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uno




Era jueves y su última hora de clase ya estaba marchando, y aunque para la gran mayoría de personas la felicidad en esos instantes residiera en "Mañana por fin es viernes"; JungKook no podía parar de desear que ojalá la jornada en la universidad fuera más extensa.

Se consideraba alguien afortunado en cualquiera de los ámbitos de su vida,  estudiaba lo que le apasionaba; cursando el primer año del Grado en Bellas Artes. Su familia era una unida, siempre dispuesta a apoyarse uno a los otros por encima de cualquier otra cosa. Tenía claro cuales eran sus amistades, por las que daría cualquier cosa siendo recíproco, y además tenía muchos colegas con quienes las risas estaban aseguradas.

Como extra, compaginaba sus estudios con el club deportivo de natación que se encontraba en la misma universidad. Que sus padres hubieran sido siempre compresivos con cuales eran sus preferencias a la hora de estudiar y gastar su tiempo desde luego había sido clave.

Siempre recordará las palabras de su padre YoonGi "Si tienes un sueño ve a por ello, persíguelo hasta que lo atrapes." Y eso hizo, confió en él mismo apoyándose en toda la autoestima que sus progenitores se habían encargado de otorgarle desde niño y había apostado por todo lo que amaba.

-- Jeon JungKook, es la última vez que me siento a tu lado; te lo juro. -- Se quejó su amigo, teniendo que esconder su rostro entre sus brazos, estando recostado en la mesa. Temía porque la catedrática que tenían como profesora de "Teoría e Historia del Arte" les pillara no parando de reír.

No podía creer que fuera a ser expulsado por culpa de que ese alfa con aroma a miel le hubiera mandando un jodido video donde solo salía una rebanada de pan, que terminaba por caer a los diez segundos. Era la cúspide de la estupidez, pero le había hecho demasiada gracia.

-- Tranquilo, en dos minutos termina la clase; no te van a expulsar. -- Murmuró en una tranquila risita el culpable de todo esto.

Y tuvo razón, más rápido de lo que EunWoo pudo asimilar ya se encontraban despidiéndose de la señora que les daba clase. Normalmente eran estudiantes corrientes, que atendían e incluso participaban en las clases (sin llegar a sobresaltar por sus calificaciones), pero sí; buenos alumnos al final. Pero por alguna extraña razón el casi comienzo del fin de semana les tenía revolucionados.

Ambos ahora se encontraban junto al otro dejando las cosas en sus respectivas taquillas, Kook teniendo la 202 y  EunWoo la 201; de hecho siendo esto el por qué se conocieron el primer día de clases. Eran amigos, compañeros de clase y vecinos de taquilla; desde luego esos dos parecían unidos por el destino.

La maleta de Jeon colgaba de uno de sus hombros para poder sacar los pesados libros de esta y poder guardarlos; el día de estudios había terminado por hoy. Ahora tocaba almorzar algo, reír un poco más con sus amigos y ya irse, aunque su cuerpo le pidiera acercarse al club debía de respetar los días de descanso, su entrenador le había advertido ya que iría a tener represalias si no los cumplía.

Concentrado en lo que EunWoo le decía sobre algún nuevo omega o beta con el que se encontrase hablando en estos instantes, se mantenía callado, terminando de guardar todo para poder irse directo a la cafetería; no estando en sus planes sentir como alguien soplaba su nuca provocando que cada uno de sus vellos se erizasen.

El chico que parloteaba a su lado dejó de hacerlo, guardándose una risita para sus adentros, sabía que era hora de irse porque cuando él  llegaba, difícilmente JungKook te pondría atención.

-- Ya llegaste para robármelo, TaeHyung hyung. -- Se quejó en un tono lastimero cerrando su taquilla, habiendo dejado todo dentro menos su cartera con el dinero. El castaño le sonrió con sus labios sellados, moviendo sus labios después en un "lo siento" inaudible. -- Te veo en la cafetería,  miel. --

JungKook miró a su amigo con una de sus cejas alzadas queriendo correr detrás suyo por haberle llamado de aquella manera en la que solo TaeHyung hacía; y en algún momento le había parecido buena idea soltar en medio de la universidad. Pero bueno, no podía culparle, después de todo llevaba llamándole así toda la vida, es normal que sin pretenderlo se le escapase.

-- ¿Estás bien? No te vi por los pasillos a primera hora ¿Te quedaste dormido por mi culpa? -- Preguntó ladeando hacia un lado su carita, mostrándole una sonrisita culpable.

-- Nop, no tenía hoy clase porque el profesor de Escultura ha tenido que ausentarse. Apenas leí el mensaje a las seis am me volví a dormir. -- Rió el azabache, cerrando la taquilla para poder apoyar su ancha espalda en esta, sabiendo que la charla con el omega podía durar un buen rato; y ellos ni siquiera se darían cuenta de que el tiempo había pasado.

Era algo absurdo lo de ellos dos ¿Sabéis ese sentimiento cuando crees haber encontrado al amor de tu vida versión amistad? Así se sentía JungKook cuando miraba esos ojos color caramelo.

Nadie podía ir por encima de TaeHyung, ni un solo alma era más importante que el chico que tenía ahora enfrente riendo y llamándole dormilón.

Ambos se habían criado juntos, como hermano o más que eso; porque JungKook podía jurar que había pasado más horas junto a ese chico de bucles color chocolate que con su propio hermano menor, Sunoo.

-- Me alivia saber eso, Koo. Deberíamos de dejar de jugar al pc hasta tales horas de la noche, tú más que yo, al final también haces ejercicio y deberías de descansar más. -- Le regañó cruzándose de brazos, y haciendo un gran esfuerzo por verse intimidante frunciendo su ceño; solo consiguiendo que JungKook volviera a reír.

-- Deja de fruncir el ceño, te van a salir arrugas antes de lo previsto. -- Con su dedo índice estiró la piel de la frente de su mayor para deshacer la fuerza que ejercía entre ceja y ceja. -- Y sabes que eso no pasará, porque tú y yo sabemos lo mucho que nos gustan nuestras noches de pc y Discord. --

Y sí, claro que lo sabía; las disfrutaba como un niño pequeño -- Sí, lo único que pueden superar esas noches son las que pasamos juntos. -- Murmuró relamiendo sus labios y desviando ligeramente su mirada hacia los piercings de su mejor amigo. Hacía poco que se había hecho el segundo en su labio inferior, él mismo le había acompañado al estudio de hecho, como le había acompañado a todos los demás.

-- ¿Quieres venir conmigo a almorzar? Sabes que los chicos están encantados con que estés por allí con nosotros. -- Invitó el azabache con una sonrisa de labios cerrados, realmente sintiendo el hambre pedirle moverse de una vez hacia la cafetería.

-- Lo siento, miel... tengo una cosita que solucionar. -- TaeHyung le sonrió, pero JungKook le conocía lo suficiente como para saber que esa no era una de las tantas sonrisas del chico de piel canela, sus ojos no estaban brillando; y eso solo significaba una cosa.

-- ¿De nuevo estáis discutiendo? Tae, que tu pareja y tú os paséis más tiempo enfadados que teniendo una relación agradable es el argumento número uno de los 82 que te puedo enumerar para que lo dejéis. -- "Oh no, ahí vienen los 82 argumentos..." Pensó Kim.

