Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

especial O1 : la marca

Aquella semana había sido
un torbellino de emociones
satisfactorias, una marea de
felicidad que se agitaba en su
estómago. Estaba saliendo
con Jimin, su pequeño y dulce
omega le quería. Contrario a
lo que siempre había creído, la
gente no había dejado de lado
al menor, simplemente, habían
ido acostumbrándose a su propia
presencia. Caminaban tomados
de la mano como cualquier pareja,
solo que ellos habían llegado al
punto de ser inseparables. Todo
el mundo se había acostumbrado
a ver junta a la feliz pareja; ahí
donde Jimin fuera, estaría Jungkook.
Él aprovechaba cualquier ocasión
para probar los labios de Jimin,
no importaba el momento y el
lugar. Y Jimin no parecía estar
precisamente molesto por ello. Los
besos de Jungkook eran adictivos,
sus labios eran finos y suaves, y su
boca posesiva y cariñosa. A veces,
a penas eran un roce de labios,
como un susurro que expresaba
sin palabras todo lo que sentían.
Otras, eran besos apasionados,
donde sus lenguas jugaban un
papel primordial, besos arrasantes
que los dejaban jadeantes, ávidos
de seguir probando y seguir
explorando en la boca del otro.
Aquellos besos eran gritos al aire de
lo mucho que se querian.
Estaban plenamente enamorados
pero, aún así, Jungkook no había
marcado aún a Jimin como su
pareja. Esa decisión no la tomaría
hasta un par de días después.

Los omegas en celo nunca se
cambiaban junto al resto de
sus compañeros alfas y betas.
Habían estrictas políticas contra la
segregación de clases, pero meter
a un omega en celo en un vestuario
de alfas sobre-estimulados por el
ejercicio, era prácticamente un
suicidio, no importaba lo mucho
que los supresores ayudaran a
camuflar el olor (que, en el caso
de Jimin, no era mucho). Jungkook
seguía ignorando en gran parte a
sus compañeros de clase, por eso,
no fue hasta ese momento que
no prestó atención al joven alfa
que había llegado nuevo aquella
mañana. Se podría decir que era
realmente apuesto, con marcados
rasgos masculinos y una pequeña
peca en pómulo izquierdo. Desde
que había llegado, todos los
omegas suspiraban por él y por
sus seductora sonrisa torcida, por
sus suaves rizos castaños. Parecía
un alfa poderoso. Yongguk era
su nombre, si Jungkook mal no lo
recordaba.

-¿Qué tal tu primer día? -
Preguntó Jackson, palmeando
amistosamente la espalda robusta
del recién llegado.

El chico sonrió, parecía una persona
amistosa, con facilidad para
relacionarse. Jungkook sintió arcadas.

- Genial.

- ¿Has visto algo que te interese?
- Preguntó Jaebum, moviendo
las cejas sugerentemente, dando
a entender que no se refería
precisamente a alguna asignatura.

Los tres chicos rieron en
camaradería.

- Bueno…puede ser.

- ¿Y bien? ¿Quién es la o el
afortunado?

Yongguk sonrió misteriosamente.

- No sé su nombre, pero es el omega
más bonito que alguna vez he visto.

El alfa parecía verdaderamente
ilusionado.

- Esta mañana me ha sonreido y...
¡dios, parece un ángel! Creo que
está en celo, su olor es jodidamente
dulce.

-Wow, parece que ese chico te ha
dado fuerte, ¿cómo es? A lo mejor
nosotros lo conocemos.

- Pues...es pequeño, muy bajito,
pero su cuerpo es como... uff.
Tienes las meillas grandes y los
labios más besables de toda la
historia de los labios besables, y su
pelo es rubio y ondulado, y parece
tan suave que…

Jaebum y Jackson contuvieron la
respiración, sabían perfectamente
de quién estaba hablando su nuevo
amigo.

- ¿P-Park Jimin? - Preguntó
Jackson, sintiendo el miedo crecer
en su interior.

- ¡Sí, es él! ¿Creéis que le gustaría
ser mi omega?

- Lo dudo mucho.

Una fría voz a sus espaldas tensó
por completo el cuerpo de Jackson
y Jaebum, que se miraron como si
algún tipo de bestia despiadada
estuviera acechando detrás de
ellos. No estaban muy equivocados.
Yongguk miró al recién llegado, no
se veía especialmente contento.
Cuando sus ojos negros como la
noche se clavaron en él gélidos
como una cuchilla de hielo,
Yongguk sintió un escalofrío
recorrerle la columna vertebral.
Aún así, él no se dejaba achantar
facilmente. Cuadró los hombros y
miró al mayor desafiante.

-¿Y por qué no?

- Porque él ya tiene a otro.

