| Te la creiste we [?]

CAPÍTULO 25

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Dentro de la perspectiva de un conejo no hubo nada más que le interesara que saciar su hambre, después de una agotadora carrera contra el humano que lo raptó del jardín principal y lo alejó de su verdadera familia, de saber que ese mismo humano se autoproclamaba su "madre" habría orinado sus túnicas desde el momento en el que le cargó. Para fortuna de ambas partes el recién bautizado Wang estuvo más entretenido metiéndose a uno de los múltiples tazones esparcidos sobre la mesa y comiendo felizmente un par de frutos verdes ante la atenta mirada de Lan Wangji.

Para el emperador Lan cada uno de los conejos criados dentro del palacio se les consideraba parte de sus mascotas, no se les permitía perturbarlos ni mucho menos tomar alguno con el fin de comérselos. Romper una de estas reglas significaba un gran castigo y jamás nadie se atrevió a molestar a esos felpudos animales.

La excepción a toda regla fue Wei Wuxian.

Wang fue el segundo conejo raptado por la emperatriz y convertido automáticamente en su hijo, como consecuente también hijo de Lan Zhan.

—Patético —Parte de sus pensamientos se colaron de forma externa, cada que Lan Wangji pensaba en su "esposa" se llenaba de indignación y perdía un poco más de cara ante los recuerdos que se volvieron tormentosos.

En su vida pasada ¿Ofendió a alguna deidad vengativa? En su crecimiento no sólo cargó con un puesto que no deseó en ningún momento sino que además de enamorarse de su enemiga jurada descubrió que en todo ese tiempo la oleada de emociones bien resguardada del segundo príncipe estuvo dirigida hacia un hombre.

Lan Zhan no era ningún manga cortada. Si bien en ningún otro momento se interesó por otra mujer no significaba que no le gustasen.  Él jamas se dio en la libertad de cortejar a alguna doncella o princesa, las insinuaciones de los funcionarios y familias nobles estuvo cada año acrecentándose en la madurez juvenil del segundo jade pero nunca prestó atención a nadie, en sus últimos años de vida su padre tampoco insistió en arreglar alguna pareja tanto para él como para su primer hermano. Ambos tenían la libertad de elegir o bien, esperar alguna oportunidad para que el entonces emperador tuviese alguna conexión o tratado con su matrimonio para beneficiar a Gusu.

Con el tiempo siguiendo su curso y sin algún antecedente HanGuang-jun se preocupó y no fue en contra de los deseos de su tio al elegir su primera concubina. A sus palabras traería armonía al palacio y equilibraría el caos que Wei Ying trajo con su presencia.

Desafortunadamente entre más lo meditaba más fallos encontraba. Él no deseaba unirse a otra mujer, de haber tomado el cargo de emperador o sólo siendo un príncipe dentro de su estilo de vida solo tuvo planeado amar a sólo una persona y dedicarse a ella. Fue una total indignación saber que su mujer amada tuvo un mayor inconveniente más allá que ser su enemiga. El rencor desaparecería, las disputas podrían arreglarse pero cambiar un género no, era imposible.

—¡Esposo! —Como una tempestad proyectada de sus problemas Wei Ying irrumpió en su habitación real. Lo vio venir de alguna forma al tener en custodia a "su hijo".

Lan Wang, heredero del imperio Gusu, primer príncipe conejo.

¡Ridiculo!

Con un masaje contra su sien el emperador soportó ver a su consorte tomar asiento frente a él, en todo momento Wuxian mostró una sonrisa radiante, la pizca de travesura pasó desapercibida por él al verlo sólo como un bufón molesto.

—Mañana es el gran día ¿Por qué su alteza tiene una cara larga? Cuando su concubina imperial lo vea la asustará, pensará que está enojado con ella y la consumación de su amor será difícil ¡Es su noche especial! No querrá atarla al siguiente día por desobediente

El solo recordatorio de su fatídica noche de bodas acrecentó la molestia en HanGuang-jun. De forma inconsciente su mirada se desvió hacia las muñecas de Wei Wuxian, la larga tela de sus mangas le impedía ver más allá pero no necesitó corroborarlo. Las cuerdas de asesinato era un viejo arte heredado por sus antepasados, discreto y letal. El filo de un solo hilo era capaz de decapitar a una persona con solo el mover de sus dedos. El que Wei Ying todavia conservara sus manos fue un golpe de suerte y algo de habilidad al poder liberarse por su cuenta incluso ante el impedimento del afrodisíaco en su sistema.

Con un gesto de rendición la emperatriz relajó su semblante. Optó por algo más apropiado para la ocasión.

