Chaeyoung despertó con un fuerte pinchazo en su abdomen que le arrancó un grito de dolor. Sentía como si su cuerpo se estuviera consumiendo desde lo más profundo de su interior. Nunca había sentido un dolor como aquel. Las lágrimas rodaron libremente por sus mejillas mientras se retorcía entre dolorosos espasmos. El vacío en su cama solo empeoraba su lamentable estado. Con gran esfuerzo, consiguió incorporarse. No había ni rastro de Jisoo y, si no fuera porque su penetrante olor a alfa seguía impregnado en sus sábanas blancas, Chaeyoung habría creído que solo era un sueño. Las imágenes de lo sucedido unas horas antes en aquel colchón se repitieron como en una vieja película en la mente de Chaeyoung. El placer, la excitación, el alivio, la desesperación..todo aquel cúmulo de sentimientos encontrados que hicieron que su cuerpo temblara de la más exquisita manera. Y ahora, nada, vacío. Las ganas de llorar como una niña pequeña se le hicieron insoportables, ella quería..ella solo quería a su alfa, necesitaba abrazarla y hundir la nariz en su cuello, aspirando aquel delicioso olor que calmaba todo su ser. ¿Por qué no estaba allí? Rompió en un llanto lleno de sollozos lastimeros. Con gran esfuerzo se incorporó y alcanzó el móvil que descansaba en su mesita de noche y marcó el número de su mejor amigo. Tres tonos exactos después, Baekhyun contestó.

—¿Chaeyoung?

La voz al otro lado de la línea sonaba
extrañada.

—Baek...

Chaeyoung sabía que su voz daba pena, que parecía un bebé llorando incontroladamente, pero le daba igual. Ella solo quería mimos y que su alfa la estrechara entre sus fuertes brazos, y, sin embargo, no había nadie ahí para consolarla.

—¿Qué te pasa, cariño? ¿Y Jisoo? — Preguntó Baekhyun preocupado.

— E—Ella n—no está.

—¡¿Cómo?! ¡¿Te ha dejado sola?!

—¿Por qué se ha ido, Baek?

Chaeyoung sonaba como la persona más triste del mundo, pero es que así era justamente como se sentía; triste, usada y abandonada.

—¿Por qué no se ha quedado conmigo?

Y una nueva oleada de sollozos le impidieron seguir hablando.

—Voy para allá.

El silencio se implantó en la linea, seguido
por el inconfundible pitido que indicaba el fin de la llamada.

Chaeyoung se dejó caer de nuevo sobre el colchón y se acurrucó bajo las sábanas, el dolor de su abdomen cada vez más intenso. Aunque le hubiera gustado que su dolor fisico la distrajera de su agonía emocional. Jisoo la había usado, se había divertido con su cuerpo y después se había ido sin dejar rastro. Chaeyoung nunca se había sentido peor. Aún recordaba el suave roce de las manos de la alfa sobre su sensible piel, los jadeos de placer y sus pupilas cargadas de la más pura lujuria. Chaeyoung se sentía estúpida, estaba completamente segura de que lo era. Al final, Baekhyun tenía razón. Su omega tenía un pésimo gusto y ella había acabado queriendo tanto a la alfa que era doloroso. Era demasiado inocente, ¿por qué iba Jisoo a querer estar con ella? Chaeyoung sintió otro sollozo partir su pecho, para aquel entonces, su almohada ya estaba empapada de lágrimas.

Diez interminables minutos pasaron antes de que se escuchara la puerta de la entrada. Nunca se había alegrado tanto de haberle dado a Baekhyun una copia de las llaves. Escuchó unos pasos acelerados subir las escaleras y atravesar el pasillo, la puerta de su habitación se abrió bruscamente, golpeando la pared, y un jadeante Baekhyun apareció en el umbral, su rostro mostrando una mezcla de preocupación absoluta e ira contenida.

— Baek...

Escuchar el lastimero tono de Chaeyoung partió el corazón de Baekhyun en mil pedazos. Corrió hacia su amiga y se sentó a su lado en la cama, acariciando suavemente su desordenado cabello.

— Shhh..ya estoy aquí, Rosie

—Baek.— Volvió a decir Chaeyoung, abrazándose a la cintura de su amigo, apoyando la cabeza en su regazo y rompiendo de nuevo a llorar.

