Especial 3: Familia Feliz
- ¡Tío Jimin, tío Jimin!
- ¡Papi, papi!
Dos pequeños niños de unos cinco años entraron corriendo por la puerta de la pastelería. Uno era castaño y alto, con una sonrisa enorme a la que le faltaba un diente. El otro era más menudo, rubio y tenía unas grandes mejillas que le hacían verse como una pequeña cosita adorable. El omega que estaba detrás de la caja salió a su encuentro y abrazó a los pequeño con dificultad, le costaba trabajo hacerlo con su prominente barriga.
- Hola, niños. - Saludó sonriéndoles con dulzura.
- ¿Puede venir Baek a jugar esta tarde a mi casa?
- No sé, Chanyeol, ¿le has preguntado a tus padres?
- Papá Tae me ha dicho que sí, ahora voya preguntarle a papá Hobi.
- ¿Y qué ha dicho tu padre? - Le preguntó Jimin a su hijo.
- Que tu mandas.
Jimin rió y negó sonriente, su marido no tenía remedio.
En ese momento, un alfa sonriente salió de la cocina con una bandeja cargada de pasteles recién ordenados.
- ¡Papi! Esta tarde va a venir Baek a jugar a casa. - Anunció Chanyeol emocionado.
Hoseok sonrió y dejó el la bandeja sobre el mostrador.
- Eso es genial, peque.
Cogió a su hijo en brazos y le besó la mejilla, mientras Baekhyun abrazaba cariñosamente la pierna de su padre y éste le hacía mimos en el pelo.
La campanilla de la puerta sonó, anunciando la llegada de dos personas al local. Aunque ni Hoseok ni Jimin habrían necesitado aquel sonido para saber que sus parejas habían llegado.
Taehyung entró tan sonriente como siempre.
- Estos dos renacuajos se nos han escapado, ¿ya os han contado sus planes malignos? - Preguntó el omega, revolviendo el pelo de su hijo y dándole un pico a Hoseok, que lo tomó de la cintura y lo estrechó en un abrazo, dejando al pequeño Chanyeol en medio.
- ¡Ay, qué me asfixiáis! - Se quejó el niño y la pareja rió, besando cada uno una de las mejillas del pequeño.
La familia sonrió feliz.
Yoongi se habría detenido a contemplar la dulce escena, de no ser porque a él le esperaba una muy similar. Su omega le esperaba sonriente, con una mano sobre su abultado vientre y con su hijo mayor abrazado a su pierna.
- Papi...
El niño que Yoongi cargaba entre sus brazos se revolvió y se estiró en dirección al omega, que lo recogió y lo apoyó sobre su cadera, con cuidado de no lastimar su vientre.
Jimin besó la cabeza del niño de un año recién cumplido, y éste abrazó su cuello.
- Ey, Kookie, déjame un poco, que yo también quiero. - Dijo Yoongi acercándose a su familia y besando a Jimin.
- ¿Cómo estás?
- Hinchado.
- Llevas ocho meses embarazado, Jiminie, ya deberías estar acostumbrado. - Bromeó Yoongi y ambos sonrieron.
Los clientes de la pastelería ya veían aquello como algo normal, la mayoría incluso acudían al local por el ambiente familiar. Muchos eran clientes habituales que acudían religiosamente a por el café y el trozo de pastel de las cinco. Que Jimin cocinara como los ángeles también ayudaba, además de que Hoseok era un camarero ejemplar que alegraba a la clientela con sus sonrisas kilométricas. Jimin se había negado a dejar de trabajar a pesar de su estado, no quería defraudar a sus clientes, por eso, todo el mundo en el barrio en el que vivían y en el que se encontraba la pequeña pastelería le tenía un gran aprecio a Jimin y a su familia.
- Oye, guapo, ¿te apetece un picnic esta tarde?
- Kim Taehyung, ¿me está proponiendo usted una cita? - Bromeó Hoseok, haciéndose el sorprendido.
- Puede, ¿qué me dices?
- No sé, pregúntale a mi jefe.
Jimin rodó los ojos.
- Ey, bolita, ¿por qué no cerráis hoy antes y nos vamos todos de picnic? - Sugirió Taehyung.
- ¡Sí, picnic! - Exclamaron Chanyeol y Baekhyun al mismo tiempo.
Hoseok se unió al coro.
- Como si ahora pudiera decir que no. Le partiría el corazón a tu alfa grandote, y a los niños tampoco les haría gracia.
- Cómo me conoces, Jiminie. - Dijo Hoseok.
Los cuatro adultos rieron mientras los niños seguía celebrando el cambio de planes.
- Podríamos avisar al tío Minhyuk. - Propuso Baek.
- Claro, luego lo llamamos. Aunque a lo mejor está ocupado, el último año de instituto es el más difícil.
- Hablas por vosotros dos, ¿no? - Dijo Taehyung.
Yoongi rió y abrazó a Jimin por la espalda, frotando su barriga con amor y besando la marca de su unión. Se sentía plenamente feliz con su gran y bizarra familia; con el omega de sus sueños a su lado, con sus dos pequeños hijos y el que estaba en camino, con sus dos mejores amigos. Y sonrió, porque todo era perfecto y porque y no tenía que observar a Jimin desde la distancia para apreciar lo perfecto que era.
Fin.
¡Hola, gente rebonica de wattpad!
Ahora sí que es el final, el de verdad. No os quejaréis, ¿eh? Os prometí un especial y he subido tres, os tengo demasiado mimadxs. Es broma, en parte ha sido porque muchxs me dijisteis que querías leer cómo Yoongi marcó a Jimin y porque, en el epílogo, muchxs pensásteis que Minhyuk era el hijo de Jimin y Yoongi, y me sentí mal por desilusionaros; el pueblo manda. Aunque, el verdadero motivo ha sido porque hemos llegado a ser el fanfic #353 en el ránking de wattpad. No pensé que llegaríamos a tanto con una historia que consideraba secundaria, así que, un millón de gracias a todxs por apoyarme y por dejar vuestros votos y comentarios. Sois lxs seguidorxs más adorables del mundo y os quiero un montón.
Un besazo,
Donguri 🌈
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