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ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ 𝐈𝐍𝐓𝐎 𝐘𝐎𝐔✶ . · ⋆


¡ONE SHOT DE WALKER
ESPECIAL SAN VALENTÍN!

INTRO !! ♡⁠

Jake Reynolds Johansson logró conseguir su primer papel en la exitosa serie de abogados, Suits, como el ahijado de Mike Ross.

Muchos años antes, él había acompañado a su padre a cada una de sus películas, observando cómo era todo el ambiente y decidiendo si quería o no ser parte de ese mundo.

Allí conoció a un pequeño rubiecito con una sonrisa traviesa y ojos que prometían peligro, y en donde su padre vio a un co-actor, Jake vio a un amigo.

El resto fue historia, Jake y Walker lograron hacer click desde el primer instante y la prensa los amaba, los tenían muy en lo alto, siempre logrando captarlos en fotos y vídeos jugando y divirtiéndose juntos.

Su primera conversación fue acerca de superhéroes, cómo en un futuro Walker fantaseaba con interpretar a Deadpool y Jake a Nightwing, decididos a lograr alcanzar esas metas algún día.

Fueron creciendo, inseparables.

Aunque había momentos en los que Jake debía irse con su madre a Londres, ya que Scarlett y Ryan tenían una tutela compartida que habían organizado el mismo día en que se separaron y ambos habían respetado los tiempos de cada uno con su hijo.

Aquellos meses en los que estaba alejado de Walker, eran los peores para Jake y más tarde que pronto el pelinegro descubrió exactamente porqué... Estaba perdidamente enamorado de su mejor amigo.

Ahora están de vuelta en el mismo país, un ciudades distintos y grabando cada uno sus películas y entrevistas respectivamente.

Pero en el momento en que Jake práctica sus líneas con el gran Gabriel Match, a Jake le llega una gran epifanía y sabe que es momento de tener una conversación con Walker.

Porqué estoy tan, tan, tan, enamorado de tí.

¿Debería dar el siguiente paso aún cuándo no sé cuál sería tu reacción?

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—Esta es una de las botellas de vino más raras del mundo. Sólo un puñado de personas han tenido la suerte de probarlo. —comenzó a leer su guión Gabriel Match, su voz apenas es más que un susurro, que de todas formas logra escucharse en toda la sala por el micrófono en la mesa frente a él.

Todos se encontraban sentados rodeando una gran mesa en forma de semicírculo, el elenco recién unido para la séptima temporada de Suits debía comenzar a leer sus líneas y comenzar los arreglos pronto.

La huelga de los actores los había detenido el tiempo suficiente, y ahora, al igual que muchas otras series, debían apurarse y ponerse a trabajar.

Jake estaba nervioso, era mucho más joven que el resto de actores a su alrededor, y mientras esperaba a que Gabriel siga hablando, releyó su línea una vez más, ya que la próxima conversación la estaría teniendo con él.

—Es una de mis posesiones más preciadas. Puedo reconocer otros vinos, y siempre he sido un poco más fanático de los whiskys de todos modos pero... Este vino, simplemente lo es todo. Es invaluable.

Jake tragó saliva fuertemente, se encontraba tenso contra su propia silla escuchando la gran interpretación de Gabriel para hacer de Harvey Specter.

—Lo he estado guardando para una ocasión especial, pero ahora empiezo a dudar de mí mismo. Lo tengo en mis manos y, sin embargo, no puedo probarlo... —Gabriel hace una pausa contemplativa, todos en la habitación saben que es un momento importante para su personaje y que él no está hablando del vino—. ¿Qué pasa si lo abro y descubro que no es tan maravilloso como pensaba? ¿Que es sólo otra botella de vino? ¿Que es ordinario y vil y que me decepciona?

Es una elegante analogía que un personaje como Harvey necesita, está cuestionando sus acciones, la verdadera pregunta en realidad era:

¿Qué pasa si me acerco a ella y al final no termina gustandome? O a ella, ambos decepcionados. Siempre la tuve conmigo, allí en un altar muy alejado, pero una vez que haga este próximo movimiento, si no sucede lo que yo siempre estaba deseando, todo cambiará, porque nuestra amistad no volverá a ser lo mismo de antes, y se volverá frívola y vil.

Jake se acercó a su micrófono y mirando a Gabriel a los ojos le respondió—. Esto no se trata del vino.

Gabriel asiente conforme, revisa una vez más el guión en una de sus manos y continúa—. No, no lo es.

Un silencio contemplativo se apodera de ellos, espesando el aire, la escena es tensa y eso es algo que ellos saben hacer funcionar.

—Deberías hacerlo... —siguió Jake, haciendo bien su papel de adolescente inmaduro, digno hijo de el ahijado de Mike—. Aún aunque no sepas si va a gustarte o no, ¿De qué sirve que sea invaluable si nunca lo haces tuyo por completo?

—Es eso lo que lo hace invaluable. Admirarlo desde la distancia, saber que allí siempre va a estar para mí. —respondió Gabriel de forma suave.

El personaje de Jake no estaba preparado para aceptar que Harvey se rinda tan rápido, así que dió un fuerte golpe a la mesa y levantó la voz.

—¡No es justo Harvey! No lo es ni para tí ni para Donna. ¡Porque ella es tu mejor amiga pero sabes que podrían ser mucho más si solo les das la oportunidad de intentarlo! —e quejó Jake, intentando sonar lo más inmaduro posible, aún cuándo sus propias palabras llegaron a tocarlo intensamente.

Porque yo también estoy pasando por lo mismo que Harvey. Pensó Jake, recordando al hermoso rubio que debe estar teniendo entrevistas justo en esos instantes, gracias a la serie de Disney que fue un rotundo éxito.

—¡No, Nicky la vida no es así de simple! —gritó Gabriel, algunos actores lograron sobresaltarse ante el cambio de voz, sin duda alguna el hombre era un excelente actor—. ¿Qué pasará cuándo no sea lo que yo espero? ¿Cuando me decepcione a mi mismo o a ella? ¿Cuando sea ella quién me culpe por forzar esa situación? ¡No puedo arriesgar todo por una ilusión!

—¿De qué ilusión me estás hablando? ¡Pero sí está allí, todos lo pueden ver! —le gritó Jake en respuesta, sintiendo su labio inferior temblando durante un segundo.

Releyó su línea una vez más, y volvió a hablar—. ¿Estás diciendo que realmente crees que sería forzado... después de tantos años juntos? ¿Cuántos años exactamente llevas enamorado de ella?

Dos años llevo enamorado de Walker.

—Once años... —respondió Gabriel con voz áspera, en algún momento se había levantado de su propia silla, para darle más emoción a la escena, pero pronto volvió a sentarse al dar esa respuesta, su expresión de rendición demostraba exactamente lo que su personaje necesitaba.

