Atte: Angelica
—¡Tengo una gran idea! —chillé, Evan me tapo la boca con su mano.
—¿Qué? —dijo quitando su mano.
—¡¿Qué tal si le respondo con una carta?!
—¿¡Qué!?, ¿estas loca? no lo hagas—dijo muy sorprendido y creo yo que nervioso.
—¿Por qué no? Es una gran idea, y así puedo hablar con el, y pronto sabre quien es —me había emocionado.
—¡No!, ¿Y si el no quiere? ¿Tal vez jamás quiere que sepas quien es? —dijo casi en un susurro.
—Pensé que me apoyarías en esto, ¿Por qué estas en contra? —estaba confundida con su actitud.
—Es que... no se... —miró el suelo y luego hubo un gran silencio —Bueno... ¿Cómo lo harás? —rompió el silencio y me emocione por su respuesta.
—¡Si! Bueno estaba pensando que le podría escribirle una carta sobre que quiero conocerlo y todo eso.
—Si, pero ¿cómo se la vas a dar?.
—Bueno, ya que mi profesor de química sabe quien es el anónimo porque me entrego su carta, le doy mi carta a el y se la entrega a anónimo —dije obvio.
—Buena idea —sonrió nervioso.
Al terminar, de inmediato agarre mi bolso y empece a buscar una hoja y lápiz, y empece a escribir la carta.
"hola, tenia ansias de escribirte esto, en verdad tengo muchas cosas que decir y preguntarte, pero las haré con el tiempo, principalmente quería decirte que si me interesas y espero recibir mas cartas tuyas, cada ves que me llega una carta la leo con muchas ganas y felicidad. Espero me respondas.
Att: Angelica."
después de escribirla la doble y la selle con un poco de saliba, si, se que da asco, pero no tenia otro modo, asi que agarre a Evan de la mano y salí corriendo a buscar al profesor.
lo buscaba, una y otra vez, hasta que lo encontré.
—¡Profesor! —dije ansiosa.
Ahora que lo pienso, no recuerdo cual era su nombre. Bueno, él era nuevo así que es entendible.
—¿Señorita Angelica?
—Le quería pedir que por favor le entregue esta carta a Anónimo.
—Bueno señorita, lo haré con mucho gusto, pero que quede claro que no seré su mensajero permanente.
—No, tranquilo y muchas gracias.
Le entregue la carta muy feliz, no podía esperar la respuesta de anónimo, espero muy pronto saber quien es.
—Bueno, ¡Misión cumplida! —dijo Evan arreglándose el cabello, su cabello tan brillante, suave y.... Mmm... creo que me desvié del tema ¿En donde estaba? Ah si, después de eso nos dirigimos a la última clase que nos quedaba, al terminar cada uno fue a su casa. Llegue y subí a mi cuarto, me acosté en mi cama y empecé a escuchar música mientras miles de cosas pasaban por mi cabeza hasta que llegó un punto en el que me dormí.
Al día siguiente desperté emocionada bajé a comer. Fui directamente al colegio, empecé a buscar a Evan, cuando lo encontré él me miró sorprendido y salió corriendo, me confundí al ver eso y salí a perseguirlo ¿Por qué está escapando de mí? Seguía corriendo y él no paraba, de pronto entró en el baño de varones, obviamente no iba a entrar, toqué la puerta fuertemente.
—¡Abre la puerta! —toque aún más.
—No.
—¿Por qué escapas de mi? —hubo un silencio y de repente abrió la puerta mirando al suelo.
—¿Qué pasa? —fruncí el ceño.
—Oye, creo que es una mala idea lo del anónimo, es mejor que lo olvides —dijo aún con la mirada en el suelo.
—¿Qué? ¡No! —me estaba molestando.
—Si Angelica, es lo mejor, luego te vas a ilusionar y es obvio que el nunca te va a decir quien es— dice evitando el contacto visual.
—Pero ¿Por qué dices eso? —frunzo el ceño aún más.
—Toma —sacó una carta de su bolso—Estaba en el asiento de tu salón—la agarre y era otra carta de anónimo. La abrí y empece a leer.
"Hola Angelica, me sorprendió que me hayas escrito. Hay algo que quiero decirte, te quiero demasiado y no quiero que sufras, no pienso decir quien soy, tengo miedo, miedo a decepcionarte, miedo a que me rechaces, lo siento pero dejare de enviarte cartas aunque me duela no poder expresarte más mi amor, es por tu bien.
Atte: anónimo."
—No puede ser, no puede terminar así ¡Tengo que saber quien es! ¡No importa quien sea! —me había molestado.
—Angelica, ya déjalo —coloca su mano en mi hombro.
—¡no! —hago un movimiento para que suelte mi hombro—No puedo Evan, le responderé—caminé hasta el patio y el me siguió.
—Angelica, no lo hagas, no te va a responder —dice caminando detrás de mi.
—¡Lo voy hacer! —digo segura de lo que hago.
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