Capítulo # 7
Un amanecer distinto
Elizabeth
Mientras voy en el auto rumbo a lo que será mi "nuevo hogar" no puedo evitar pensar en los cambios que ha dado mi vida en estos últimos meses, soy nueva en esta ciudad y la verdad tengo pocos amigos, vengo de Florida y tras la separación de mis padres y los cuernos de mi ex he decidido cambiar mis horizontes - no es que tenga mucho dinero - pero mi madre y yo habíamos ahorrado un poco y nos rentamos una casa en este " pueblo" si es que se puede llamar así.
No estoy muy feliz que digamos, pensé que esto era otra cosa...
- ¿Qué pasa en este maldito pueblo? - digo mientras entro a mi nueva habitación - no sale el sol o que? Mirando por la ventana como cae la noche y la lluvia no cesa-susurro-Total, es este el paraje idílico para deprimirme.
Me acuesto en mi cama, ha sido un largo y agitado día de mudanza. Me quedo mirando al techo y no puedo evitar llorar al recordar mi reciente ruptura. Sollozo, y me hago esa pregunta que todos nos hacemos al menos una vez en la vida.
- ¿Por qué me hizo esto? - digo entre lágrimas - ¿Acaso no fui suficiente para él, acaso no di todo de mi, o quizás se encontró otra? - secando las lágrimas de mi rostro me siento en la cama y tomo fuerzas para responder mis propias preguntas, ya que nadie más lo hará.
- Sí!!! - digo con firmeza - Sí fui suficiente, sí lo di todo, me entregué porque estaba enamorada - empiezo a sollozar nuevamente sin poder evitarlo - cuando uno ama de verdad hace lo imposible por ver feliz a la otra persona, auque eso opaque tu sonrisa, aunque el esfuerzo sea doble o triple... que más da? - me acuesto y abrazo mi peluche de felpa - Si lo haces por quien amas ganas, aunque pierdas...
Despierto, me levanto aún soñolienta, miro por la ventana y me asombro con lo que veo... quizás infravaloré esta ciudad... tiene un amanecer impresionante.
- ¿Qué es eso que se ve a lo lejos? - me pregunto - es un lago... Waoo!! es hermoso.
Poniéndome en función de mi nuevo día me dirijo al baño para darme un rápido baño. Hoy me siento feliz y triste - quizás ese sentimiento no exista - pero no se como explicar esto que siento.
Salgo envuelta en la toalla y me encierro en mi habitación. Me pongo el uniforme después de ponerme unas bragas negras con un brasier a juego, maquillo ligeramente mi rostro y aplico un poco de labial rojo - quizás no es para este tipo de casos - pero me encanta.
Llego por fin al "nuevo instituto" y nos recibe la directora - aún no me se su nombre, ni siquiera me interesa - comparto clases con un chico que también es nuevo - es el típico cachas con un cacahuete de cerebro, pero me pareció amigable.
Entramos al salón y mientras la directora nos presenta - siento algo - no se si al chico nuevo le sucede lo mismo, pero yo siento la pesada mirada de alguien, me siento incómoda. Busco esa mirada que tanto me pesa y veo en el fondo a un chico... no es igual que el resto - mientras todos aplauden él solo se queda ahí, sin prestar la más mínima atención - ¿sabes cuándo tienes la sensación de conocer a una persona, esa familiaridad que te puede causar ver a alguien por primera vez... cuándo le miras fijamente a los ojos y ves su mundo reflejado en ellos? - pues eso mismo siento al mirar a ese chico. Por suerte del destino o sabrá Dios porque mi lugar en el salón a partir de hoy será justo a su lado. La verdad es que ahora me siento un poco incómoda, no se porque me tenía que tocar sentarme aquí - estoy nerviosa - esa mirada tan penetrante tuvo efecto en mi, pero no se como decírselo, además de que todos están atendiendo a clase.
Trato de hacer contacto físico con él rozando su brazo pero lo retira hacia un lado - ¿y si le hablo? - pienso... no se que arrebato me da, pero arranco un trozo de papel y le pregunto el nombre - tarda unos segundos en reponder - escribe en el papel y me lo devuelve.
"Dylan" - es su respuesta... joder que seco... pero no me rindo - le pregunto en esa pequeña notita cual es su número de teléfono - para mi sorpresa, me lo da - creí que me mandaría a la mierda... pero no.
Suena el timbre y cambiamos de clase - ahora con ciencias sociales.
Llega el final del día y estoy en casa en pijama y completamente relajada acostada en mi cama - doy un largo bostezo - creo que me acostumbraré a este lugar después de todo, tengo la sensación de que mi estancia aquí va a ser... mágica - pienso antes de cerrar mis ojos y caer en un profundo sueño.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro