08
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Rose caminaba junto a Hermione por el estrecho pasillo del tren rumbo a Londres. Rose jamás se había subido a un tren y parecía realmente fascinada. Hermione le explicaba a dónde se dirigían pero Rose apenas podía poner atención pues estaba más entretenida grabando un video sobre lo emocionada que estaba por viajar en tren por primera vez. Incluso Hermione se divertía con los graciosos videos que hacía su nueva amiga, pero no era algo que dijera en voz alta constantemente, simplemente lo disfrutaba en silencio.
Habían encontrado a los chicos luego de unos minutos, pero cuando Granger vio el corazón en la ventana, tomó a Rose de la muñeca y la llevó en busca de otro lugar. Hasta el momento, Ron y Hermione no se habían hablado y Hermione evitaba estar en el mismo lugar que Ron. Pero tarde o temprano tendrían que arreglar las cosas, aunque todo indicaba que iba a ser más tarde que temprano. Y Rose iba a apoyar completamente a Hermione antes que a Ron.
Encontraron lugar junto a Neville y Ginny, al parecer, Dean, el novio de la pelirroja se había quedado en el castillo a pasar las fiestas y aunque la chica Weasley lo invitó a pasar la navidad en su casa, él se negó amablemente.
El viaje fue realmente tranquilo con una amena conversación que incluyó a Neville hablando de plantas mágicas y Rose sorprendida con cada palabra. Hermione y Ginny llevaban su propia conversación, poco interesadas en el tema de las plantas.
Cuando el tren llegó a su andén, Rose fue la primera en salir corriendo y mirar todo a su alrededor. Fue decepcionante para ella descubrir que nada era muy diferente a su dimensión, tal vez era un poco anticuado, pero apenas se notaban los cambios respecto al futuro. También miró su celular en busca de señal, pero no había nada. Aunque era extraño, se supone que debería haber pero tal vez era el hecho de que era tecnología del futuro y de otra dimensión. Descubrió que podía hacer llamadas a teléfonos de esa dimensión pero no tenía conexión a internet ni a nada que fuera demasiado sofisticado. No tenía una explicación clara respecto a por qué funcionaba a medias.
Cuando su emoción disminuyó, Ginny y Ron le presentaron a sus padres. Rose fue muy amable con ellos y les agradeció por dejarla quedarse en su casa. Todo el camino rumbo a la Madriguera, el señor Weasley y Rose mantuvieron una profunda conversación sobre artefactos muggles. Incluyendo aparatos del futuro y lo increíbles que eran.
Ginny fue la encargada de mostrarle la casa a la chica y la llevó a su dormitorio, donde se quedarían las tres chicas. Rose aprovechó cada oportunidad para tomar miles de fotos y videos. Estaba realmente emocionada por mostrarle toda su colección de fotos a todos en la base cuando regresara... si es que regresaba.
—Este es el cobertizo —le dijo Arthur por la noche, antes de ir a cenar— Harry y Ron me dijeron que necesitabas algunas piezas, puedes tomar todo lo que quieras de aquí y si necesitas algo más, sólo dime y trataré de revisar el almacén del ministerio para conseguir más
—Muchas gracias, señor Weasley.
—No hay problema. Sólo espero que más tarde me sigas hablando sobre esa cosa, laptop, creo que dijiste.
Rose sonrió mostrando los dientes.
—Por supuesto que sí.
Ambos regresaron a la casa, era tarde y aquellos artefactos seguirían allí al día siguiente. Al parecer, al día siguiente también conocería a los famosos gemelos Weasley. Hermione y Ginny le hablaron mucho de ellos y Rose estaba emocionada por conocerlos finalmente pero le advirtieron que tuviera cuidado y no aceptara absolutamente nada que ellos le ofrecieran.
Ginny, Harry, Ron, Hermione y Roselyn estaban sentados en la sala esperando a que la señora Weasley los llamara para cenar. Todo estaba muy silencioso, pero nadie sabía en realidad qué decir. Se habían ofrecido a ayudar, pero Molly mencionó que no era necesario.
—Rose —habló Ginny con suavidad, siendo la primera en romper el silencio. La nombrada la miró con curiosidad.
—¿Sí?
—Me preguntaba... bueno, he visto muchas fotos tuyas y de ese tal Peter y creo que se ven realmente lindos juntos. Pero me encantaría saber cómo se conocieron.
Hermione sonrió con entusiasmo, interesada también por escuchar esa historia. Ron puso los ojos en blanco y Harry se limitó a fruncir el ceño y acomodarse en el rincón del sofá mirando fijamente a Rose.
