Capítulo #17
PEARL WATSON
Invierno... esa estación donde la pureza realza su magnetismo, una época del año tranquila, donde las familias se reúnen y la paz inunda las calles... ese es el invierno para todos.
Para mi... más que ser un ejemplo de serenidad, es una muestra de maldad disfrazada de blanco, ocultando la oscuridad de nuestras impuras almas.
Y allí estaba yo (en el lugar que para mí era el más frío de toda la ciudad) teniendo la conversación que definiría mi futuro o incluso más que eso, me mantendría viva.
- No puedo hacerlo, es demasiado. - Le respondo a punto de romper en llanto.
- Ya ha pasado mucho tiempo, no puedes decir que no. - Afirma ella.
- ¿Pero hay algo qué yo pueda hacer? - Le pregunto.
- Si, maneras hay. - Responde. - Mírame a mí dónde y cómo estoy; quise dejar todo atrás, olvidarme de la vida y que se pudra el mundo... pero claramente fue la peor decisión que he tomado.
- No se que hacer. - Le afirmo. - Te veo y no quiero ser el reflejo de lo que eres tú.
- ¡Si no quieres serlo desaparece, esfúmate, pierde a todos de vista! -Me exclama. - Lo veo como tu única opción.
- Estar loca es una opción, pero hace años te adelantaste. - Le respondo con el mayor desánimo que he sentido jamás. - Mi vida depende de un hilo. ¿Y sabes lo qué más me jode? - Digo mirándola a los ojos. - Que esta vez solo depende mí, porque en ocasiones la solución a tus problemas está en las manos de alguien más; de un médico, un piloto o simplemente de un desconocido que camina a tu lado, pero estando sola no puedes contarle a nadie tu calvario y la discreción es lo único que te salva del suicidio. En situaciones como esta estar loca más que una opción, es realmente un anhelo.
Termino de decir esto y camino hacia la puerta de la habitación, me dispongo a abandonarla pero me detengo cuando mis oídos captan una frase que jamás pensé escuchar de la voz de esa persona.
- Tienes razón. - Exclama.
Las probabilidades de que me dijera eso eran tan bajas que estoy segura que incluso ella misma duda de lo que acaba de decir.
- ¿Realmente me estás diciendo qué tengo razón? - Le pregunto frunciendo el ceño.
- Mírame Pearl, yo entiendo todo lo que me dices, pero cada cual elige su forma de vida y así la elegiste tú, ahora solo te queda afrontar las consecuencias.
- Antes de irme necesito un último favor. Te pido que me guardes esto. - Le digo mientras le entrego un sobre con unos escritos.
- ¿Y esto qué es? - Pregunta ella.
- Diría que es "confidencial ". - Le respondo haciendo las comillas con los dedos en la última palabra. - En el caso de que no viniera más por aquí, - le explico - entrégale el sobre a la persona en que más confías, esa persona en la que ambas estamos pensando.
Sostiene unos segundos de silencio y responde sobresaltada.
- ¿Por qué quieres qué le de esto a Dylan?
Me limito a no darle una respuesta y salgo de este lugar que tanto repelús me transmite.
A veces evadir una pregunta es la mejor manera de responderla, al menos yo pienso así.
*******
Llegar a casa es la mejor sensación que puedo experimentar, la seguridad que me brinda es... sencillamente única . Y sí como no, también deshacerme de esta peluca, del maquillaje y de todo lo que llevo puesto para pasar "desapercibida" .
La chica que va al colegio es Pearl, o sea yo, pero desgraciadamente no es la única persona dentro de mí, también está la chica de negro, como me suelo llamar cuando voy a hacer "recados" y demás asuntos turbios.
El reflejo de una extraña, la silueta de una chica a la que desconozco por completo, eso es lo que veo cuando me miro al espejo. Un rostro joven, sin arrugas ni marcas, pero con la mirada más destruida que jamás alguien vió . Solo me doy cuenta de que ni el mejor maquillaje del mundo puede ocultar lo que a gritos dicen mis ojos, mis labios untados de rojo, mis falsas pestañas...
Dicen que el amigo más sincero es ese que nunca oculta tus verdades y saca tus defectos a la luz. Y aquí estoy yo, frente a mi mejor amigo... ese que sostiene una hoja en una esquina de su marco y me permite leer esa frase que es tan común como tan falsa, pero que me ha dado tanta motivación y se ha convertido en mi lema:
"Sé cómo la Luna, acéptate en todas tus fases".
Cierro los ojos y después de repetirla una y otra vez en mi cabeza, me doy cuenta de que es lo más absurdo que he escuchado en mi vida.
¿Acaso alguien le ha preguntado a la luna si ella se acepta cómo realmente es? Con cráteres, tan inconstante y sin luz propia. Redonda a veces, delgada casi siempre y en ocasiones simplemente no está.
Abro los ojos y viendo mi reflejo en el espejo me digo a mi misma en un susurro...
《No seas como la luna Pearl, porque ella es la prueba más clara de rebeldía ante su propia imagen.》
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