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XVII


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𝕯í𝖆 17
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━━━━━━"Familia"━━━━━━
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Continuación del capitulo 15


Después de haber regresado de su luna de miel, vendieron el apartamento en el que habían estado estaban viviendo y compraron una casa cerca del trabajo de ambos. Ya habían decidido que después de casarse comprarían una casa grande y espaciosa para cuando tuvieran hijos en un futuro y también para cuando sus padres y amigos vinieran de visita. Rápidamente volvieron a sus rutinas, aunque claro con la diferencia de que ahora el amor muy seguido pero sin olvidarse por su puesto de la protección. Pero todo cambio cuando un día Kikyo se despertó abruptamente en medio de la noche a vomitar, todo el ruido había terminado por despertar Inuyasha quien se encargaba de sobar la espalda de su esposa. Kikyo asumió que algo de la cena le había caído mal y seguro se le quitaría para no preocupar a su esposo.

Pero sin duda no se le pasó, en cambio empeoró.

Comenzaba a sentirse más cansada de lo usual, algunos olores ya fuera de comidas, perfumes o alguna otra cosa le provocaban náuseas, además de tener ligeros mareos. Todo aquello preocupaba en sobre manera a Inuyasha quien le pedía a Kikyo ir a un hospital pero ella se negaba rotundamente, excusándose de que tal vez era una ligera infección estomacal. Sin embargo al final fue al hospital cuando en medio de una de sus clases se desmayo asustando a sus alumnos y compañeros. Cuando despertó nuevamente estaba en una cama de hospital con Inuyasha a su lado, el le explicó que una de sus compañeras lo había llamado para informarle que se había desmayado y la estaban llevando al hospital, también de que mientras estaba inconsciente el doctor le realizó unos estudios para saber que estaba mal con ella, después de que Inuyasha le comentará que es lo que le había estado pasando con anterioridad.

Cuando Inuyasha termino de relatar el doctor entraba a la habitación con un rostro sonriente, algo que desloco por completo a ambos.

— Disculpe doctor ya sabe que es lo que tiene mi esposa?... — se apresuró en decir Inuyasha, pues sentía que los nervios lo estaban comiendo vivo.

— Claro que si, Sr. Taisho y me complace decirle que su esposa se encuentra perfectamente, pero deberá de estar cuidandose mucho durante los ocho meses restantes... 

— Como dijo?... — pronunció completamente confundido.

— Felicidades Sr. Taisho y Sra. Taisho están esperando un bebé....

Y todo se paró.

— ¿¡QUE!?...

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— Tendremos un bebé....

Después de haber salido del hospital y recibir las indicaciones del doctor después de que Inuyasha despertara, ya que se había desmayado cuando le dieron la noticia. Volvieron a casa completamente emocionados y asustados, ellos sin duda querían tener hijos pero tenían pensado que los tendrían años después, pero como siempre el destino les jugo en contra y justamente antes de cumplir un año de casados estaban a la espera de su primer bebé.

— Tendremos un bebé.... Oh Dios mío Inuyasha que haremos!?.... — y al parecer las hormonas ya hacían aparición.

— Como que, que haremos?.. obviamente lo tendremos... — dijo acariciando el vientre de su esposa, en el cual se podía apreciar un ligero abultamiento que demostraba que ahí estaba creciendo su bebé — oh acaso tú no lo quieres tener?

— Pero que dices!? Claro que lo quiero tener! Es mi hijo!... — grito indignada y enojada.

Oh las hormonas, como harían sufrir a Inuyasha.

— Entonces ahí está la respuesta, aunque no lo teníamos planeado lo amaremos cómo nada en el mundo no?... — pronunció

— Por supuesto que sí.