—Ella es tu mejor amiga. Te ama. Y si te tiras a esa piscina y resulta que no tiene agua... Ella estará para vendarte las heridas, así es Donna, nunca te dejaría. —concluyó Jake, su voz también relajándose, casi en rendición, saben que la conversación se está por terminar.

¿Y Walker...? ¿Él se quedaría conmigo aún a pesar de todo?

—¡Y corte! —gritó el director desde su silla en el centro de la mesa, pronto comenzó a aplaudir y el resto de los actores lo siguieron, con vítores y gritos alegres, la mayoría en dirección a Jake.

Era su primera práctica real, después de muchas audiciones que había tenido con distintos actores que ya formaban parte del cast desde años.

Patrick le dió unas suaves palmadas en la espalda y Jake no pudo evitar sonreírle abiertamente.

Tanto Patrick como Gabriel eran los dos protagonistas de la serie, y poder ser tan cercanos a ellos desde el primer día era mucho más de lo que Jake habría creído posible alguna vez.

Las prácticas siguieron y se alargaron hasta al menos unas cuatro horas más, en donde finalmente los guionistas afirmaron que debían comenzar a hacer un par de arreglos y que podrían verse ya la próxima semana con todos los cambios realizados.

En todo el tiempo que estuvieron ensayando sus líneas, Jake no había logrado concentrarse en sus actores a su alrededor ya que seguía repitiendo sus líneas y las de Gabriel, imaginando e idealizando lo que podría llegar a ocurrir si él se le planta a Walker de la misma forma que Harvey lo haría con Donna.

Llevamos años siendo amigos, puedo entender de dónde viene la inseguridad de Harvey, ¿cómo puedes estar seguro de que haces lo correcto al confesarte?

Aún cuando escucha las respuestas en sus propias líneas, esas que lo animan a arriesgarse y descubrirlo, dichas con seguridad como si fuera así de sencillo, Jake sabe que puede empatizar mucho más con el personaje de Gabriel que con el suyo.

Porque arriesgarse suele ser bueno, pero el miedo que viene antes... El terror de lo que podría llegar a ocurrir suele ser mucho más fuerte e intenso que cualquier emoción esperanzadora que le asegure que esa es una buena idea.

Pronto, todos los actores comienzan a levantarse de sus asientos y eso trae de vuelta a Jake, quién por suerte en los primeros capítulos de la temporadas no solía tener demasiadas líneas, así que pocas veces tuvo que acercarse al micrófono.

Él no se sentía listo para hablar una vez más, no con todos esos sentimientos conflictuados en su mente.

Patrick pasó uno de sus brazos por los hombros de Jake y lo acercó a un suave abrazo, el hombre era como un mentor para él y agradeció la cercanía para distraerse.

—¿Y qué te sucede a ti? Has estado demasiado distraído toda la tarde. —preguntó Patrick, observando con curiosidad como Jake soltaba un fuerte suspiro.

Ambos salieron del set, directamente hacía la calle y, al salir, lo primero que se encontraron fue una gigantografía de la serie de Disney: Percy Jackson and the Olympians.

Jake se detuvo y con él Patrick, ambos mirando el gran poster sobre uno de los edificios en frente y entonces, el mayor soltó un silbido.

—Woah, se ve increíble. ¿Ya viste la serie? Yo aún no he tenido oportunidad. —dijo Patrick, sin comprender porque Jake se había detenido más tiempo del necesario.

Tal vez creyó que solo lo admiraba porque esos tres chicos se veían increíbles, pero en realidad, toda la atención de Jake estaba en el rubio en medio, sosteniendo el rayo de Zeus y pareciendo tan audaz como lo era el mismo Walker detrás del personaje.

—La ví antes de que saliera. —admitió Jake, retomando el paso cuando Patrick tiró de sus hombros.

Ambos vivían en la misma zona de edificios, detrás de ellos habían comenzado a caminar los guardias de seguridad de Patrick de manera sutil, entremezclandose con la gente.

Los tipos eran grandes y formidables, tranquilamente luchadores de la NBA, pero no usaban uniformes negros y gafas de sol oscuras, solo ropa casual que lograba confundirlos bastante bien con el resto de personas en Nueva York.

Al igual que Patrick y Jake, por supuesto, ellos tampoco llevaban ningún atuendo demasiado alocado, a diferencia de Gabe y Rick que solían ir a trajes a los ensayos por la costumbre, Jake y Patrick solo iban con jeans y camisas estampadas.

La camisa de Jake aún así siempre solía llamar la atención, ya que desde que Walker se la regaló, esa remera blanca con el logo de Star Wars brillando rojo al igual que el Darth Vader abajo, había logrado captar más de una cámara rápidamente.

Jake aún no tenía un fandom como sí, después de todo Suits sería su primer trabajo serio, además de las obras de teatro escolares, y él en realidad solo fue reconocido por ser un nepo baby.

Al parecer, si eras hijo de un actor o actriz ya te tenían tachado, con una gran cruz roja de actor sin talento que solo pequeñas franquicias querrían trabajar para usarlos de promoción y poner el nombre de sus padres en amarillo neón y ver si logran conseguir algo.

Jake desde pequeño había logrado conseguir muchos papeles pero sus padres no lo habían dejado aceptar ninguno de ellos hasta que él realmente tome la decisión de que realmente la actuación es su camino y no solo está siguiendo ese sendero porque fué el que sus padres siguieron.

Y si bien, al principio Jake no quería ser un actor, finalmente le había encontrado el encanto a todo ello después de cómo Walker le contaba cómo se divertían en el set de Secret headquarters.

Justo en ese instante en que su mente comenzó a traer momentos de Walker, Patrick y él lograron llegar al edificio en donde Jake vivía.

—Bueno niño, está es tu parada. —dijo Patrick, dejando caer su brazo de los hombros de Jake y colocando su teléfono contra su hombro ya que en mitad de camino lo había llamado su esposa y habían estado teniendo una relajada conversación.

—Sí, gracias por acompañarme. —agradeció Jake, observando la cálida sonrisa y el guiño que le dió el hombre antes de seguir su camino con sus dos guardaespaldas.

Esas semanas que iba a estar practicando las líneas de Suits, sus padres le habían permitido rentar un piso para él solo.

Después de largas y tendidas discusiones, finalmente habían llegado a un acuerdo de que Ryan, su papá, llegaría a horas completamente random del día para averiguar que era lo que Jake estaba haciendo en esos momentos.

Eso sería atentar contra mi privacidad. Había dicho Jake.

Somos tus padres, es nuestro deber. Le había respondido Ryan.

Al entrar al ascensor, suspiró ansioso, sacando finalmente su teléfono y revisando los cientos de mensajes que tenía por arriba, esperando encontrarse el nombre de Walker en alguno de ellos.

