Capítulo 31
Los dedos de Wei Wuxian se deslizaron entre la crin de su caballo, fue una caricia vaga mientras hablaba con el animal exhausto aunque este no le entendiera.
Su promesa fue volver por el en cuanto todo terminara y que sólo debía portarse bien con su nuevo comprador el tiempo que fuera necesario. También le prometió un par de manzanas como si el equino fuese su segunda "Manzanita".
Aquellos animales no le pertenecían, eran parte de Gusu y como tal su vida radicaba en aquel territorio, ese tipo de animales se adaptaron a un clima frío creando una piel más gruesa, por lo que tarde o temprano terminarían enfermándose en un ambiente tan árido como QingheNie. Si Wuxian deseaba volver por ellos su tiempo era limitado.
Sin embargo ¿Qué otra cosa pudo hacer? Sus recursos fueron limitados, con una carrera de dos días sin parar los caballos quedaron sin energías. Las provisiones permanecieron a salvo pero la falta de sueño y la nula comunicación con el emperador de Nie comenzaba a cobrar estragos en la emperatriz.
—Madam, los caballos están listos
Detrás de 'ella' uno de los guardias ocultos le informó. No les quedó de otra que verder los caballos a un pequeño campesino local a cambio de otros de menor calidad, esto junto con el carruaje que solo llegó a alentarlos ya que Wei Ying se negó en todo momento a permanecer en el y descansar como haría cualquier personal de un alto estatus.
El camino que recorrerían todavía era incierto mas no podían esperar la recuperación de sus propios caballos o de lo contrario perderían más tiempo.
—¿No hay señales de las aves? —Además del intercambio fue la sexta vez que intentaron comunicarse con el reino a través de halcones, sin embargo ninguna ave mensajera regresó.
Algo o alguien lograba interceptarlas.
—Nuestros últimos halcones desaparecieron, no responden al llamado —El guardia negó tras su explicación. Vio a la emperatriz fruncir el ceño y montar sin ninguna dificultad su nuevo caballo.
—No me sigan —Wei Ying ordenó.
Con la orden dada y Suibian secundando en caso que algún guardia se negara a seguir tal orden al poner encima las de su propio maestro Lan XiChen, Wei Wuxian se marchó hacia las profundidades de la pradera más cercana.
Las grandes montañas y extensas praderas de QingheNie podrían catalogarse como un sitio turístico para quienes visitaban dicho reino, siendo un volcán específico su mayor atracción junto con el orgullo de la familia Nie quien relataba que fue uno de sus antecesores quien detuvo una gran erupción gracias a su imponente rugido.
Como todo imperio su historia estaba plagada de mitos, medias verdades y un cuarto de invenciones o cambios de escenarios. Lo que realmente le interesó recordar a Wei Wuxian fue su historia militar en los últimos quince años.
YunmengJiang y QingheNie jamás tuvieron algún tipo de altercado en el pasado, no hasta que el rumor (verdadero en cierta parte) de que el emperador Jiang ayudaba a Qishan se expandió, lo que provocó un disgusto por parte del antiguo emperador de Nie.
Fue solo en la unión de Yunmeng y Gusu que este primero volvió a recobrar parte de la confianza de Nie Mingjue, el actual emperador. Más allá de ello Wei Ying no había probado los famosos sables de ese reino ni provocado la ira de aquel rey para tener un juicio propio.
Sin embargo, la confianza de Wei Wuxian no era fácil de ganar y no descartó alguna traición de aquel reino hacia Gusu.
Sin hombres ni ejército, en una tierra ajena nada le molestó más que no encontrar a Lan Wangji. El único rastro fue la ruta escogida por su pequeño séquito de guardias y nada más, la misma ruta que estuvieron siguiendo y que de la cual no encontraron ninguna anomalía, no en los primeros kilómetros de tierra desértica.
Esta vez los dedos de la emperatriz se deslizaron por el bambú negro, el relieve característico y familiar para él evocaron memorias pasadas, nada agradables y fugaces que se volvieron cosa cotidiana cada que tomaba en manos a Chenqing; aquella flauta fantasma de la que solo unos pocos eran conscientes de su existencia.
Un instrumento letal, caótico para manos inexpertas o seres con sed de sangre. Para Wei Ying fue solo un arma de supervivencia, una casualidad cercana que en un futuro sería la prueba para su final.
Solo bastó una larga respiración antes de posar el instrumento sobre sus labios, con los dedos deslizándose a través de sus aberturas la melodía comenzó en medio de su penumbra y tan pronto como llegaron a oídos de su caballo este no tardó en relinchar e intentar huir de la escena, para desgracia del equino estuvo amarrado contra un árbol.
Unos minutos fueron suficientes para volver el ambiente tenso y desde los cielos, en lo alto acudió el primero de varios compañeros habituales para la Matriarca YiLing. Como buen sirviente aterrizó sobre su brazo y esperó alguna orden de su 'ama'.
De entre sus aves preferidas el cuervo era uno de los más inteligentes, su adiestramiento dependía de la cantidad de "comida" que ingería o dicho de otra forma; que tan cerca estuvo de algún cadáver. Utilizando solo la energía resentida de aquel ser sin vida Wei Wuxian podría crear lazos que pudieran llevarlo hacia las pistas que necesitaba.
Un sabueso de los aires, capaz de entender y acatar sus órdenes, una habilidad que solo Wei Ying poseía gracias a la cultivación demoníaca.
Reuniendo un par de cuervos y con las instrucciones dadas Wei Ying esperó la separación de estos en diferentes puntos, inclusive estuvo a punto de llamar a Suibian junto a los guardias para seguir el rastro de cada ave, para su sorpresa todas volaron solo hacia una dirección.
Ningún guardia oculto hizo alguna pregunta al respecto de las aves, su misión se basaba en resguardar la seguridad de la emperatriz Ying y llevarla a salvo a su reino, cualquier anomalía no era de su incumbencia además dé, no hablar más allá de lo necesario.
Esto no quitaba el hecho de relatar cada suceso a su amo tras su regreso.
—Si todas van al mismo sitio no es buena señal —Fue Suibian quien rompió el silencio en medio de su cabalgar a lado de su maestro. Ni siquiera Wei Wuxian mencionó algo durante el trayecto y para la espada y todo aquel quien conocía al general sabían que su silencio solo existiría en cuentos y en los anhelos imposibles de Jiang Cheng.
También fue una señal de completa seriedad por parte de Wei Ying.
Las instrucciones de las aves fueron sencillas de acatar; seguir el rastro de muerte en las cercanías sin importar que estuviese protagonizando dicha muerte siempre y cuando estuviste ligada a un desenlace caótico o accidental. Sin embargo, entre mayor fuese la presencia de energía resentida mayor seria la respuesta de los cuervos.
—¡No estábamos tan errados! —De nueva cuenta Suibian exclamó. El camino tomado por los cuervos fue la misma ruta de su majestad Lan, esto hasta el desvío hacia una montaña, desde ese instante la formación de caballos cambió y cada jinete incluyendo a la espada rodeó a Wei Wuxian.
—Madam... —Aquel guardia, en medio de su cabalgar llamó a la emperatriz. La advertencia estuvo implícita en todo su alrededor, pese a la formación establecida para protegerla no estaba exenta del peligro y al parecer ella se negaba a rezagarse para guardar su integridad.
No era lo suyo esperar pacientemente a que otros lucharan por ella.
—En cuanto vean al emperador su misión será mantenerlo a salvo ¿Lo entienden? No importa que esté desprotegida, si veo desobediencia el primer príncipe solo tendrá una parte de sus cuerpos —Fue turno de la emperatriz en advertir sin un ápice de falsedad en su voz.
Sin hombres de confianza más que Suibian nada le aseguraba que los guardias le dejarían por proteger al emperador aunque... Tal vez su misión principal era servir a Lan Wangji al localizarlo.
