Danny

-Danny, pero que haces aquí a esta hora.-Dijo Sam mirandome una vez que se dió cuenta de que estaba en la habitación.

-C-creo que se me olvidó decirte algo hace rato, mas bien tengo que decirte algo.-Exclamé nervioso, estaba a punto de decirle quien era realmente.

-Que pasa Danny, estas nervioso.

-Ven con migo.-Exclamé.

Me acerqué a donde ella estaba y le extendí una mano para que ella la tomara. Sam dudó un poco en hacerlo pero luego de unos pocos segundos lo hizo. En eso, con mis poderes hice que ambos nos volvieramos intangibles, comenzamos a levitar y atravecé la pared de su habitación. Momentos después me encontraba volando por Amity Park y la sostenía a ella con una mano en su cintura y ella tenía su brazo por mis hombros.

Mi destino, el lugar en donde la llevaría seria el Parque de Amity, a esas horas debía estar solo, y, se preguntarán por que no se lo dije en su habitación, el problema era que que tal si sus padres entraban y terminarían odiandome...como un fenomeno.

Bajamos en aquel parque y ambos nos sentamos debajo de un arbol en donde los rayos del sol no nos alcanzaran muy fuertes.

-Danny, ¿por qué me trajiste hasta aquí a esta hora?-Me preguntó señalando su mano como si tubiera un reloj.

-Tengo que decirte algo, ya te dije.

-Pues mas vale que me digas ahora y me lleves de nuevo a casa por que si no mis padres me van a matar.-Exclamó levantando los brazos al aire.

-Ok ya, solo tomará unos minutos.

Ella se cruzó de brazos molesta, y su mirada enojada casi me obligaba a decirlo tan repentinamente.

-Oye Sam, ¿tú crees que existan fantasmas mitad humanos?-Comenzé con una pregunta un poco tonta.

-Vamos Danny, ve al punto.-Gritó casi.

-Esta bien. Sam, espero puedas guardar mi secreto, y a secreto me refiero a que soy...mitad humano.-Dije aun nervioso con una pregunta tan fastidiosa rondando por mi cabeza.

-Entonces, si eres mitad fantasma y mitad humano, ¿quiere decir que tiemes una vida como humano?

-Bueno, casi-Dije haciendo referencia a lo solitario que había pasado hacia un tiempo-Pero yo, en realidad-Suspiré.-¿Puedes confiar en mí?

Ella asintió un poco dudosa, ahora ella ya no estaba enfadada, ahora se veía mas curiosa, un gesto que me pareció tierno. Me acerqué a ella, estando a una distancia relativamente corta. Puse mi mano sobre su mejilla pensando en que luego de eso ella se retiraría pero en vez de eso solo se acercó mas a mí. Solo unos centimetros y luego nuestros labios rozaron entre sí.

Acerqué mi otra mano hasta su rostro tomandola delicadamente y ella pasó sus manos sobre mi cuello mientras manteníamos ese beso tan delicado y dulce. Pero, que les puedo decir, segundos mas tarde nos separamos por la falta de aire y por la posición en que estabamos, me refiero a que ¿a quien se le ocurre besarse debajo de un arbol sentados? La miré, estaba mas roja que un tomate y yo igual, y además evitaba verme o solo quería que no la viera sonrojada (se veía linda, jeje).

Pasaron unos escasos dos minutos en silencio, un incomodo silencio que parecia una eternidad hasta que me atreví a hablarle. Me levanté del piso y me paré delante de ella extensiemdole nuevamente mi mano para llevarla a su casa.

-Vamos, es tarde.-Es lo unico que torpemente dije y ella solo asistió y tomó mi mano.

Esta vez no la llevé volando como la ultima vez, si no que la cargué en mis brazos ella se sostubo con sus manos en mi cuello. Una vez en su habitación la bajé al piso y luego de eso nos quedamos mirando bobamente con una sonrisa en nuestros rostros. Segundos mas tarde, un grito del que supuse era de la madre de Sam se escuchó, de inmediato me hice invisible y una señora de cabello rubio y vestido rosa entró enojada a la habitación.

-Sammy, pero donde has estado, te he estado llamando para comer por horas.-Exclamó la señora enojada.

Sam se giró a con su mamá y con ella salió de la habitación, solo pude escuchar que Sam dijo como excusa "lo siento, me quedé dormida". Luego de eso me fuí.

(...)

En cuanto abrí la puerta de mi casa escuché un gran grito proveniente del laboratorio de mis padres, se trataba de mi madre, la cual me llamaba para que viera su ultimo experimento.

Me dirigí al sótano y lo primero que ví fue una gran arma que, sin saber como funcionaba ya le tenía miedo.

-Vamos Danny, tu nos ayudarás a que funcione.-Dijo.

La ironia se notaba en "nos ayudarás que funcione" puesto que era un arma cazafantasmas y yo era el fantasma. ¿Podría ser ese mi fin? Ni si quiera sabía como liverarme de ellos.

-Si Danny, esta arma destruirá a cualquier fantasma que se encuentre cerca en un radio de 200 metros.-Exclamó mi padre.

-¿200 metros?-A ese punto ya me sentía muerto.

-Listo papás, ya llegué.-Exclamó Jazz tan alegre entrando al laboratorio.

-¡¿Qué?! Jazz, que haces aquí, tu no cazas fantasmas.

-No, pero me parece interesante la reaccion de mamá y papá al descubrir que no hay ningún fantasma cerca.-Dijo tan tranquilamente y yo solo pude pasar saliva pesadamente.

-Muy bien, vamos a empezar.-Dicho esto, mamá se acercó a tan aclamada arma y presionó un botón.

Esta brilló por unos momentos y yo solo pude retroceder como para escapar pero cuando ya estaba a punto de acerlo me dí cuenta de lo tarde que era. Un terrible dolor en forma de energía recorrió todo mi cuerpo, algo parecido como la primera vez que entré al portal Fenton y obtube mis poderes, pero esta vez era mas fuerte. Solo pude soltar un gran grito de dolor y luego, todo se puso un poco borroso.

..

Ok, tal vez me tardé mucho con la escena del beso, pero por lo menos me quedé conforme con esta. Please, no me maten por la tardanza 😂
Y no olviden, si les gustó voten y comenten <3
Nos vemos pronto