—Esta bien, no vengo a recordarte nuestra pasional noche, este general tiene un trato que ofrecerte

—Te recuerdo que ya no eres el general de tu ejército, ya no perteneces a YunmengJiang —Lan Zhan recalcó.

—¿Y como quieres que me refiera? Tu emperatriz, tuya, solo tuya —Wei Ying recordó sus palabras vergonzosas al ser llevada hacia la cámara nupcial. Un recuerdo que sólo él conservó y que fue borrado por el alcohol en Lan Wangji. Sin embargo esto fue algo que él diría en tal estado y después de esto le creyó sin réplica alguna—. Mi palabra como soldado vale más que mi título real

Con la aclaración y admirando en menor medida su honor como 'guerrera' él lo aceptó y le dejó continuar.

—¡Bebamos y olvidemos viejos rencores! Nuestras naciones están en paz gracias al tratado que creaste, ya no se derramará más sangre de ninguna parte y como país crecerán por esta alianza ¿Hay algo de malo en eso? ¡Para nada! Todo está en paz —Wei Ying no soportó quedarse más tiempo en su asiento, estando algo retirado de su objetivo fue acercándose de forma obvia y descarada a él hasta llegar a su lado—. Admito que fue mi culpa no advertirte antes lo que soy pero tampoco habrá problemas con eso, si quieres un heredero esa concubina puede dártelo, tendrás herederos seguros, la paz de tu reino y a mi encerrado aquí como decoración y sin hacer disturbios externos... Ganaste al final HanGuang-jun

Sin esperarse ninguna de las palabras del general el silencio de Lan wangji no se debió a su estoica forma de ser sino al shock momentáneo que le causó Wei Wuxian.

Cada punto marcado dio en el blanco. Gusu tendría un periodo de paz extenso en su frontera con YunmengJiang y solo debían centrar su ejercito en QishanWen, con la entrada de la nueva concubina imperial su descendencia estaría segura, de querer expandir su árbol familiar más concubinas entrarían y serían parte de su harén y por último; Wei Ying solo mantenía su estatus como emperatriz debido al tratado sin embargo el que llevarse túnicas entre bordados de oro no alejarían su naturaleza. seguiría siendo la matriarca YiLing sin importar qué. Que ella... él se mantuviera dentro del palacio sin crear grandes disturbios se consideró como una gran ganancia.

Una victoria amarga. 

—¿Qué es lo que quieres? —Sintiendo cierta incomodidad hacia Wuxian, el emperador estuvo dispuesto a cumplir sus deseos.

—¡Bebamos! —Wei Ying repitió, no siguió el mismo tren de pensamientos del monarca, con el entusiasmo previo a la bebida se mostró más enérgico, justo a tiempo para la entrega de varias jarras de licor y aperitivos de parte de los sirvientes y gracias al eunuco ChenYi.

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Durante la celebración de su boda tanto Lan Wangji como los invitados se dieron cuenta de la tolerancia de la nueva emperatriz al beber alcohol, como si fuese cualquier elixir que le prometía la juventud eterna o algún guerrero sediento después de pasar días en el desierto. Lo cierto fue que, aunque la rapidez de sus actos sorprendían fue gracias a sus túnicas reales que Wei Ying conservaba algo de majestuosidad y no parecía ningún mendigo adicto a la bebida.

Sus gestos tampoco ayudaron mucho a verlo como alguien serio. De no haber descubierto su secreto creería que su mujer era bastante coqueta con sus actos. Entre sonrisas radiantes y exclamaciones exageradas, aquella boca que no paraba de crear decenas de palabras cada medio minuto, con cuentos ridículos para niños y traídos directo de YumengJiang, anécdotas pasadas de un tonto Wei Ying al creerse el rey del mundo y cada metida de pata que causaba problemas entre los sirvientes de Lotus Pier.

Lejos de la imagen de un general traído desde el mismo infierno que era capaz de movilizar a cadáveres feroces con métodos deshonrosos, pocas personas creerían que la Matriarca YiLing tuvo una infancia común. Cualquiera que compartiera el mismo campo de batalla y tuviese la mala suerte de ser su enemigo se negaría a creer que la "doncella" sentada frente a él tenia las manos manchadas de sangre de cientos de soldados.

El mismo HanGuang-jun comparó al adolescente Wei Wuxian de quince años en su primer encuentro con el Wei Wuxian de ahora.

¿Quien era el verdadero?

La mujer sanguinaria al mando de un ejército anteriormente enemigo. O un hombre que solo se disfrazaba de mujer y que andaba en cacería de conejos autoproclamadolos como hijos suyos. Lo cierto fue que, aún le quedaba un largo camino que recorrer si deseaba conocer por completo a su "esposa".