Solo Lan XiChen sabría la verdadera misión de esos hombres a su lado.
La primer señal de alarma para el general Ying fue encontrar en su camino hacia la cúspide de la montaña lo que quedaba del carruaje del emperador Lan.
Toda la parte central quedó hecha añicos mas no hubo rastros de personas adentro, solo los corceles tuvieron un trágico final, como si hubiesen sido aplastados por una gran fuerza. Si fueron víctimas de la naturaleza ante el desprendimiento de alguna gran roca o varias en conjunto la evidencia quedaría todavía en las cercanías mas no hubo nada que indicara un accidente.
Dentro de la norma que Lan Wangji dio en su viaje fue permanecer lo más discretos posibles, con un carruaje común sin llegar a descubrirse su estatus junto con un escaso séquito de guardias secretos el número de hombres escaseaba a solo cuatro sin incluir al jinete del carruaje el cual también practicaba artes marciales.
Entonces ¿Por qué no hubo pista alguna del jinete? Siendo el más propenso a accidentarse junto con los caballos.
La falta de un cuerpo alertó aún más a la emperatriz lo que no le hizo detenerse a indagar más sobre el carruaje. Wei Wuxian siguió un camino en ascenso, con un trotar menor al del principio conforme los cuervos los guiaban.
En medio del trayecto hubo solo un patrón que les siguió en todo momento y se mostró en el suelo, un camino natural zigzagueante que de darse solo un rápido vistazo parecería ser hecho por la adaptación natural que se creó a través del tiempo debido al movimiento de personas.
Wei Wuxian descartó este dato al saber inclusive sin haber pisado esas tierras con anterioridad que aquella montaña estaba lo bastante empinada para que un gran número de personas deambulara con normalidad. Ya fuese a causa de algún templo construido o algún manantial milagroso su ubicación dejaría a más de uno en medio de su viaje, perdido o accidentado en tal peligroso sitio.
—¿A qué le temen los caballos? —Suibian por su parte tuvo dificultades para calmar a su corcel, creyendo que se debió solo a la niebla en la que comenzaban a adentrarse. Mas no fue así, notó más nerviosismo en el animal al grado de tener que reprenderlo con tal de no romper su formación.
Sus demás compañeros tuvieron la misma suerte y la emperatriz no se quedó atrás.
—Son muy perceptivos, si algo anda mal lo presienten —Wei Ying ordenó parar la carrera, la neblina a su alrededor impedía ver con claridad a las aves y sólo pudo guiarse de ellas por su graznido más debía ser cuidadoso, el espesor de esa neblina no era normal.
—Su alteza, es momento de volver —Sin que nadie ajeno pudiese escucharlos el guardia principal se dirigió a la emperatriz como era debido. No dio tiempo a la 'mujer' para negarse y tomó por su cuenta las riendas del caballo para regresar colina abajo—. El aire está envenenado —Tanto el espesor del entorno junto con la dificultad para respirar fue solo uno de los primeros indicios de veneno disperso en la neblina.
Con años de experiencia en distintas artes Wei Ying no se atrevió a dudar del hombre pero si de negarse a abandonar su camino.
—Mi esposo está allá —Wei Wuxian exclamó.
Sin tener una prueba que lo respaldara Wuxian solo lo presintió y siendo él ¿Cuando dejó de seguir sus presentimientos? ¡Lan Zhan estaba en esa montaña! Tan cerca que su necedad y convicción le orillaron a romper la formación que le protegía.
Suibian fue el primero en protestar y también el primero el seguirle el paso por compañerismo y preocupación.
Y también fue el primero en ser derribado junto a su caballo de un solo golpe.
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Notas finales:
Mañana trabajo y ya debería estar dormida pero me he atrasado tanto con el nuevo capitulo que no quise postergarlo más.
( ˘ ³˘)❤
Hagan sus hipótesis ¿Que le pasó a Lan Zhan? ~
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