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09

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Rose fue la primera en despertar; abrió los ojos justo antes de que saliera el sol y se preparó mentalmente para este día. Comenzaría con la creación de algún aparato para contactar con su padre y aunque sabía que no lo lograría a la primera, no se detendría hasta lograrlo. Ya tenía algunas ideas pero aún tenía que asegurarse de que tenía los materiales adecuados.

Hermione y Ginny seguían durmiendo por lo que se levantó en silencio, tomando su ropa para el día y corriendo al baño lo más silencioso que le fue posible. Al salir del baño, luego de estar lista para un nuevo día, bajó las escaleras hasta la cocina donde vio a la señora Weasley preparando el desayuno. Aunque no estaba sola. Había un par de pelirrojos idénticos riendo.

Uno de ellos notó la presencia de Rose y le dirigió una gran sonrisa de oreja a oreja.

—Hola —saludó aquel pelirrojo, haciendo que los otros dos voltearan a ver a la recién llegada.

Rose se acercó con un poco de timidez y sonrió.

—¿Qué tal?

—Tu debes ser Rose —dijo el otro pelirrojo— yo soy Fred y él es mi hermano George.

—Un gusto conocerlos. Ginny y Ron me hablaron mucho de ustedes.

Ambos sonrieron orgullosos.

—¿Dormiste bien, Rose? —preguntó la señora Weasley.

—Sí. Sólo me preguntaba si puedo ir ahora mismo al cobertizo.

—¿No prefieres desayunar algo antes? Estaba preparando algo para los chicos, te puedes unir.

Rose se sentía extrañamente chiquita en aquella cocina.

—Oh, sí. Gracias.

—Anda, cariño. Toma asiento.

Los tres se sentaron en extraño silencio. Rose los miró sin saber qué decir pues aún era temprano y su cerebro apenas comenzaba a funcionar.

—Escuchamos que vienes de otra dimensión —habló el pelirrojo que se presentó como George.

Rose asintió con una pequeña risa.

—Algo así. En realidad no estoy completamente segura de si hice un viaje dimensional o sólo viajé en el tiempo. Sin la tecnología adecuada no puedo determinarlo.

Ambos chicos la miraron con el ceño fruncido sin entender ni una sola palabra. Roselyn no pudo evitar reír.

—¿Y cómo es de donde vienes? —esta vez preguntó el chico que se presentó como Fred.

Rose se acomodó en su asiento y lo pensó por un momento.

—En realidad no es muy diferente a como es aquí. El mundo en general es muy parecido, aunque en mi realidad hay más avances tecnológicos y descubrimos que hay vida en otros planetas, bueno... hay muchas galaxias y todo eso. Thor es el Dios del trueno y viene de Asgard, un lugar que está fuera del planeta Tierra. Igual pasa con Quill y todo su equipo, se hacen llamar Los guardianes de la Galaxia aunque es Carol quien viaja mucho entre galaxias y ayuda más que Quill y su equipo.

Los gemelos entendían lo que quiso decir Rose, pero se confundieron cuando la chica comenzó a decir un montón de nombres raros.

—Suena emocionante —dijo uno de ellos.

Rose sonrió, dejando de pensar tanto en sus palabras.

—Supongo que lo es. Vengo de un mundo lleno de superhéroes y villanos que intentan destruir el mundo al menos una vez al mes —los pelirrojos rieron, aunque no era una broma. Rose no mencionó eso último.

—Aquí tienen —Molly hizo flotar algunos platos llenos de comida frente a cada uno.

—Gracias mamá —hablaron al unísono los gemelos.

—Gracias, señora Weasley.

Comieron en relativo silencio, hablando sólo un poco. Los gemelos le hacían preguntas a Rose y cuando se quedaron sin dudas, fue el turno de la chica para interrogarlos. Al final de la mañana, esos dos le prometieron llevarla a la tienda de bromas. Después de todo, sí se llevaron muy bien los tres.

Una hora más tarde, Rose ya se había adueñado del cobertizo. Había hecho espacio en una mesa y había un montón de piezas a su alrededor. Estaba verdaderamente concentrada tratando de encontrar la manera de modificar su celular para poder hacer alguna clase de llamada interdimensional. El aparato era del futuro, por lo que no debería haber problema para resolver la cuestión del tiempo, sólo necesitaba poder llamar a través de dimensiones. Aunque para ser sinceros, ella no estaba completamente segura de que no estaba sólo en el pasado.