Por supuesto, Walker estaba ocupado y aún no había tenido tiempo de llamarlo o mandarle algún texto, así que la primera vez que Jake vió el nombre de su amigo fue con muchas personas etiquetandolo en un twit.

Al abrir la red social, lo primero que se encontró eran unas pares de fotos de Walker y Leah juntos, estaban en una entrevista y la manera en la que Walker miró a la chica de algún modo debió significar algo para los fans ya que todos estaban completamente desquiciados respondiendo que se amaban, que eran canon, que los shupeaban y más mensajes que a Jake no le agradó leer.

Entonces, Jake siguió bajando para ver porqué exactamente lo habían etiquetado, y eso se debía a que un fan había puesto "Así es como Walker mira a todos, sino miren estas fotos de él y @jayreysson".

A partir de ese twit, llegaron muchos otros más diciendo que esa fan tenía razón y que Walker estaba ahora estaba enamorado de Jake, otros más que se negaban y otros que sugerían que Walker podría llegar a gustar de Charlie.

Todas muy buenas teorías pero Jake esperaba que se encuentren lejos de la realidad.

Desde que Walker había comenzado las grabaciones de Percy Jackson, ellos realmente no habían tenido mucho tiempo para estar juntos, además de que claramente en el camino de grabar Walker había logrado hacer muchos amigos de su edad, situación que Jake no podía imitar ya que todos en el set de Suits eran adultos a diferencia de él.

No sabía qué era exactamente lo que tanto impacientaba a Jake desde que se levantó ese día tan temprano.

Si la promesa en el aire de que San Valentín era el próximo día, las líneas que lograron tocar una fibra sensible de él y que lo hicieron sentir inseguro y ansioso todo el día o twitter y los fans de Walker sugiriendo que el rubio en realidad podría estar enamorado de Leah.

O en su defecto, de Charlie.

Sí, ninguna de las dos ideas era agradable.

Jake salió del ascensor y caminó directamente hasta su puerta con la llave en una mano y su teléfono en la otra.

Al intentar abrir, descubrió que ya se encontraba abierta, lo que solo podía significar una cosa: Su papá había llegado a visitarlo.

Jake soltó un suspiro y abrió, observando el pasillo de entrada con un montón de objetos de su padre, desde sus zapatillas, hasta las llaves de su casa, de su auto, unas gafas de sol y un reloj.

No se quejó porqué él mismo también dejaba todo tirado en la mesita auxiliar al lado de la puerta, en cambio arrojó allí las llaves y caminó por el pasillo que daba directamente hasta el comedor, gritando entre tanto. —¡Papá, te dije que cierres la puerta con llave que puede llegar a entrar un pervertido!

La carcajada de Ryan se escuchó desde la distancia, siendo seguido de un par de siseos para hacer callar a alguien.

—¡Creo que aprendí la lección Jackie, porque efectivamente entró un pervertido a la casa! —gritó su padre, Jake supuso que desde la cocina.

Jack frunció el ceño, comenzando a grirarle en respuesta, a la par que entraba al comedor y se dirigía directamente a la cocina—. ¡Oye yo no soy un-

Lo primero que Jake se encontró al pasar el marco de la puerta fue a su padre con un gran sánguche de salame en la boca que estaba intentando engullir de un bocado, pero en realidad no fue eso lo que logró detener sus palabras, no.

A su lado, se encontraba un sonriente rubio que miraba con diversión las locuras de su padre.

—¿Qué... —comenzó a preguntar Jake, pero se detuvo soltando un suspiro y negando con la cabeza.

Podría hacer alguna pregunta estúpida, pero prefirió acercarse hasta su mejor amigo y atraparlo en un rápido abrazo.

—Holaaa. —saludó Walker alegremente, rodeando los hombros de Jake para apretarlo contra su cuerpo, colocando su cabeza sobre la de Jake y dejando un efímero beso contra la sien de su amigo.

Jake no pudo evitar sonreír, encantado de que Walker esté allí con él, colocó su rostro contra el hombro del rubio y solo le tomó un par de segundos más en el apretado abrazo darse cuenta de que algo estaba mal.

—Espera. —dijo Jake, dejando caer sus brazos de la cintura de Walker para dar dos pasos hacía atrás.

—¿Qué? —preguntó Walker, ladeando la cabeza con curiosidad al ver como Jake entrecerraba los ojos y lo estudiaba con la mirada.

—¡Creciste! —gritó Jake, fulminando a Walker con la mirada, a su lado, su padre tragó se atoró con el sanguche cuando no pudo evitar reírse.

—Pubertad. —respondió Walker con una sonrisa, muy consciente de sí mismo.

Jake lo miró con ojos entrecerrados, ignorando como Ryan frente a ellos se estaba dándose palmadas el pecho para intentar aliviar el estado atragantado.

—Esta es una injusticia. —se quejó Jake, pero aún así, cuando Walker extendió sus brazos Jake se acercó a él para volver a abrazarlo.

—¿No lo notaste en las entrevistas? Hay mil edits de cómo crecí. —bromeó Walker divertido, Jake rodó los ojos y movió su cabeza sobre el hombro de Walker para negar.

—Odio tus edits. —dijo Jake, esvuchando como Walker soltaba un sonidito lastimero.

—¿Por qué? ¿Porqué me veo demasiado bien? —preguntó el rubio, llevando las manos hacía el cabello todo desordenado de Jake, comenzando a peinarlo hacía atrás.

—Estas todo el tiempo con tus nuevos amigos. —murmuró Jake, asegurándose de esconder su rostro en el cuello de Walker para intentar amortiguar su voz y que sea difícil comprender lo que estaba diciendo.

Pero por supuesto, Walker lo había escuchado y comprendió a la perfección.

—¿Qué? ¿Oh, qué fue eso? ¿Celos? ¿Tu hueles esos celos Ryan? —Walker volteó a ver al mayor, observando como Ryan asintió, aún con sus mejillas llenas de comida y sosteniendose en la mesada para intentar tragar.

—Papá escupe eso. —se quejó Jake, intentando desviar el tema y observando como su padre seguía insistiendo en masticar.

—No lo hará, hicimos una apuesta. —explicó Walker, de fondo Ryan estaba intentando hablar con la comida aún en la boca pero solo se escucharon ruidos amortiguados—. Y no cambies de tema, Jay. ¿Entonces no ves mis edits por qué estas celoso?

Jake finalmente se deslizó fuera del abrazo, negando con la cabeza y apartándose de Walker.

El pelinegro retrocedió hasta chocar con la mesada, colocando ambas manos sobre esta e impulsandose hacía arriba, observando como Walker se había cruzado de brazos y lo miraba con esa sonrisa traviesa y cómplice que con los años se había vuelto más atractiva.

