Después de que llego a mi casa voy a comer lo que dejó mi mamá, ella nunca esta en casa y eso ya es normal para mi, subo a mi cuarto y me empiezo a quitar la ropa, ya que estoy sola en casa voy desnuda al baño y abro el grifo de la ducha, entro en esta y empiezo a pasar el jabón en mi cuerpo pensando en el día que tuve con Evan y fue grandioso, realmente nunca me había pasado algo así, siempre estoy sola y al tener un amigo así me hace muy feliz.

P.O.V de Evan

Desde que llegue a casa no paro de pensar en Angelica, ella es especial, ella es diferente pero en buena forma.

Al mirarla la veo diferente, no veo a la misma Angelica que vi cuando llegue al colegio. Nunca me había fijado en su hermosa sonrisa, en su bello y castaño cabello que cubre su rostro, y sus ojos cafés que brillan con la luz del sol, la veía sonrojarse con cada broma, espero siempre hacerla reír. Mis sentimientos hacia ella son diferentes.

¿Me esta gustando?.

***

Han pasado tres semanas y desde ese día las cosas han cambiado mucho, estuvimos saliendo mas seguido cuando nuestros horarios coincidan.

Hemos ido al cine a ver una película de terror y en toda la película ella me estaba abrazando y en esos momentos no dejaba de sentir nervios, en verdad no sabia que me pasaba. Fuimos a una clase de arte ya que ella le encanta dibujar y en medio de la clase nos empezamos a lanzar pintura, no parábamos de reír y la profesora nos sacó de la clase, al salir me resbale con la pintura y me agarre de ella pero se cayo encima mio y nuestras caras quedaron a centímetros de distancia, enseguida nos paramos y empezamos a reír.

En resumen, hasta su cabello lleno de pintura se veía hermoso, espera, estaba contando la situación no hablando de su hermoso cabello.

Ahg, deja de pensar en ella Evan 

Bueno, terminemos esto, ahora mismo iré a buscarla a ir a comer, la iré a llevar a un restauran un poco caro, estuve reuniendo dinero toda la semana, se que la vamos a pasar de lo mejor, aunque con ella todo es divertido. y ademas le traje una sorpresa.

P.O.V de Angelica

Evan me invito a cenar en un restaurante, aunque salir con el ya es una rutina.

Estoy arreglándome, me coloque una falda azul marino que me llegaba por encima la rodilla, una camisa blanca y unas zapatillas negras. Ya son las seis de la noche y sigo esperándolo pero escucho un ruido, miro por la ventana y es el, bajo corriendo y abro la puerta y ahí estaba bien elegante y enseguida se arrodilló y agarro una caja pequeña y... ¡¿Qué?! ¡¿Me pedirá matrimonio?!, abre la caja y sale que eran dos brazaletes de amistad. Suspire de alivio.

—¡Wow! que lindo detalle —lo abracé.

—De nada, tu vales mas que eso —me abrazo aún mas fuerte. Después de unos segundos nos separamos.

—Por un segundo pensé que me ibas a proponer matrimonio —estallamos de la risa.

—¿Nos vamos? —estiró su mano.

—Que caballeroso —tome su mano.

Nos subimos a un taxi y ya dentro nos colocamos las pulseras que al unirlas decían "Juntos Por Siempre". Al llegar nos bajamos y entramos al restaurante, estaba muy lleno y era muy elegante.

—Que bello lugar —le dije admirando cada detalle.

—Vamos a sentarnos que tengo mucha hambre —nos dirigimos a la mesa.

Nos sentamos y empezamos a charlar mientras llegaba la comida y después de mil años llego la comida.

—¡Al fin! —dije exasperada.

—Buen apetito —dijo sonriendo.

Después de comer seguimos hablando toda la noche y sin darnos cuenta se había ido casi toda la gente. Mi mamá llamo inesperadamente.

—¡Hija! ¿Dónde estas? Ven a casa de inmediato —se notaba enfadada.

—Pero mamá estoy cenando con Evan,  por favor déjanos —conteste de mala gana.

—Dije que vengas ¡Ya! —su tono de voz subió.

Colgué molesta y mire a Evan.

—Lo siento tengo que irme, mi mamá esta enfadada y quiere que este en casa —baje la cabeza jugando con el brazalete apenada.

—Tranquila no pasa nada, vayámonos —ambos nos levantamos.

Tomamos un taxi y llegamos a mi casa.

—Adiós nos vemos mañana.

—Adiós, gracias por todo —me acerqué y le di un beso en el mejilla.

Se abrio la puerta de mi casa y los dos fijamos la vista en mi madre cruzada de brazos y casi botando humo por sus oídos.

—Entra ahora —ordenó mi madre.

Camine rápido y entre.

Me empezó a gritar muy fuerte, me decía que no me quería ver más con Evan. Mis ojos se cristalizaron.

—¡¿Por qué?!

—¿No ves que todos en tu colegio quieren burlarse de ti? —se me acerco lentamente.

—Pero mamá... él no es así, Evan si me quiere de verdad —dije conteniendo las lagrimas que amenazaban con salir.

—Haz lo que tu quieras, pero no vengas a llorar si te hace algo malo, te lo advertí —dice y se marcha de la cocina sin más.

Fui a mi cuarto, cerré la puerta y me acosté en la cama, empecé a pensar en lo que dijo mi mamá, ¿Será cierto? No, no puede ser, el no es así, el si me quiere.

Él es mi amigo.