Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

díez


Aquel día también habían tenido gimnasia, atletismo, concretamente. Todos y cada uno de los músculos de Jisoo se resentían a cada paso que daba. Entró al vestuario y arrugó la nariz con desagrado, allí apestaba a alfas sudorosos, y el dulce aroma de Chaeyoung no estaba ahí para camuflarlo; el profesor le había mandado recoger el gimnasio. Seguro que lo único que quería era ver cómo la omega se agachaba a recoger los conos del circuito. Jisoo gruñó ante esa idea. Abrió su taquilla y sacó su bolsa de deporte, se quitó la camiseta y la cambió por una limpia, después hizo lo mismo con los pantalones.

— Ya lo creo, es increíble.

La voz de Kang Seulgi llegó a sus oídos desde un par de taquillas de distancia. Hablaba animadamente con Son Seungwan, una beta que solía rodearse de alfas y que no le caía demasiado bien a Jisoo.

— Es la omega perfecta, casi de ensueño. Es dulce, es atenta y tremendamente guapa. — Dijo la beta.

— Y, no nos olvidemos, de que está buenísima. ¿Ese culo es normal? No puedo mirar a otro lado cuando corremos.

Las dos amigas rieron socarronamente y Jisoo apretó los puños. No podían estar hablando de quién ella creía que estaban hablando.

— ¡Ya te digo! Chaeyoung volvería loca a cualquiera, cómo me gustaría marcarla y poder folla...

Oh sí, lo estaban haciendo.

Jisoo cerró la taquilla con tanta fuerza que hizo vibrar todas las demás. El vestuario se sumió en un pesado silencio. Lentamente, como un lobo acorralando a su presa, se acercó a las otras dos chicas que le miraban con una mezcla de curiosidad y temor. Destellos rojos manchaban las negras pupilas de la alfa. Kim Jisoo estaba enfadada de verdad.

— Me gustaría formar parte de su conversación, ¿de quién hablaban? — Preguntó con la miel bañando sus palabras. Era una trampa.

— De...de Park Chaeyoung. — Respondió Seulgi temerosa.

Nunca había hablado con Jisoo, nadie lo había hecho en realidad. Bueno, nadie excepto Chaeyoung. Tragó saliva en cuanto se dio cuenta de que la había cagado pero bien.

— Ah, sí, Chaeyoung. Es una gran omega, ¿verdad? ¿Qué decías que te gustaría hacerle, Son? — Volvió a preguntar, apretando la mandíbula y mirando a Seungwan con fingida curiosidad. Jisoo era la aparentemente inofensiva Venus Atrapamoscas que esperaba pacientemente para devorar a su presa.

La beta retrocedió un paso asustada. Todas las historias que había escuchado sobre Kim Jisoo se sucedían en su cabeza como pequeños y terroríficos sketches, en ese momento, la imponente alfa se cernía sobre ella con la furia homicida dibujada en su rostro. Ninguna de aquellas historias era cierta, pero Jisoo estaba dispuesta a hacerlas todas realidad con aquellos dos imbéciles que habían mancillado el nombre de Chaeyoung. ¡Solo ella podía fantasear con la omega! ¡Solo ella podía mirarle!

— Na—nada...solo...

La alfa interrumpió la trémula respuesta dando un fuerte golpe a una de las taquillas. El estridente sonido metálico heló la sangre de todos los que estaban presenciando aquella escena.

— No quiero que ninguna de ustedes vuelva a hablar de Park Chaeyoung como si fuera un trozo de carne, ¿¡me entendieron!? Ninguna está a la altura siquiera de la jodida suela de sus zapatos. — Bramó con furia.

Aquello era una advertencia, no solo para Seulgi y Seungwan, si no para todos los presentes. Park Chaeyoung ya no estaba en el mercado, y pobre de quién intentará tocarle un solo pelo.