Y, sin decir nada más, Jungkook pasó
de largo golpeando el hombro
de Yongguk en el camino y salió
del gimnasio. Sabía que Jimin
habría odiado que se metiera en
una pelea, odiaba preocupar a su
pequeño.

Los tres chicos lo miraron aún en
estado de shock. Jungkook tenía un
extraño poder para dejarte clavado
en el suelo con solo una mirada.

- Creía que ese omega no tenía alfa,
no pude olerlo en él.

Jackson suspiró y dio una palmada
en la espalda de Yongguk.

- Ellos están saliendo, nadie sabe
porqué no lo ha marcado aún, pero
Jimin es algo así como...intocable.

Un muy furioso Jungkook salió de los
vestuarios y se apoyó en la pared
esperando a la única persona que
podía conseguir tranquilizarle en
esos momentos. Su pecho subía
y bajaba acelerado, y sus puños
estaban apretados, igual que su
mandíbula, rezumaba ira por todos
lados. ¿Cómo se atrevía aquel alfa
desconocido a mirar siquiera a su
Jimin? Sabía que era hermoso, pero
no podia soportar a otros tipos
intentando ir a por él. Eso tenía que
acabar.

Cinco minutos más tarde, Jimin
salió charlando animadamente
con un par de omegas más que
también necesitaban usar el
vestuario apartado. Sus miradas
se encontraron y el pequeño
sonrió. El cuerpo de Jungkook se
relajó automáticamente. Jimin
corrió en su direcció y él le abrió los
brazos para que su pequeño novio
pudiera refugiarse dentro. Jungkook
lo estrechó con fuerza, hundiendo
la cabeza en su sedoso cabello,
aspirando su dulce aroma para
terminar de tranquilizarse.

Jimin notó la tensión en la postura
de Jungkook, y alzó la mirada con la
barbilla aún apoyada en el pecho
del mayor.

- ¿Pasa algo? - Preguntó
ligeramente preocupado.

Jungkook suspiró, aquellos ojitos
brillantes eran su perdición.

-Te quiero.

Jimin se sonrojó y sonrió
tímidamente, pero no
apartó la mirada.

-Y yo a ti.

Jungkook descendió sus labios hasta
posarlos sobre los de Jimin en un
suave y cálido beso.

- ¿Puedo ir esta tarde a tu casa?
El alfa había estado muchas veces
en casa de Jimin, pero había algo
en sus ojos que decia que esa vez
sería diferente. Jimin sintió su
corazón acelerarse cuando asintió.

- Llamaré a mi tía para que vaya a
buscar a Hyuk.

El resto del día lo pasaron tan
juntos como siempre, pero había
algo diferente en la manera en la
que se tocaban, algo más íntimo
y especial. La espera hasta el final
de las clases había sido eterna.
Jungkook habría propuesto escapar
antes de no ser porque sabia que
Jimin nunca habría aceptado.
Cuando finalmente sonó el timbre,
se despidieron escuetamente de
Taehyung y caminaron tomados de
la mano hacia la casa del omega.
Un extraño silencio expectante les
envolvía.

Por suerte, su tía pudo ir a por su
hermano a la escuela y tenían la
casa para ellos solos.

Cuando llegaron, Jungkook decidió
que no era momento para ponerse
tímido. Tiró de Jimin hasta su
cuarto, donde ambos se sentaron
en la cama, mirándose con
intensidad.

- ¿Tú también lo sientes? - Preguntó
Jungkook en un grave susurro,
acariciando el rostro de Jimin con
una mano. Su piel era tan suave
como la seda fina.

Jimin ladeó el rostro confundido,
disfrutando del contacto con la
mano de Jungkook.

- Mi lobo está a punto de volverse
loco.

Jimin sonrió.

- Jimin, te amo. Demasiado; yo y mi
lobo lo hacemos. Sé que este es un
paso muy importante y, si no estás
seguro, no tienes porqué hacerlo,
pero…

Jimin acalló el vacilante discurso
de Jungkook uniendo sus bocas en
un beso apasionado. Él también lo
amaba, y lo deseaba con todas sus
fuerzas, aunque nunca fuera capaz
de admitirlo en voz alta sin que sus
mejillas se sonrojaran. Jungkook
gimió en medio del beso y sujetó con
fuerza la estrecha cintura de Jimin.
El omega pasó una pierna sobre
las de Jungkook, quedando sentado
a horcajadas sobre su regazo. El
agarre en su cintura se afianzó.
Jungkook sentía su polla dura dentro
de los pantalones, pugnando por
ser liberada. Cuando Jimin hizo un
movimiento inconsciente con su
cadera, frotando su culo contra la
furiosa erección que se apretaba
contra él, Jungkook siseó.

