Desperté en la mañana, eran las 8:36am. Voy al baño y hago mi aseo personal, me visto y bajo a desayunar, no hay nadie abajo, mis padres estarán trabajando y mi hermana durmiendo, abro la nevera y tomo una manzana, le doy un mordisco y me dirijo a mi habitación.

Tomo mi celular y le envió un mensaje a Evan, tal vez este durmiendo pero cuando revise el celular me contestará.

Yo: hola, ¿listo para estudiar?, responde cuando veas esto.

Enviado a las 8:40am

Deje mi celular en la cama y le di otro mordisco a la manzana.

***

Son las 11:28am, y ya es hora para ir a la casa de Evan, hace unos minutos me respondió, dijo que ya podía ir. Me vestí unos vaqueros, una camisa rosa y mis vans blancas. salí de mi casa y tome un taxi.

Llegue a la casa de Evan y toque la puerta, estuve esperando unos segundos y la puerta se abrió, no era Evan.

—¿Hola? —un chico alto, cabello castaño y ojos café estaba parado enfrente mío. Supuse que era un hermano de Evan.

—Hola, soy Angelica, mucho gusto —dije sonriendo amablemente.

—¿Tu eres la chica que Evan esta esperando? —pregunto frunciendo el ceño.

—Si...

—¡Ah, hola!, bienvenida —me dio paso para entrar, asentí y entre.

La casa de Evan es hermosa, las paredes son de un color crema y los muebles color café oscuro, hay varias ventanas que alumbraban la sala.

Hay un cuadro grande en una de las paredes de la sala, es una mujer, sentada en un taburete, tenia una sonrisa hermosa, unos ojos verdes y una cabellera larga, mientras veía la imagen un recuerdo paso por mi mente, era la madre de Evan.

—Era mi madre —dijo una voz detrás de mi, se acerco y vi a Evan.

—Era bella —sonreí de lado, no quería hacer sentir mal a Evan con esta conversación y cambie de tema—Bueno...—tome aire y proseguí—¿Listo para estudiar hasta que nuestros cerebros se quemen? —dije arqueando una ceja mientras sonreía.

—Si, vamos a mi cuarto —se echó a reír y fue alejándose de mi, lo seguí y subimos unas escaleras que daba al segundo piso, donde están todos los cuartos. Entramos a uno y era enorme, tenia su propio baño y una cama gigante

—¿Esta es tu habitación? —no me di cuenta que tenía la boca abierta, Evan rió.

—Mejor comencemos —dijo sentándose en la cama—Aquí tengo los libros —saco unos cuentos de su bolso. Y fue así como comenzó la tortura de estudiar.

***

Han pasado miles de horas, y ya vamos a terminar, tengo muy bien memorizado todo y espero sacar buena nota.

—Creo que ya es suficiente —cierro el libro.

—Si, siento que va a explotar mi cabeza—dice mirándome a los ojos con una linda sonrisa, suena un ruido, me sobresalto y giro la cabeza, están tocando la puerta.

—¿Evan? —dice una voz del otro lado de la puerta, no es la misma que me recibió al entrar, debía ser otro de los hermanos de Evan.

—¿Si? —Evan camina hacia la puerta, la abre y efectivamente es otro hermano, tenia los ojos verdes como su mamá, el cabello largo y también es alto. El fija la mirada en mi y le dice a Evan algo que no logro escuchar.

—Angelica, el es mi hermano Gavin —dice Evan y sigue—Gavin ella es mi amiga Angelica—se acercan a mi.

—Mucho gusto Angelica —Gavin me dedica una sonrisa.

—Igualmente.

—Solo quería avisarte que el almuerzo esta listo —dice Gavin dirigiéndose a Evan—¿Quieres almorzar con nosotros? —Gavin fija sus ojos verdes en mi, seria lindo quedarme y así poder conocer a toda la familia.

—Si, sería gusto —sonrió—Si quieren, pueden bajar y yo ordeno aquí.

—¿Segura? Yo te puedo ayudar —Evan da un paso al frente.

—Si, tranquilo.

—Esta bien, te esperamos abajo.

Me levanto y empiezo a guardar todo, tomo mi estuche y guardo mis lapices, tomo los libros en mi brazo y son tantos que la mayoría se caen al suelo, giro los ojos y me agacho para recogerlos. Los cuento y me falta uno, recorro la habitación con mis ojos tratando de encontrar el libro que falta, agacho la cabeza y veo la punta del libro debajo de la cama, me agacho de nuevo y bajo la cabeza para ver el libro, estiro el brazo y saco el libro de ahí abajo.

Al sacar el libro, me percato de que hay una caja detrás del libro, ¿Qué hace eso debajo de una cama? Y como el dicho dice, la curiosidad mató al gato. Tomo la caja y me siento en el borde de la cama, me fijo que la puerta este bien cerrada y que nadie este detrás de esta, abro la caja y... ¿Que?

No lo puedo creer.

¿Qué hace esto aquí?.

Todas las cartas que le había enviado a anónimo están ahí incluyendo un pequeño celular. Mis ojos se cristalizaron, ¿cómo puede ser?

¿Evan es anónimo?