CAPÍTULO 25
*Capítulo 25*
«Estuve a punto de escaparme de mamá, pero papá se dio cuenta y no me dejó».
«Tienes que ir a la escuela, falta poco para que te gradúes».
«Lo sé, pero quería hacerte compañía».
« No te preocupes, estaré bien».
Decido dejar en paz a Andy y tratar de dormir o algo parecido.
Tuve que obligar a Logan a ir a trabajar, no quería pero lo hizo, papá también quería venir y ni hablar de Angélica y de Andy.
No dejé que ninguno viniera, tampoco llamé a mamá. La única voz que hay en mi mente es la suya, no quiero molestarme, pero es difícil.
Observo mi mano y esta se encuentra roja, duele y siento comezón. Me colocaron dos dosis iguales de tratamiento, una ayer por la noche y otra hoy por la mañana. Tengo que admitir que la duración es larga, el medicamento dura tres horas en terminarse y apenas llevo una hora y media.
Suspiro, esto estresa.
No debes estresarte. ¡Ya sé!, Dios.
La puerta se abre, pero no es el doctor ni mucho menos la enfermera.
Es Carol Coleman.
La señora me sonríe y siento que es la sonrisa más malévola que hay en este mundo.
— Hablé con Logan está mañana— dice y se sienta en la silla que está junto a la camilla— Me dijo que estabas aquí y quise venir a visitarte.
No digo nada, solo la observo.
— Mi hijo se preocupa por ti— asiente— Jamás lo había visto tan apegado a alguien, es raro pero increíble— sonríe— Nunca pensé que estaría así. Sofía me comentó que, hablo contigo ayer y que la insultaste.
— No la insulté— sigo con voz firme— Solo le dije la verdad, pero a veces la verdad duele.
— Creo que no has entendido— ríe sin humor.
— ¿Y que es lo que tengo que entender?— pregunto.
— Eres una buena mujer, de eso no me cabe duda— afirma— Pero eso no quiere decir que quiera que alguien como tú se involucre con mi hijo.
— ¿Y que tipo de mujer quiere para su hijo?— arqueo una ceja— ¿Un falso intento de Barbie como lo es Sofía?, ¿Alguien que no tiene idea de lo que es estar en una relación sin ningún tipo de interés?.
— Necesito una mujer con clase— informa— Una mujer que este a su altura, que de la impresión de que es importante, que todos admiren a mi hijo por clase de mujer que tiene.
Trago duro, pero no desvío mi mirada de la suya.
— ¿Qué puedes ofrecerle tú?— cuestiona y me mira burlesca— Apenas iniciaras la universidad, quién sabe si serás una gran doctora. No tienes el nivel de mi hijo y eso se nota desde lejos.
— ¿Y dónde queda la felicidad de Logan?— pregunto— ¿La felicidad de su hijo es menos importante?.
— La Felicidad la encontrará en alguien igual a él— dice con voz segura— Lo importante aquí es que le des la oportunidad a Logan de buscar a una persona que lo complete, que lo haga importante y que sea de su mundo.
— ¿No importa lo que Logan quiera?— mi vista se vuelve a la puerta.
— Es por su bien— dice y se coloca de pie— En un futuro él me lo agradecerá.
Camina hacia la puerta y antes de salir se gira y me observa.
— Haznos un favor a todos— me mira fijamente— No te arrastres más, no te humilles. Mi hijo no será feliz contigo.
Sin más, se da la vuelta y me deja con un nudo en la garganta, el corazón bombeando y con unas terribles ganas de llorar.
Puede que tenga razón. Puede que Logan nunca sea feliz conmigo, tal vez y hasta sea verdad.
¿Qué podría ofrecerle alguien como yo?.
¿Qué harás, Sol?.
Niego.
— No lo sé— susurro para mí misma.
Arrugo la nariz cuando siento algo rozar mi piel, mis ojos se abren lentamente para encontrarme con mis ojos favoritos.
Logan acaricia mi mejilla delicadamente y sonríe cuando observa mis ojos.
— Dormilona— se burla haciéndome sonreír— Llevo más de una hora observándote, tu entrecejo se frunce cada dos segundos.
— Tienes que dejar de acosarme— susurro e inclino mi rostro hacia su toque.
— No te acoso— aclara— Solo te observo.
— ¿Te gusta observar?— cuestiona divertida.
— Me gusta observarte a ti— mi respiración se atasca en mi garganta, pero me obligó a sonreír.
— ¿Qué hora es?— pregunto sentándome.
— Las dos de la tarde— dice— Te darán de alta en poco tiempo.
— Ya quiero que me quiten esto— señaló la intravenosa y luego siento sus labios sobre los míos.
Mi mano libre acaricia su mejilla y suspiro sobre su boca.
Esto es difícil.
Lo estás haciendo difícil, Logan.
.
.
.
¿Que creen que pasará?.
Seguimos con el maratón.
Los estaré leyendo.
¡Voten y comenten mucho!
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