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Siguiendo las indicaciones del doctor todo iba bien, afortunadamente los náuseas y vomitos habían parado cuando cumplió los dos meses de gestación, en cambio habían comenzado los antojos desde la mezcla más extraña que provocaba náuseas en Inuyasha de solo verla, hasta los antojos más normales como lo era pedir helado, frutas o alguna comida en específico. Lo malo es que a veces tenía antojos lo que hacía que Inuyasha se despertara para cumplir el capricho de su mujer, y todas esas desveladas le pasaban fractura pues comenzaba a verse como un zombie, lo que hacía que Kikyo se disculpara por eso, pero Inuyasha decía que eso no era nada pues estaba feliz de cumplir todos sus antojos con tal de conocer pronto a su cachorro, aquello sacaba una sonrisa en Kikyo sin duda tenía al mejor esposo del mundo. Cuando cumplió los tres meses de gestación les dieron la noticia a toda su familia y amigos quienes se emocionaron enormemente por ellos, y para algunos el descubrimiento del porque Inuyasha comenzaba a parecer un muerto en vida. Todos les desearon lo mejor y que esperaban fervientemente la llegada del nuevo integrante de la familia. El cuarto mes para Inuyasha fue el mejor, pues el apetito sexual de Kikyo se había incrementado y el siendo su querido no le negaba nada hasta dejarla completamente satisfecha, el quinto y sexto mes fueron relativamente normales, lo único significativo fue que el vientre de Kikyo  había crecido mucho más y también el hecho de que fue cuando descubrieron el sexo de su bebé.

Habían ido con la doctora encargada del embarazo de Kikyo, rápidamente pasaron al consultorio y la doctora le pidió a Kikyo lo de siempre, que se recostara y alzará su blusa para ponerle el gel y pasar el aparato para poder ver al bebé.

— Y bien veamos..... Aqui tenemos..— dijo la doctora — a un niño...

— Un niño .... — pronunció con ilusión Inuyasha.

— Tendremos un príncipe Inuyasha.... — menciono Kikyo al borde de las lágrimas.

— Claro que si mi amor....

El séptimo y octavo meses fueron los más estresantes y difíciles en opinión de Kikyo, pues ya vientre había crecido más lo cual le comenzaba a dificultar pararse o agacharse para recoger algo, además de que sus pies estaban hinchados y se le dificultaba caminar pues se cansaba muy rápido, se sentía completamente inútil pero Inuyasha rápidamente le dijo lo contrario.

— Mi amor... Tu no eres una inútil recuerda que cargas con nuestros cachorro...

— Pero...

— Pero nada, tu eres quien lleva la parte más difícil al cargar con nuestro hijo, así que no te preocupes por lo demás que yo con gusto me encargo, tu solo asegúrate de cuidarte para que nuestro bebé nazca sanó si?... — pronunció besando la frente de Kikyo.

— Está bien...

Justamente antes de cumplir el noveno mes su fuente se rompió, afortunadamente pasó cuando estaba en compañía de su madre, suegra y cuñada quienes la habían ido a visitar para ver cómo iba su embarazo, mientras Inuyasha estaba fuera trabajando en la empresa. Sin perder tiempo con ayuda de su madre y suegra subió al auto de su madre pues las contracciones eran dolorosas que la hacían doblarse del dolor, mientras tanto su cuñada llamaba a su esposo informándole que el bebé estaba por nacer. Gracias a la manera suicida de manejar de su madre llegaron en tiempo récord, rápidamente la pasaron a la sala de partos pues sus contracciones eran cada vez más frecuentes y dolorosas, Kikyo sentía que se estaba muriendo por el dolor afortunadamente antes de que todo comenzará Inuyasha llegó completamente agitado y dessareglado como si hubiera corrido un maratón, sin perder el tiempo le dijeron que se colocará la bata, guantes y cubrebocas para ingresar. 

Después de no sabe cuánto tiempo de contracciones el doctor pronunció que estaba bien dilatada, lista para pujar y así lo hizo. Cada empuje era difícil y la dejaba sin aliento, el dolor era insoportable lo bueno es que Inuyasha se encontraba a su lado dándole su mano como apoyo, lamentablemente el también estaba sufriendo pues Kikyo apretaba su mano con tanto fuerza que sentía que se la rompería, además de que no paraba de insultarlo.

— AHHHHHH PUTA MADRE! INUYASHA TE JURO QUE TE VOY A ARRANCAR EL PENE POR TODO ESTO!!!

Aquello no dejo más que helado a Inuyasha, comenzaba a temer por su pene.

— Señora pujé! Ya se ve la cabeza!!! — Informó el doctor.

— Vamos amo tu puedes! Solo una vez más! Y todo habrá terminado! — la alentaba Inuyasha.

Con una respiración profunda Kikyo pujó mientras gritaba fuertemente y entonces lo oyó.

Un llanto.

El llanto de su bebé.

Los doctores rápidamente cortaron el cordón umbilical, y procedieron a limpiarlo para entregárselo a su madre.