—No estoy celoso. —mintió Jake sin reparo.

Walker alzó las cejas y volteó a mirar a Ryan, quien ahora estaba a su lado cruzado de brazos, aún con las mejillas llenas de su sánguche y masticando de manera lenta, lo cuál logró hacer que Jake bufe una risa.

—¿Tú le crees? —preguntó Walker, separando sus brazos para subirse las mangas de su buzo azul.

Ryan negó con la cabeza, haciendo un ruido de negación, aún con los brazos cruzados.

—Traidor. —dijo Jake, mirando cómo su padre le dió una sonrisa de labios cerrados que solo logró inflar más sus mejillas—. Ardilla traidora.

Esta vez Ryan pasó su dedo índice por su cuello de un lado hacía el otro, en una clara amenaza de mafioso que Jake decidió ignorar.

—Jay, Jay, Jay. —comenzó a decir Walker, negando con la cabeza y acercándose hacia él.

No sabe porqué, pero la sola vista de su amigo acercándose comienza a ponerlo nervioso, tal vez es la extrema confianza que Walker había adquirido, que ya antes Jake había notado cuando hacían videollamadas.

Tal vez fue ese buzo azul que le quedaba excelente, y que con las mangas arremangadas exponiendo sus antebrazos de algún modo lograba mejorar todo aún.

Jake se detuvo un segundo a observar que efectivamente podía ver las venas sobresaliendo de los brazos de su amigo y tuvo que tragar saliva con fuerza, desviando rápidamente la mirada porque si bajaba a las manos de Walker sabría que no había retorno.

En cambio, miró a su amigo a los ojos, lo cuál, tampoco pareció una buena idea cuando lo hizo.

No era muy bueno haciendo contacto visual durante mucho tiempo, desde pequeño su madre le había explicado que mirar a los ojos a las personas era importante pero después de unos segundos, Jake no podía evitar apartar la mirada, aún después de tantos años de práctica.

Pero ahora, mirando esos brillantes ojos azul celeste que prometían diversión y algo más, como siempre fue esa mirada genuina de Walker, estaban haciendo cosas en Jake que aún no podía comprender, ¿mariposas en su estómago? patrañas, parecía un maldito tifón a toda honra cómo se sentía su interior.

—¿Qué? —replicó Jake, infantilmente, una vez que Walker llegó hasta el frente suyo, colocando ambas manos a los costados de las piernas de Jake.

El rubio fue lo suficiente alto como para enfrentar a Jake aún cuando el pelinegro se encontró sentado sobre el mostrador, lo cuál, otro punto para ponerlo nervioso.

Lo peor de todo probablemente era que... Walker sabía.

No, no sabía que Jake estaba perdidamente enamorado de él.

Pero Walker sabía el impacto que su atractivo tenía en las personas, cómo logra hacerlos reír nerviosamente o sonrojarse, como ahora Jake estaba sonrojado ante esa intensa mirada de ojos azules y esa sonrisa de dientes brillantes.

Walker, el hijo de perra, adora esa atención, le encanta saber que las personas, inclusive un amigo como Jake, logran verlo atractivo, y se regodea demostrando que él sabe el efecto que causa en las personas.

Entonces el rubio se queda en silencio, simplemente mirándolo a los ojos, pero Jake está mirando sus cejas, y el puente de su nariz, y sus mejillas, porque no puede enfocarse demasiados segundos en el azul en los ojos de Walker y sabe que bajar su mirada hasta los labios de su amigo es una línea que no debe cruzar.

Jake jamás ha cruzado esa línea, incluso con la promesa de San Valentín en el aire no podía permitirse cruzarla ahora.

—¿Por qué estás aquí? —preguntó suavemente el pelinegro, su voz no salió cómo una queja aún cuando se suponía que debía estar molesto por las muy ciertas acusaciones de su mejor amigo.

—Con los chicos tuvimos una entrevista a un par de calles de tu casa, no podía no pasarme al terminar. Sorpresa. —explicó Walker con tranquilidad.

Porqué sí, aunque Jake estaba muriéndose de nervios, completamente sonrojado, Walker se encontraba tan tranquilo como siempre.

—¡Lo logré! —gritó Ryan detrás de ellos.

Ambos adolescentes voltearon a ver al adulto responsable que le enseñó la lengua a Walker como para confirmar que realmente lo había logrado.

Walker se separó de Jake, soltando un bufido y rodando los ojos.

Siempre fuiste un mal perdedor, ¿huh, Wally? Pensó Jake, observando con diversión cómo su padre se acercaba victorioso hasta el rubio y extendió su mano.

Walker negó con la cabeza, pero finalmente se llevó una mano al bolsillo y le entregó a su padre dos papeles.

—¿Qué ganaste, Wade? —preguntó Jake desde la distancia, su padre volteó a verlo con una enorme sonrisa en su rostro.

—¡Dos entradas para la premier de la tercer película de Iris! —exclamó su padre victorioso, alzando las entradas al aire.

—Espera, espera. ¿Hablas en serio? ¿¡Walker, tenías las entradas de Iris!? —le gritó Jake a su amigo, el rubio se encogió de hombros, aún luciendo derrotado.

—¡Por supuesto que las tenía! Pero ahora les tengo yooo, sí, sí, sí, yo las tengo y tú no. —cantó Ryan victorioso, abanicando las entradas frente al rostro de Walker—. Walkie las había conseguido para su cita de San Valentín pero oh jo jo, ¡Perdió! ¿Quién irá a ver hombres lobo al cine? ¡Este papu!

En un instante, para Jake todo se detuvo.

¿Cita de San Valentín?

Walker. Tiene. Una. Requete re contra. Maldita. Cita. De. San Valentín.

Ryan siguió festejando los próximos cinco minutos hasta que finalmente logró cansar a Walker quién lo dió una patada de karate.

—¡Oh, sí! ¡Ven aquí Cobra Kai! —Ryan hizo la pose de la grulla al tiempo que Walker soltaba una carcajada—. Está bien, está bien, mejor si te alejas. Hey, Jackie, ¿qué sucede?

Pronto, toda la atención de esos dos regresó a él una vez más.

Todo el sonrojo que Jake había tenido por la cercanía de Walker, que había hecho competencia con el rojo de su remera de darth vader, se había desvanecido hasta un color más pálido de lo usual.

En su mente se seguía repitiendo a sí mismo que Walker tenía una cita.

Pero una cita de verdad y encima de San Valentín, Walker, tenía una cita. Una cita tenía Walker. Un San Valentín tenía un Walker en una cita. Una cita tenía-

—¿Jake? —la voz de Walker logró traer de vuelta al pelinegro quién subió la vista de sus manos moviéndose con ansiedad sobre sus piernas para mirar a su amigo.

