa más hermosa de todas, la más bonita. - se inca para empezar a llenar de besos a una niña de lo más tierna. Si, supongo que era la de cuatro años. Cabello rubio, podría decir que un poco pelirrojo y rizado. Ella ríe ante las cosquillas de su tía y me voltea a ver. - su nombre es Jade.

- hola Jade. - me senté a un lado suyo y este me pasa una barbie para que jugara con ella. - oh, gracias. ¿Quieres jugar a algo en específico?

- a las sirenas. - dice y empieza a remojar de su muñeca, así que hago lo mismo y finjo que es una sirena en efecto. De verdad que era toda una ternura y el niño también, ahora entiendo porque Amanda los adora tanto.

- te dejo, voy a ir con los demás invitados pero... cualquier cosa que necesites háblame ¿de acuerdo? - asiento con la cabeza y esta se retira sin decir nada más. Bien, lo bueno es que eran pocos niños y realmente no estaban portándose mal. Podría verlos por mientras y jugar al mismo tiempo a las sirenas con Jade.

- eres muy bonita. - ella me dice y en aquel momento se me derrite el corazón. - como una princesa.

- en ese caso, esa serías tú. - toque de la pugna de su nariz y ella ríe ante ello. - mi nombre es Valentina, pero puedes llamarme como gustes.

- ¿Val?

- si, Val. - solamente mi hermana me llama de esa manera, ella y... bueno, alguien alguna vez lo hizo. En fin, no quise pensar en nada de aquello y seguí jugando, o al menos ese era el plan hasta que vi que apenas iba llegando Joana con sus amigas. Mierda. Me puse de pie de inmediato y em voltee para que no me viera. - um... tengo que ir al baño. ¿Podrías esperarme aquí? Te lo juro que no tardo nada.

- ¡si! - tenía que esconderme por mientras, si de por si soy la burla para ella, ahora mucho más cuando vea que trabajo de esto. En lo que caminamos para el baño, voy algo rápido y choqué con alguien.

- lo siento tanto.  - mi corazón empezó a latir de lo más rápido en cuando noté de quien se trataba. No podía creer lo que estaba pasando, no podía creer que de nuevo lo veía y lo peor es que me emocionaba verle. - oh Dios, eres tú.

- ¿Val? - esta maldita sonrisa. Esa maldita y perfecta sonrisa. - Dios mío, Val. Hola. - este me abraza y yo me quedo congelada ante aquello, solo que lentamente terminé aceptando del abrazo y es que, creo que lo necesitaba. - ¿qué haces aquí? En estos momentos yo te hacía ya de seguro trabajando en una película. - sonreí apenada ante eso.

- um... - mierda ¿pero que contesto? - si, yo... tengo varias ya. La vida es perfecta para mi en estos momentos, Aaron. Estoy en mi mejor año y...

- jugamos a las muñecas. - Jade llega de la nada y contesta por mi y este voltea a ver de la niña. - es la salvavidas. - cerré los ojos para evitar más la vergüenza. Todo esto no era... para nada lo que tenía planeado.

- ¿eres la nueva niñera de mis hijos? - este pregunta y en cuanto dice eso, literalmente sentí un asco inexplicable.

- ¿hijos?

- ¿cómo? ¿Ahora también le coqueteas a mi papá? ¿No era suficiente con Mike? - Joana se muestra enfrente de ambos y ante saber que ella era su hija, no pude más y terminé vomitando todo en sus zapatos.- ¡mierda!

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