Por la tarde, Hermione y Ginny le llevaron la comida y le hicieron compañía por algunas horas, pero Rose no se concentró en nada más que su trabajo. Era justo como su padre.

Por la noche, Harry fue quien le llevó la cena y se quedó con ella, pero él se quedaría con ella toda la noche si fuera necesario. Rose le explicaba lo que estaba haciendo y lo que intentaba hacer, pero Harry no entendía ni una sola palabra.

—Es mucho más fácil con magia —explicó Rose— creo que sin la magia, tardaría más de un mes en lograr esto, pero creo que podré terminarlo en unos días o tal vez algunas horas.

—Eso es genial, Rose.

Dieron las doce de la noche, luego las tres de la mañana y luego las siete de la mañana. Hacía frío afuera del cobertizo, pero adentro era bastante cálido y ninguno de los dos había notado que ya había amanecido.

—¿Qué pasa Rose? —preguntó Harry al notar que la chica había dejado de trabajar. Ambos estaban cansados pero hacían lo posible por mantenerse activos.

Ella se quedó mirando con tristeza al extraño artefacto que había armado. Había encontrado todas las piezas que necesitaba gracias a las cosas que guardaba el señor Weasley y aunque no eran tan buenas piezas como las que había en industrias Stark, su padre estaría definitivamente orgulloso por haber logrado armar un intercomunicador dimensional con piezas bastante antiguas.

—Lo terminé —habló en voz muy baja, aunque sonó desganada.

Harry frunció el ceño y se acercó un poco para mirar la mesa de trabajo.

—Pero eso es bueno, ¿no? —no entendía por qué la chica no estaba emocionada, ella siempre estaba emocionada— podrás contactar con tu padre y podrás regresar a casa.

Roselyn levantó la mirada, pero había lágrimas acumulándose en sus ojos y su nariz, que se había tornado de un suave color rojo comenzaba a escurrir. Ella sonrió con tristeza sin dejar de mirar fijamente a Harry.

—Es sólo... es... no sé si quiero regresar —su voz sonó avergonzada— Me gusta aquí y de alguna manera en este lugar me siento... especial —sollozo y se limpió las lágrimas con la palma de su mano— y si regreso, volveré a ser la aburrida Roselyn Stark que sólo conocen por ser hija del grandioso Iron Man, que no tiene ninguna habilidad especial y siempre tiene que esperar a que los demás regresen... amo a mi padre pero... es difícil estar siempre bajo su sombra. Y aquí es tan diferente —dejó salir un sollozo— Lo siento, eso fue vergonzoso.

Comenzó a llorar con más fuerza. Harry no estaba seguro de qué hacer o cómo reaccionar, pero se acercó para abrazar a la chica y ella aceptó el abrazo con gusto. Se quedó llorando en el hombro de Potter varios minutos hasta que logró sentirse mejor. Cuando se separaron, Harry la tomó con suavidad de las mejillas y se miraron directamente a los ojos. Él no estaba seguro de si comprendía por completo cómo se sentía Rose, pero sin duda iba a estar para ella siempre.

—Está bien, Rose —besó su frente— Tu padre debe estar muy preocupado por ti y tal vez se sienta mejor de saber que estás bien. Eres una chica realmente increíble y conocerte, sin duda fue de las mejores cosas que me han pasado. Te prometo que todo estará bien. Pase lo que pase.

Ella sonrió un poco y asintió.

—Tienes razón. Papá debe estar perdiendo la cabeza ahora mismo —respiró profundamente— espero que esta cosa pueda hacer llamadas a otras dimensiones.

Ambos sonrieron.

Al separarse, Rose tomó su celular lleno de modificaciones y buscó el contacto de su padre para hacer una llamada. No estaba segura de si iba a funcionar o no, pero tenía esperanzas. Presionó el icono de llamar y suspiró de alivio al notar que dio el tono. Fue justo al cuarto tono que escuchó la voz de su padre y nuevamente sus ojos se llenaron de lágrimas.

—¿Rose? ¿Cariño? —escuchó su voz alterada— dime que realmente eres tu.

Lloró en silencio, tratando de ahogar sus sollozos.

