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- ¿entonces? ¿ya vienes para la casa? - mi madre me pregunta, mientras la tengo en el celular regañándome y yo viendo de la pizarra mostrando los vuelos retrasados y teniendo mas miedo que nunca en toda mi vida. - dijiste que serían unas vacaciones cortas y de lo mas sanas.
Y no lo fueron. Lo que pasaba era que, me acabas de graduar de secundaria y el siguiente gran paso era entrar a preparatoria, quiero decir, acabo de cumplir los quince años y me esperaba mucho tiempo de adolescente como para tener vacaciones sola y disfrutar de aquello. Pero... decidí tener esa experiencia antes, decidí que si todas mis amigas podían viajar solas entonces yo también. Preferí esto antes de una fiesta de quinciañera y eso no hizo para nada feliz a mi madre que es la mas obsesionada con ese tema.
Lo entiendo, en México lo mejor que puede hacer una chica a sus quince años es festejarse, pero aquí no, y desde que vivimos en Estados Unidos, ese no es mi sueño. Ni el de mis amigas, que todas tendrán dulces dieciséis. Es por eso que tomé la oportunidad de ir al viaje de graduación con todos a Nueva York y fue... fue un gran descontrol, solo que mi madre no sabe eso. De todas las fiestas a las que fuimos y todo lo que tomé.
En fin, las mejores vacaciones de mi vida, pero, ahora todo es un gran problema porque me quedé unos días mas sola, le mentí a mi madre y le dije que me quedé con unas amigas pero siento que ya esta sospechando de la mentira y me quiere a la de ya en la casa, y eso... eso no es posible con los vuelos retrasados.
- mierda. - dije para mi misma al ver que mi vuelo saldría en unas cuatro horas.
- ¿qué dijiste? - olvidé que mi madre estaba del otro lado de la llamada y recupero la cordura. - escúchame Valentina, si no estas en la casa para la noche, voy a ir hasta allá a buscarte.
- de acuerdo, te aviso um... como va todo ¿si? - ella no dice nada mas y me cuelga. No hay nada que le tenga mas miedo que a mi madre molesta.
Suspiré hondo y voltee a todos lados en busca de un asiento para esperar. Pero justo en el momento que volteo, un sujeto al igual ver que los vuelos se habían retrasados, se empieza a quejar y se muestra de lo mas molesto. Literalmente pasa sus manos por su cabello desesperado y se sigue quejando.
- ¿ibas por igual a Dallas? - le pregunté tan solo para empatizar con su situación y lo único que hace esta persona es voltear a verme, mirarme molesto, ponerme los ojos en blanco y se va. - okay...
Maldita gente grosera, de verdad entiendo que este molesto, lo entiendo yo también lo estoy pero vamos, solo le hice una pregunta y solo para ser amable. Como si me importara a donde fuera. De mala gana, yo por igual me muevo por el aeropuerto y empiezo a buscar una tienda para comprar un agua.
Al menos mi viaje a Nueva York, fue la mejor experiencia de mi vida. Desde que vivimos en los Estados Unidos, la vida ha sido algo... dura. Mi padre consiguió un empleo en Dallas cuando yo tenía tan solo once años, entonces, se podría decir que llevo unos cinco años ya hablando en ingles y tratando de acostumbrarme a esta vida. ¿Soy honesta? extraño mucho México.
Creí que lo mejor que me pudiera haber pasado era dejar mi ciudad natal pero vaya que no. Extraño mucho a mis amigos, mis costumbres, la comida, el clima... y si, me refiero a ese calor insoportable de allá y no puedo creer que este diciendo aquello. Pero todo es simplemente mejor. Bueno, a excepción de las tiendas. Prefiero comprar ropa y libros y todo eso acá en los Estados Unidos. Pero si, es difícil.
Yo creo que lo mas difícil fue hacer amigos, que no fueran groseros ni racistas todo el tiempo. En fin, si hay una que otra persona amable... como mis amigas.
- el vuelo a Dallas va a tener que ser retrasado por el momento, hemos tenido unos problemas y no vamos a poder despegar hasta que sea la media noche. - debes estar bromeando, escucho aquello de las bocinas y hago una pausa para voltear a ver las pantallas de nuevo.
- no tengo tiempo para eso. - pasé las manos por mi cabello desesperada y le marqué esta vez yo a mi madre pero ahora para decirle la verdad. No iba a ser nada bueno pero, era algo. Pero no, mejor prefería... evitar el problema por un momento. No había nada que hacer y solo me quedaba esperar. Horas, inclusive pasar todo el día aquí de nuevo y ya no tenía habitación. Fue en ese momento, que apagué mi celular por completo y tomé la decisión de por ahora evitar mis problemas.
