Los miembros de la dinastía Lan junto con los funcionarios de mayor renombre tenían la fiel costumbre de dormir a las nueve de la noche y despertar a las cinco de la mañana. Era fastidioso para gente ajena pero servía como disciplina para el cuerpo.

Fue una lástima que uno de sus más grandes miembros permaneciera dormido mas allá de las ocho. Su rostro apacible solo era interrumpido por bajos murmullos quizás producto de un sueño, uno que parecía ser bueno a los ojos de Jiang Cheng que miraba con detenimiento el rostro de su invitado.

—La familia Lan no sabe beber alcohol

La mención fue para si mismo, lanzando un bufido y volviendo la vista frente a él. No hubo nada interesante en ella más que almohadas pero fue preferible que mirar por más tiempo al primer príncipe de Gusu y aunque prefería largarse de allí todavía persistía el dolor en la parte baja de su espalda.

Por esta misma razón permaneció boca abajo después de despertar.

—Wangji... Los conejos, muchos conejos —El balbuceo de XiChen provocó una mayor extrañeza en el emperador ¿Estaba soñando con los conejos de su hermano? No pareció ser el único que le gustaban esos animales, incluso Wei Ying portaba uno la última vez que lo vio.

—Preparen el horno, me comeré un conejo —Con la misma maldad de su amigo Cheng susurró a pocos centímetros del oído de Lan XiChen y sus palabras surtieron efecto, poco después de profesarlas la boca del primer príncipe hizo un mohín, como si intentara suprimir su descontento.

—No... —Un suave movimiento de negación antes de girarse, involuntariamente abrazó lo primero que encontró cerca y calmó todo pensamiento o sueño cuando su brazo permaneció sobre la espalda de Cheng, compartiendo calidez. En cambio el emperador no hizo nada más para molestarlo por el momento, solo volvió a mirarlo por largos minutos preguntándose como demonios llegó a tal situación con él.

Fue solo después de la amenaza que lanzó hacia Lan Wangji que el hermano mayor salió de la sala de reuniones, tan apacible y amable como siempre, saludando a la futura emperatriz y despidiéndose de su hermano, prometió regresar antes de la boda tal como se pactó minutos atrás al mismo tiempo que Wei Ying regresaría a Yunmeng por última vez. Esa fue la razón de todo, la desconfianza de Jiang Cheng para dejar a su mejor 'guerrera' en territorio enemigo tras saber que su plan inicial se quebró, Lan XiChen fue solo una garantía.

Ninguno pudo saber hasta ser demasiado tarde que quien ascendería al trono seria el segundo príncipe y no el primero, WanYin no tuvo manera de retractar el compromiso con una excusa creíble. Sin saberlo entregó a Wei Ying a su peor enemigo sin ningún tipo de escudo ni arma para defenderse, solamente pudo ganar tiempo llevándose a Zewu-jun como prevención en caso que la verdadera identidad de Wuxian se revelara.

Si su intención era hacerle daño a Wei Wuxian debían recordar que él tenia a alguien importante en sus dominios, una sola acción fuera de lugar y Lan XiChen terminaría perdiendo la vida. Por supuesto, estos pensamientos contrastaban en demasía con la imagen que ambos daban en ese momento, con las prendas de ambos desperdigadas por toda la habitación real y compartiendo cama después de algunas rondas de sexo nocturno.

Jiang WanYin ni siquiera sabia que le atraían los hombres, solo tuvo el conocimiento previo de años atrás que a Lan XiChen si le gustaba y peor, que parte de ese interés estuvo centrado en él. Como todo un caballero y manteniendo la compostura en ningún momento habló de esto con Cheng, sin embargo, todo cambiaba con solo una copa de licor.

El temperamento de Lan Huan Se volvió más suave, llegando al punto de ser enérgico, su lengua no descansó en ningún momento de la pequeña velada que se hizo en honor de su visita, la sala principal se llenó de sus risas y las anécdotas que contaba como cualquier cuento fantástico, cada palabra la inyectó con pasión, incluso con dramatismo.

Lan XiChen era un idiota ebrio a los ojos de Jiang Cheng, pero en ningún momento apartó su vista de él. Escuchó cada disparate suyo y después de la primera copa bebida del príncipe ordenó retirar todo lo demás, una copa era suficiente para él y no deseaba ver su pulcra mesa siendo manchada por el vómito si no se controlaba.

Siendo un buen anfitrión fue el mismo emperador quien llevó a XiChen a una de las habitaciones asignadas para él en el palacio y jamás estuvo tan arrepentido. Con un brazo sobre los hombros del monarca prácticamente le arrastraba por los pasillos, más de una vez lo maldijo en voz alta y le amenazó con dejarlo a medio camino si no cooperaba con él. Sin embargo Lan XiChen no pareció escuchar, en cambio siguió con sus contantes anécdotas hasta que una llamó completamente la atención de Cheng.