—¡Oh, Walker! ¿Ya deben irse? —preguntó Ryan, que había tomado su celular un segundo y observó la hora.

Jake sonrió al creer que Walker lo llevaría a algún lado esa noche para que ambos se puedan divertir.

Walker observó su propio teléfono e hizo una mueca antes de hablar—. Huh, sí. Leah ya me está apurando, ya nos están esperando.

Y con eso, la sonrisa de Jake se desvaneció.

—Está bien, está bien, yo los llevo. Iré a sacar el auto del estacionamiento y los espero afuera. —Ryan le dió una palmada en el hombro a Walker y después otra a su hijo en la pierna en su camino.

Jake se quedó en silencio hasta que escuchó la puerta de entrada cerrarse.

—No iré.

—¿Qué? ¿¡Por qué!? Ni siquiera sabes dónde es. —replicó Walker, acercándose una vez más hasta él.

—Pero sé quiénes van a estar y no quiero. —replicó Jake con molestia.

No quería conocer a otros chicos actores, se conocía a sí mismo lo suficiente como para saber que desde el momento uno, él comenzaría a compararse con todos ellos y pronto volvería a estar decepcionado de si mismo.

Era algo que siempre solía suceder cuando iba a las galas y se encontraba con jóvenes actores, sabía que ellos realmente tenían talento y él solo estaba allí por sus padres.

Además, sabe que si son amigos de Walker, no solo va a compararse de forma profesional, también va a tener que observar de primera mano como Walker lo ignora para pasar tiempo con sus otros amigos, que seguro son mejores que él.

—Vamos Jayy. No te pongas de ese modo, ¿por qué nunca quieres hacer amigos? —preguntó Walker, agachándose para colocar su rostro contra el muslo de Jake y mirarlo con un pequeño puchero.

—No-oh. No me gusta. —y esa era otra mentira.

—No es cierto, si te gusta hacer amigos. Pero solo no quieres porque yo los conocí primero. —declaró Walker, ambos se quedaron en silencio porque sabían que el rubio tenía razón—. Vamos, te va a gustar. No te voy a dejar solo.

Jake se mordió el labio inferior pensativo, pensando en lo mucho que había extrañado a Walker estos días y que realmente no le haría ningún mal pasar el rato con su mejor amigo.

—Porfi. —susurró Walker, parándose una vez más para enfrentar a Jake y chocando sin suavidad sus frentes juntas para mirarlo con intensidad a los ojos.

Jake cerró sus ojos por instinto pero los volvió a abrir al instante solo para disfrutar ese segudo de tener tan cerca a Walker.

—¿Seguro?

—¿Seguro qué? —preguntó Walker en respuesta, aún con sus frentes juntas y sus narices rozándose.

Estaban tan cerca.

—Que no me vas a dejar solo. —murmuró Jake, observando como Walker se separaba solo un poco para darle una sonrisa victoriosa, sabiendo que ya lo había logrado.

—Por supuesto que no, jamás. —prometió Walker, acercándose para darle un beso en la frente antes de tomarlo por las caderas para bajarlo del mostrador—. Pero ya tenemos que irnos, el teléfono estuvo vibrando hace como cinco minutos y creo que es tu papá.

—Y me culpas. —replicó divertido Jake, negando con la cabeza y comenzando a correr hasta la puerta siendo seguido por Walker.

—¡Por supuesto que sí! Celoso. —bromeó Walker, tomando las llaves en la mesa auxiliar y saliendo último, cerrando él la puerta con llave—. Para que no entren pervertidos.

Jake rodó los ojos, pero aún con una sonrisa divertida. Bajó la cabeza unos segundos y observó que aún tenía la misma ropa, la remera de star wars con unos jeans claros rasgados en las rodillas.

—¿No debería haberme cambiado? —preguntó Jake, sintiendo como Walker comenzaba a apurarlo hasta el ascensor.

—Demasiado tarde.

—¡Pero no es justo! Tú te ves bien y yo parezco un vagabundo. —se quejó Jake, mirándose en el espejo del ascensor e intentando acomodar su cabello para que no se vea tan alborotado.

De reojo, observó la sonrisa de Walker—. ¿Pero no es así cómo nos vemos usualmente?

Jake volteó a darle un golpe en el hombro sin real fuerza y Walker solo soltó una risita.

Ambos salieron del ascensor e hicieron una carrera hasta el auto de Ryan que se encontraba en la esquina de enfrente.

—¡Niños, niños, cuidado con las puertas! —gritó Ryan, escuchando cómo los dos cerraban con fuerza las puertas de atrás—. ¡¿Qué les acabo de decir?!

Jake y Walker se miraron con sonrisas complices.

—Ups. —dijeron a la vez, escuchando el exagerado bufido de Ryan y cómo negaba con la cabeza, pero finalmente comenzando a conducir.

—¿Ya sabes dónde es? —preguntó Jake, asomándose por entre los asientos y observando cómo su padre doblaba en una esquina.

—Oh no, solo pensaba abandonarlos lo más lejos en la carretera para que se vuelvan caminando y yo tenga tiempo para jugar con tu play cinco. —respondió irónicamente su padre, Jake suspiró y se dejó caer hacía los asientos otra vez.

—Él sabe. —declaró Walker, mostrándose pensativo durante unos segundos—. Es decir, le dije. ¿Siquiera lo recuerdas, verdad anciano?

—Oh llámame así una vez más y verás como me lo olvidó. —apuntó Ryan, moviendo el espejo retrovisor para señalar a Walker con su dedo índice.

Ambos adolescentes volvieron a reír y Jake sintió cómo finalmente volvía a relajarse.

Estaría con Walker.

Y algunos amigos de Walker.

Y probablemente la chica que Walker habría invitado para San Valentín.

Mierda.

—¿A dónde iremos? —preguntó Jake, pasando una de sus piernas por encima de las de Walker y colocando su cabeza sobre el hombro del rubio.

—Sorpresa.

—¿Por qué tantas sorpresas hoy? —preguntó Jake, sin comprender.

—Sorpresa. —repitió Walker, dándole una sonrisa encantadora, Jake se detuvo más tiempo del necesario mirándolo.

¿Qué pasará cuándo no sea lo que yo espero? ¿Cuando me decepcione a mi mismo o a ella? ¿Cuando sea ella quién me culpe por forzar esa situación? ¡No puedo arriesgar todo por una ilusión!

Irónicamente, justo en esos pequeños instantes de valentía que llegaron a Jake, las palabras de un personaje tenían que regresar a él para llenarlo de inseguridad.

—Sabes... Te extrañé, llevamos como meses separados, ¿cierto? —Walker dijo, hablándole suavemente.

Jake asintió, acariciando el inicio del cuello de Walker con su nariz.

