
28
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Sentí tanta pena al ver a Raquel, sentí tanto dolor al saber que de nuevo iba a perder a Aaron, pero también sentí ese golpe de realidad, de cuando me di cuenta de que... el nunca fue mio. Me estaba engañando a mi misma pensando que éramos algo, que esto era real, que había final feliz y no lo esta. Ni lo estará. Estaba tan apenada con ella, con mi familia y conmigo misma al ver lo terrible que actué. Por un momento no pensé en ella, por un momento no pensé en como esto le rompería el corazón y ella no ha sido nada mas que linda conmigo. Y yo me convertí en la otra mujer. Me convertí en alguien a quien yo odiaría con todo mi corazón. ¿Entonces por qué lo hice? Todo esto esta tan mal.
- Raquel, déjame explicarte. - Aaron intenta acercarse a ella pero esta lo empuja y lo hace a un lado. - escucha, yo...
- estoy demasiado molesta y creo que saben el porque. - ella nos dice y no dije nada ante la vergüenza que estaba sintiendo. Ni siquiera podía verla a los ojos. - yo permití que esta mentira se llevara acabo, no tenía problema con ello. Pero, jamas me imaginé que iba a terminar siendo real.
- Raquel, yo... - empecé a decir pero esta me interrumpe.
- no quiero escuchar nada que tenga que venir de ti. Estoy completamente decepcionada de tu persona... eres... eres horrible. - mis ojos empezaron a lagrimear en aquel momento. - se que ambas pensábamos lo peor de Sam y podía entenderlo, todos lo hacíamos. Pero yo no creí que tu ibas a terminar siendo igual o peor. - ouch. - eres una cualquiera, que no te respetas a ti misma ni a mi. Ni a mi relación. Porque aunque te duela, es el mi novio no el tuyo. Te di un trabajo maldita sea, y así es como me pagas.
- no, yo... - mi voz empezaba a temblar.
- si, cogieron, supongo. - ante nuestro silencio, tan solo ella ríe. - si claro, tenías que hacerlo. - ella dice y se pone ambas manos sobre la cintura. - claro que no perdieron el tiempo. Yo ahorita hablo con Aaron, si. Pero contigo... no tengo nada que decirte. Me das pena, y mucha lastima. Eres una mantenida, una persona que no puede hacer nada bien porque el que tengas tu primer trabajo fue solo un favor que le estaba haciendo a Aaron, pero no tienes ese talento.
- basta. - Aaron le dice y toma de su brazo. - basta de esto, podemos hablarlo y...
- ¿y la vas a defender? - ella le dice molesta. - ¿qué estabas pensando, Aaron? ¿Qué no pensaste en mi? ¿En cómo me iba a sentir? ¿Qué no me quieres?
- claro que lo hago. - cuando este dice eso, alcé las cejas sorprendida y veo como este intenta tomar de su mano. Estaba tan confundida y no supe que hacer, no hasta que Poncho entró a la casa y me toma de la mano para llevarme de ahí. Me lleva hasta la cocina y empecé a caminar en círculos.
- yo sabía que no podía confiar en el, sabía que estaba mintiendo y no sabía exactamente en que pero ahora que lo se, que bueno que todo ha salido a la luz y... - Poncho empieza a decir y le di una gran cachetada.
- ¿es en serio? ¿La buscaste solo para que la mentira saliera a la luz? ¿Tanto me odias que querías ver el mundo arder en mi contra? - le dije tan molesta empujando de su pecho.
- ¿odiarte? Val, yo te amo. - me toma del rostro. - estoy tan enamorado de ti que no podía tolerar verte con el. Necesitaba hacer algo al respeto.
- de verdad estas loco. - le quité las manos de encima. - yo no te quiero Poncho. Si es que alguna vez lo hice, no lo es de nuevo. Mucho menos después de esto.
- no mereces ser la segunda mujer de nadie. No merecías ese tipo de relación y lo sabes.
- al parecer me merezco lo peor por lo terrible persona que soy. - dije entrando en conciencia. - lo que hice estaba muy mal, me consta. Y me siento terrible. - me limpiaba la nariz que de tanto llorar, el escurrimiento nasal no me dejaba en paz. - pero no tenías derecho a hacer algo como eso.
- solo... quédate aquí en México. No tienes ya nada a que regresar a allá, el la escoge a ella. Ella es su novia, no tu. Y claramente, ese trabajo ya no existe. - lo miré molesta. - aquí me tienes a mi. Casémonos... vivamos juntos. Lo que sea. Te prometo que te haré feliz.
- no voy a casarme contigo. Entiende eso de una vez por todas. No te quiero y no quiero saber nada de ti. ¿Me entiendes? - lo hice a un lado y salí de la cocina para ver que estaba pasando ahora.
- se lo que hice fue terrible, me siento tan mal como no tienes una idea... no tengo justificación pero Raquel, yo no puedo mentirte ni mentirme a mi mismo. Llevo enamorado de Valentina desde el momento en el que la conocí, y el pasar tiempo con ella... - suspira hondo. - ayudó mucho a que viera esto como algo fácil.
- estás enamorado de ella. - Raquel dice y este asiente con la cabeza. Y luego ella voltea a verme. - ¿la quieres mas que a mi?
- es diferente. - este dice y me acerqué para que este viera que yo estaba cerca. - eres mi mejor amiga, por todos los cielos, claro que te quiero demasiado y...
- estoy embarazada. - ella suelta la gran bomba y voltee a ver a Aaron de inmediato para ver su reacción. - así que tu decides. O tu historia de amor de niños tontos que no vale la pena, o la persona que ha estado para ti siempre y que te ama y que esta por tener un hijo tuyo.
- a la verga. - dije y me alegro tanto de que ninguno de los dos ha captado que he dicho.
- escógela a ella. - mi madre y Abril entran de inmediato a la casa y me dio tanta pena que escucharan todo. - deja a Valentina y por favor respeta a tu novia y a tu futuro hijo.
- señora, yo...
- solo váyanse de mi casa ¿quieren? - mi mamá dice y voltee a verla muy apenada. - creo que ya has hecho suficiente ¿no crees, Valentina? Ahora deja que el sea feliz y tu por favor deja de interponerte.
- esto no es culpa de Valentina, mamá. Aaron perfectamente sabía que tenía novia y aun así... - Abril empieza a defenderme.
- si, yo... - la interrumpí. - yo lamento mucho lo que hice. - les dije. - perdón Raquel. Ustedes dos deben estar juntos. No pienso interponerme. - Aaron voltea a verme y veo como sus ojos empiezan a lagrimear.
- tengo el avión privado esperándonos, para que ya nos vayamos. Sirve que ves a tus hijos de una vez y dejas las vacaciones por un rato. - ella dice tomando de su bolso. - nos vemos.
- ¿podemos hablar? - Aaron aprovecha que Raquel ha dejado la habitación y se acerca a mi. Voltee a ver a mi madre y lo molesta que estaba y por eso, negué con la cabeza.
- no. - fue lo ultimo que le dije y mejor me voltee para irme, subir las escaleras y llorar en mi habitación.
Abril me sigue y entra conmigo antes de que yo pudiera cerrar de la puerta.
- ¿todo era mentira? - ella me pregunta. - vamos Valentina, deja de llorar que no eres una bebé. Agárrate los huevos y dime todo lo qué pasó.
- lo qué pasó, es que el me hizo un favor y nos besamos tan solo para poner celoso a Michael cuando terminamos. La mentira llegó muy lejos y tu te la creíste, y Sam y todos y... Raquel accedió a llevarla acabo. Solo para que yo pudiera venir a casa y presentarlo como mi novio.
- ¿por qué quisieras eso?
- ¡por que tu lo invitaste por si lo olvidabas! Tú estabas de insistente que viniera y por ello hicimos toda esa mentira.
