Para nada emocionada y muy nerviosa me bajé del auto con la mochila colgada de un solo hombro. Hoy comenzaba uno de los días más importantes de mi vida, pues paso mucho más tiempo en la escuela que en mi casa y tengo que llevarme bien con el ambiente, tal como dice mi madre.

—¡Tess! —mi hermana me tomó del brazo— Tienes la falda metida dentro de las calzas —negó con la cabeza divertida a la vez que llevaba mi mano hacia atrás y la bajaba por mi cuenta

—Odio este maldito uniforme

—Puede que las faldas sean algo cortas, pero es mejor que ir con ropa normal y no tener ropa que ponerse a la siguiente semana porque ya ocupaste todo lo que tenías en el closet

—Touché, me has ganado esta vez —le saqué la lengua a modo de burla

—¿Tenemos que ir a la oficina del director o algo así?

—No creo, papá ya nos pasó todos los papeles necesarios y los salones ya están aclarados, ¿Quieres que te acompañe o le pides ayuda a algún chico guapo que encuentres por ahí? —levanté mis cejas mientras daba miradas a los tantos muchachos que se encontraban en grupos grandes hablando y riendo.

—Prefiero que me acompañes a que pasar vergüenza el primer día de clases por una mala decisión, sabes que me pongo roja cuando me habla alguien que no conozco —y era cierto, por su piel pálida se notaba de inmediato cuando se sonrojaba por algo, era muy gracioso. Y, por cierto, muy distinta a la mía, pues yo era algo así como una copia de mi padre; piel morena, pelo castaño y ojos pardos. En cambio, como dije antes, mi hermana era de tez pálida, pelo negro y ojos celestes. Todo un clon de mi madre.

Con mi hermana sufrimos las mil vueltas que nos dimos por toda la escuela, era muy grande y ninguna de las dos se atrevía a pedir ayuda a alguien. Éramos todo un fracaso. Hasta que me choqué con una persona muy alta, tan alta que seguramente me sacaba dos cabezas y media.

—Oh disculpa —me tapé la boca como reflejo

—Descuida, no es como si alguno hubiera sufrido algún daño —dijo como chiste, a lo cual solo a mi hermana le sacó una risa tediosa-Se ven algo perdidas, ¿necesitan ayuda?

—Sería un gran favor —mi hermana resopló— Gracias a ella no estamos avanzando en mucho y creo que la hora de entrada ya pasó —miró hacia los lados, no había casi nadie en los pasillos

—¿En qué salones están? —sonrió, oh, tiene hoyuelos.

—56 B, ¿Sabes dónde queda? —Violet sacó nuestros papeles, me pasó los míos y los suyos se los mostró al hombre sin nombre

—Pues, al parecer está detrás tuyo —giró la cabeza y la miró con gracia, seguramente por nuestra estupidez de sobra

—Oh, cierto —alargo las palabras— Bueno, muchas gracias —se dirigió a nuestra salvación— Violet, te mandaré algunos mensajes por el celular, contéstalos y nos vemos a la tarde -se despidió y se dio la vuelta con cara afligida, seguramente buscando alguna excusa para el profesor por la tardanza.

—Y bien, ¿Dónde queda la tuya? —dijo algo más serio viendo su reloj— Hay que apurarse, tengo que hacer clases

Así que es profesor, eh.

—76 C —dije sin más, no puedo ser más tímida

—¿Es en serio? —me miró extrañado— No me avisaron que llegaría alumna nueva a mi clase

—Oh pues, ahora lo sabe —reí nerviosa, ¿Cómo se llamaría?

—Por cierto, mi nombre es Matthew Green, un gusto —respondió a mis pensamientos— ¿Y el tuyo?

—Tess Collins

Ya en clase todo fue tan extraño, pues todos me prestaban mucha atención. Según ellos casi nunca llegaban alumnos nuevos y por eso encontraban fascinante la idea de que alguien se incluyera al salón, una cara nueva más para apreciar.

