El día de ayer, Kirk no pudo ni tuvo tiempo para escribir su parte en la historia así que proseguiré hoy con mi versión de los hechos, y espero que me crean al decir que yo también sufrí bastante.

Como expliqué en mis anteriores escritos, yo opté por arrendar/comprar -al final es casi la misma mierda- un departamento para mantenerme alejado de casi todos y no fue tan así. Entremedio de todo ese asunto de mis peleas con mi esposa, existieron un par de grabaciones -o intentos de- para la sección de Jump in the Studio. No fueron muy exitosos esos cortos porque meses más tarde acabamos borrando varios.

En realidad, a la fecha actual, más de la mitad de esos vídeos fueron borrados de la sección y sólo hay recopilaciones de los vídeos eliminados en YouTube, en metallica.com no hay rastro de casi nada, lamentablemente.

La situación Kirk empeoró porque ya ni se atrevía a contestarme el teléfono, lo dejaba sonando por un buen rato, me tiraba al buzón de voz o contestaba y cortaba de inmediato. Menudo cobarde estaba hecho en esos momentos.

El resto de mis amigos existentes... desaparecieron también, bueno, desde el asunto de Napster que veía viendo como miles de imbéciles decían apoyarme y poco a poco iban desapareciendo. Cosa que cuando más los necesité, como en ese momento de extrema soledad, no los tuve para que me apoyaran o me ayudaran siquiera a comprender mis errores.

Aproveché el momento más oscuro de mi vida, en el que me lo pasé en ese asqueroso departamento lleno de basura -recipientes de comida rápida, ya saben-, lo aproveché aunque suene poco usual en mi... Lo utilicé para tratar de componer algo, bueno, en batería no porque quise dejar de lado mi pasión al instrumento ese para relajarme un poco de mis ataques de histeria.

Lo que sí... aproveché -no sé si para bien o para mal- el tiempo para tratar de componer letras. Por el general, suele ser algo que James y yo hacemos en conjunto, estamos los dos sentados intercambiando ideas y se ahí salen las letras de muchas canciones de nuestra banda, pero... esa ocasión... fue diferente, comencé a escribir sobre un papel lo que yo sentía, aquellas emociones indescriptibles que me comían de quizás... ¿años? Creí que sería un escrito burdo cualquiera y al cabo de una hora noté que tenía una canción... No estaba seguro si serviría para la banda, así que, aproveché la inspiración y escribí todo lo que pude. Agarré los mejores fragmentos de diferentes textos que escribí y acabé con una obra maestra, que, no estaba seguro del todo en ese instante, los chicos rechazarían.

En Metallica no solemos escribir letras tan... ¿personales? Sí, eso. No es nuestra especialidad y lo que tenía yo escrito era algo que me nació del corazón, temía de cierta forma que los demás se burlaran de mi por escribir algo tan... personal como era esa letra.

Insisto, no entraré en tantos detalles aburridos -cosa que siempre hago cuando cuento una historia-, porque tampoco quiero que estas páginas sean un vertedero de información innecesaria. Soy breve y conciso.

Parecieron ser eternos las semanas que transcurrían a pasos de caracol, en completa soledad, tratando de componer cada cinco segundos y desechar un 80% de mis ideas por miedo a lo que los demás piensen o digan.

Quién pensaría eso de alguien tan rudo y fuerte como un Ulrich que soy, eh.