—Demasiado tiempo, no debería ser legal que nos separen tanto tiempo. —se quejó Jake, moviendo su pierna para acercar más las de Walker a su cuerpo.

Su padre los seguía espiando desde el espejo pero para ese entonces Jake ya se había acostumbrado.

—Debería. —afirmó Walker en acuerdo—. Oye... no te preocupes por los chicos, ¿de acuerdo? De entre todos tú siempre serás el más especial.

Jake asintió, pensando con curiosidad que Walker no había mencionado la palabra amigo.

Usualmente solía surgir entre ellos con facilidad, solían llamarse así todo el tiempo, pero desde hace meses que Walker hasta en llamadas comenzó a decirle Jay, usando ese apodo que pronto Jake comenzó a poner en todas sus redes sociales porque era el primer apodo que Walker le había dado.

No quiere hacerse ilusiones, sabe que aquella clase de pensamientos comenzaría a darle esperanzas pero no puede arriesgarse, no si la verdad podría terminar alejándolo.

—¿Qué crees que será? —preguntó Walker, carraspeando para intentar hacer el ambiente un poco más casual, dejando de lado ese tono íntimo en las palabras que dijo antes.

—No lo sé pero solo espero que haya helado. —admitió Jake, levantando su cabeza del hombro de Walker para mirar por la ventana algo que le sugiera a dónde podría ir.

La ciudad de noche se veía increíble, con las luces brillando y los carteles chispeantes, las personas recorriendo las calles que ya estaban decoradas con corazones rojos y rosados por todos los rincones.

Al final, Walker y Jake comenzaron a hablar de la serie que ambos habían arrancado a ver juntos, Titans, en donde estaba el personaje favorito de Jake, ese superhéroe que él siempre habría deseado ser.

Algún día, tal vez.

Walker sonreía, mirándolo con esa clase de mirada que Jake había visto esa tarde en las fotos de twitter, pero esa clase de mirada jamás se la dió a Leah, siempre apareció en las fotos con él.

Sabe que está perdidamente enamorado de su amigo y ahora finalmente lograron reencontrarse un día antes de San Valentín y Jake no puede parar de hacerse ilusiones.

Sabe que no está bien, y que la desilución lo perseguirá demasiado tiempo si no es lo que él había estado queriendo, pero cuando finalmente salen del auto, despidiéndose de su padre y frente a Walker hay un parque de diversiones Jake no puede hacer más que llenarse de esperanza e ilusiones.

¿Realmente va a pasar esto?

Walker subió su mano para saludar a la distancia a un grupo de adolescentes que rápidamente correspondieron el saludo.

—Vamos, son ellos. —dijo Walker, y antes de que Jake pueda decir algo, sintió como el rubio lo tomaba de la mano antes de salir corriendo.

—¡Scobeell! —gritó una de las chicas, su cabello rizado se veía fenomenal y era un poco más alta que Jake.

Su nombre en la serie era Clarisse, pero Jake no pudo recordar cómo se llamaba ella.

Pronto el grupo de amigos le dió rápidos abrazos a Walker mientras Jake esperaba un poco apartado.

Ya me estoy arrepintiendo de esto. Pensó el pelinegro, dándole una amable sonrisa a Aryan que fue el primero que se acercó.

Oh gracias a Dios alguien que conozco.

—Hey, Aryan. —saludó Jake, chocando su mano contra la de Aryan en un amigable saludo.

Había conocido al actor una de las muchas veces que hacían videollamada con Walker.

En algún momento Aryan también comenzó a aparecer de manera constante con el rubio Y Jake descubrió que realmente el chico le caía demasiado bien.

—Oh, ¿ese es...? —una chica rubia comenzó a preguntar pero Walker la empujó para que guarde silencio, haciendole una seña que logró detener a la chica que sólo soltó una risita divertida—. ¡Hola! Soy Leena la hermana de Walkie, o como tú le dices, Wally.

—¿Te dice Wally? Oww, que ternura. —dijo una chica asiática, logró reconocerla como Maya en la película de Walker en donde era hijo de un superhéroe, pero realmente tampoco podía recordar su nombre.

Todos los rostros eran conocidos y pronto eso logró relajar al menos un poco a Jake, pero no lo suficiente, ya que todos parecían realmente cercanos con Walker.

—Okay, okay, dejen de mirarlo así. —declaró Walker, acercándose hasta Jake para pasar uno de sus brazos por los hombros del chico—. Este es Jake y Jake ellos son, Leah, Charlie, Leena, Dior, Momona y a Aryan ya lo conoces.

Walker comenzó, enumerando a todos sus amigos, al menos no parecían ser demasiados y uno de ellos era su propia hermana, con la que Jake ya sabía que solían juntarse porque ella era amiga de algunas amigas de Walker, solo que Jake no sabría apuntar a cuáles.

Pronto todos comenzaron a presentarse por su cuenta ya que no les gustó que Walker lo haga tan rápido, Dior se aseguró de bromear con él un rato para dejarlo aún más tranquilo y pronto todos decidieron entrar al parque de diversiones.

Momona y Leena seguían hablando entre ellas en susurros mientras lo miraban a él, y en general, todos parecían demasiado curiosos por conocerlo, pero no quería hacer ninguna clase de teorías o tener una opinión apresurada de nadie, Walker tenía razón, los chicos eran demasiado agradables.

El resto de la noche se la pasaron caminando de un juego al otro, iban corriendo de un lado al otro y en algún momento Walker y Jake comenzaron a caminar de la mano.

—Mierda, mira eso. —llamó Jake, tirando de la mano de Walker que había estado hablando con Charlie.

Ambos chicos voltearon a ver lo que Jake estaba observando y se encontraron con un gran pingüino que parecía sumamente suave.

—¿Lo quieres? —preguntó Walker divertido, acercándose aún más a él ya que por el ruido en el parque no podían escucharse tanto.

—Wally quiero ese pingüino y lo quiero más que a mi vida. —admitió Jake, escuchando la carcajada de Walker demasiado cerca suyo y sintiéndose afortunado de poder escucharlo reír así—. ¿Y tú que quieres?

—Mhmm... —Walker colocó su cabeza sobre el hombro de Jake, sus manos aún se encontraban tomadas mientras Walker miraba la estantería con peluches y hasta algunos pares de juguetes de disney—. Oh, ese. El rayo McQueen.

Jake asintió y pronto ambos se acercaron al juego en cuestión, Walker le habló a la chica y le dió dos tickets de color rojo que habían comprado antes y que les permitían jugar.

—¿Solo el que gane primero? —preguntó Walker, tomando la pistola de agua y haciendo como que la cargaba.

—No, Wally hablo en serio quiero ese pingüino. —declaró Jake, tomando su propia pistola de agua y observando como Walker negaba divertido.

—Bien, bien.

La chica del juego les dió la señal y ambos comenzaron a disparar el agua contra la pequeña diana frente a ellos.

Todo lo que Walker y Jake puedan usar para competir, siempre lo usaban, después de todo, Ryan no era el único que le encantaba ver a Scobell frustrado cuando perdía.

Y una vez, Walker perdió.

—¡Vamoos! —celebró Jake, pidiendo el auto del Rayo McQueen para Walker y observando como el rubio ya se encontraba un poco desanimado como cada vez que competían—. ¡Dale Wally, quiero mi pingüino!

Al final, Walker no lo logró a la primera vez, pero no estaba decidido a rendirse ya que al instante le extendió otro ticket rojo a la chica y la pistola comenzó a disparar una vez más.

El grupo había comenzado a animarlo y pronto Jake buscó a Aryan con la mirada, encontrandolo un poco alejado pero aún así mirando a Walker con emoción.

—Hey. —saludó Jake al llegar hasta él.

—Siempre está tan empeñado en ganar. —comentó Aryan divertido a lo que Jake no pudo hacer más que asentir.

—Oye, ¿cómo les fue en la entrevista? —preguntó Jake, recordando que Walker y sus compañeros se encontraban en Nueva York por esa razón.

—¿Qué entrevista? —preguntó Aryan confundido, pero de pronto pareció recordarlo ya que abrió la boca y los ojos con sorpresa, formando rápidamente una sonrisa—. ¡Oh, esa entrevista! Huh, sí, sí fue muy bien, sí.

Esta vez fue el turno de Jake para estar confundido, estaba claro que allí Aryan le había mentido, pero, ¿por qué?

—¡Ahora sí! —gritó Walker, extendiendo sus brazos al aire en victoria, Jake volteó a verlo para encontrarse con Walker y ahora un pingüino de peluche en sus manos.

Ambos volvieron acercarse al otro, y Jake observó el pingüino que Walker sostenía en sus manos con un puchero de pura emoción.

—Lo conseguiste. —dijo Jake, aún sosteniendo el auto de Walker.

—Claro que sí.

Walker le entregó el pingüino y ambos hicieron el intercambio. En ese instante Jake abrazó con fuerza el pingüino, que por supuesto era mucho más suave de lo que se había imaginado en un principio.

—¿Te gusta? —preguntó Walker, acercándose hasta él y colocando una mano sobre el hombro de Jake para atraerlo aún más.

—No hubo ninguna entrevista hoy, ¿cierto? —preguntó Jake en respuesta, mirando la sorpresa en los ojos de Walker.

He estado esperando y esperando que hagas un movimiento antes de que yo lo haga primero.

Walker tomó de la mano a Jake y lo llevó a una zona en el parque de diversiones en dónde no habían tantos juegos, todos sus amigos de alguna forma los habían seguido desde cerca.

—No hubo ninguna entrevista hoy. —afirmó Walker finalmente, dejando el auto sobre un banco que tenían justo al lado, volviéndose a Jake para tomar suavemente el pingüino.

Al principio, Jake no dejó que lo tome pero después de una mirada suplicante de Walker, finalmente logró quitárselo, acomodandolo aún lado del Rayo McQueen.

—Entonces este día fue mucho más planeado de lo que creerías... —comenzó a explicar Walker, pero pronto fue interrumpido por unos fuertes fuegos artificiales explotando en lo alto del cielo.

Jake y Walker alzaron la vista para observar todos esos colores y a lo lejos los amigos de Walker comenzaron a gritar.

—¡Se acabó el tiempo Walker!

—¡Vamos Walkie, hazlo!

—¿Qué es lo que-

Y antes de que Jake pueda terminar su pregunta, Walker acunó su rostro entre sus manos y lo besó.

En un instante, el mundo se detuvo para Jake, hasta que de fondo escuchó los vitoreos animados de todos los amigos de Walker y comprendió.

Lo habías planeado todo.

Antes de que Jake pueda corresponder el beso, Walker se alejó, mirándolo con ojos inseguros y pasando suavemente sus pulgares por las mejillas de Jake.

—¿Jay, está esto bien? —susurró Walker, a lo que Jake no pudo hacer más que asentir— Háblame.

—Sí... Yo... ¿Creo que no lo disfruté lo suficiente? —se lamentó Jake a modo de burla, observando como Walker se relajaba un poco y asentía.

Jake sintió como el contrario se acercaba hacia él, acortando nuevamente la distancia, observando esa pequeña sonrisita que Walker le dió y que él no pudo evitar corresponder.

Walker terminó de acortar la distancia acariciando la nariz de Jake con la suya en un beso esquimal antes de sentir como el contrario se encontraba demasiado expectante por volver a repetir el beso, y finalmente, se lo dió.

El rubio plantó un suave beso en sus labios y pronto Jake pudo sentir como Walker se separaba pero solo para dejar suaves besos, repetidam sobre sus labios, hasta que en algún punto uno de esos suaves besos se intensificó.

Jake tomó con más fuerza de la cintura a Walker acercándolo aún más y sintiendo cómo el rubio abrió un poco su boca, delineando con suavidad el labio inferior de Jake, quién sintió como una corriente eléctrica recorrió todo su cuerpo con esa simple acción.

En ese beso, expresaron cada emoción que durante meses se habían estado escondiendo durante meses y que pronto ambos comenzaron a comprender.

Jake tuvo que dejar todos sus temores de lado, porqué allí estaba Walker, finalmente haciendo un movimiento y demostrándole porqué le había dicho esa noche en el auto que entre todos él era el más importante.

No sabe cuándo ocurrió para Walker, pero aún recuerda el día exacto en el que cayó completamente enamorado de su mejor amigo, o al menos, cuando finalmente descubrió que lo estaba.

Esa noche en la que Walker se quedó hablándole por horas acerca de cómo había conseguido un gran papel que lo ayudaría a continuar con su carrera, ambos habían estado tirados sobre la cama de Walker mientras el rubio le contaba que sucedía en cada libro y cada vez que Walker mencionaba a la pareja principal él no podía evitar pensar en ellos dos juntos como una pareja real, y ahí lo supo.

No quería escuchar a Walker hablar durante horas sólo esa noche, lo querría todas y cada una de ellas a su lado, ambos durmiendo siempre juntos y no sólo tratándose de simples pijamadas.

Y sobretodo, deseó que Walker lo quiera también.

Porque estoy tan, tan, tan enamorado de tí.

Cuando se separaron del beso, Jake no pudo evitar lanzar un quejido lastimero, a lo que Walker soltó una risita.

Jake seguía con sus ojos cerrados, aún no se sentía listo para enfrentarse a esos hermosos ojos, como creyendo que al mirarlo, finalmente despertaría de su fantasía y nada de ello habría sucedido.

—Mírame. —pidió suavemente Walker, dándole un efímero beso en los labios.

Pero cuando Jake abrió los ojos, nadie desapareció, Walker seguía allí, frente a él, tan real y hermoso que se le hizo difícil encontrar su voz una vez más.

Porque Walker lo acababa de besar, muchas veces seguidas y Jake no estaba preparado para enfrentar esa clase de realidad.

—¿Jake?

—¿Walker? —susurró del mismo modo Jake, apoyando suavemente su frente contra la de Walker, sintiendo el famosísimo deja vu al recordar como esa misma tarde se encontraban de la misma forma, solo que Jake había estado forzandose en no mirar a Walker a los labios.

Está vez, no solo lo miró, sino que, aún atentando contra su propia suerte en donde todo era demasiado perfecto, Jake lo besó.

Y Walker una vez más, le correspondió el beso, luciendo mucho más encantado de lo que Jake estaba dispuesto a comprender.

¿Cómo es posible... qué todo este tiempo...?

Pero en ese momento las preguntas no tendrían sentido, ni siquiera eran de importancia ahora.

Porque Walker lo había traído a un parque de diversiones y lo había llevado a recorrer todo el lugar como si estuvieran en una cita, le había conseguido un peluche y hasta habían fuegos artificiales.

—Espera, ¿cómo sabías de los fuegos artificiales? —se detuvo Jake un segundo, observando la sonrisa engreída que Walker le lanzó.

—Te lo dije. Este día fue mucho más planeado de lo que creerías. —respondió el rubio, encogiéndose de hombros y bajando sus manos hasta el cuello de Jake.

Ambos guardaron silencio unos segundos más, aún mirándose a los ojos.

—Me gustas, me gustas tanto. Hasta que estuvimos lejos tanto tiempo no lo entendí. —admitió Walker, acortando la distancia para robarle un beso y logrando que Jake se sonroje aún más—. Estuve hablando de ti cada día en el set que ellos comenzaron a decirme que debía hacer algo cuando te lo diga, que ellos estaban seguros de que sentirías lo mismo por mí.

—¿Por qué tan seguros?

—Dijeron que se veía en tus ojos, por esas fotos que andan por internet. —explicó Walker, encogiéndose de hombros, Jake asintió—. Pero aún así no estaba muy seguro, quería al menos hacerlo un día cercano a San Valentín para que si me rechazabas al menos quería que te sientas un poco culpable por hacerlo en San Valentín.

Jake bufó una risa, negando con la cabeza divertido al observar la sonrisa triunfante que Walker le había dedicado.

—¿Y entonces, me vas a rechazar? —preguntó Walker, robándole otro beso y esta vez dejando una suave lamida en el labio inferior de Jake, que no pudo evitar morderse el labio cuando Walker se separó.

Jake estaba por responder que no, que por supuesto no lo haría, hasta que recordó una cosa más—. Espera, ¿y las entradas al cine de mañana, tu cita siempre fui yo?

Walker que iba a volver a acercarse a darle otro beso pero se detuvo durante un segundo, luciendo pensativo.

—Oh, ¿La tercera de Iris? Por supuesto que sí, solo tú y tu papá están tan obsesionados con los hombres lobo. Cuándo él lo dijo en ese momento creí que te habías dado cuenta. —comentó Walker entretenido, Jake frunció el ceño, intentando recordar algo de ese momento pero sintiéndose tan celoso que ni siquiera había llegado a ver la reacción de Walker.

—¿Sabes? Yo también había pensado en decírtelo hoy. —admitió Jake finalmente, observando la sorpresa en esos hermosos ojos azules—. Llevo... Demasiado tiempo enamorado de ti.

—¿Cuánto tiempo?

—Mucho.

—¿Cuánto?

—Ya te dije, demasiado.

—¿Es más de un año? —comenzó a preguntar Walker y Jake lloriqueó ya que conocía lo suficientemente bien al rubio que iba a seguir preguntando hasta que de en el blanco.

Le gustaría tener algún método para silenciar a Walker...

Oh.

—¿Tal vez dos años o-

Y antes de que Walker pueda terminar su pregunta, Jake volvió a besarlo.

Ese beso en particular no duró demasiado ya que Walker se apartó al instante en que notó que era solo para acallarlo.

El rubio lo miró fingiendo que estaba enojado pero entonces recordó algo ya que de pronto miró al cielo.

—Oh.

—¿Qué sucede? —preguntó Jake, mirando también hacia arriba.

Los fuegos artificiales ya se habían detenido hace rato.

—Que ya son las doce, los fuegos artificiales eran para anunciar las doce. —comentó Walker, dándole una pequeña sonrisa tímida.

—¿Entonces...?

—Jaay... —se quejó Walker, el pelinegro negó divertido, sabiendo cuál era la pregunta que el rubio quería hacerle pero negándose a dejarla tan sencilla—. ¿Me harás preguntarlo?

—Por supuesto que te haré preguntarlo.

Walker se mordió el labio inferior y le robó un beso más antes de finalmente tomar una fuerte bocanada de aire y preguntar—. ¿Serías mi cita para San Valentín?

Jake lo observó en silencio con una sonrisa, observando como Walker se movía nerviosamente, sus manos aún estaban sobre el cuello de Jake y ahora su agarre se había soltado casi por completo, a la espera de una respuesta.

—Jaay... —suplicó Walker, enseñándole el más tierno de los pucheros.

Jake soltó una carcajada y esta vez fue él quién le robó un beso a Walker—Claro que sí, me encantaría.

—¿Y también... puedo ser tu novio?

—Woah, veamos cómo va la cita mañana. —bromeó Jake, abrazando a Walker y colocando su rostro contra el cuello del chico, relajándose en sus brazos.

Las manos de Walker bajaron de su cuello para delinear el contorno de su cuerpo y detenerse finalmente en sus caderas, apretándolo más en el abrazo.

—Oh vamos, nos conocemos desde hace años. —se quejó Walker, pero aún así Jake se negó.

—Está bien, está bien. ¿Walker, puedo ser tu novio?

Walker se separó solo un poco para poder mirarlo a los ojos.

—¿Sólo querías preguntarlo tú, cierto?

—Tal vez...

Y entre sonrisas, ambos volvieron a besarse.

Por primera vez a Jake le gustó sentir el San Valentín en el aire.

¡BUENASSS!

OMGG, creí que no llegaba a terminarlo pero me alegro que sí.

¿¿QUE LES PARECIÓ?? Cuenten, cuenten.

Este Jake originalmente fue planeado para un fanfic muchísimo más largo pero cuando ayer recordé que hoy era San Valentín dije TENGO QUE HACER ALGO y justo viendo un podcast de Griffin me decidí por hacerles un one shot a estos dos niños ♡

¡Si les gustó no se olviden de votar y comentar!

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