Una gran sonrisa se extendió por el rostro de Roselyn y sus ojos brillaron ante el mero pensamiento de Peter.
—Bueno... no es nada del otro mundo, de acuerdo... técnicamente si es algo de otro mundo —todos rieron— pero me refiero a que fue algo... normal. Nada fuera de lo común.
—Igual quiero saber —Ginny habló con emoción, abrazando el cojín y acomodándose en su lugar. Miró con emoción a la chica esperando a que comenzara con su historia.
—De acuerdo. Entonces debo comenzar con que todo empezó con un video de YouTube.
La miraron con el ceño fruncido.
—¿Qué es un YouTube? —preguntó Ron y todos esperaron impacientes por la respuesta.
—Oh, cierto —dejó salir una corta risa— es... un sitio de internet donde puedes ver videos de todo tipo. Como los videos que yo les he mostrado, pero en esta plataforma, todas las personas con acceso a internet pueden ver tus videos y tu puedes subir todos los videos que quieras. Te puedes dedicar "profesionalmente" a esto y te pagan por ello.
—¿Quieres decir que cualquier persona del planeta puede ver tus videos? —preguntó Ron. Aunque parecía escandalizado.
—Técnicamente sí. No existe la privacidad de donde yo vengo. Sólo basta con mirar el perfil de Instagram y algunas otras redes sociales y puedes saber todo de cualquier persona. Internet es... aterrador si lo piensas demasiado.
—Pero entonces... —un cojín estampó contra el rostro de Ron, interrumpiendo su frase.
—Silencio, Ron. Quiero escuchar el resto de la historia —le reclamó su hermana menor.
—¡Oye! Eso me dolió.
—Continúa, Rose —la pelirroja lo ignoró.
—Como decía, todo comenzó con un video de YouTube. Un video del hombre araña.
—Antes mencionaste al hombre araña, ¿no es realmente una araña, o si? ¿No se transforma en alguna clase de araña aterradora?
Rose comenzó a reír ante la preocupación de Ron, Harry ya le había mencionado sobre la fuerte fobia del pelirrojo por las arañas.
—No, Ron. Tiene las habilidades de una araña y todo eso, pero no es tal cual una araña. Al menos no una que de miedo. Él salva a las personas y creo que es el hombre más noble que he conocido nunca. Como sea... todo comenzó con un video del hombre araña que alguien subió a YouTube.
Roselyn había cumplido los quince años un par de meses atrás. Y disfrutaba de un día cualquiera en la base de los vengadores. La chica estaba en su cama, mirando su teléfono en busca de cualquier cosa que la pudiera distraer. Había terminado con los deberes de la escuela y ya estaba muriendo de aburrimiento.
Casi todos estaban en misiones o estaban ocupados con trabajo. Incluso Pietro estaba ocupado pero prometió ir con ella en cuanto terminara con lo que sea que estuviera haciendo.
Miraba YouTube para pasar el rato cuando un video llamó su atención. Rose sabía que en todo el mundo había personas con ciertas habilidades especiales, pero aquel llamó bastante su atención. El video no era de la mejor calidad, pero se veía a un chico que se enfrentaba a unos ladrones de carteras. Roselyn reconoció las calles de aquel lugar. Era Queens, había estado allí en varias ocasiones por eventos de su padre. Siguió buscando videos de aquel misterioso chico y fue en uno de los videos que se acercó a la persona que estaba grabando.
—Hola, soy el amigable hombre araña del vecindario. Si necesitas ayuda, no dudes en pedirla —habló con gran amabilidad antes de lanzar lo que parecía ser una telaraña e irse volando.
No había muchos videos de aquel chico, pero Roselyn usó todas sus habilidades de búsqueda y a VIERNES, para encontrar más de él. Fue esa misma noche, durante la cena, que la chica miraba otro de los videos cuando su padre la miró con curiosidad. Sólo estaban ella y Tony tomando la cena, los demás estaban agotados y prefirieron irse a dormir o había quienes seguían con sus trabajos.
—¿Qué estás viendo? —le preguntó de pronto.
Ella miró a su padre con una sonrisa.
—Es un chico, parece ser de Queens. Se hace llamar el hombre araña y salva a las personas —trató de explicar— es realmente asombroso la forma en que se mueve. Paró un coche que se iba a estrellar contra un autobús lleno de pasajeros, y ni el auto ni el autobús sufrieron daño alguno. También dejó a un ladrón de carteras pegado contra una pared junto con una nota muy graciosa.
