CAPÍTULO 18
*Capítulo 18*
Mi pie golpea constantemente contra el suelo, muerdo mi uña y hay una mueca pintada en mi rostro.
Salgo a la cocina y me tomo mi pastilla antes de que se me olvide, vuelvo a mi habitación y busco mi sudadera corta rosa pálido, mi jeans azul de talle alto ajustado y mis zapatillas de piso blancas.
Comienzo a vestirme y me aplicó más perfume de lo normal, me pongo brillo labial y me miro en el espejo.
Te ves bien, Sol. Relájate.
Cierro los ojos y suspiro.
Busco mi pequeño bolso de mano, y allí guardo mi teléfono, mis llaves y dinero por su tengo que salir corriendo.
No creo que sea para tanto. Yo creo que sí.
Mientras bajo las escaleras, me permito pensar y aclarar mi mente, no creo que sea tan malo. Solo tengo que ser fría como siempre y todo saldrá bien.
Una vez en el primer piso, salgo y me encuentro con el auto de Logan estacionado cerca de la acera. Tiene puesta su linda chaqueta de cuero que se le ve genial y sus lentes oscuros.
Me acerco a él, y sonrío cuando acerca su rostro al mío para atrapar mis labios con los suyos. Sujeto sus mejillas y le devuelvo el beso.
Hace más de tres días que no lo veo y lo extrañé mucho.
Estás empezando a depender de él. Me doy cuenta.
Sonríe sobre mi boca cuando muerdo su labio inferior, me separo de él y entro al auto cuando abre la puerta para mí.
— ¿Dónde veremos a tu madre?— cuestiono jugando con mis manos.
— En un restaurante— asiento.
Trago duro. Vamos a la boca del lobo.
Trato de controlar mis nervios, pero me es casi imposible, por lo que me dedico a ver por la ventanilla.
Comienzo a morder mi uña cuando veo que estamos entrando a la zona privada de la ciudad, mi respiración incrementa su ritmo al momento que nos detenemos frente a una gran restaurante.
Santo cielo. Si, santo cielo.
Me quito el cinturón de seguridad y bajo del auto para luego tomar la mano que Logan me tiende.
Es la primera vez que vamos de la mano, en cierto modo eso me trae cierta seguridad y puedo mantener la calma.
Entramos al restaurante y está lleno, trago en seco.
Este lugar no me gusta.
Logan tira de mi mano con delicadeza y caminamos hacia donde su madre se encuentra. Esta se levanta y le sonríe a su hijo, mientras a mí me dedica la sonrisa más falsa de la historia.
Yo le devuelvo una sincera, no soy tan mala como todos creen.
— Hola, cariño— saluda a Logan con un beso en la mejilla y estrecha mi mano— ¿Cómo está, linda?.
— Excelente, ¿Y usted?— hablo lo más segura que puedo.
— Muy bien— todos tomamos asiento— ¿Cómo van los negocios hijo?.
— En marcha— responde serio— Lo normal, ya sabes.
— ¿Y Sofía?— Logan frunce el entrecejo.
— No lo sé, creo que está en un congreso en Italia.
¿Quién es Sofía?.
— Hablé con ella el otro día— comenta— Dice que has estado ocupado— dice y me observa.
— Si, no he tenido mucho tiempo— la manera en la que Logan le habla a su madre me sorprende.
Es demasiado frío. Vaya que lo es.
— ¿Y como vas, Sol?— cuestiona Carol.
— Bien, el trabajo me tiene ocupada— digo sincera.
— ¿Trabajas?— arquea una ceja.
— Si, tengo tres trabajos— respondo orgullosa.
Antes de que ella diga algo, el mesero llega y pide nuestras órdenes. Niego cuando Logan me pregunta que quiero.
— Estoy bien— sonrío y él achina sus ojos. Acaricio su mejilla— Sabes que no como mucho.
— Y supongo que desayunaste— asiento frenéticamente y Logan suspira.
El mesero toma la orden de Carol y se retira.
— Entonces, Sol— dice mi nombre de una manera que no me gusta— ¿Estudias?.
— Eh... de hecho— observo a Logan y sonrío— Iniciaré la universidad dentro de un mes.
— ¿En serio?— cuestiona sonriendo— ¿Cuándo lo decidiste?.
— Hace dos días— digo— Papá me ayudará.
— ¿Aceptaste?.
— Si, después de escuchar todo su sermón— rio y él acaricia mi mejilla.
— ¿Qué estudiarás?— cuestiona la voz chillona de su madre.
— Cardiología— respondo.
— ¿Por qué no estudiabas antes?— pregunta con una ceja arqueada.
— Porque estaba ocupada trabajando— digo, y le observo de reojo— Quería ganarme un lugar en la universidad por mi cuenta.
— Entiendo— asiente y conozco la mirada que me da. Eres poca cosa— Sofía a los veinticinco ya tenía su título, ¿Cierto, Logan?— este asiente— ¿Qué edad tienes?.
— Veintidós— informo.
— Te graduarás de veintisiete— ya se por donde quiere ir.
— El tiempo no importa— digo sonriendo— No me caracterizo por tener paciencia, pero si es por algo que me gusta tengo que tenerla— río— Si, tal vez esperé mucho tiempo, pero vale la pena.
— ¿Llevas mucho tiempo trabajando?— asiento.
— Desde los dieciocho— aclaro.
— ¿Y tus padres?— cuestiona, ¿Qué tanto interés?.
— Mi madre vive en Chicago y mi padre aquí en Anchorage— respondo y Logan aprieta mi mano por debajo de la mesa.
— Eres trabajadora— afirma observándome fijamente, pero con desaprobación.
— No todos corremos con la misma suerte— sonrío.
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¡Nuevo capítulo!
¿Que tal les parece?, ¿Les cae bien la madre de Logan?. Los estaré leyendo.
(No quiero asustarlos, pero... Falta poco para el final de esta primera parte).
¡Voten y comenten mucho!
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