Salí de la terminal en la que me encontraba en el aeropuerto y quería buscar una tienda para comprar un cargador para mi computadora portátil ya que había perdido el mío, pero me di cuenta de que tan solo llevaba veinte dólares y si los usaba ahora, ni siquiera tendría nada extra para una habitación. Tenía la tarjeta de mi madre para emergencias pero no era el plan, si ella ve que la uso, va a perder la cabeza y sabrá que sigo aquí y... no, por el momento eso no es una opción.
Caminé por el lugar con mi maleta hasta que hice una parada en el area de cargadores y encontré perfecto el lugar para no tener que gastar y así poder dejar ahí mismo mi dispositivo. Vi uno conectado con mi misma entrada y la puse. Tomé asiento en las sillas de enfrente y por mientras me dediqué a escuchar musica, o al menos ese era el plan hasta que un sujeto se sienta enfrente mio y lo miro con confusión. Hasta que capté que era el mismo que anteriormente me había ignorado y le puse los ojos en blanco.
- ¿no tienes otro lado donde estar?
- solo venía a comentarte que el cargador que utilizaste es el de mi computadora pero que puedes usarlo si quieres. - mi mal genio y expresión de enojo se desaparecieron en ese momento.
- pero que suerte. - dije cínicamente pero en estos momentos, no me quedaba mas que ser amable, después de todo me estaba ayudando. - gracias.
- empezamos con el pie izquierdo, es claro que estaba molesto anteriormente, mi vuelo ha sido retrasado en el peor momento de mi vida. Pero se que aquello no fue justificación para ser grosero contigo así que... lo siento.
- disculpa aceptada. - terminé diciendo y este me sonríe. - y no solo porque me estes prestando un cargador, sino pore mi vuelo por igual se atrasó y entiendo el sentimiento. El de Dallas.
- no hablas como si fueras de Dallas.
- porque no lo soy, soy mexicana. - aclaré y este acerca mucho mas su asiento para escucharme mas de cerca y prestarme atención. - por tu acento... veo que tu eres británico.
- así es, vivo en Londres. - este admite y voltee a ver a ambos lados como la gente pasaba. - Pero en fin... ahora que tenemos que esperar muchas horas aquí sin hacer nada ¿por qué no le hablas a alguien? Debes tener amigos en la ciudad.
- no puedo usar mi celular ahora. - dije mientras lo guardaba sobre mi bolsillo y evitaba que esto fuera un tema de conversación.
- ¿por qué no? - se recarga la espalda en su asiento para estar mucho mas cómodo.
- no voy a contestarte eso, no te conozco. - reí incomoda y este extiende su mano para estrechársela. - eso no cambia nada.
- mucho gusto, mi nombre es Aaron. - me tardé en tomar de su mano pero al final lo he hecho y muy apenas. - ya nos conocemos. Bueno, algo así... ahora me gustaría a mi saber tu nombre.
- Valentina. - dije de mala gana.
- Val. - este dice, vaya, ya se tomó el tiempo de darme un apodo. Empiezo a caminar y este caminar a mi lado. - bien, no quieres usar tu celular, puedes usar el mío.
- escucha Aaron, en estos momentos estoy muy molesta, estoy muy preocupada, nada esta saliendo bien... ocupaba llegar a mi casa y no es el caso y tengo solo veinte dólares, que no se para nada que voy a poder hacer con ellos... no se como voy a pasar toda la tarde aquí. Gracias por intentar ayudar pero no creo que haya algo que puedas hacer.
- bien Val, te recuerdo que yo estoy pasando por lo mismo. Por igual ocupaba llegar a mi casa y ahora... todo se ha ido a la mierda, mi entrevista de trabajo se ha ido a la mierda y posiblemente la mejor oportunidad en toda mi carrera pero ya no hay nada que puedo hacer y solo pierdo mi tiempo enojándome.
- ¿entonces que propones que haga? - me crucé de brazos.
- ¿qué te parece empezar por una soda? hace mucho calor, el verano es insoportable y antes de que me digas que no quieres gastarte esos veinte dólares que dices solo tener, te aclaro que yo te estoy invitando. - me puse de pie y el por igual. - no creo que haya problema si dejamos aquí las cosas por un momento.
- una soda me vendría bien. Y bueno, sirve que sigues leyendo de tu libreto. - admití y seguimos caminando ambos lado a lado por el pasillo de la terminal que por el momento, era todo un desastre. - gracias.
