—Estoy lista —grite bajando las escaleras.

—Okay, no llegues tarde —mi mamá me da un beso en la frente.

Salgo de la casa y me monto en el auto de mi papá, el arrancó y nos fuimos.

Llegué en menos de 10 minutos, salí del auto y me despedí de mi papá, me acerque a la puerta y toque el timbre, espere unos segundos y la puerta se abrió, era Gavin.

—¡hola!, bienvenida —me sonríe, entro a la casa y el cierra la puerta.

El camina delante mio, nos dirigimos a la sala, acomodo mi cabello y entro.

—¡hola! —dice Evan al verme—¿Cómo estas? —sonríe de oreja a oreja.

—Bien, gracias —fijo la mirada en el papá de Evan—Hola señor Alves.

—No me digas señor, llámame George —dice con una sonrisa, afirmo con la cabeza.

—Hola —escucho una voz conocida detrás de mi, volteo y es uno de los hermanos de Evan, es el mismo que me recibió la ultima vez que vine.

—Hola, mucho gusto... —frunzo el ceño esperando que mencione su nombre.

—Alan —dice—soy Alan —sonríe.

—Mucho gusto Alan.

—Okay, ¿Quién tiene hambre? —pregunta George muy alegre.

—Yo —decimos todos al unísono.

En seguida me di cuenta que faltaba un hermano, me doy cuenta que todos están saliendo de la sala y borro mis pensamientos, reacciono y salgo junto a ellos, entramos al comedor y veo al tercer hermano, estaba colocando los platos.

—Hola, soy Lucas, mucho gusto —se presenta el hermano, sonrío y le doy la mano. Me siento en la mesa junto a Evan, el papá entra al comedor con una bandeja de comida, el olor es delicioso.

***

—Muchas gracias, la comida estuvo deliciosa —me limpio la boca con la servilleta.

—No hay de que, me alegra que te haya gustado —George sonríe levantándose de la mesa junto con los hermanos de Evan, todos salen y nos quedamos solos Evan y yo, me puse nerviosa, no sabia que hacer, miraba a todos lados.

—Angelica ¿Me acompañas un momento a mi habitación? —me mira a los ojos.

¿Por qué querrá ir a la habitación?

Asentí y nos levantamos de los asientos, nos dirigimos a las escaleras y subimos.

Abrí la puerta, Evan estaba detrás mio, al entrar me quedo boquiabierta, la habitación estaba decorada con globos, en el suelo había un camino de rosas el cual conducía a un enorme cartel que decía ¿Quieres ser mi novia? 

Me adentre en la habitación sin poder creer lo que estaba viendo, volteo y veo a Evan con un ramo de rosas en la mano, su sonrisa era nerviosa, mi sonrisa se hizo más grande de lo que estaba, corrí hacia Evan y lo abrace fuerte.

Lágrimas caían por mis mejillas, estaba emocionada, estaba emociona porque alguien me quería, alguien haría todo por verme feliz y ese alguien era Evan.

Me separe un poco de él y asentí repetidas veces con la cabeza, lagrimas aún caían por mis mejillas, acuno mi rostro entre sus manos y con sus pulgares limpió las lagrimas. Se acercó y me besó, este beso fue intenso, apasionado. Nuestros labios encajaron como dos piezas de rompecabezas, y fue ahí, cuando me di cuenta, Que estaba enamorada de Evan.

Nos separamos y Evan susurro un "te quiero" mi sonrisa se hizo más grande.

—Yo también —dije uniendo otra vez nuestros labios.