—¿Soy tan hermoso que no puedes apartar la mirada de mi? Que halagador

En algún punto de sus pensamientos Lan Zhan se perdió en ellos, siendo más precisos se perdió en Wei Ying. En consecuencia la otra parte no perdió la oportunidad de burlarse y no desatendió su bebida, al contrario.

—Llevo siete jarras y su alteza no ha dado ni un sorbo ¿No quiere celebrar? —La copa del emperador permaneció en su mano, llena e intacta. A esas alturas e incluso con sus habladurías la emperatriz se mantuvo a la delantera, como si en vez de tomar una pausa para respirar lo hiciera para beber media jarra de un trago.

—No hay nada que celebrar —HanGuang-jun no titubeó en su respuesta pero si desvió su mirada hacia la copa. Lejos de lo que se pensaría de no querer beber fue porque toda su atención recayó en su antigua enemiga jugada que olvidó prácticamente todo lo demás.

—La llegada de una nueva mujer es de celebrarse. Dicen que es como una flor de loto en medio de la nieve, que sus habilidades en las artes, el canto y el guqin son de envidiar y que sus modales dan honor a su familia

—¿Como lo sabes? —Con la chispa de curiosidad Wangji se atrevió a preguntar.

—Me haré cargo del harén imperial. Una emperatriz debe saber esas cosas, de todas tus concubinas debo estar pendiente, también de tus próximos hijos —Con un nuevo ánimo al obtener mas de dos palabras de Lan Zhan, Wei Ying terminó su séptima botella de licor.

En su perspectiva Wei Wuxian no pareció perturbarse con la llegada de otra mujer al palacio, dentro de las dinastías siempre se optó por este método y el mejor ejemplo que se pudo usar fue sobre un juego de té: Una tetera podria llenar varias tazas pero jamás una taza llenaría una tetera. Además, el único con sentimientos de por medio fue el emperador hacia una de esas 'tazas', tomándole como su favorita y sin deseos de querer utilizar otra más.

Error, capricho o amor, ya no importó.

—Solo habrá una concubina, un hijo —Con la aclaración Wei Ying detuvo toda acción al sorprenderse de su confesión ¿Solo una? ¿Por qué?

Justo antes de formular esa pregunta el emperador bebió su primer trago, pocos segundos después se quedó dormido sobre su asiento.

Guiándose de sus últimos recuerdos Wei Wuxian comprendió que Lan Zhan actuaba con un efecto inverso al emborracharse. Saltaba la parte de una persona ebria y atontada y terminaba durmiendo con sólo un trago ¡Un sólo trago!

Con una mirada traviesa reflejándose y sin nadie que pudiese reprenderlo de sus planes dejó su asiento y se acercó como un conejo sigiloso al emperador. Dio un picoteo inofensivo a una de sus mejillas, desde su noche de bodas Wei Ying no volvió a tener algún tipo de contacto con él, tampoco representó una agonía solo... Solo se auto convenció de querer atormentarlo un poco antes de que esa nueva mujer se lo robara.

Después de meditarlo durante toda una tarde comprendió que la presencia de esa concubina lo alejaría por completo de Lan Wangji. Con los ya escasos encuentros entre ambos no tendrían una típica relación de esposos, el emperador jamás entraría al palacio de Loto rojo a pasar la noche como todo hombre casado debería, en cambio no habría día que no visitara a su nueva y favorita concubina y después de ella vendrían más.

No creyó su palabra de querer sólo una concubina imperial.

—De estar en YunmengJiang entenderías lo importante que es tener una pareja para toda la vida. El tio Jiang no tuvo a ninguna otra mujer con él, algunos tenían sus dudas pero nosotros sabíamos el amor que sentía por la emperatriz Yu era genuino. Lan Zhan, tu y yo no podemos tener la sombra de lo que fueron ellos, ambos somos Yang*

Lo que comenzó como un picoteo molesto se volvió una caricia sin que el causante fuera plenamente consciente de ello. Sintió que ese rostro esculpido por el jade más raro y exquisito no pudo ser molestado más sino adorado.

Con la atracción de ver el rostro relajado de HanGuang-jun dormir Wei Wuxian fue tentado por él, el espacio entre ellos fue reduciéndose en un parpadeo y solo el aliento chocando contra su cara le hizo reaccionar a su entorno. 

Una reacción tardía ya que Lan Wangji abrió los ojos en ese momento.

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Notas finales: *Se supone que una pareja
se conforma por Ying y Yang para complementarse. Ying = a la mujer, Yang = al hombre.

Tengo que agradecer los comentarios dejados en el pasado anuncio ❤💟❤
Fue muy bonito leerlos y debo tomarle captura a todos y guardarlos antes de borrarlo.

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