Sin saber qué contestar, porque en realidad sabía la razón que su mejor amigo tenía, alzó sus hombros. -- No sé qué más hacer, Koo; realmente no sé qué hago mal para que esté enfadado a cada momento. --

Verle así le sacaba de sus casillas, que TaeHyung no estuviera mostrando su sonrisa geométrica era lo más inusual del mundo, porque todos conocían al maravilloso omega de tercero precisamente por ser mas radiante que el sol de verano; el único que perturbaba esto era el propio novio de este. -- Bueno, ve ahora con él; pero a las cuatro te estaré esperando en la puerta de la universidad. Te vienes conmigo a casa ¿Bien? --

Y aunque sonaba como orden, el mayor sabía que solo era una invitación de su preocupado mejor amigo, que si quisiera podría incluso rechazar, pero no era el caso. -- ¿Trajiste mi casco también? --

-- Yo siempre llevo tu casco, Tae; está en el cofre de la motocicleta. -- Y ahí vio lo que estaba esperando, los labios ajenos curvados hacia arriba de la manera más bonita en la que alguien podía llevar a cabo una sonrisa. -- Como te encuentre llorando después le pienso ir a buscar. --

-- Koo~ . -- Se quejó riendo, y tirándose sobre el cuerpo del alfa para poder abrazarle con fuerza, incluso cerrando sus ojos en el proceso para poder disfrutar al completo de la experiencia. Ahora que tenía sus brazos rodeando la cintura ajena; y su rostro girado hacia su cuello para poder ahogarse en ese aroma que amaba desde que era niño, agradecía ser un omega "defectuoso".

No tenía aroma, TaeHyung no olía absolutamente nada más que no fuera colonia o su shampoo. Así que sus emociones siempre podían ser un poquito más discretas. Aunque no era tan raro que estar pegado como chicle con tu mejor amigos fuera tan raro ¿Verdad?

JungKook, jugando con la diferencia de altura entre ambos apoyó su mentón sobre la cabeza del castaño, usando su diestra para acariciar su espalda. -- Todo va a salir bien, pero si por algún casual no sale como esperamos; luego lo arreglamos ¿vale? --

La cabecita del moreno se movió despacio en un asentimiento, no queriendo dejar aquel lugar que tan seguro le hacía sentir; implorando al mundo que ralentizase un pelín el tiempo para poder disfrutar un poquito más de esa calidez que el cuerpo del otro le aportaba.











TaeHyung entendía perfectamente lo que sus amigos querían decir con cada una de las charlas que se molestaban en darle, le gustaría que todos los consejos que recibía no fueran en vano, lo que menos le agradaría es que las personas que se preocupaban por el pensasen que no tenía en cuenta lo que ellos intentaban hacerle comprender.

Pero no podía, simplemente algo dentro suyo no se lo permitía; y de verdad que aunque cualquiera pensase que era el "amor verdadero e incondicional" que sentía por su novio (incluso el mismo pensaba que era aquello), a lo mejor no era tan así.

-- Por fin apareces, tengo prisa. -- La voz del mayor lo sacó de sus pensamientos, alzando el rostro para poder mirarle el rostro. -- Perdón por citarte en la biblioteca, pero últimamente gasto mi tiempo aquí o estudiando. -- Explicó a media voz, siguiendo con su labor de ordenar los libros y recolocar los que las personas dejaban desacomodados.

-- Sí... lo sé. -- Fue lo único que dijo Tae, y JungKook posiblemente le hubiera mirado con una expresión disconforme diciéndole que aquello era una contestación demasiado escueta para alguien tan charlatán.

HanBin y él llevaban juntos un año y poco más, y aunque siendo sinceros todas las relaciones amorosas del de ojos caramelo habían salido más que mal; esta se llevaba la palma con diferencia. Pero también es necesario recalcar que fue empeorando con el tiempo, al inicio fue maravilloso; y ninguno de los dos supo que se pudo torcer en realidad.

-- Este fin de semana salgo con mis amigos, es el cumpleaños de EunJoo; han alquilado una casa a las afueras y vamos a estar allí todo el fin de semana. Desde el viernes tarde hasta domingo. -- El chico hablaba sin mirarle, con su rostro lleno de indiferencia colocando los malditos libros que TaeHyung ahora mismo tenía ganas de tirarle a la cara. Sus labios pomposos se abrieron para replicar, pero antes de poder hacerlo sintió el dedo índice ajeno sobre estos para callarle. -- Ya sé que este sábado hacemos un año y tres meses, y sí, teníamos algo planeado; pero la cena y la tarde de museos puede esperar. --

-- Puede esperar porque tú lo dices, porque no estás tomando en cuenta mi opinión, Bin... -- Finalmente le replicó apartando la mano de su novio con suavidad.