- bueno, yo no te dije que te lo echaras. - voltee a verla molesta. - lo siento, muy pronto supongo. - ella se sienta en la orilla de mi cama para verme bien. - pero entonces... el si te quiere, Val. Te quiere de verdad.
- y yo a el. - hice una mueca. - de verdad lo amo, yo creo. - admitirlo en voz alta por primera vez tan solo me rompía el corazón. - pero no fue manera de hacer las cosas y ahora... ahora no quiero verlo. Tiene que ser feliz con ella.
- ¿también la quiere a ella?
- estoy segura de que si, es su mejor amiga de toda la vida. Lo qué pasó conmigo tan solo fue algo... pasajero. - me dolía verlo de esa manera pero es la verdad. - nos dejamos llevar por la mentira y todo terminó muy mal.
- ahora que no tienes trabajo... ¿qué sigue? ¿Te quedas aquí en México?
- si, te vas a quedar. - mi madre entra molesta a la habitación. - tu padre esta muy avergonzado y decepcionado de ti - ouch. - todos lo estamos. Trajiste a ese sin vergüenza a la casa y te convertiste en una zorra. No puedo creerlo Valentina ¿qué haces con tu vida?
- al parecer nada bien. - dije admitiendo mi error.
- ustedes dos se van a regresar a Inglaterra a arreglar sus asuntos. Tu Abril haces lo que tengas que hacer con tu esposo y te regresas como prometiste y tu Valentina vas por tus cosas y checar lo de tu despido y regresas. Sin empleo, no hay extranjero.
- pero, mamá...
- y así ya no tienes que volver a verlo. Porque no quiero que vuelvas a ver a un hombre como el. No se hacen bien el uno al otro y es momento de que lo dejes ir. Déjalo ser feliz con su familia y tu enfócate en tus cosas. Ya estuvo de pendejadas. - bajé la mirada apenada. - ¿me escucharon bien?
- si. - decimos al mismo tiempo.
- tu padre no quiere hablar contigo ahora así que ni te dignes en bajar. Buenas noches y mañana hablamos. - ella dice cerrando la puerta enojada.
- ¿quieres que me vaya? - Abril me pregunta y no puedo ni siquiera contestar a eso. No se que hacer o como sentirme y se que ella se da cuenta pues, me abraza. - errores todos lo cometemos. No estoy diciendo que lo que hiciste estuvo bien porque... no lo fue, Val. Pero lo que hiciste fue amar a alguien, enamorarte de alguien a quien no podías tener. Y lamento mucho que así haya tenido que ser. - se separa para verme. - esto es lo que vamos a hacer, vamos a regresar a Londres. Mi divorcio claramente no va a quedar en dos semanas, posiblemente sería un mes entero. Tú puedes estar allá conmigo aun. Arregla las cosas con Raquel, y busca empleo en otra cosa... de lograrlo, genial quedate allá, si es eso lo que quieres claro. Y sino... regresamos las dos ¿qué dices?
- el plan tiene que ser regresarnos. - asentí con la cabeza varias veces. - no hay manera en la que yo pueda seguir estando allá. Ni siquiera puedo... imaginarme lo horrible que será tener que regresar y verlo con ella. Ver a Michael, ver a la hija de Sam, ver a todos. Voy a ser la persona mas odiada.
- pues yo no te voy a odiar. - ella me sonríe y me limpia la mejilla. - y estoy segura de que Florence Pugh ni Andrew Garfield lo harían.
- por un momento olvidé que tenía amigos. - dije de broma mientras me limpiaba los ojos.
- Valentina.
- ¿si?
- no eres una mala persona ¿de acuerdo? - ella me dice y levanto ambos hombros. - no eres una mala persona. Y te lo voy a repetir toda las veces que sean necesarias. Ahora... bajaré rápido por unos takis y veremos algo de television en lo que nos quedamos dormidas. No queremos lidiar con la abuela ahora.
- gracias por todo Abril.
- somos hermanas ¿no es así? Voy a estar para ti siempre. Lamento a veces ser una idiota.
- parece que es de familia. - bromee y terminé abrazándola.
Pero que día.
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