siete
Día arriba día abajo, TaeHyung llevaba la cuenta de que alrededor de dos semanas habían pasado desde que su relación había acabado; y si bien el primer día lo pasó llorando entre los brazos de su mejor amigo, ni una sola lágrimas más se había desbordado de sus ojos.
A veces incluso se sentía mal, se preguntaba si había algo incorrecto con él porque; Dios, podía jurar con una mano en el corazón que había querido mucho a HanBin, pero estos momentos en los que no tenía el peso en sus hombros de estar o no a su altura estaban siendo paz.
Tal vez ahí residía el problema, que tu pareja no debería de proporcionarte ese miedo de manera constante. Una relación debería de sumar y no restar en tu vida personal, sino para qué las personas se emparejarían.
La respuesta que BoGum le había dado a su repentina indiferencia con la ruptura era que, posiblemente, habría pasado el duelo dentro de la relación; y aunque las últimas semanas (o días mejor dicho) habían sido maravillosas, realmente habían tenido también un sabor a despedida.
También cabía recalcar que el omega castañito no había parado quieto ni un segundito, no recordaba cuando había sido el último día que se había quedado más de una hora y media sólo en su habitación para una cosa que no fuera dormir.
Se la pasaba haciendo proyectos con ChaeYoung, pasando las horas muertas con BoGum o simplemente yendo de aquí para allá con JungKook.
Estaba siendo su vida tan ajetreada en estos días que incluso se encontraba trabajando en la cafetería de su padre en estos momentos.
-- Tío YoonGi ¿Los batidos y la macedonia a qué mesa era? -- Inquirió mientras tomaba la bandeja con cuidado, aún no estando del todo acostumbrado a tomarla de la manera correcta y con seguridad. El mío a que todo se le cayera era real, pero confiaba en él mismo.
-- Mesa 2, la de la terraza en la esquina izquierda. -- Contestó con una dulce sonrisita, sintiendo orgullo de ver al omega allí con el mismo uniforme que él portaba. -- Estás muy lindo, tienes talento innato para esto. --
Al jovencito no le quedó otra que reír ligeramente ante el halago. Si bien solo se encontraba allí para cubrir una simple falta de asistencia de un trabajador por causas familiares, TaeHyung le estaba tomando el gusto. Hablaba con las personas, amaba el contacto con los demás, los clientes siempre estaban contentos con él; a pesar de que no era el mejor en esto.
A veces preguntaba más de una vez las comandas porque se le olvidaba, otras veces confundía mesas; pero era tanta la amabilidad y simpatía que el castañito desbordaba, que nadie podía ni siquiera sentirse incomodo o malhumorado por ello.
-- Iré a dejar esto, ahora limpio las mesas de dentro que se han quedado libres. -- Tras ese aviso salió hacia la mesa correspondiente, dándoles lo pedido a la familia que había llegado a merendar. Un par de cachorritos habían entretenido de más al chico, quien tenía una enorme debilidad por los niños.
No fue hasta que su teléfono vibró dentro del bolsillo de su mandil que se percató que debía de seguir con su trabajo, y dejar de juguetear con los clientes. Despidiéndose con amabilidad dejó a la familia y fue hacia dentro, mirando un momentito la notificación antes de iniciar con la limpieza como le había prometido a su tío.
Miel ₍ᐢ..ᐢ₎
Acabo de salir de mi entreno.
¿Dónde estás?
He traído tu casco de la motocicleta,
si estás en clase te espero.
20:14 pm
Taebear.
Estoy en la cafetería trabajando.
Gracias por esperarme, Miel;
pero hoy tengo cositas que hacer.
ʕ'•ᴥ•'ʔ♡
20:16 pm
Miel ₍ᐢ..ᐢ₎
Voy para allá.
20:17 pm
Taebear.
¿Qué?
No hace falta, Ggukie.
20:17 pm
¡¡Ooooye!!
Ya te dije que tengo cosas que hacer
:(
20:19 pm
¿Ya te montaste en la moto, verdad?
AAAshhh
20:22 pm
TaeHyung acabó por guardar de nuevo el aparato en el bolsillo delantero de su mandil, dejando salir de sus labios un suspiro ligero acompañado de una sonrisita pequeña, controlar a JungKook realmente era misión imposible.
Queriendo aprovechar el tiempo, siguió con su trabajo, dejando reluciente las mesas anteriormente mencionadas. Ya pocas personas se encontraban en la cafetería, eran casi las ocho y media; definitivamente la hora de la merienda había pasado. Aún así, un par de mesas seguían ocupadas.
Aunque la palabra "trabajar" sonase como algo que definitivamente a nadie le apeteciera, los quehaceres en la cafetería le parecían bastante cómodos e incluso agradables. Lo único que no era capaz de hacer era estar en cocina... por mucho que le gustaría, sus mejores dotes precisamente no eran las culinarias.