Jisoo se apartó de las dos chicas en cuanto percibió el aroma de Chaeyoung, y unos segundos después entró la sonriente omega. Todos volvieron a la normalidad como si nada hubiera pasado mientras Chaeyoung cambiaba su ropa de deporte por unos jeans y una camiseta. Por una vez en todo el curso, la única que le observaba hacerlo era Jisoo.

Cuando terminó de vestirse, se acercó a la alfa tan sonriente como siempre. Y, como cada vez que la omega rondaba cerca, Jisoo sintió el aire escapar de sus pulmones.

— Jisoo, ¿quieres almorzar conmigo y con Baek?

— ¿Con Baekhyun? — Preguntó dudosa.

Chaeyoung asintió sonriente. Jisoo suspiró, preferiría almorzar solo con Chaeyoung, pero no tenía más remedio que aguantar a su amigo.

— Está bien.

En algún punto del camino a la cafetería, Chaeyoung se colgó del brazo de Jisoo. La gente se apartaba a su paso, mirándolas aún sin terminar de creérselo. La historia del incidente en los vestuarios había corrido como la pólvora y todo el que estudiaba en ese instituto ya sabía que Park Chaeyoung era zona prohibida. Chaeyoung parecía ajena a todo eso y caminaba feliz colgado del brazo de la mayor, casi saltando por los pasillos.

— ¿Tienes hermanos, Jisoo?

— ¿Cómo? — Preguntó desconcertada por la pregunta.

— Sí, es que le caíste muy bien a Jihoon, así que pensé que a lo mejor tú también tenías un hermanito pequeño.

— No, soy hija única.

— Vaya, ¡entonces se te dan genial los niños!

Jisoo rió.

— No lo creo. — Negó divertida.

— ¿No te gustan? ¡A mí me encantan! Me encantaría tener un montón de pequeñines correteando por mi casa dentro de unos años. — Habló felizmente con aire soñador. Jodidamente adorable.

En la mente de Jisoo se proyectó la imagen de Chaeyoung unos años mayor, con una prominente barriga, con una niña pequeña entre sus brazos y otro chiquitín abrazando una de sus piernas. Mientras el que está en sus piernas tiene el cabello negro y con ojos grandes y a quién Chaeyoung sostiene con cuidado de no dañar su vientre tiene unos penetrantes ojos negros y el cabello negro y lacio.

Jisoo sonrió, aquella era la visión de un futuro utópico e irreal, pero maravillosamente feliz.

— No es que no me gusten, es cuestión de tenerlos con la persona indicada.

Chaeyoung sintió sus mejillas enrojecer, pero era imposible que Jisoo se refiriera a ella.

Finalmente, llegaron a la puerta de la cafetería y aquel tema quedó olvidado.

Baekhyun ya los esperaba en la mesa que solía compartir con su amiga. Había tenido que saltarse la clase de gimnasia por una reunión con el tutor. No parecía demasiado feliz de ver a la alfa, aunque ya sabía que almorzaría con ellos.

Después de ir a comprar el almuerzo, los tres se sentaron en la mesa.

Jisoo aún se sentía extraña almorzando en compañía, pero la presencia de Chaeyoung hacía que valiera la pena toda la incomodidad.

— Esto...Jisoo, ¿te apetecería venir con Baek y conmigo a ver una película el viernes por la noche? — Preguntó tímidamente Chaeyoung.

Vale, eso no se lo esperaba.

— ¿Yo?

— Claro que tú, idiota, ¿o ves a alguna otra Jisoo sentada en esta mesa?

— ¡Baekhyun! — Reprendió Chaeyoung a su amigo.

Baekhyun se encogió de hombros y siguió comiendo su sándwich.

Jisoo sopesó sus opciones, podía decir que no y desaprovechar una ocasión de estar con Chaeyoung o podía aceptar y aguantar a su amigo durante toda una tarde...¿a quién quería engañar? Nunca podría decirle que no a Chaeyoung.

— Está bien, pero ¿Les importa que lleve a un amigo?

Necesitaba distraer a Baekhyun para poder tener a Chaeyoung para ella sola, y Chanyeol era el indicado para eso.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro