-¡Tu callate! No digas nada, no tienes por que hablar. ¡Estas muerta!-
Sango saco una pequeña navaja de su  bolsillo, la dirigió hacia Kagome   -Eres una maldita zorra, al igual que tu madre.- sonrió de manera desquiciada -al menos estoy segura de que ella no respira el mismo aire que yo... -

Todo esto estaba tomando un rumbo distinto a lo que Kagome, Inuyasha e incluso el mismo Kaien lo hubieran pensado. No solo por esa arma blanca que traía en sus manos, si no por lo dicho

-¿Co-cómo es que sabes sobre mi madre?- Kagome trato de hacerse la valiente, jamás se lo dijo a nadie. Ni siquiera a ella que "era su mejor amiga"
-Pues, ¿Quien crees que la asesino?- sonrió de forma sinica y empezó a caminar con dirección a Kagome -No me digas... ¿Acaso no sabías que tu madre se fue de ramera con mi padre?-
-Sango... Creo que es suficiente de todo esto- mencionó apenas levantando sus manos para llamar la atención de la nombrada
-Hasta crees que me detendré ahora, jamás volveré a tener una oportunidad como esta en la vida.- miro directamente a los ojos al chico - ni se te ocurra interferir por que entonces, al que mataré es a ti.- sentenció y volvió con Kagome que era semiprotegida por Inuyasha
-¡Eres una maldita loca!- Grito Kagome saliendo del alcance de Inuyasha y Kaien. Se enfrentaría a esa loca a como diera lugar.

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Y aquí es donde digo...
:'3 los quiero, no habrá finales alternativos