No es que fuera un caprichoso, hacía mucho tiempo que había aprendido a controlar esos impulsos que tenía desde que era un bebé, pero la exposición que iban a ver ese sábado no estaría para el fin de semana siguiente. No, no era por su cabezonería, es que en serio la tarde de museo no podía esperar.

-- No seas infantil ¿Vale? Si fuera el cumpleaños de Min JungKook lo entendería, así que hazme el favor de no hacer un drama. Llevamos muchos meses juntos como para que te enfades por uno. -- El rubio se dignó a dejar de lado el carrito lleno de libros que le esperaban para poder tomar el rostro de Kim con ambas manos. -- Te quiero, feliz un año dos meses y veintinueve días. --

Sintiéndose tan molesto como se sentía, una risa irónica y seca se le escapó mirando fijamente a los orbes del alfa. -- Yo también te quiero, pero sabes que no es lo mismo... JungKook es mi mejor amigo, y esa chica del cumpleaños ni siquiera es tu amiga, es la prima de uno de tus "amigos". -- Murmuró, frunciendo sus labios bastante disconforme.

-- Bueno, mala suerte entonces, Kim. Te quedas sin cita por una simple prima de un colega, la vida sigue ¿Prefieres verlo de esa manera? -- Soltó con la misma ironía y mala gana, depositando un caso beso sobre los abultados labios del omega antes de dejar ir su rostro y volverse a centrar en su trabajo, esos créditos extras no se consiguen por arte de magia.

Ni siquiera supo qué responder, su corazón apretándose un poquito dentro suyo al sentirse una vez más tan segundo plato y no algo principal en la vida de nadie.











Tal y como el azabache le había prometido había estado a la hora acordada en el lugar acordado, ahí esperándole apoyado en su motocicleta con ambos cascos descansando sobre el sillín de la misma. Al alfa le hizo falta poco para saber que tan bien había ido la charla entre la pareja, Tae apenas le había dicho dos palabras sueltas antes de colocarse el casco.

Un TaeHyung poco hablador era malo, muy malo.

Pero no quería conversar con él de esto frente a toda la universidad; además, entendía que lo mejor en estos momentos (si es que la persona afectada no te pedía hablar inmediatamente) era dejar un poquito de espacio para que las ideas se organizasen en su cabecita. Así que sin decir mucho se puso en marcha a la cafetería donde ambos se habían criado.

El camino era corto  y a lo mejor podían estar allí en quince o veinte minutos si iban andando, pero tanto a JungKook como a TaeHyung les encantaba ir montados en la motocicleta. El vehículo fue el regalo del 18 cumpleaños del alfa, y desde luego no pudo estar más agradecido con sus padres por ello.

Una Kawasaki Z650 completamente negra con sus detalles en verde. Toda una lindura si le preguntabas al más joven.

-- Buenas tardes~. -- Habló Kim, y al contrario no le extrañó en absoluto que el chico ahora quisiera aparentar estar bien. Es lo que siempre hacía, más aún frente a sus padres, cuando algo no iba del todo correcto lo escondía.

-- Buenas tardes, Tete. -- Respondió el alfa albino quien estaba preparando la bandeja con varios postres y batidos. Nadie más que el padre de JungKook. -- ¿Tú no piensas saludarme, cariño? ¿Ni un besito le vas a dar a tu padre? --

JungKook rió al ver el pequeño berrinche que su progenitor hacia, el carácter de su padre alfa siempre le haría especial gracia pareciéndole adorable. Sabía cuanto su padre YoonGi había tenido que pasar para sentirse aceptado en una sociedad como esta, en la que un alfa debía de seguir unos cánones específicos; así que verle expresarse y ser él sin arrepentimiento en estos momentos de su vida lo llenaba de orgullo.

El mayor siempre había sido una persona dulce, muy noble, tranquilo, amante de la repostería y siendo un 0 en los deportes. Delgado, con una estura no demasiado alta y una musculatura que no llamaba especialmente la atención. Así que no, Min YoonGi no era precisamente la imagen que todos tenían como "alfa".

Metiéndose detrás de la barra, donde solían estar solo los trabajadores, se acercó al hombre que era bastante más bajo que él para depositar un beso en su cabeza.

-- Tío YoonGi ¿Mi padre anda muy lejos? -- Inquirió el castaño dejando el casco en la esquina de la barra para que no molestase.

-- Salió directo a tu casa, por lo visto le salió un trabajo fuera del país a DongSul, ha ido a dejarle al aereopuerto. -- Explicó, tomando la bandeja y regalándole una suave sonrisita llena de amor al de piel canela antes de seguir atendiendo a los clientes.

DongSul era su padre omega, y aunque YoonGi hubiera utilizado la palabra "imprevisto" para referirse al trabajo del hombre; realmente su trabajo se basaba en eso. Era empleado de una empresa de cosméticos, y su trabajo era viajar de un lado para otro presentando el producto a diferentes centros comerciales, marcas, empresas para promocionarlo, así que se llevaba de aquí para allá desde que TaeHyung tenía memoria, de hecho esta era la razón de su rareza.

El lobo de Tae no había conseguido desarrollar aroma al haberse sentido abandonado desde niño por su figura de apego, su padre omega. Si bien era por trabajo; por obligaciones, eso su lobito y mucho menos un TaeHyung de 3 añitos no lo entendieron.

Pero era algo con lo que había aprendido a lidiar.

Por otro lado estaba su padre alfa, YoongSoo. Él era el jefe de la cafetería donde estaban, era una franquicia familiar; más cafeterías como la de su padre se encontraban por toda Corea del Sur, siendo llevadas por sus tíos e incluso primos mayores. En esta en concreto trabajaba desde hace años Min YoonGi, el padre de JungKook, quien era el gerente y encargado; aunque la mayor parte del tiempo estaba allí cocinando y sirviendo mesas también.

Los dos adultos llevaban trabajando codo con codo desde hacía mucho tiempo, desde antes del nacimiento de Kook incluso. Por eso mismo era que ambos jóvenes se conocían desde pañales, ambas parejas de padres se habían encargado de labrar esa relación tan estrecha que ellos conservaban hasta día de hoy.

--¿Quieres que vayamos ya a casa? -- Le preguntó JungKook acercándose a él una vez que su padre había seguido con el trabajo. -- Podemos tomar algún dulce antes de irnos si quieres, ya sabes... unas de esas tortitas que te gustan o algo así. --

Tomando el casco de donde lo había dejado fue que el mayor negó con su cabeza. -- Nop, comí demasiado con Binie. -- "Ni siquiera pude terminar mi almuerzo en realidad." -- Vamos a casa, quiero enseñarte una nueva build  que probé el otro día que vas a alucinar. -- Dijo para después sacarle la lengua y corretear hacia la puerta. -- ¡Adiós,  tío Yoon! -- Se despidió, dejando a JungKook sonriendo como un tonto por donde había desaparecido su mejor amigo. 

Qué haré contigo Kim TaeHyung. 


¡Hola, angelitos míos! Aquí está el primer capítulo de la historia. Espero que os haya gustado, aunque ahora no esté pasando nada especialmente interesante, ya llegarán.

Espero que la disfrutéis mucho.

Podéis encontrarme en instagram como @kittty_ri , me gustaría comenzar a hacer dinámicas por allí y que también colaboréis en cosas de las historias, y por supuesto también anunciaros cuando habrán capítulos y tooodo eso.

Por si a alguien le interesa, este es el vídeo del que EunWoo y JungKook se estaban riendo al inicio del capítulo.

[Aquí debería haber un GIF o video. Actualiza la aplicación ahora para visualizarlo.]

¡Os quiero mucho mucho! Kisssuuu~~ 060823.

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