Tony extendió la mano y Rose le entregó su celular para que el hombre pudiera mirar. Él parecía realmente sorprendido por las habilidades de aquel chico, aunque su traje era muy ridículo. Pero Tony imaginaba que era un chico que hacía lo que podía con lo que tenía, parecía un niño de secundaria, aunque aquellas telarañas parecían más que interesantes. Le regresó el aparato a su hija y continuaron con la cena.
Fue un mes después. Roselyn estaba en la espalda de Pietro mientras él corría a toda velocidad por toda la base. Ambos reían a fuertes carcajadas, divertidos por algo tan simple como correr. Rose tenía que abrazar con mucha fuerza el cuello del hombre y enroscar sus piernas en el abdomen para no caerse por la rapidez a la que iban. Se detuvieron cerca de la entrada principal.
—Creo que voy a vomitar —habló la chica sin dejar de reír con fuerza.
Pietro también reía, pero el estómago ya le estaba doliendo y se dejó caer en uno de los sillones de la pequeña sala de espera mientras trataba de recuperar el aliento. Las mejillas de Rose estaban completamente rojas y lentamente el color desapareció, al mismo tiempo que recuperaba el aliento.
Entonces escuchó a su padre aproximándose, por la forma en que hablaba, era obvio que iba con alguien. Cuando entraron por la puerta que llevaba al estacionamiento, Roselyn vio a su padre y a un chico más o menos de su edad junto a él. Ella se acercó con una sonrisa.
—Hola —saludó animada.
Tony la miró con el ceño fruncido y luego notó la presencia de Pietro, entendiendo que esos dos habían estado haciendo alguna travesura en el edificio.
—Rose, espero que no te hayas metido en problemas mientras estaba fuera.
—No hicimos nada. Pietro sólo estaba corriendo conmigo en su espalda —el nombrado se acercó a los recién llegados, quedándose detrás de Rose y colocando sus manos en los hombros de la chica.
—Hoy no nos metimos en problemas, Stark. No te preocupes.
Tony los miró con los ojos entrecerrados pero suspiró y negó.
—Como sea —colocó una mano en el hombro del chico junto a él— él es Peter Parker, Peter, ellos son Roselyn y Pietro o como me gusta llamarlos —señaló a Pietro— problema uno —señaló a Rose— y problema dos.
La chica sonrió mostrando los dientes.
—Hola, Peter. Es un gusto conocerte.
El chico se sonrojó.
—El placer es mío —habló nervioso sin poder dejar de ver a esa chica. Era realmente hermosa.
—¿Comenzarás a trabajar aquí? —preguntó la chica.
—Oh... bueno... —
—Es becario —interrumpió Tony— estará aquí de vez en cuando.
—Genial. Pietro y yo te mostraremos el lugar —Rose tomó a Peter de la mano y el pobre casi se desmaya. No estaba acostumbrado a recibir atención de las chicas y mucho menos de chicas tan bonitas. La mayoría de las veces sólo se alejaban de él.
Peter miró a Tony preocupado, pero él estaba riendo y sólo asintió.
—Llévalo al laboratorio cuando terminen con el recorrido —le dijo Tony y Rose asintió en respuesta— y no metan al pobre chico en problemas, al menos no en su primer día.
—Bien —caminó junto a la chica y Pietro los siguió de cerca.
—Entonces, Peter —Rose lo soltó pero siguieron caminado— debes ser un cerebrito si Tony se interesó en ti.
Peter abrazó el aza de su mochila que colgaba en su espalda, estaba muy nervioso. No le era fácil hacer amigos o en general hablar con las personas.
—Bueno... me considero alguien inteligente pero estoy seguro de que hay personas mil veces más inteligentes que yo.
Rose rió un poco.
—Igual es genial que estés aquí. No hay muchas personas de mi edad y estoy segura de que seremos muy buenos amigos.
Peter se aclaró la garganta nervioso.
—Y... ¿tu qué haces aquí? —preguntó pero se ganó una risa por parte de Pietro.
Mximoff abrazó a Peter por los hombros y él lo miró confundido.
—Creo que él no sabe quién es tu padre.
Rose puso los ojos en blanco, pero también rió.
—Mi papá es Tony —explicó— por ello básicamente vivo en este edificio. Papá me quiere tener vigilada en lo mayor posible porque tiene miedo de que me ocurra algo si estoy fuera. Y este edificio es bastante seguro.
—Oh. No tenía ni idea, lo siento.
Ella negó.
—Está bien. Tampoco es la gran cosa.
Peter miró a Pietro, que seguía sosteniendo sus hombros.
—Yo llegué hace un año junto con mi melliza. Nos metimos en muchos problemas, pero al final nos recibieron en este lugar —explicó antes de que Peter formulara la pregunta que estaba pensando.
—¿Tienes alguna habilidad?
