Capítulo 19
Dentro de las profundidades de su sueño hubo cierta incomodidad creando grietas, a través de ellas se filtró la molestia y junto con ella la perdida de su sueño hacia la realidad.
Con un quejido Wei Ying despertó, mientras recuperaba algo de nitidez supo que esa incomodidad no se debió a su sueño sino a algo externo, al tratar de mover sus brazos descubrió que estos permanecían alzados, atados sobre sus muñecas mientras que su cuerpo permanecía en una posición aún más incómoda al no estar por completo recostado sobre la cama.
Sin mirar nada más que sus muñecas Wuxian notó el material con el que fue atado y rápidamente se sintió desfallecer. No importaba que no conociera la cultura de Gusu, sus tradiciones o reglas, lo que el general del ejercito del loto recordaba sin problema era todo lo relacionado con la batalla; tropas, lugares estratégicos, planes... Armas. Esto último jamás lo pasaría de largo.
Y lo que lo mantuvo atado fue un viejo truco del ejercito de las Nubes, algo que en más de una ocasión le causó inconvenientes.
—Cuerdas de asesinato... ¿Debo sentirme halagado? —La pregunta no salió para nadie más que a él, sin haber notado que no se encontraba solo en la cámara nupcial, no hasta inspeccionar su alrededor y ver la silueta del emperador a pocos metros.
—¡Su alteza imperial! ¿Pasó bien la noche? ¿No tiene cosas mejores que hacer que vigilarme? —En algún punto Wei Wuxian dejó de fingir, volvió a su tono de voz habitual, alejado del dulce y agudo que siempre utilizó bajo la fachada de Madam. A esas alturas de la situación ¿De qué serviría fingir?
Su atuendo nupcial había sido retirado a altas horas de la noche y aunque permaneció con su túnica interior esta quedó abierta, exponiendo sin consideración su cuerpo masculino, más allá de ello, alejándose de la vergüenza de su parcial desnudez Wei Ying solo sintió algo parecido al notar las marcas rojizas sobre su pecho, lo que seguramente se extendía hasta su cuello y hombros.
Con el silencio sepulcral de su majestad el antiguo general de Yunmeng intentó mover sus muñecas y tal como previó, entre más intentos hizo el agarre se apretó más, el filo de las cuerdas no fue cosa de juego y solo un par de movimientos cortaron su piel.
—¿No será un poco indulgente con esta emperatriz? —Porque no importó su genero, después del decreto real y el titulo seguía siendo la emperatriz—. Ninguno de los dos quiso hacer nada anoche ¿No le pareció extraño? No nos detuvimos hasta el amanecer... Tampoco le importó saber mi secreto
Y ese fue el mayor problema de todos, después de descubrir que la temida matriarca YiLing era un hombre, Lan Wangji no se detuvo y él tampoco se molestó en pensar en las consecuencias. Lo único que los frenó fue el inconveniente de no saber como acoplar dos cuerpos masculinos sin que Wuxian acabara incapacitado por largas semanas. Sin embargo esto tampoco impidió que usaran la imaginación para saciarse mutuamente.
—Romper un tratado de paz, no hay indulgencia —El emperador explicó, con la habitual cara inexpresiva, con un semblante pulcro y una mirada de total odio había su "esposa".
—¿Esta esperando algo más para matarme? Todavía no es medio día, no hay nadie presente, puede decir que morí y evitar que vean mi cuerpo. Si a su alteza le interesa el tratado, sin revelar el porqué fallecí realmente se preservará mi titulo real, no habrá disputas con el emperador de Yunmeng
—¿Ocultar este hecho? —Como si esas palabras hubiesen avivado más el odio, HanGuang-jun agregó una cuerda más que se instaló alrededor del cuello de Wei Ying, la presión le hizo imposible seguir hablando sin sufrir algún daño—. Con tu cuerpo como testigo tengo el derecho de romper el tratado y mandar parte de los tropas para atacar a Yunmeng, el emperador Jiang Cheng todavía no abandona el palacio, tomarlo como rehén no será problema
Aunque, con ese mismo derecho podría reclamar su cabeza, tanto como la de Wei Wuxian.
—El emperador Jiang no sabe nada de esto ¿Cree que aceptaría el matrimonio? Estas cosas no se pueden ocultar para siempre, de saberlo antes habría abandonado el palacio desde hace tiempo —No sólo él había acabado en territorio enemigo sino que su propio amigo quedó en la misma situación, sin saber con seguridad lo que ocurrió algo debió pasar para que WanYin permaneciera allí, decir que se quedó por la preocupación de su vasallo y amigo seria darle mucho crédito.
