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𝕯í𝖆 14
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━━━━━━"Chocolate"━━━━━━
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Au. Moderno

Día de San Valentín.

Uno de los día más esperados para todos.

Por todos lados se podían ver decoraciones en forma de corazón, flores con aromas fragantes, globos y chocolates en distintas formas y precios.

Kikyo había hecho mucho chocolate el día anterior para sus amigos, aunque solo a uno le puso más empeño y dedicación que al resto, pues este tenía pensado regalarselo al chico de quien estaba enamorada.

Inuyasha.

Aquel chico de cabello platinado y ojos dorados, gentil y fuerte. No era de extrañar que fuera muy popular en la escuela, por lo tanto tampoco debía de sorprenderse de todo el chocolate amontonado en su pupitre, pero aún así esa vista la hizo sentir mal y acobardarse de entregarle el chocolate. Por lo que todo el día solo se dedicó a repartir el chocolate de obligación a sus compañeros y los otros a sus amigos, teniendo que ver escenas muy raras, pues al momento de darle el chocolate a Naraku este se puso a llorar por lo que solo se retiró lentamente de ahí, no sin antes darle a Kagura el chocolate que le había preparado, y al entregarle a otras personas fue agradable por ejemplo a Kagome, Sango y Rin quienes también le regalaron chocolate. Cuando las clases culminaron, guardo sus cosas encontrándose de nuevo con aquella caja roja en forma de corazón adornado con un lindo lazo anaranjado, suspiro y cerró su mochila para salir del aula.

Después de colocarse sus zapatos partió rumbo a su hogar, con un ánimo desganado y triste por no haber sido capaz de entregar el chocolate que había preparado con tanto esmero y dedicación. Tan sumida estaba en su nube oscura que no escucho como alguien la llamaba a lo lejos por medio de gritos, solo se dió cuenta cuando sintió un jalón hacia atrás que evito que fuera atropellada ya que al estar tan metida en sus pensamientos no se dió cuenta que estuvo a punto de cruzar la calle cuando el semáforo estaba en verde.

— Q-Que?.... — fue lo único que pido pronunciar pues aún seguía en shock.

— Kikyo!.. ¿¡Estás bien!?.... — esa voz la hizo salir de su shock y dirigió su vista hacia arriba topándose con aquellos ojos dorados con los que soñaba.

— Inuyasha?.... — dijo sorprendida.

— Si, soy yo...estás bien?.... — preguntó escaneandola con la mirada en busca de alguna herida.

— Si estoy bien gracias a ti.... — agradeció separandose de el, ya que estaba muy cerca de ella.

— Segura? 

— Si...

— Ya veo...

— .....

— .....

— Y que haces aquí Inuyasha? Si según recuerdo tu casa no está por este rumbo?... — preguntó cruzando la calle en compañía del peli-plateado.

— Ah si ja ja ja.... Pues verás... — se rasco la nuca avergonzado — alto... Cómo sabes que mi casa no es por este rumbo?

— Inuyasha pertenezco al consejo estudiantil y además de que siempre te veo irte con tu amigo por el lado contrario... — respondió con simplicidad.

— Ah! Ya veo.... Eso tiene sentido.... — murmuro.

— Entonces?

— Pues... La verdad.... Kikyo quería preguntarte algo.... — dijo serio.

Ante la seriedad de su voz, Kikyo se detuvo y miro fijamente a Inuyasha, quien tenía una mirada muy seria.

— Que cosa?

— Por que ...... Porque fui el único al que no le regalaste ningún chocolate?...

BAM.

Aquella pregunta la tomo completamente desprevenida, no sé esperaba para nada que Inuyasha viniera hasta acá solo para preguntarle por qué no le había entregado ningún chocolate, incluso su fuera uno insignificante como los de obligación.

— Pero que dices? A muchos no les di chocolate....

En momentos como este, Kikyo agradecía enormemente que era capaz de controlar sus emociones desde que era una niña.

— Mentira!!!!    — aquel grito la hizo sobresaltarse, eso la había asustado — Le diste chocolate a todos los del salón, incluso le diste uno al bastardo de Naraku! Pero yo no recibí nada! Ni uno! Porque!? Acaso me odias Kikyo?

— Q-Que!?! Claro que no!... — exclamó escandalizada.

— Entonces porque Kikyo!?... Por qué soy el único que no recibió nada de ti... — su voz fue disminuyendo conforme hablaba, estrujando el corazón de la joven.

— Es que yo.... Yo....

Se estaba poniendo nerviosa, la mirada llena de desilusión y tristeza en el rostro de Inuyasha la estaba matando, pero los nervios se estaban apoderando de ella haciendo que las palabras no salieran de su boca, por lo que sin más abrió su mochila y saco aquella caja que le había costado entregar.

Inuyasha sentía que estaba por llorar, pues después de decir eso, Kikyo no dijo nada por lo que el silencio lo estaba lastimado, pero sus ojos se abrieron sorprendidos al ver a Kikyo sacar una caja en forma de corazón de su mochila. Al ver esa caja su corazón se agitó, acaso ese presente era para el?.

— Yo... — volvió a hablar Kikyo — Estos son tuyos, tenía pensado darte los en la mañana pero ví que ya habías recibido muchos al igual que confesiones por lo que desistí...

— Kikyo... — pronunció tomando la caja que se le estaba dando — todos esos chocolates no son nada para mí, todo el día los únicos chocolates que quería recibir eran los tuyos y nada más...

Eso tomo por sorpresa a Kikyo.

— Espera Inuyasha, entonces estás diciendo que tú...?

— Si, me gustas Kikyo.

Y el color estalló por todo su rostro, su piel de porcelana ahora estaba tan roja que parecía un tomate peor Inuyasha no se quedaba atrás pues estaba en las mismas condiciones que ella.

— P-Puedo probar uno?... — preguntó el peli-plateado, tratando de cambiar el tema.

— Si, al final los hice para ti...

Con el visto bueno, Inuyasha desató el lazo y abrió la caja encontrando chocolates que se veían apetitosos a simple vista, sin demoras tomo uno y se lo llevó a la boca, deleitándose con la increíble dulzura del sabor a chocolate y rompope.

Estaban exquisitos.

— Están deliciosos....  — confesó con una gran sonrisa.

— enserio? ... — dijo con ilusión.

Esos eran los primeros chocolates caseros que hacía.

— Si lo son...

— Me alegro....

— Quieres probar uno?... — preguntó para probar su punto.

— Claro no veo porque no...

Entonces Kikyo se extraño al ver a Inuyasha sacar otro chocolate y llevárselo a la boca, para después acercarse a ella y unir sus labios en un beso.

Un beso con sabor a chocolate.

Se separaron con un hilo de saliva uniendo sus bocas, la dulzura del chocolate aún estaba muy impregnada en ellas.

— Esto significa que somos novios?... — esa pregunta hizo reír a Kikyo, primera la besaba y después le preguntaba.

Si que Inuyasha era todo un caso, pero el fue la persona de la que se enamoro.

— Si me lo preguntas apropiadamente, lo podría pensar ....

— Kikyo...¿Quieres ser mi novia?

— Me encantaría...

— Genial!!...

— Pero aún espero mis chocolates en el día blanco ... — menciono con una sonrisa.

— Eso no lo dudes...

Y con un beso sellaron la promesa, sin duda Kikyo podía acostumbrase a esos besos. Un beso bañando en la dulzura que solo un chocolate puede otorgar.

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