—¿Papá? —su voz salió tan pequeñita pero Tony la escuchó fuerte y claro.

Tony sintió que el aire se escapaba de sus pulmones al mismo tiempo que un doloroso nudo se alojaba en su garganta. Era ella, realmente era su hija.

—No sabes cuanto me alegra escuchar tu voz, cariño.

Ella sonrió, aún sin poder parar el llanto.

—Perdón, papá. En serio lo siento. Yo... fui una completa tonta al entrar al laboratorio cuando no debía hacerlo y en serio lo siento —habló con desesperación entre llanto.

—No, no, no. Rose, tranquila cariño —arrulló— Lo importante es que estás bien. Me alegra que hayas encontrado la manera de contactarte conmigo. ¿Dónde estás?

—En Londres... creo. Al menos cerca, pero estoy en otra dimensión o en el pasado. En realidad no estoy segura. Sólo sé que es mil novecientos noventa y siete.

—Bien. Entiendo —Tony suspiró, tratando de pensar en algo— arreglé la máquina pero no hemos logrado encenderla de nuevo. Incluso Strange está ayudando para abrir portales pero es complicado saber dónde estás, tú localizador no funciona y las llamadas no entran a tu celular, VIERNES no ha podido encontrarte en otros planetas. Rose, te prometo que haré lo imposible para traerte de regreso. Strange encontró la manera de buscar en otras dimensiones pero hay una infinidad de ellas, así que sólo mantén la calma.

De pronto, fue como si la mente de Rose se iluminara.

—¡Papá! Eso es. Una máquina interdimensional de tiempo. Estás buscando en otras dimensiones pero que ocupan un espacio simultáneo al tuyo y yo estoy en el pasado. Necesitas la máquina interdimensional pero con una modificación que te permita moverte en el tiempo. El teléfono, donde te estoy llamando... es del futuro, entonces por eso funcionó, al menos eso creo. Tal vez... sólo... si usas a VIERNES para rastrear esta llamada y que quede registrada en su sistema puedes conectarla con la la máquina y hacer que el portal se abra de nuevo cerca de mi ubicación. No creo poder hacer otra llamada pero seguramente VIERNES tenga acceso a mi teléfono ahora mismo, puedes pedirle a Scott que te ayude, es un genio y los dos podrán armar una máquina del tiempo —vomitó una gran cantidad de palabras que Harry no entendió en lo absoluto pero Tony no perdió detalle alguno.

—¡Brillante! —lo escuchó soltar un fuerte grito de exclamación— Roselyn Stark, no sabes lo orgulloso que estoy de que seas mi hija. VIERNES, llama a la hormiga y dile que es urgente que venga al complejo.

Hubo un momento de silencio. Rose miraba un punto fijo en el suelo y Tony ya estaba moviéndose para comenzar el diseño de una máquina del tiempo con ayuda de VIERNES.

—Te extraño mucho, papá —la chica habló con suavidad, rompiendo el silencio, Harry colocó una mano en el hombro de Rose en señal de apoyo— Quiero que sepas que estoy bien, hice nuevos amigos e incluso aprendí a hacer magia.

Se escuchó una pequeña risa por parte de Tony que contagió a Rose.

—Me alegra que estés bien, cariño. En serio. Te amo.

—No sé cuánto más tiempo queda para esta llamada. Me sorprende que realmente lo haya logrado pero quería asegurarme de que no perdieras la cabeza. Y por favor, no culpes ni te molestes con Pietro y Peter. Ellos no tuvieron la culpa de nada.

—Lo sé —contestó con rapidez— No los culpo.

La llamada comenzó a cortarse, se escuchaba estática y las voces cada vez más lejos.

—¿Papá?

—Ro... se... iré... p...tí. Aguan.... poco... ás.

Y de pronto nada. Se quedó estática y sus manos temblaron. Harry la miró preocupado pero entonces la chica se lanzó a sus brazos tomándolo por sorpresa. Ninguno dijo nada más. Potter se limitó a acariciar con suavidad el cabello de la chica. Roselyn en realidad tenía tantos sentimientos recorriendo su cuerpo que no tenía ni idea de cómo sentirse en ese momento y por ello sólo comenzó a llorar, ocultando su rostro en el pecho de Harry y disfrutando de su calidez.


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