— Lo hiciste genial mi amor...

— Inuyasha... Perdón por todo lo que te dije.... — se disculpó apenada mientras recuperaba el aliento.

— No te preocupes mi amor, se que no lo decías enserio....

— Bien, aquí tienen a su bebe... — pronunció el doctor entregándole al niño envuelto en una manta azul a su madre.

— Mira amor, tiene tu cabello.... — menciono al ver la mata de cabello platinado.

— Es hermoso Kikyo, gracias... — dijo besando la coronilla de su esposa.

— Te gustaría cargarlo?

— Puedo?

— Claro que si tonto, es tu hijo después de todo...

Con nerviosismo Inuyasha tomo al bebé como le había indicado Kikyo, se sentía completamente liviano y frágil en sus brazos que temía lastimarlo. Pero armandose de valor tocó la mejilla de su bebé haciendo que este abriera los ojos y revelará aquellos ojos idénticos a los de su madre, eso fue la gota que derramó el vaso y se rompío a llorar.

Por fin tenía una familia.

༺❀༻

— Inuyasha, Takeru que es lo que están haciendo?! Ya debemos de irnos....

El tiempo pasó con rapidez, su bebé ya tenía 2 años de edad estaba por cumplir los 3. En cuanto su bebé nació se había vuelto en el consentido de toda su familia y amigos, todos amaban a su pequeño cachorro. Y aquello ponía completamente felices a Inuyasha y Kikyo.

El primer año había sido un completo reto, más cuando Inuyasha tuvo que volver a trabajar debido a que su licencia por paternidad había terminado aún así Kikyo no estuvo tan sola, pues si madre y su suegra venían a menudo para ayudarla, incluso su cuñada y sus amigas se ofrecían a ayudarla a cuidar a Takeru lo cual en verdad fue de mucha ayuda. Y unos meses después de que Takeru cumplió un año, en el cual sus abuelos se encargaron de llenar su habitación de regalos, su pequeño cachorro comenzó a caminar. La primera vez que lo hizo fue un día que Inuyasha regresaba de trabajar, el pequeño se encontraba jugando cerca de la entrada quien al ver a su padre cruzar se paró de la nada y camino lentamente hacia su padre mientras lo llamaba entre balbuceos, Inuyasha al ver eso dejo caer el portafolios y de apresuró a recibir a su bebé mientras se ponía a llorar de la felicidad, una escena que extraño por completo a Kikyo cuando la vió pues no sabía que era lo que había pasado. También cuando dijo su primero palabra fue a tres meses de que cumpliera sus 2 años, fue mientras Kikyo lo bañaba, el niño jugaba con los patitos de goma y salpicaba agua mojando a su madre entonces de la nada el niño grito "Mamá" haciendo que Kikyo se paralizara creyendo que había escuchado mal, pero cuando volvió a escuchar la palabra provenir de su bebé, quien le estaba ofreciendo uno de sus patitos, sin evitarlo se puso a llorar de la felicidad, ahora entendía completamente a Inuyasha cuando vio la primera vez que Takeru caminó. Y debido a esto los papeles se habían invertido pues ahora Inuyasha estaba celoso de que su cachorro aún no lo llamara papá, pero eso no duró mucho pues justamente cuando el nene cumplió 2 años mientras se cortaba el pastel para repartirlo entre la familia el niño llamo papá a Inuyasha mientras hacía un puchero señalando su plato vacío indicando que aún no le daban su rebanada de pastel. Y al igual que la primera vez que Takeru caminó Inuyasha se puso a llorar recibiendo burlas de sus amigos, principalmente de Miroku, Koga y su hermano Sesshomaru pero Inuyasha les dijo que ya los vería cuando tuvieran hijos, haciendo que paldicieran y Inuyasha sonriera con maldad.

— Perdón Kikyo pero no encontrabamos el peluche de Takeru....

— lo shiento Mami....

Era increíble como su niño siendo aún tan pequeño ya comenzaba a hablar mucho más claro.

— No te preocupes mi amor está bien...

— Bueno nos vamos? El parque de diversiones nos espera...

— Si, Si! paque de divesiones!... — exclamó emocionado el pequeño peli-plateado.