—¿Incluso engañaste a tu propio rey? —¿Qué esperaría de un rey enemigo?
—Engañar es un término muy feo, yo diría desviar la verdad
—¡Tú! —Una sola vibración hacia la cuerda envuelta en el cuello de su enemigo y cortó parte de este, la primera capa de piel, un claro recordatorio al general de Yunmeng que no estaba en posición de jugar con él.
Ante el corte Wei Wuxian no realizó ningún quejido lastimero, su propia sangre corriendo por su cuello fue lo ultimo en lo que se preocuparía. Además, este tipo de muerte seria demasiado indolora y rápida, si las cuerdas llegaban más profundo el corte lo desangraría en cuestión de minutos, con solo un vago dolor, nada que pudiese saciar la ira de su esposo.
—El reino de Yunmeng no tiene relación conmigo su alteza —Aún con la amenaza latente abogó por la tierra que le vio nacer—. El tratado de paz fue un acuerdo genuino de mi rey, fue este general quien no cumplió con lo pedido, engañé a todos, los únicos que sabían mi secreto están muertos... Mis padres, el emperador Fegmian y la emperatriz Ziyuan.
Medias mentiras, algunas verdades, una mezcla de cada uno. Inclusive si todo fuese mentira Wei Ying no flaquearia en decirlas.
—El emperador de Yunmeng no es tu rey, con el decreto real perteneces a GusuLan, nos perteneces
—¡Muy cierto! Le pertenezco ¿Qué hará con mi vida? Si quiere vengarse le recomiendo una tortura lenta, Gusu es un lugar frío, hay muchas maneras de llevar mi cuerpo al límite con eso. Si desea algo más personal ¿Quisiera quebrar mi mente hasta volverme loco? Le advierto que tengo resistencia en ese campo
—Silencio —Esta ocasión Lan wangji no atacó su cuello sino directamente sus muñecas, alzó el cuerpo de su emperatriz a una posición más recta, ambos brazos hacia el cielo, arrodillado sobre el centro de la cama.
—Su majestad escogió la tortura, buena elección —El dolor creciente en sus muñecas no le impidió soltar una vaga risa y la renuencia a permanecer callado, el general del ejercito del loto no temía a la muerte, mucho menos a una dolorosa, podrían fragmentar su alma sin problema.
El único inconveniente fue la debilidad hacia sus últimos seres queridos, inclusive dentro de su encierro debía crear una vía de escape para WanYin.
—Si el emperador Jiang corrobora tus palabras el tratado permanecerá, asumirás tu papel de soberana emperatriz hasta el día de tu muerte, si se descubre tu origen esta alteza te obligará a quitarte la vida —Finalmente Lan Wangji sentenció—. Pero, de enterarme que todo fue una mentira de ambos no tendré compasión
Con una propuesta tan justa aunque cruel Wei Wuxian no alegó, ya fuese para tomar tiempo o que su mismo amigo los librara de la farsa no importó, tan pronto como su esposo dejara la cámara se encargaría de librarse de tan letales cuerdas.
Sin embargo, la respiración de Wei Ying se volvió irregular al ver a su alteza acercarse a unas de las mesas adornadas. La mayor parte de las velas fue consumida durante la noche por lo que solo quedó una escasa base, por otro lado, aun quedaron un par de palos de incienso que el emperador se dedicó a encenderlos sin prisa alguna.
—Lan Zhan... eres tan cruel —Esta vez, la sonrisa del general fue amarga ¿Como no poder reconocer el punto de su error? Dejarse llevar por la lujuria pese a su coqueta forma de ser no fue algo que realizara con sus cinco sentidos intactos, hubo un factor externo que los envolvió y los obligó a encaminarse por el deseo.
No le habría importado en otro momento.
Pero, en una situación tan crucial deseó no haber entrado a esa habitación, ambos se habrían librado del afrodisíaco que desprendía el incienso.
—No hay que desperdiciar nada —El emperador agregó dejando el último palo encendido—. Intenta no morir, Wei Ying
Con el ambiente llenándose de nuevo de un aroma dulce y pesado HanGuang-jun abandonó la habitación sin mirar atrás. Dejaría a su emperatriz lidiar con el afrodisíaco hasta que los asuntos con Jiang Cheng acabaran.
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Notas finales: Esperaban lemon? pequeñas almas pecadoras [?]
Pues no habrá, no de esta pareja por ahora.
Comiencen. especular. ¿Por qué creen que WY decidió travestirse? [?]
Pd. Con este frio se me congelan hasta las ideas (T⌓T)
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