- no es nada realmente.
- ¿todo el tiempo vas así por la vida ayudando extraños? - reí y voltee a verlo, estaba por fin prestándole atención ya y noté lo azules que eran sus ojos, genuinamente parecían el mar reflejado en ellos.
- solo a personas raras que se ponen a ver películas de terror a medio verano. - voltee a verlo confundida y luego capté que desde antes este me estaba prestando atención. - ¿qué? estabas sentada en la fila de enfrente no es como que no iba a notarlo.
- me aterras, te lo voy a dejar bien en claro.
- ¿yo te aterro? - asentí con la cabeza y este se ríe. - tu dijiste que era bueno que fuéramos por una soda ya que así yo podría leer de mi libreto y yo en ningún momento mencioné que era un actor.
- pues... yo... - este se detiene para verme de frente y estaba victorioso de saber que tenía la razón y ambos nos habíamos prestado atención desde antes. - basta, sigamos caminando.
...
- entonces Val, dime ¿qué te espera en Dallas que te tiene tan mal en estos momentos por el retraso del vuelo? - este me pregunta, una vez que regresamos a nuestros asientos y ya con ambos una soda para seguir con nuestra conversación.
- mi padre cumpleaños hoy y yo soy la peor hija de todas porque puse antes mi felicidad y esa emoción de querer seguir en esta ciudad antes de festejarlo con el. Que claro que ese no era mi plan, yo si quería estar presente pero este maldito vuelo se ha atrasado. Y si uso la tarjeta de crédito de mi madre ella sabrá que esto aquí.
- ¿por ello no prendías tu celular? - asentí con la cabeza. - ahora veo, escapas de tus problemas. No digo que este bien pero supongo que entiendo. Como sea, es algo cobarde. - lo miré molesta. - bueno, tienes quince años.
- tu tienes diecinueve, lo cual no es para nada diferente. - le dije antes de que quisiera sentirse superior. - mi hermana es de tu edad.
- me alegro por ella. - cierto, eso que dije no tiene nada de sentido. - pero al menos yo trabajo ¿sabes? llevo ya varias películas y...
- solo espera que me gradúe y el trabajo lloverá en mis manos. - dije esperanzada. - así como a ti, en el mundo del cine. Solo que no actuando.
- ¿haciendo qué?
- maquillaje. - dije emocionada y este me mira con confusión. - si, como a Freddy Krueger. ¿Has visto la película, cierto?
- jamás en toda mi vida. - lo vi con tanto asombro como nunca antes y tomé de su brazo para sostenerme, este voltea a ver de mi agarre y de nuevo a mi.
- tienes que verla. - este me sonríe. - de verdad Aaron ¿al menos te gustan las películas de terror?
- ninguna, lo siento. Ni siquiera pienso jamás estar en una película de terror, no es para nada lo mio. - y pensar que para mi lo son todo, lo mas entretenido que puede haber. Quizás se deba porque desde muy pequeña las veo y por ello nunca les tuve miedo pero no puedo creer que el jamás hubiera visto una.
- es muy triste escuchar eso. - hice una mueca. - y eso que empezabas a agradarme.
- ¿te agrado? - me pregunta de nuevo con esa sonrisa, que empezaba ser una de las sonrisas mas lindas que he visto en toda mi vida. Le sonreí por igual. - eso es bueno porque tu también a mi me agradas.
Me puse nerviosa ante aquello así que lo suelto y regreso a tomar de mi sofa.
- deberías marcarle. - dije sin voltear a verlo. - al director, para la película que querías participar.
- ¿y decirle qué? no puedo llamarle y decirle que me de solamente una oportunidad a mi porque no llegué a las audiciones.
- claro que puedes. - ahora si lo miraba. - dile que vas a ser el mejor actor que va a conocer en toda su vida y que no se van a arrepentir.
- es una mujer por cierto, es una directora mujer. Es sobre una película de John Lennon y...
- colócate unos lentes circulares y por favor llámala. ¿qué? ¿nunca has tomado una decisión loca? son las mejores, así es como terminé en Nueva York.
- mi decisión mas loca fue acercarme a hablarte. - reí. - supongo que aparte de pensar que eras rara por ver escenas sangrientas en publico, creí que eras... bonita.
- oh. - me sonrojé toda, lo podía sentir. - pues... gracias. Ahora, hazme caso y márcale porque estoy segura que esa película va a marcar un antes y un después en tu carrera.
- vaya, pero cuantos ánimos.
- y cuando sea una maquillista famosa, podré verte en una que otra película. - dije de broma mientras recargaba mi rostro sobre mi mano y este no dejaba de verme, como si apenas ahora el me analizara.