A miles de kilómetros Lan XiChen seguía dándole ánimos a su hermano menor, entre palabras arrastradas lo que el emperador pudo rescatar de esa boca floja fue una historia de amor prohibida. Él, como espectador veía el florecimiento de los sentimientos de Lan Wangji mucho antes que el mismo Zhan, por este motivo rechazó el trono, dejó libre el camino a su hermano y confió plenamente en que el amor sobrepasaría el odio acumulado hacia Wei Ying que cegaba todo lo demás.

Palabras tan sosas revolvieron el estómago de WanYin mas lo mantuvieron con un hilo de esperanza hacia su amigo.

Si Lan Wangji realmente amaba a Wei Wuxian quizás no le importaría su género después de descubrirlo, tampoco armaría un escandalo ni rompería el tratado de paz. Después de la boda, si llegaba un paquete con los restos de Wuxian sabría la respuesta.

Jiang Cheng siguió reflexionando la mañana siguiente si Lan Huan tenía un buen corazón para sobreponer el bienestar de su propia familia por encima de sus intereses o era lo bastante idiota por rechazar el título de heredero poner toda su confianza en una relación que posiblemente terminaría en tragedia.

Durante esa reflexión no se dio cuenta que el dueño de esos pensamientos había despertado y le miraba con sorpresa, una que rápidamente cambió a extrañeza y terminó en vergüenza en un corto lapso de tiempo. Habría saltado de la cama real en confusión y agradeció infinitamente no hacerlo ya que nada más cubría su cuerpo más que la fina sábana que compartía con WanYin.

Lo ultimó que el primer príncipe recordaba fue el banquete en su honor... La aceptación de beber el vino característico de Yunmeng y después nada. No hubo más recuerdos en su memoria más que el rastro que dejó su propio cuerpo al sentirse ligero. Tras atar los cabos no fue difícil saber como había terminado la noche.

—Después de esto... ¿Debo pedir tu mano? —La pregunta de Zewu-jun tomo desprevenido al emperador, su cara mostró desconcierto y maldijo no tener cerca su látigo para estrangularlo en ese momento.

—¿Por quien me tomas? —Más allá de su enojó no mostró otro signo de querer alejarse, después de todo era su palacio, su habitación real y su cama, quien debía largarse era XiChen no él, además su espalda dolía a horrores y no se negaba a mostrar debilidad frente a XiChen. Por desgracia el primer príncipe tampoco mostró señales de querer irse, al contrario, acomodó la almohada bajó él un poco más cerca de su compañero.

—¿Te lastimé anoche?

—¿Qué no recuerdas nada?

—... No

—Mejor así. Vete a tu habitación, puedes comer allí o en el comedor —Dispuesto a dormir un poco más cerró los ojos, con la clara orden -y cortés para alguien como Cheng- debió sentir algunos movimientos a lado suyo, sin embargo nada ocurrió, Lan Huan permaneció en su sitio, por primera vez saltándose la regla de su familia para buscar también de nuevo el camino del sueño. Cuando el emperador volvió a abrir los ojos se encontró con esa misma imagen.

—Lamento no recordar nada, también si te hice algún daño o fui inapropiado

—Para Gusu muchas cosas son inapropiadas, explicate —Aunque vaciló no pudo evitar indagar.

—Si hice algo en contra del palacio o de ti, también... —Por un momento el mayor de los jade titubeó y prefirió encarar con la mirada a su anfitrión para proseguir—. Si me excedí con 'eso' —Fue una pena no recordar su primera experiencia sexual, más con el hombre que llamó su atención pocos años atrás, las preguntas de cómo ocurrió, cómo fue y hasta donde llegó rondarían en su cabeza por los próximos días y seguirían más allá de su visita en Yunmeng.

Restándole importancia WanYin rodó los ojos. —Te dije que lo dejarás así, no ocurrió nada fuera de lo normal —Si pudiera llamar normal a aquella noche agitada claro. A pesar de mostrar el mismo semblante de superioridad habitual en el emperador secretamente guardaba las ganas de golpear a Lan Huan como reclamo a todo lo que le hizo pasar y la única razón por la que no lo hizo fue por su orgullo.

Decirle que la noche anterior lo mantuvo despierto durante horas, arremetiendo contra él en distintas posiciones que ni siquiera sabia si existan y que además, le hizo llegar al orgasmo más de una vez dañaba por completo su orgullo como hombre, emperador y persona al aceptar que fue sometido y peor, que lo disfrutó tanto que la idea de repetirlo le enojaba aún más.

Lan XiChen era un buen amante, pero fue mejor que él no lo supiera.

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Notas finales: JC es un buen anfitrión (?). Ya tenia ganas de escribir algo de ellos aunque fuese poquito.~

Pd. Encontré la imagen perfecta para la nueva portada ¿Que tal? 💜

Pd2. ¿Recuerdan el concurso de Fics en el grupo de facebook? Logré acabar una idea que una personita dio. Con Xue Yang y Xiao XingChen como protagonistas, la subiré en esta plataforma y en el grupo cuando sea la fecha (que no recuerdo cual) así que si les gusta esa pareja tóxica esperenlo ❤

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