Sus padres se rieron ante su entusiasmo y salieron de su hogar para subir al auto, no tardaron mucho en llegar a su destino pero debido a que el estacionamiento estaba lleno Inuyasha tuvo que estacionarse a unos cuadras del parque. Por lo que ese tramo lo realizaron a pie, y debido a la urgencia de su cachorro lo alzó para cargarlo y tomar la mano de su esposa para acelerar el paso.

— Dios sin duda heredó tu impaciencia... — menciono Kikyo al ver cómo su hijo se había bajado de los brazos de su padre y había corrido a mirar uno de los juegos que estaban enfrente de ellos.

—  Pero también mi belleza... — presumió Inuyasha.

— Jajaja si... — dijo para ir con Takeru quien los estaba llamando.

— Oye! Sabes que es cierto!.. — reclamó acercándose a su esposa y hijo.

— Mi amor ya sabes a qué jugo te quieres subir?... — preguntó ignorado a su esposo y centrando su atención en su retoño.

— Si! A ese!... — señaló.

— Muy bien vamos.... — tomo su mano.

— Kikyo no me ignores....

— Takeru, después de los juegos quieres ir a comer a un restaurante o con tus abuelos?...

— Con los abuelos!...

— Muy bien....

— Kikyo!

Después de subirse a todos los juegos que estaban permitidos para la edad de Takeru, se marcharon rumbo a la casa de sus suegros pues el pequeño quería comer en casa de sus abuelos, llegaron rápidamente ahí y tal como en el parque de diversiones el pequeño no espero para correr a la puerta y tocar. No pasó mucho para que una de las sirvientas abriera la puerta y dejara pasar encantada a Takeru no sin antes decirle dónde se encontraban sus abuelos y así el niño rápidamente entro a la casa en busca de sus abuelos.

— Kikyo....Espera.... — sujeto la muñeca de su esposa y con la mirada le pidió a la sirvienta que se retirará.

— Que sucede Inuyasha?

— Estás molesta conmigo?

— Que porque lo estaría? ... — preguntó ladeando la cabeza.

— Porque dije que Takeru heredó mi belleza....

— ........

— Fue por eso verdad?

— Es que.... Inuyasha siento que el no tiene nada de mi... — menciono con la voz quebrada — no me malinterpretes, adoro ver qué es una copia pequeña de ti, pero me gustaría ver algo de mi reflejado en el....

— Mi amor el si tiene cosas de ti.....

— Claro que no

— Claro que si, pero tú no lo ves... Mira cuando se pone serio arruga los ojos de la misma manera que tú, y es obstinado hasta no lograr lo que se propone, no recuerdas aquella vez que dijo que quería comer por si solo?

— Si

— Ves? el tiene cosas de ti, y créeme que cuando crezca comenzara a mostrar más cosas que haya heredado de tu parte...

— Gracias Inuyasha.... — pronunció abrazándolo.

— No es nada mi amor... — correspondido el abrazo.

— Aún así espero que el próximo bebé, está vez se parezca a mi... — menciono.

— Próximo bebé?

— Sorpresa, estoy embarazada..

Y eso fue lo último que escucho Inuyasha antes de desmayarse.

— Inuyasha!

Cuando volvió a abrir los ojos noto que estaba en la sala y sus padres estaban también ahí hablando con Kikyo mientras su hijo jugaba en la mesa de centró con algunos carritos.

— Que me pasó?... — preguntó sentándose.

— Papá/Inuyasha!.…

Inuyasha correspondió el abrazo que le brindaban su esposa e hijo, sin duda debe de haberlos asustado.

— Ay hijo... Mira que desmayarte así... — pronunció Izayoi con un deje de preocupación.

— Déjala cariño, a deber sido por la impresión..

— Lo se, pero también se llevó consigo a Kikyo y asustó a nuestro pequeño Takeru....

Antes esas palabras Inuyasha miro con preocupación a su esposa.

— Estás bien?...

— Si tú amortiguaste mi caída...

— Papi.... — interrumpió el pequeño — Vo a tene un hemanito?

Inuyasha miro a Kikyo quien sonreía por lo que el sonrío y llevo su mano al vientre plano por ahora de su esposa.

— Claro que si cachorro, tendrás un hermanito o hermanita...

— Siiiiiiiiii!!

El entusiasmo del menor contagio a todos los presentes.

Inuyasha no podía evitar sentirse increíblemente feliz, más al ver a su cachorro preguntarle a su madre cuando llegaría su nuevo hermanito.

Enserio como amaba a su familia.

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