- voy a marcarle. - este me dice y toma de su celular mientras se pone de pie. - con una condición. Y es que le marques a tu padre para desearle un feliz cumpleaños y le expliques la situación.
- no voy a hacer eso, no hasta que mejor llegue a al casa y me invente una buena excusa. - negué con la cabeza varias veces y este de verdad no se movía a menos de que yo tomara la decisión que a el mejor le pareciera. - de acuerdo, lo haré.
- esa es la repuesta correcta. - este emocionado se acerca a mi y me da una palmada en el hombro.
- suerte. - y en lo que este se desaparece para hacer aquella llamada, yo aprovecho y prendo de mi celular. No iba a perder mas tiempo tratando de esconderme y hacer como si todo estuviera bien cuando no lo estaba. Era momento de ser honesta. Aunque no quisiera, al menos no del todo. Marqué a mi madre, porque a ella es a quien le debo la explicación y después, hablo con mi padre. - hola mamá.
- ¡por qué no contestabas el celular! Creí que algo malo te había pasado. No vuelvas a hacerme algo como esto ¿me escuchaste bien Valentina Alvarez Dominguez?
- si mamá, lo lamento. Lo qué pasa es que... me quedé un día mas y ahora mi vuelo esta atrasado. Y no quise decepcionarlos, se que estuvo muy mal pero ahora no hay mucho que pueda hacer mas que esperar al que vuelo salga.
- ¿a qué hora sale tu vuelo?
- ¿es todo lo que tienes que decirme? ¿No vas a seguir gritándome o regañarme? Estoy segura de que tienes mil mas preguntas que hacerme antes de saber a que hora sale mi vuelo.
- solo contéstame esa pregunta Valentina, es lo menos que puedes hacer por mi y tu padre. Sin contar que toda la familia vino de Mexico hasta los Estados Unidos para acompañar a tu padre.
- a las doce de la noche. - se hace un silencio y parece que es porque hizo una pausa para pensar que decirme. Por mientras, voltee hacia atrás en busca de Aaron y si, hacía de su llamada telefónica pero por igual volteaba hacia acá y al ver que lo estaba viendo me sonríe y yo le regreso la sonrisa. Mierda ¿por qué lo encuentro de lo mas lindo?
- de acuerdo, usa de la tarjeta de crédito si ocupas algo ¿te parece? Tu hermana va a pasar por ti al aeropuerto en cuanto nos avises y ya mañana festejamos a tu padre de nuevo o al menos partimos un pastel.
- oh, mil gracias mamá. - dije emocionada. - gracias por entender la situación y... si quiero hablar con papá para felicitarlo...
- cuando llegues, ahora esta con todos tus tíos ¿de acuerdo? Y en cualquier momento cantamos las mañanitas. - no dije nada pero asentí con la cabeza como si ella pudiera verme. - te amo.
- yo a ti mamá. - y colgué el celular, ahora sintiéndome mas tranquila y segura con la situación, me puse de pie para buscar unas monedas que llevaba en mi pantalón y Aaron llega corriendo para abrazarme y darme una vuelta en el aire. - estas feliz.
- claro que estoy feliz, me dijeron que aun puedo audicionar. - este se separa para verme y toma de mi rostro entre sus manos. - me van a dar una oportunidad.
- estoy muy feliz por ti, te lo aseguro. - le sonreí y este a mi y en cuanto pasan unos segundos, este me suelta y volvemos a la realidad. - ¿cuando es tu entrevista?
- pues, puesto a que ya han terminado las entrevistas... ahora solo queda que vaya a la casa de la directora. Solo me verá a mi el día de mañana pero esta increíble.
- tan solo ten cuidado, no te vayan a secuestrar. - reí y este no tanto pero era tan solo un chiste, no es como que eso vaya a pasar cuando se trata de una persona profesional. - muy bien um... gracias por cierto.
- ¿por?
- ya hablé con mi madre y todo esta bien, estamos bien. Era mejor que avisara, tenías razón.
- siempre tengo razón. - este me da un codazo y de nuevo aprovecho para verlo, esta vez mas. Si sus ojos azules eran ya lo mas llamativo de su rostro, su sonrisa hacía una competencia para demostrar que era lo mas hermoso en su rostro. Ambos nos miramos y es que, ya no había mucho que decirnos. - ultima pregunta de la noche, para ya dejar de molestarte.
- oh, no me molestas para nada, puedes decirme lo que sea. - ambos empezamos a caminar de nuevo por el pasillo y dejamos las cosas de nuevo sobre el siento.