—Y bien, ¿Qué tal te ha parecido el pueblo? —me preguntó un chico llamado Jasper, estaba sentado al lado mío y en todo este rato me ha estado hablando, es todo un parlanchín, pero acepto el hecho de que me cae muy bien. O al menos lo que conozco de él.

—No he visto mucho, pero está muy lindo

—¿Por qué te has mudado? —pregunta mil que escucho salir de su boca

—Trabajo de mi padre, ya sabes —le sonreí tratando de sonar amistosa, me estaba estresando

—Típico —levantó los hombres desinteresado

—Vamos Jasper, deja de hacerle preguntas que seguro mañana no vuelve a clases por tu culpa —la chica frente mío se giró para burlarse de su amigo— Además, no la enamorarás así —diosa salvadora, gracias— Soy Thais, un gusto

—Descuida, me estaba cayendo bien —reímos los tres

—¡Hey, por allá atrás! —el profesor nos llamó la atención— ¿Cuál es el chiste?

—Usted —Jasper susurró para nosotras a lo cual nos reímos nuevamente

—Me sorprende de usted señorita Collins, primer día y ya a la inspectoría —y este es en el momento en que prefiero morir a que seguir escuchando risas o abucheos hacia la escena que estoy montando

—¿Me puede decir dónde queda al menos? —me paré resignada y descartando la idea de contestarle en mala forma, no quería tener más problemas

—Jasper, acompáñela —apuntó hacia donde unos minutos atrás me encontraba resolviendo cálculos

—Ningún problema —me guiñó un ojo

—Y por favor, procura quedarte ahí hasta el final del día —castigo doble, genial

Caminando por el pasillo junto a Jasper me fijé que también estaba en el ranking de sacarme 2 cabezas y media de altura. ¿Por qué todos tenían que ser tan altos? O la pregunta era, ¿Por qué mis padres tuvieron que hacerme tan pequeña? Maldito ADN.

—Oye, sé que las cagué —oh por dios, que fino-pero sinceramente quería hacerme amigo tuyo y ya sabes...—se rascó la nuca algo incómodo

—Hey, tranquilo —le di unas cuantas palmadas en su hombro— Lo somos

—Increíble —sonrío— luego de clases quieres pasar a tomar unos helados conmigo y los demás

—¿Quiénes son los demás? —me paré un momento mirando un estante con varios trofeos de deportes, eran demasiados

—Mi grupo de amigos, los conocerás ahí, o tal vez en el receso —tosió— Seguro te caerán bien

—¿No son como tu cierto? —dije de broma a lo cual el rio

—Eso dolió —se puso una mano en el corazón, actuando como si fuera a tener algún fallo en el corazón

Algo me llamó la atención

—¿Qué es eso? —apunté a un estante que se situaba al lado del mueble de los trofeos

—Oh, eso —noté algo distinto en su voz- Verás, hace algunas semanas un profesor de físico tuvo un accidente de coche y terminó...pues ya sabes, muerto —suspiró— Marco me caía muy bien, a veces nos hacía clases de futbol cuando nuestro profesor faltaba

—Oh dios, que pena

—Aunque, ¿sabes? —me giró y me puso sus manos en mis hombros—Algunos dicen que en verdad se trató de un asesinato a sangre fría

—¿Asesinato? —ensanche mis ojos impactada— ¿Quién dice eso?

—Mi padre es el sheriff del pueblo, me dijo que en el lugar donde supuestamente asesinaron a Marco había cámaras de vigilancia

—¿Y salía alguien implicado en tal atrocidad?

—Pues, el tema es que los videos no están, seguramente quien mató al profesor quiso quedarse en el anonimato, pero tranquila —sonrió nuevamente-solo son suposiciones

—Que macabro —solté el aire que tenía guardado en mis pulmones desde que dijo la palabra muerte

Dejamos de hablar del tema cuando escuchamos pasos resonar por el pasillo, eran tacones.

—Seguro es alguna profesora, será mejor que nos apuremos en ir a la oficina si no quieres que nos reten por segunda vez en el día —me tomó de la mano y salimos corriendo como si en cualquier momento nos pillaran haciendo algo indebido.

¿Será así como Jasper me lo cuenta?