Las finas manos de Baekhyun repartieron caricias por su espalda mientras le susurraba dulces palabras de aliento, intentando calmarle.

—¿Tú—tú no te vasa ir, ver—verdad?

Baekhyun no era una persona violenta, nunca lo fue. Siempre creyó que había una solución pacífica para todos los problemas, pero, en aquel momento, solo quería ir a buscar a Jisoo y romperle su bonita cara de alfa, con un bate de béisbol, envuelto en alambre de espino.

No lo hizo porque Chaeyoung lo necesitaba a su lado y él no se iba a mover de allí..

—No, no voy a irme. Nunca lo haré, Chaeng. He llamado a tu madre y me ha dicho que Jihoon está con tu tía, ella intentará volver cuanto antes de trabajar. Yo voy a quedarme aquí todo el tiempo que necesites, ¿está bien?

Chaeyoung asintió.

Pasaron unos minutos en silencio, mientras Chaeyoung conseguía tranquilizarse. La mano de Baekhyun continuó trazando patrones en la espalda desnuda de su amiga hasta que sintió que dejó de temblar.

—¿Por qué se ha ido, Baek? — Preguntó
Chaeyoung suavemente, con la voz cargada de pena.

Baekhyun suspiró.

—No lo sé, Chaeyoung. Algunas personas
simplemente no saben apreciar lo que tienen.

—Yo la quiero...

Chaeyoung sintió como el cuerpo de su amigo se tensó bajo ella.

—Lo sé. — Dijo apretando los dientes.

Y le dolía, le dolia que su mejor amiga, la
persona más dulce e inocente del mundo se hubiera enamorado de una bastarda como Jisoo. No la merecía.

—Duele tanto, Baekhyun...mi pecho.

Chaeyoung volvió a romper a llorar.

— Es como...como si me acabaran de arrancar el corazón. Me gusta tanto que duele. Cuando volvió a buscarme pensé que quizá ella también sentía algo por mí, pero ahora...¡Mi pareja destinada me ha rechazado!

Aquello son como una sentencia de muerte.

Mientras tanto, Jisoo daba vueltas sin rumbo en la habitación de Chanyeol, mientras éste la miraba sin entender su desesperación.

—¿Qué mierda acabo de hacer? ¿Qué mierda acabo de hacer?

— No lo sé, Jisoo, ¿qué mierda acabas de
hacer?

Jisoo detuvo por un momento su desesperada caminata y miró a su amigo como un condenado a muerte contempla a su verdugo.

—Cuando volví a casa, Baekhyun me llamó. Dijo que Chaeyoung me necesitaba, así que fui a su casa.

Chanyeol abrió los ojos en una expresión de muda sorpresa.

—¿Y qué pasó?

— Me he acostado con ella.

Aquellas palabras cayeron como una losa de mármol sobre la habitación. Chanyeol se tomó su tiempo para procesarlo.

— Espera, ¿me estás diciendo que te has
acostado con Chaeyoung?

Jisoo asintió.

—Y ella está en su calor.

Un nuevo asentimiento.

—Y ahora tú estás aquí...

La mirada de culpabilidad en el rostro de Jisoo fue lo último que Chanyeol necesitó para entenderlo.

— ¡¿Has dejado a Chaeyoung, una omega, TU omega, solo después de haberlo hecho con ella en su celo?!

Jisoo asintió, dicho en voz alta, sonaba incluso peor.

—¡¿Tú estás loca?! ¡¿Eres consciente de cómo debe de estar sintiéndose?! ¡Se estará muriendo por tener cerca a su alfa!

—Yo...tenía miedo.

—Tu maldito miedo te está haciendo joderla
demasiado, Jisoo. ¿Qué te asusta, ser feliz con la omega de tus sueños? ¿Compartir el resto de tu vida con tu pareja destinada? iVamos! ¿Qué mierda importa lo que diga la gente? Ni siquiera has intentado hablar con Chaeyoung, ¿se te ha pasado por la cabeza la idea de que ella también esté enamorada de ti? Dios, solo imagina cómo debe estar sintiéndose.

Chanyeol no tuvo ni pizca de piedad, y miraba a Jisoo realmente enfadado.

— Soy imbécil.

—Lo eres.

—Nunca me perdonará, ¿verdad?

—No lo creo.

Jisoo gimió y escondió la cara entre sus manos. Había cometido el que sería probablemente el mayor error de su vida.

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