¡Aunque siempre podría ser algo que podría mejorar con práctica!
Además... estando allí podía robar de vez en cuando alguna que otra galletita de las que su tío YoonGi preparaba de esa manera tan exquisita, definitivamente eran todo ventajas; porque estar aquí le hacía no estar en casa, sólo.
No soportaba estarlo, y tal vez eso era un problema serio, porque ser un joven de 21 años y que la ansiedad te carcomiera al estar en tu casa sin nadie más alrededor; tal vez no era lo más sano.
Así que después de esta tarde, realmente se replantearía si sugerirle a su padre sobre ser un empleado en el lugar.
TaeHyung estaba terminando de atender a la última mesa que se encontraba dentro de la cafetería, la otra que quedaba encontrándose en la terraza de la misma; la cual había atendido con anterioridad. Una mujer había pedido si podían calentar el biberón para su bebé, y Tae no tenía muy claro si aquello estaba permitido, pero él iba a hacerlo sin consultar.
Cuando el castañito giró sus talones con el recipiente lleno de leche en sus manos, pudo divisar a su mejor amigo ya allí estando de costado al mostrador, con uno de sus codos apoyados en este mientras le miraba con una sonrisa divertida, sujetando con su mano libre el casco que se había quitado antes de entrar.
Era consciente de la belleza innata que poseía el omega, llevaba años admirándole y hasta recién despierto con sus ojitos hinchados se veía precioso. Esta vez no era para menos, verle allí con su camisa blanca, mandil azul marino y boina del mismo color; realmente solo le corroboraba que el uniforme de trabajo podría ser llevado a una gala si era portándolo él.
El alfa traía su cabello prácticamente seco, pero revuelto y las puntas apenas un poco húmedas, aquello delataba que efectivamente había salido de entrenar.
-- Una banana milk, un muffing de zanahoria con crema de queso yyy ¿Cuánto más tengo que pagarte para que te vengas conmigo ahora? -- Inquirió, sonriéndole de esa manera a la que TaeHyung estaba tontamente acostumbrado, pero a cualquier otra persona le haría delirar.
JungKook era alguien completamente seguro de sí mismo, y todos podían ver aquello; cosa que le hacía ver aún más atractivo.
-- Miel, te lo intenté explicar; tengo planes para hoy. -- El omega metió el biberón en el microondas que tenía en la barra, para luego sacar una bayeta de uno de los cajones y limpiar la superficie de la misma, adelantando así tiempo para poder cerrar en cuanto los clientes terminasen.
-- ¿Con quién? ¿No quieres llevarme? Soy un alfa, pero sé comportarme muy bien donde sea que me lleven. -- Se quejó, persiguiendo a su mejor amigo los pocos pasitos que se desplazaba alrededor de la barra.
En estos instantes JungKook parecía un cachorrito en busca de la atención de su persona favorita, su lobo sintiéndose inquieto y realmente queriendo ser insistente con el contrario.
No era nada nuevo para nadie, simplemente el mayor de los hermanos Min ansiando estar en compañía y contacto de ese jovencito de ojos caramelo y cabello de color chocolate, siempre había sido de esa manera ¿Pero por qué estas últimas semanas estaba siendo más intenso?
Ambos lo notaban, ambos eran conscientes de ello; pero ninguno parecía incómodo ni mucho menos con la intención de cambiarlo.
Kim dejó la bayeta con la que limpiaba encima del mostrador, dando un pasito para quedar frente a ese alfa que ahora lo miraba con ojitos de bambi, negros y brillantes, expectante a lo que fuera a decir. -- Quedé para cenar con BoGumie hyung. -- Le explicó, alzando sus manos para colocarle de manera correcta el gorro de la sudadera que portaba; con su nombre y el club de natación a la espalda.
-- Yyyyy... ¿Hay un huequito para mi? -- La pregunta salió de sus labios en un tono más bajo del que habían estado usando hasta ahora. Y como si para el omega no hubiera sido suficiente aquel pedido con voz desgastada, no tardó apenas medio segundo en darse cuenta de lo que JungKook estaba haciendo aparte con la intención de convencerle.
-- Miel. -- Llamó, sonando como advertencia mientras tomaba una gran bocanada de aire con sus orbes cerrados. -- No uses tus feromonas conmigo de esta forma, es injusto; ni siquiera puedo intentarlo contigo. -- Murmuró al sentirse atraído por ese aroma dulzón.
Tontamente alegre, el lobito interior del azabache agachó sus patitas delanteras para alzar su parte trasera, moviendo su colita con rapidez y satisfacción. El castañito amaba su aroma, y le encantaba corroborarlo una y otra, y otra, y otra vez.