—Soy muy veloz.
Asintió.
—Es un presumido, no le hagas mucho caso —habló Rose, que caminaba más adelante que los otros dos.
—Oye, sólo estás celosa de que sea más atractivo que tu y que además tenga una habilidad tan genial.
Ella rodó los ojos aunque ninguno de los dos la vio.
—En tus sueños, Maximoff. Es obvio que yo soy la más hermosa de este edificio y sin mi, no tendrías esos tenis que yo misma diseñé para que soportaran la fricción cuando corres.
—Ya quisieras, Stark —Pietro se rió
—¿Ustedes dos están saliendo? —preguntó Peter de pronto.
Rose detuvo su caminata y dio media vuelta para ver a Peter con el ceño fruncido, Pietro lo miraba de la misma forma. Pero luego los dos comenzaron a reír.
—No —dijo Rose— Pietro y yo sólo somos amigos. Además sería ilegal. Yo tengo quince y él dieciocho.
—Amigos y compañeros de travesuras —ambos chocaron sus puños y siguieron con su camino— además ella es muy fea —Rose lo miró ofendida.
—No te volveré a guardar de los pancakes de Natasha en el desayuno.
—De acuerdo, tal vez no seas tan fea.
Los tres comenzaron a reír.
Una semana más tarde, Rose estaba en el comedor comiendo un poco de helado mientras miraba uno de los videos más recientes que habían subido del hombre araña. Escuchó la puerta abrirse, pero no levantó la mirada.
—Hey —saludó Peter. Rose entonces lo vio acercándose.
—Hola, Pete —le sonrió— no sabía que hoy vendrías, hay helado en el congelador si quieres.
—Sí, fue algo de último momento. No iba a venir hasta la siguiente semana —se acercó al refrigerador— pero el señor Stark quería hacer algunas pruebas o algo así.
—Oh, genial.
Peter tomó un poco de helado y se sentó junto a la chica, se sorprendió al darse cuenta de lo que la chica estaba mirando en su teléfono.
—¿Eres fan del hombre araña? —preguntó con casualidad, tomando una cucharada de helado.
Roslyn sonrió.
—¡Sí! —dijo emocionada y movió un poco su celular para que Peter lo viera— es realmente increíble este chico. Me gusta mucho. Vi uno de sus videos por primera vez hace algunos meses y siempre estoy esperando a que suban un nuevo video de él. Pero en las últimas semanas no han subido mucho.
—Oh —Peter sonrió tontamente— yo soy el hombre araña.
Roselyn se quedó estática y lo miró fijamente.
—¿Qué?
Peter dejó salir una risa.
—Tu papá dijo que me conoció gracias a ti y por eso me encontró. Creí que lo sabías, lo siento por no decírtelo antes.
Roselyn dejó salir un grito de emoción y sin pensarlo abrazó a Peter con fuerza. Luego lo tomó de las mejillas con fuerza sin dejar de mirarlo con emoción.
—No lo puedo creer, es asombroso. Peter, en serio te admiro muchísimo. Todo lo que haces me parece simplemente magnífico. Espero que me dejes diseñar tu traje algún día.
Se rascó la nuca con timidez.
—Gracias. Y claro... cuando quieras, creo.
Entonces, la chica Stark comenzó a hacerle millones de preguntas a Peter y el contestó muy emocionado cada una de ellas. Se sentía bien hablar libremente de su secreto sin temor y le emocionaba muchísimo saber que Roselyn era una de sus seguidoras.
Un año después, luego de que Roselyn cumpliera los dieciséis, Peter se confesó a la chica y le pidió ser su novia. El pobre estaba aterrado y nervioso, pero fue un intenso alivio cuando ella le dijo que sí. Pero fue un año más tarde, algunas semanas antes de su cumpleaños, cuando entraron al laboratorio y abrieron un extraño portal y Roselyn se quedó varada en otra dimensión.
—Y supongo que eso es todo, a grandes rasgos —terminó de contar Rose.
Los otros cuatro la miraban atentos.
—¡La cena está lista! —escucharon a la señora Weasley gritar desde la cocina.
Todos se pusieron de pie, Harry y Ron se adelantaron pero Ginny abrazó el brazo de Roselyn.
—Eso fue muy lindo, me gustaría que luego nos contaras otra historia.
Roselyn sonrió con tristeza.
—Por supuesto que sí. Todas las que quieras.
Se sentaron alrededor de la mesa con los demás Weasley y disfrutaron de una deliciosa cena. Roselyn no podía dejar de pensar en Peter, en su padre, en Pietro y en todos los demás. Los extrañaba muchísimo.
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