- ¿tienes novio? - reí nerviosa ante ello. - es una pregunta valida, solo quería saber si alguien mas te esperaba en casa. - o un amigo con derechos y esas cosas.
- no novio, no amigos con derechos. - levanté ambas manos. - este verano fue mas... de amigas por así decirlo. - este asiente con la cabeza y seguimos caminando. - ¿qué me dices de ti? ¿Novia?
- noup. - dice sin voltear a verme y ambos viendo hacia el frente.
...
Llegamos de nuevo a la primera parada después de dar miles de vueltas al aeropuerto mientras hablábamos de muchas cosas para conocernos mejor y miramos de la pantalla, donde mostraban que mi vuelo ya saldría ahora a las diez y media por lo cual, yo ya podría abordar. El de el también ha cambiado pero el a las once y media. No estaba nada mal, algo es algo y yo estaba ahora tan feliz de saber que en cualquier momento podría ver a mi familia aprovechando que todos llegaron de México y me voltee para ver a Aaron y poder despedirme.
- tengo tiempo de ver a mi familia. - le dije y este me empieza a prestar atención. - vinieron todos de México y um... una parte de mi vaya que los extraña mucho.
- me imagino, no debe ser nada fácil vivir en otro país. - hace una mueca. - pero es bueno que los visiten y mucho mas que ahora tengas tiempo de verlos a todos. - asentí con la cabeza. - bueno Val... fue agradable conocerte.
- igualmente. - este se acerca para abrazarme y yo le iba a estrechar la mano entonces se convierte en el momento incomodo, luego, el intenta estrecharme la mano y yo a el abrazarlo pero ahora era todo incomodo como no hallábamos como despedirnos que terminó dándome un golpe de puño suave sobre el hombro. - espero que todo salga bien en tu audición, estoy segura de que serás el mejor John Lennon.
- nos vemos luego cuando tu seas una maquillista famosa. - me guiña un ojo y le sonreí. - suerte Val.
- suerte Aaron. - dije y puesto a que ya no había mucho que pudiera hacer... me voltee para irme.
Aún y cuando no quería, aun y cuando todo en mi cuerpo me pedía a gritos que me regresara y no perdiera esta gran oportunidad de dejar ir a una gran persona que me agradaba como ninguna otra, que encontraba de lo mas lindo, que era... era alguien que quería en mi vida. Voltee a ver si este estaba aún ahí y nada, sin pista de el. Decepcionada, suspiro hondo y me volteo para seguir avanzando cuando este se muestra enfrente mio algo agitado de lo que me imagino que corrió y reí ante eso.
- espera. - me detengo en efecto y mientras literalmente este estaba pensando en que decir, yo actuaba de lo mas nerviosa sin saber que hacer en esta situación. - estoy loco o... ¿tuvimos cierta conexión? - alcé las cejas sorprendida de lo que me decía. - quiero decir... no quisiera dejar de hablarte. Se que no nos conocemos, no bien, pero por ello quisiera tener mas tiempo contigo. Ser amigos, o... bueno lo que sea. - este se sonroja. - pero no me veo saliendo de aquí sin al menos tener tu numero.
- yo... - no pude evitar sonreír. - pienso lo mismo, si. - este saca de su mochila su libreto y arranca un pequeño pedazo de papel y una pluma. - ¿no quieres anotarlo en tu celular?
- es que ya no tengo pila y um... no me se mi numero completo como para dártelo pero, escribe el tuyo y créeme que en cuanto pueda te marcaré.
- así podrías avisarme como te fue en tu audición. - dije mientras escribía de mi numero y se lo entregaba. - y... podrías buscar un punto medio para vernos. Dallas esta bastante retirado de Inglaterra.
- podría ir a visitarte y vemos alguna película de miedo, de esas que te gustan. - abrí la boca sorprendida. - se lo que dije, se que dije que no me gustaban pero... podría hacer una excepción. - no pude evitarlo mas y le di un beso en la mejilla. Este me sonríe y ambos nos quedamos tan solo esperando a ver que mas podía pasar. ¿Un beso en los labios? No, eso implicaría mi primer beso y no lo haría con un extraño. Pero no es cualquier extraño, es este lindo sujeto que hizo mi tiempo en el aeropuerto mucho mas tranquilo y a gusto.
- tengo que irme pero... - abracé de mi mochila y tomé con fuerza de la maleta para caminar de reversa. - espero aquella llamada.
Este me sonríe y sin decir nada mas, me volteo para irme.
¿Acabo de conocer al amor de mi vida?
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