Antes de que le fuera posible a Gguk contestar algo y seguir con ese pequeño juego entre ambos; que ni ellos entendían en realidad, un alfa pálido salió de la cocina con sus brazos cruzados sobre su torso y una sonrisa llena de diversión siendo la protagonista en su rostro. -- Te estoy oliendo desde la cocina, jovencito. -- Dijo YoonGi dirigiéndose a su hijo, quien automáticamente le sacó la lengua. -- ¿Acaso estás entreteniendo a mi precioso compañero de trabajo? Eso va en contra de las reglas del establecimiento, le voy a tener pedir que abandone el local. --
-- Sí, tío YoonGi; este alfa con complejo de bote de miel está hostigándome con sus reclamos de cachorrito con apego ansioso. -- Bromeó el de piel canela, alzando su mentón en un gesto digno, intentando con toda su voluntad no dejar una carcajada escapar en cuanto vio como la boca de su amigo se abría en sorpresa.
-- ¡¿Cómo que apego ansioso?! ¡Eso más bien combina contigo! No soy yo quien desde que antes que el otro naciera ya lo había proclamado como algo suyo, sin saber ni siquiera que de la barriguita de papi JiMin iba a salir un bebé. -- Se quejó, usando su mano libre para pellizcar la mejilla del omega.
-- ¡Eso no es cierto, yo no hice algo como eso! -- Bueno, TaeHyung intentó defenderse de tal acusación de la cual ambos estaban completamente seguros que cada palabra era cierta.
El alfa mayor que los miraba a unos pasitos más alejados intervino, realmente divirtiéndose por la cómica y tierna escena. -- En realidad... sí que es cierto; TaeHyungie. Amabas pegarte a mi antes de que JungKookie naciera porque yo tenía su aroma pegado gracias a estar enlazado con JiMinie. Decías que te ibas a llevar a tu miel contigo a casa, que cuando quisiéramos visitarle simplemente te buscásemos. --
-- Tío YoonGi ¡Supuestamente estábamos en el mismo bando hasta hace un segundo! -- Se quejó, pudiendo haber seguido con la reprimenda hacia el hombre albino; pero siendo abruptamente interrumpido por la mano del chico de piercings tomando su cintura.
El cuerpo del castañito tembló ligeramente. No podía recordar ni una sola vez en la que JungKook hubiera puesto sus manos en aquel lugar con anterioridad, había sido tan inesperado como... satisfactorio por momentos. -- ¿Puedo ir contigo entonces? -- Preguntó, ladeando ligeramente su rostro, mirándole a una distancia que no era demasiado corta, pero cualquiera que los viera podría deducir que eran cercanos.
YoonGi se limitó a alzar una de sus cejas ante la escena. Esos dos jovencitos siempre habían sido inseparables, pero había algo distinto en la atmósfera que se creaba alrededor de ambos cuando estaban juntos. Algo diferente, algo nuevo; o algo que había acabado por salir a flote.
-- D-déjame preguntarle antes a BoGumie ¿Bien? En seguida te digo. --
No era nada nuevo en realidad, estar con ese dúo era de lo más normal; pero la situación realmente le seguía pareciendo demasiado graciosa. En un primer lugar iba a ir a cenar con su amigo, y de repente por alguna razón habían terminado en una cervezada universitaria.
Estos eventos no eran fiestas como tal, más bien eran acontecimientos donde muchos universitarios quedaban en un establecimiento concreto para beber y conocerse entre ellos. Estando a punto de entrar al restaurante donde iban a cenar, EunWoo llamó a JungKook para preguntarle si iría a esta, y al beta le había parecido buenísima idea, así que allí se encontraron sin esperarlo.
-- Aquí tienes, tu cerveza con limón; y aquí tu cerveza sin alcohol; BoGumie hyung. -- Dijo el alfa dejando las bebidas en la mesa.
-- ¿Tú no bebes nada? -- Preguntó TaeHyung a la par que llevaba el vaso hacia sus labios para dar un sorbo considerable.
-- EunWoo está pidiendo para los dos. -- El azabache le sonrió para luego mirar al mayor de la mesa. -- Siento haberme colado en vuestros planes, y además haberlos cambiado. --
BoGum le restó importancia moviendo su mano y luego encogiéndose de hombros con una sonrisa tranquilizadora en su rostro. -- No tienes que preocuparte por eso, Gguk; hacía mucho que no venía a una cervezada, siempre me pillan en días que trabajo, y esta dio la casualidad que no, por fin. Me alegra de estar aquí. --
El omega supo que esas palabras habían hecho que JungKook se sintiera más tranquilo consigo mismo, su aroma lo delataba. En estos instantes en los que se encontraban con tantas personas alrededor, habían demasiados olores como para poder distinguir alguno.
Aún así, TaeHyung siempre podría detectar esa fragancia a miel, da igual en qué contexto o situación. Su lobito la localizaba con extrema facilidad.