- Joder. - Maldijó el alfa entre
dientes, apretando a Jimin hacia
abajo.

Jimin sintió las vibraciones en el
pecho de Jungkook y sus excitantes
gruñidos que no hacían más que
calentarlo al nivel de un horno
industrial. Repitió el movimiento de
sus caderas, creando una deliciosa
fricción que los hizo gemir a los dos.
Jungkook simuló una emembestida.

-Ju-Jungkook, por favor…

Jimin sentía la fuerza arrasadora
de su celo invadirle, haciendo
que sus instintos más básicos
tomaran el control de su cuerpo.
Llevó sus pequeñas manos al
dobladillo de la camiseta de
Jungkook y la levantó rápidamente,
sacándosela y lanzándola a algún
lugar olvidado de la habitación.
Después hizo lo mismo con la
suya, necesitaba sentir su piel. Sus
cuerpo es estaban calientes, y tan
necesitados por consumirse que
apenas podían detenerse a tomar
aire. Jungkook tumbó a Jimin sobre el
colchón, devorando aún sus labios.
Solo se separó para retirar lo que
quedaba de ropa en su menudo
cuerpo. Ya había visto al omega
desnudo antes pero volvió a sentir
como si estuviera contemplando
una porción de paraíso, algo que
un simple mortal no debería
estar presenciando. El también se
deshizo de la poca ropa que aun
lo separaba de su hermoso novio.
Esta vez no había condón de por
medio. Deslizó las yemas de sus
dedos sobre el pecho de Jimin,
bajando por su marcado abdomen.
Haciendo caso omiso a la queja
del omega, ignoró su miembro
despierto y se dirigió a su entrada
lubricada. Dios, Jimin estaba tan
húmedo. Por él, solo por él. Acarició
el contorno de su entrada y Jimin
gimió.

- Por favor, Jungkook, estoy listo.
Hazlo ahora. - Suplicó lastimosamente,
sintiendo su cuerpo arder.

Su celo le hacía estar más que
listo para recibir al alfa. Jungkook
gruñó, desháciendose del poco
autocontrol que le quedaba. Se
incorporó y separó bruscamente
los muslos de Jimin, exponiendo
al completo su culo. Con la mano
temblorosa, guió su palpitante
miembro hacia la estrecha entrada
y empujó suavemente en su
interior. Ambos jadearon con la
intrusión. Jungkook dio un rápido
golpe de cadera, introduciéndose
por completo en Jimin.

-¡Jungkook! - Gritó, arqueando la
espalda.

Sus brazos rodearon la espalda
desnuda de Jungkook y sus uñas
se introdujeron en la pálida piel.

- Joder, Jimin.

Jungkook empezó a moverse, dando
directamente en aquel punto que
hacía que Jimin pusieron los ojos
en blanco con cada estocada. Con
cada "más" pronunciado por los
dulces labios del omega, Jungkook
iba perdiendo poco a poco la
cordura. Aquella debía ser la mejor
sensación del mundo, Jimin lo
apretaba tan exquisitamente que
estaba a punto de ver las estrellas.
Una supernova se estaba formando
en su interior.

-Jungkook, ah-ah…

Las embestidas llevaban un ritmo
frenético y el sonido de sus pelvis
chocando se entremezclaba con
el de sus jadeos, poniéndole la
banda sonora más erótica a aquel
maravilloso momento.

- Jungkook, te amo... - Susurró Jimin
antes de correrse con fuerza entre
sus cuerpos, sosteniéndose con
fuerza de los musculosos brazos de
Jungkook.

La sensación de los músculos
de Jimin apretando su miembro
espasmódicamente y las uñas
clavadas con fuerza en su piel le
Ilevaron al borde de un abismo
sin fondo visible. Justo antes de
acabar, llevó su boca a la garganta
de Jimin, justo en el lugar en el que
se unían cuello y hombro. Sentía
como sus dientes aumentaban
de tamaño en su boca, dejando
entrever su naturaleza de alfa. Una
fuerte estocada más y se corrió con
fuerza, hundiendo los dientes en
la tierna carne. Saboreó la sangre
del omega en su boca, mientras el
nudo de acoplamiento se deslizaba
desde la base a la punta de su
pene, amarrándose en el interior
del dulce cuerpo bajo el suyo.
Jimin sintió su cuerpo temblar de
nuevo, en una fuerte réplica de su
orgasmo, cuando sintió el nudo de
Jungkook llenarle por completo.

Jungkook rodeó a su pareja con los
brazo, mientras el nudo se retiraba
lentamente. Ambos sonrieron
agotados, acababan de unirse
para siempre, y la prueba de ello
era la reciente marca violácea que
adornaba la piel de Jimin.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro