Aún te quiere
Salimos del cine, reíamos mientras hablábamos sobre la película, mientras el hablaba me vino a la mente lo que me dijo Lucia, me quede pensativa, quería ir y preguntarle a que se refería pero no se como hablar con ella.
—Tierra llamando a Angelica, ¿estas ahí? —Evan sacudió su mano en frente mio, reaccioné y lo mire.
—Si, si —dije mirando a todos lados.
—Oye, ¿qué pasa? —tomó mi barbilla para así poder verlo directo a los ojos, estaba alterada, necesitaba quitarme esa duda.
—Nada, solo que... —pensé si era tan importante como para decirle, pero como somos pareja, debería contarle—Lucia me hablo hoy y... —no pude terminar de hablar cuando Evan me interrumpió.
—¿Te hizo algo? —soltó alterado, me reí al verlo preocuparse de esa manera.
—No, tranquilo —digo entre risas—Pero me dijo algo que no entiendo —frunzo el ceño pensando en sus palabras.
—¿Qué dijo?
—Dijo que me odiaba por lo que había hecho —mire el suelo, recordaba su rostro lleno de odio.
—¿Y que hiciste? —se le veía confundido.
—No lo se —lo miro a los ojos—¿Sabes que? No importa, vayamos a casa —no quería seguir hablando de este tema, necesitaba meditar sobre esto sola, en casa.
Llegamos a mi casa, Evan me dio un beso de despedida y se fue a la suya, entre y me dirigí a mi habitación. Me recosté en la cama y me quedé mirando fijamente el techo ¿Cómo podía hablar con Lucia? no podía hacerlo, ella no me hablaría, tendré que recurrir a otro plan... Alexa.
***
—¡hey! —grite persiguiéndola por atrás—¡oye!, dame sólo dos minutos —logre tomarla por los hombros, ella se paro al igual que yo, tardó unos segundos en darse la vuelta pero al final lo hizo.
—Sólo dos minutos —cruzó los brazos.
—Esta bien —mire a mi alrededor, había mucha gente, así que la lleve a un rincón y empece a hablar—Necesito que me aclares una duda sobre Lucia —ella frunció el ceño.
—¿A que te refieres? —dice subiendo una ceja.
—Ya que ahora tu eres su amiga supongo que sabrás de lo que hablo —respiro y prosigo—Ayer, ella me tomo desprevenida y me dijo que me odiaba por lo que había hecho, parecía muy molesta y triste a la vez, no entendía a que se refería y me preguntaba si tu sabrías —digo mirándola a los ojos, coloque mis manos en mis bolsillos, no estaba segura de que me diera una respuesta, tal vez ella me de una cachetada y no diga nada, pero necesitaba saber, no podía más con la duda.
Ella me miró confundida al principio pero luego sus ojos de abrieron como si al fin supo de que hablaba, miro a los lados confirmando que nadie nos estuviera viendo y se acercó un poco a mi
—Okay, no debería decirte esto, pero como fuiste mi amiga una vez te lo diré —no pude evitar sonreír al escuchar esto, aún quedaba un poco de esa Alexa que conocía dentro de ella—Lucia y Miguel son amigos desde hace mucho, y ella empezó a enamorarse de el —mis boca se abrió sorprendida—Pero hace poco pasó algo que nadie pensaba que ocurriría—dijo, miró a los lados y siguió—¿No te has dado cuenta que Miguel a dejado de lastimarte? —fruncí el ceño al escuchar esa pregunta, pero aún así respondí.
—Si, y es un poco raro.
—Bueno, eso es porque... —hizo una pausa—Miguel empezó a sentir cosas por ti de nuevo —al oír esas palabras mi cuerpo casi se desmaya, no podía creer lo que había escuchado, mi corazón empezó a latir con fuerza, todo mi cuerpo empezó a sudar, eso no podía ser posible, eso debe ser mentira.
—Esto no puede ser verdad —lleve mi mano a mi frente, sentía como esta estaba muy fría, ella movió su cabeza afirmando, no podía creer esto.
***
Justo terminaron las clases y sin despedirme de Evan salí corriendo a mi casa, necesitaba estar sola y pensar en todo lo que dijo Alexa.
Llegue y cerré la puerta rápido, hizo un sonido terrible, corrí a mi habitación y entre. Me recosté en la cama y me puse a pensar mientras veía el techo blanco.
—¿Acaso esto es una mala broma? —me dije a mi misma, me tape la cara con mis manos, me levante y tome una almohada, la lancé contra la puerta
—¡Esto no puede estar pasando!
Mi cabeza se empezó a inundar de preguntas, necesitaba despejarme, necesitaba tranquilizarme. Me dirigí al baño. Me quite la ropa y la coloque dentro del cesto de ropa sucia, me metí a la ducha y abrí el grifo. Deje que el agua caliente recorriera todo mi cuerpo, el agua hizo que me relajara, necesitaba un poco de paz y tranquilidad. Pase mi mano por todo mi cuerpo haciendo que un cosquilleo recorriera en mi, tome el jabón y lo pase por mi cuerpo para así quedar limpio, también coloque champú en mi larga cabellera. Cerré el grifo y escurri lo que pude el agua de mi cabello, me seque con una toalla y salí de la ducha, me sentía mucho mejor ahora, sólo necesitaba una simple ducha.
Entre a mi habitación y me vestí, me coloque la pijama y me acurruque en mi cama, cerré los ojos y trate de dormir, justo antes que caer en un profundo sueño escucho mi celular sonar, hice una mueca y tome el celular, vi que me estaban llamando, me senté en la cama y atendí la llamada sin ver quien era
—¿Si?
—¡Angelica! —escucho a Evan en la otra línea—¿estas bien? —dijo con tono preocupado.
—si ¿por qué? —digo seguido de un bostezo. No quería hablar de esto con el, no ahora.
—Te fuiste sin despedirte de mi.
—Estaba apurada, lo siento —mentí. Mordí mi labio inferior.
—Está bien —dijo con alivio—Hablamos luego, te quiero—corto, suspire de alivio y deje el celular en la mesita de noche, me volví a acurrucar en la cama y cerré los ojos, esta vez si pude dormir.
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