-- A veces realmente eres como un cachorrito al cual le da miedo molestar. -- Murmuró el castaño mirándole de reojo.
Y antes de que el susodicho pudiera rebatir aquello, el otro alfa azabache llegó a la mesa con más cervezas. -- ¡No te imaginas de qué me acabo de enterar! -- Exclamó, dejando los dos vasos de cristal en la mesa para alzar sus brazos con entusiasmo.
-- Sorpréndenos, Woo. -- Dijo el más mayor con una sonrisa divertida, de verdad ese alfa le parecía de lo más gracioso sin esfuerzo alguno.
-- ¡Hay fiesta este fin de semana! ¡Por fin! -- Gritó, luego apuntando hacia su gran amigo. -- Y tú no tienes escapatoria, me prometiste que a la próxima fiesta universitaria vendrías conmigo. Hasta aquí el comunicado. -- Ahora sí, bastante satisfecho se sentó junto a BoGum, teniendo a los otros dos enfrente.
JungKook, no teniendo escapatoria acabó por suspirar ligeramente y asentir. No es como si no le apeteciera salir de fiesta, pero sentía que no iría a ser como otras veces. Su lobo estaba ansioso, no sabía el por qué de esto con exactitud; pero en definitiva lo único que tenía claro es que solo se amansaba cuando el chico de hebras chocolates se encontraba alrededor.
Llevaba pensando en esto desde hacía ya largos días, y la única explicación que se venía a su cabeza era que; a lo mejor, su alfa interior había vuelto a ser extremadamente protector con el omega que adoraba... de la manera más inocente.
Su teoría era fácil; solo estaba tranquilo cuando se encontraba pegado como chicle a TaeHyung, porque solo así podía asegurarse que nada le pasase.
-- ¿Y tú, TaeHyung hyung? ¿Te animas a venir? -- EunWoo no tardó en animar al de piel canela, a quien rara vez había visto en uno de estos eventos. Y aunque obviamente le hubiera preguntado igual al beta de su lado, sabía que BoGum deberá de trabajar al día siguiente, así que sería una respuesta negativa.
El omega se vio tontamente sorprendido, los demás pudiendo ver como sus ojitos se abrían en sorpresa detrás del gran vaso de cerveza. -- ¿Yo? No lo sé, en realidad las fiestas no son lo mío. -- Explicó, y por un momento su cabeza se vio inundada de oscuros recuerdos.
En algún punto de este año y el pasado comenzó a aborrecer ese tipo de eventos, por alguna razón eran el núcleo de las peleas entre él y HanBin. Siempre que había una, acababan discutiendo por algo, y por ende; TaeHyung se llevaba toda la noche con inseguridad sobre qué sería o no capaz de hacer su pareja.
Y cuando él iba, también habían ochenta pegas distintas que el alfa conseguía encontrar, así que tampoco lograba disfrutar como era debido.
-- Eso es porque nunca saliste de la manera correcta. Ven con nosotros. -- A pesar de que no había sido una pregunta, TaeHyung sabía que tenía la opción de negarse; y que JungKook solo le estaba empujando a salir de su zona de confort en la cual llevaba refugiándose desde la ruptura.
Pero de la cual también debería de salir en algún momento, salir y vivir como se merecía.
El cuerpo de piel canela se encogió ligeramente en su asiento, los ojitos color caramelo centrándose por unos instantes en la cerveza que tenía sobre sus piernas sujetada con sus manos. -- ¿Me cuidarás bien? -- Fue su respuesta, sus orbes viajando hacia la mirada de azabache; el cual ya estaba observándole desde antes desde la tonta distancia que les separaba.
Antes de poder verbalizar cualquier respuesta, los labios del alfa se estiraron con gracia, esta acción siendo acompañada por su mano derecha; la cuál se encargó de colocar uno de los tirabuzones del cabello ajeno detrás de su oreja con parsimonia. -- ¿Alguna vez no lo hice? --
Ninguna palabra volvió a salir de ellos dos en estos instantes en los que parecían entenderse a través del brillo de sus ojos.
-- Y a estos dos... ¿Qué les pasa? Están más empalagosos de lo común, mucho. -- Susurró EunWoo con una de sus cejas alzadas, dirigiéndose al beta de su lado; quien sonreía tontamente al ver la tierna escena.
-- Tú qué crees... -- Rió a media voz, dándole un sorbo a su bebida.
"Cuando pensé que te ibas a cerrar en banda a sentir de nuevo algo por alguien, aquí te veo más dispuesto que nunca. Tal vez porque no es algo nuevo y esto debió de haber comenzado desde hace tiempo." Pensó BoGum al admirar a su amigo.
¡Capítulo para celebrar Golden!
Gracias JungKook por tan lindo álbum, te amamos.
Cuidadse mucho ¿Si? Os quiero.
Kissuuu~~ 031123.
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