Capítulo 33
Una honda respiración, un compás relajado a la par que su pecho se movía sereno pese a la situación. En cambio sus manos se mantuvieron tensas, en un agarre férreo sin importar las gotas de sangre que manchaban los finos pero resistentes hilos de lo que en algún tiempo fue un Guqin ordinario.
Lan Wangji no perdió la compostura, mucho menos flaqueó ante la amenaza frente a él.
Durante sus años fuera del castillo de las nubes, entre regiones y al mando de su pequeño ejército jamás escuchó algún relato de que QingheNie resguardara criaturas tan viles, animales comunes en un principio pero que gracias al cúmulo de energía negativa su naturaleza cambiaba, se volvía tóxica y letal para sus alrededores.
Su peligro a largo plazo era inminente, mientras el animal terminara alimentándose de su alrededor crecería y no se vería satisfecha, su hambre sería voraz y buscaría una nueva fuente de alimento para saciarse ella y a sus "crías".
Con la montaña infectándose de serpientes le seguiría todo el bosque y en su nueva búsqueda de alimento viajarían hacia los pequeños poblados aledaños cerca de la capital de QingheNie. Siendo un pueblo ganadero, rico en agricultura su población se basaba en campesinos, familias sin ningún tipo de entrenamiento militar ni de supervivencia. Sus guardias, quienes le acompañaron fielmente tuvieron la dificultad de enfrentarse a tan horribles criaturas inclusive con las habilidades de un soldado, lo que terminó en su desafortunada muerte.
El que esas serpientes siguieran reproduciéndose y alimentándose sin parar era inaceptable. QingheNie no era su reino sin embargo, tras su reunión con su gobernante Nie Mingjue, Wangji optó por prestar su ayuda.
Por desgracia nadie estuvo preparado para enfrentar a aquella criatura.
El desvío de su camino habitual de regreso no fue una coincidencia, alguien debió saber sobre su reunión con el emperador y creó tal trampa para hacerlo caer. Fuesen personas de QingheNie, de GusuLan o de terceros quienes no les convenía una unión entre ambos reinos Lan Wangji no tuvo tiempo de pensar en los culpables.
Nadie de los presentes pudo imaginar que el emperador saldría ileso después del destrozo de su carruaje y tras la muerte de los únicos guardias que le custodiaron en su camino. Sin la posibilidad de mandar señales de ayuda hacia el palacio del rey HanGuang-jun estuvo en desventaja.
De no ser por Bichen su historia sería diferente, mas fue gracias a él quien logró enfrentarse al reptil y sellarlo de forma temporal con las cuerdas de asesinato.
Si bien la criatura era ágil el espacio reducido le jugó en contra junto con los pilares que sostenían la cueva y que Lan Zhan utilizó a su favor para atraparla de forma temporal.
Sin embargo, las cuerdas no eran lo bastante poderosas para derrotarle, su extensión no era suficiente y tampoco podría debilitarlo sin tener algo que lo secundara, nada más allá que sus propios dedos que cada cierto tiempo tocaban la cuerda creando un sonido irritante para la criatura que, a la vez causaban un pequeño daño en el, especialmente erradicando poco a poco parte de toda la energía maligna de su ser.
Fue una lenta purificación que le llevaría toda una vida y que se expandiría por toda la cueva.
Si tan solo hubiese llevado consigo su Guqin...
El único deber del emperador Lan en esos momentos fue mantener la calma y distribuir su energía espiritual, alargarla lo más posible hasta que Bichen llegara con ayuda externa.
Lan Wangji confiaba en su espada y estaba seguro de que saldría sin dificultades de la montaña y que, llegaría con ayuda del emperador Nie y sus tropas.
—¡Lan Zhan! ¡Lan Zhan!
Su perfecta concentración se hizo añicos tan pronto esa voz le alcanzó resonando gracias al eco. Era inconfundible y a la vez nueva al no poder procesar del todo que anteriormente el tono efectuado era más dulce y delicado, acorde para una mujer. Pero, al fin de cuentas se trataba de la misma persona, aquella que debió permanecer en su palacio sana y salva, esperándole... O haciendo algún destrozo como era habitual en él.
—Wei Ying... —Su murmullo también hizo eco dentro de las paredes de roca, fue opacado por las lamentaciones de la criatura mas bastó solo con que Wei Wuxian se concentrara en los labios del emperador para saber que fue llamado por él.
—¡HanGuang-jun! ¿Por qué dejas sola a tu indefensa esposa? Mal amante —Wei Ying tuvo el tiempo suficiente para bromear y descolocar al emperador, su reacción fue inmediata al ver los principios de un ceño fruncido y quizás un "patético" retenido entre su garganta. Lo que Wei Wuxian ignoró fueron los principios de la confusión de Lan Wangji hacia su espada, no fue casualidad que su emperatriz llegara cuando necesitaba refuerzos pero ¿Qué tipo de refuerzos eran esos?
Sin embargo, ninguno de los dos estuvo en condiciones de alargar su saludo ante los intentos desesperados de escape en la criatura y es que, debido a la presencia de Wei Wuxian esos intentos se intensificaron a causa del Dizi que llevaba escondido.
Esta serpiente no tuvo gran similitud con las anteriores que Wei Wuxian enfrentó, pese a solo ser una su tamaño rebasaba por mucho a sus compañeras utilizando gran parte de la cueva como descanso y en la que apenas pudo mantener su cuerpo.
Aquellas secciones vacías en lo que desde un principio pensó se trataban de rocas apiladas no lo fueron, parte del hedor putrefacto provenía de esa "pila de rocas" y con un poco más de luz sería visible por completo lo que fue la cena de esa serpiente.
Nadie podría estar seguro si cada parte desmembrada pertenecía a solo un hombre o animal. Lo más razonable al especular fue que Lan Wangil interrumpió su comida ya que las serpientes no suelen dejar nada de sus presas al comerlas por completo.
—Vete —La dificultad de hablar de HanGuang-jun atrajo de nuevo la atención de Wei Ying. Un rápido vistazo no serviría para analizar la situación por completo pero sólo lo poco visto llenó de respeto a la matriarca YiLing ante la habilidad de su esposo.
—¿Y dejar que te diviertas con tu nueva mascota?
Lan Wangji no logró ver la sonrisa de la emperatriz mas solo imaginarla trajo consigo una carga extra.
—Wei Ying...
La advertencia del emperador estuvo llena de cansancio, su voz áspera denotaba el agotamiento y su incapacidad de moverse un solo centímetro comenzó a llenarle de frustración.
¿Por qué se debió?
Hubo la posibilidad, una que se acrecentó ante su cansancio de que la criatura pudiese salir de su encierro e ir directamente a atacar a la emperatriz. De ser así y ante su estado el segundo jade no seria capaz de salvarle a tiempo.
Preocuparse por Wei Ying por ser su esposa, a causa de su tratado de paz o simplemente por seguir albergando sentimientos hacia él pese a saber la verdad tampoco fue algo de lo que pudiese pensar en esos instantes.
Por su parte Wei Wuxian ignoró todo intento del emperador para alejarlo y en cambio se concentró en el reptil. El primer paso ante todo fue mantenerlo retenido y para ello necesitaba aprovechar el encierro de HanGuang-jun. El viejo dicho extranjero de combatir fuego con fuego fue la opción más viable.
Y también la más literal.
—¡Lan Zhan! Prometeme que cuando te lo pida cerrarás los ojos
La duda en el nombrado fue evidente incluso para alguien con un escaso repertorio de expresiones faciales. Lan Wangji dudó en lo que creyó largos minutos y fue aún más largo el asimilar que había aceptado al solo pronunciar un simple "Mmh"
De esta acción ni siquiera teniendo tiempo de sobra el emperador se atrevería a preguntarse el porqué.
Y para Wei Ying bastó para dar comienzo su plan.
... .. ...
... .. ...
—Imprudente, aventurero, poco razonable ¡Un...! Un...
Durante sus pocos años de vida Bichen no había usado tantos malos calificativos hacia una persona, creyendo erróneamente que nadie podría merecer tantos y que el destino le presentó a la espada de la emperatriz Ying para hacerle ver que estaba equivocado y que, podría adjuntar más malos detalles hacia él.
Lo sorprendente fue saber que sólo llevaban tres encuentros entre ambos.
—Un idiota, ya me han dicho así otras veces —La adversidad de la situación no le impidió a Suibian sonreirle, fue un gesto heredado de su maestro, el no dejarse arrastrar por la negatividad de la situación.
Con una mueca de dolor reprimida Suibian rió, el intentar levantarse por sus propios medios fue imposible y su primera idea fue rodar colina abajo con la esperanza de llegar a salvo.
Su compañero cortó todo hilo de pensamiento ridículo al ayudarlo a incorporarse.
—Me salvas una vez y ahora te toca llevarme como costal de papas. Ah, Bichen, si fueras una bella doncella te pediría matrimonio
—Te tiraré si dices una incoherencia más —Lan Bichen se negó a seguir escuchando disparates de la espada de Yunmeng, sin embargo no dejó de prestar su ayuda y es que, a comparación de su maestro Bichen era un poco menos paciente o Suibian era más desesperante que Wei Wuxian.
Cualquiera de las dos razones tendría el mismo fin.
El improvisado campo de batalla quedó desierto para ese entonces, ambas espadas lejos de sus maestros y con una cifra mayor de muertos. No hubo un bando ganador, Suibian contó tres guardias caídos, sin la posibilidad de recuperar sus cuerpos gracias a las malditas cosas que les atacaron de sorpresa. Todos dieron su vida por el bienestar de la emperatriz y conociendo a su maestro recordaría su sacrificio con pesar
—Su majestad Ying también es imprudente —Bichen tuvo una preocupación más y un alivio a la vez por la llegada de la emperatriz.
La espada conocía cada suceso con la 'mujer', cada encuentro y ataque, entre provocaciones y frustraciones de ambas partes y el que ella estuviese presente en tierra extranjera con el único fin de recuperar a su majestad pondría su mundo de cabeza.
—Mi maestro solo quiere recuperar al emperador, no le importan los medios, para ella sólo le estorbábamos —La posición impidió que Bichen viese una media sonrisa amarga de Suibian, no fue la primera vez que Wei Wuxian le dejaba al tener a Chenqing como protección y no sería la última vez en la que la espada pasaría a ser solo un accesorio inútil. También Wuxian confiaba en sus habilidades y ninguna de las dos espadas decepcionó.
Combatir junto a Bichen fue una grata experiencia, tenerlo de su lado a comparación del pasado al tomar como suyas las decisiones de sus mentores y por ende considerarse también como enemigos fue incómodo para la espada de Yunmeng. Mas ahora, teniendo a la par suyo fue algo de lo que se acostumbraría con facilidad.
La única retribución de Suibian fue funcionar como señuelo sin querer ante la cosa que los atacó y esperaba que pronto su maestro se encontrara con HanGuang-jun por el bien de ambos.
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Notas finales: Perdón si hay errores, muero de sueño pero no quería irme a dormir sin subir el capítulo. Si me comí letras o escupí algunas ya saben porqué. (?)
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