Capítulo # 9
Salir con Bruce y sus amigos ha sido excelente, fuimos al Bar de la ciudad a tomarnos unos tragos, hablar de fútbol y de la chica aquella con la que estuvieron los tres a la vez...
Este lugar era un antro de alcohólicos, prostitutas, un local pequeño y abandonado que el viejo Tom rentó y lo convirtió en esto: colillas en el piso, baños mixtos, alguna que otra rata - vamos que está abierto de milagro - pero a pesar de lo deteriorado que está este sitio, me gusta, al fin y al cabo no es el lugar sino la compañía.
Después de pasadas unas tres horas bebiendo y riéndonos de absolutamente todo, salimos caminando para ver las decoraciones de halloween y ver en que jardín podemos entrar y desbaratarlo todo, Bruce hace un rato que se fue - recibió una llamada de su jefe o algo si, en realidad no se ni donde trabaja.
Ray, William y Fred - madre mía que trío - nos los recordaba tan buena onda, y junto a mí hacemos la banda perfecta para acabar con la poca tranquilidad que hay en las calles de por aquí. Después de poner petardos, tirar piedras y orinar todo adorno que había por allí decidimos volver a casa, justo cuando estamos de regreso veo a Sarah y a Elizabeth que vienen de algún sitio el cual no se, pero seguro estaban estudiando ya que traen libros y mochilas
- Sigan ustedes, tengo algo que resolver - le digo a la panda de borrachos que andan conmigo... aunque no se porque los llamo así, yo también estoy un poco pasado de copas
- ¿Qué vas a hacer tío? - me pregunta Fred - no seas aguafiestas
- Sigue tu rumbo joder - respondo - no seas metiche - me alejo de ellos acercándome a Sarah y Elizabeth - Veo que te has hecho amigas - me dirijo a Elizabeth en tono cariñoso.
- Si, me he hecho amigas - me responde ella molesta, supongo que por mi respuesta de esta tarde y sin darle mucha importancia al asunto sigue caminando.
- ¡Para! - le digo mientras sale caminando - ¡¡Elizabeth Paraaa!! - sigue aún sin detenerse - Disculpa Joder - le grito estando a varios metros - Fui un imbécil ok, pero perdóname, de veras lo siento... es solo que a veces me cuesta abrirme a los demás, si te traté mal disculpa... en el fondo soy buena persona - se me quiebra la voz y caigo sentado en la acera mientras sin saber porque me cae una lágrima en el labio. Cuando Elizabeth gira la cabeza me ve en el suelo y decide volver hacia mi
- ¿Por qué estás llorando? - me pregunta ella con voz dulce... nunca nadie me había hablado así
Antes de responder me quedo mirando a Sarah para que se de cuenta que no me siento a gusto para expresarme delante de ella. Enseguida se da cuenta y ríe de manera un poco sarcástica
- Tranquilo Dylan, no le diré a nadie que eres un llorón - me guiña un ojo y se marcha.
Se que estamos solos y tengo la necesidad de desahogarme, esta chica me transmite paz
- Joder Elisabeth, es que vengo un poco rallado en estos días - digo mirándola a los ojos - este último mes ha sido muy intenso y ¿quieres saber por qué quisiste ser mi amiga? - le pregunto sin dejar de mirarla y yo mismo respondo -porque no conocías a nadie, pero tampoco me conoces a mí, no soy igual que el resto: no tengo dinero, no tengo ropa cara ni lujosa, tampoco el último coche del mercado, soy un drogadicto, un borracho y nunca nadie de tu condición ha querido siquiera compartir asiento en el cole conmigo y de repente llegas tú intentando acercarte a mí... ¿de dónde salistes... por qué yo? si tienes muchos ricachones para escoger de amigos - le suelto todo eso sin pensarlo mucho siquiera, el alcohol me afloja la lengua
- Sabes, fuistes el primero con el que quise entablar una amistad - me responde ella tomando mi mano y sentándose a mi lado - y todo lo que has dicho antes... la ropa, el coche, la popularidad; es sólo el exterior Dylan, tú tampoco me conoces y para mí nadie significa más por tener el último Lamborghini, ni por vestirse con los jeans más caros de la temporada, he escuchado una frase que dice
... "Mas escencia y menos apariencia"... y eso es lo que veo en ti, solo escencia y nada de apariencia. ¿Sabes qué creo? qué aunque hayas bebido... que es obvio que has bebido por la peste a alcohol que traes... aunque seas un macarra o el típico chico rudo y serio con corazón de piedra, detrás de esa fachada que tú mismo has creado, hay un hombre sensible y frágil con un corazón verdadero - termina de decir acariciando mi mejilla con ternura
- Tienes razón Elizab... - no puedo terminar de hablar porque le vomito encima - Joder, perdón, perdón - que vergüenza por Dios - te he arruinado la falda, lo bien que iba todo y tuvo que terminar así.
- No te preocupes - afirma ríendo - solo espera un momento, llevo ropa en la mochila, hoy tenía pensado quedarme en casa de Sarah, pero visto lo visto, vamos a tener que dejarlo para otro día - que chica más madura, de ser Meryl me mata por vomitarle encima
- Ufff - resoplo con tono de alivio - ¿Qué miras? - le pregunto a Elizabeth mientras se queda fijamente observándome.
- Ni creas que me vas a ver cambiándome - me dice mientras camina al costado de una casa para cambiarse aprovechando la oscuridad - Date la vuelta y te aviso cuando termine.
Me doy la vuelta y espero unos 5 segundos para aprovecharme un poco y verla, no es por ser depravado, sino que me da curiosidad. Hubo un momento que se quedó solo en ropa interior y literalmente me hechizó, me quedé mirándola tan detalladamente, y reparándole cada centímetro de su piel; tiene un buen trasero y unas piernas bastante bonitas, su pelo negro le cae sobre la espalda y le deja ver un tatuaje en forma de estrella que tiene en el hombro, su cintura es pequeña, no está para nada exagerada pero es mi prototipo de chica, quizás algún día hechemos un polvo o algo asi.
- ¿Qué miras cochino? - me dice un poco enfadada, lanzándome encima la falda llena de vómito. Hago una mueca bastante graciosa debido al desagradable olor y nos reímos los dos como en un juego de niños. La acompaño hasta su casa para que no camine sola por estas calles a las 11:30 de la noche y menos en una noche de Haloween.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro