Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

07

✦ • ° *.

A Hermione no le había sentado para nada bien ver a Ron y Lavander besándose frente a toda la sala común de Gryffindor, pero agradecía que Harry estuviera allí para ella en ese momento tan... poco agradable. Pero fue aún peor cuando la nueva pareja apareció como si nada en aquel pasillo.

Hermione tenía sentimientos y de verdad estaba dolida, aunque el cabeza hueca de Ronald no lo entendiera. Algunos minutos después, cuando la chica se sintió un poco mejor y las lágrimas cesaron, le dirigió una corta sonrisa triste a Harry.

—Sé que te gusta Rose, Harry —dijo de pronto, Potter la miró confundido, ganándose una risa de la chica— hemos sido amigos mucho tiempo y te conozco mejor que tú mismo. Sólo... Harry, está bien que te guste. Siempre nos enamoramos de las personas más inesperadas y eres mi mejor amigo, siempre te apoyaré pase lo que pase. Pero no quiero que salgas lastimado —lo tomó de la mano— ella se irá tarde o temprano y ambos saldrán lastimados si se encariñan mucho. Además, ella tiene novio y aunque la situación es complicada... ten cuidado, Harry. Por favor.

Potter la miró con tristeza.

—Gracias, Hermione. Por ser mi mejor amiga.

Ambos se sonrieron y volvieron a quedar en silencio un poco más.

—¿Crees que le gusto? —preguntó Harry de pronto y Hermione soltó una fuerte risa— ¿Qué?

—Nada. ¿Por qué no la invitas al baile de navidad de Slughorn?

—Llevo todo el día intentando eso, pero me congelo cuando trato de hacerlo.

La castaña frotó con suavidad el brazo de su contrario.

—Harry, no le estás pidiendo matrimonio. Sólo que te acompañe a una fiesta.

—Bien, le diré. Sólo necesito recolectar un poco de valor.

Ninguno dijo nada más.

✦ • ° *.

Hermione no soportaba estar en la misma habitación que Ron, y Ron no podía separarse ni un poco de Lavander o mejor dicho, de su boca. Comenzaba a ser desagradable para todos los que los rodeaban.

Aquella tarde, Roselyn y Harry estaban solos en la sala de los menesteres practicando algunos hechizos. Ron no los había acompañado por estar con su novia y Hermione usó la excusa de que debía hacer deberes, pese a que estaban en vacaciones de invierno. Sólo era para darles un momento a solas a Harry y Rose.

—De acuerdo, Rose. Hoy te enseñaré a realizar el encantamiento patronus. Has avanzado muy rápido en los últimos meses y creo que serás capaz de hacerlo.

La chica sonrió mostrando los dientes y sosteniendo su varita con fuerza.

—Hermione me explicó un poco de ese encantamiento. También me dijo que el año pasado tú se lo enseñaste a ella y a otro grupo de personas.

Harry sonrió con tristeza ante el recuerdo. Fue el mismo año en que su padrino fue asesinado por su propia prima.

—Así es. Me alegro que ya tengas una idea, aunque eso no hará que sea más fácil. No te preocupes si no sale al primer intento, tenemos toda la tarde.

Rose asintió, un poco más sería.

—Entiendo. Daré todo mi esfuerzo.

—El movimiento de varita es muy sencillo, lo complicado es encontrar tu recuerdo más feliz que tengas. Tienes que lograr hacer un patronus corpóreo y para ello, debes pensar en lo que te haga más feliz.

La chica asintió y levantó su varita. Cerró los ojos un momento tratando de pensar en algún recuerdo que le hiciera feliz. Tenía muchos, pero no estaba muy segura de cuál podría funcionar. Abrió los ojo, ahora más concentrada y habló.

—Expecto Patronum —repitió las palabras que Harry le había dicho antes. Pero nada pasó. Miró a Harry con ojos de cachorro y él sonrió un poco.

—Tranquila, hubiera sido extraordinario que lo hicieras a la primera. Yo no pude hasta el tercer intento.

Ella suspiró y asintió.

—Lo intentaré de nuevo.

—Adelante.

—Expecto Patronum —repitió, con más fuerza y con su mente fija en un pensamiento. De nuevo nada— creo que en realidad no estoy lista para algo tan avanzado.

Harry se acercó y le extendió un pedazo de chocolate que ella aceptó con gusto.

—Rose, no seas tan dura contigo misma. Sé que podrás lograrlo. Lograste vencerme en un duelo y también venciste a Hermione.

—Eso fue suerte de principiante.

—Si no te molesta decirme, ¿en qué pensabas? ¿Cuál era tu recuerdo?

Ella mordió un trozo del chocolate antes de responder.

—La primera vez pensaba en Pietro y Peter. Estar con ellos siempre me ha hecho muy feliz. La segunda vez pensé en mi padre y aquella vez estaba llorando porque me molestaron en la escuela, yo estaba en el sofá del área común y eran las cuatro de la mañana. Papá apareció de pronto y no dijo nada, sólo me tomó de la mano y subimos a su auto —sonrió ante el recuerdo— me llevó a una cafetería de veinticuatro horas y comimos hamburguesas hasta reventar. Nunca me preguntó nada, sólo... estuvo ahí conmigo y para mi.

—¿Tienes algún otro recuerdo?

Rose lo miró en silencio por un largo momento.

—Creo que sí.

—Vamos, inténtalo de nuevo.

Rose se puso en posición y levantó su varita.

—¡Expecto Patronum! —habló con fuerza y una luz azul blanquecina salió de la varita. Poco a poco se comenzó a formar un mapache. Rose sonrió hasta que sus mejillas comenzaron a doler y miró a Harry con la misma emoción hasta que el encantamiento se esfumó— ¿Me viste Harry? ¿Lo has visto? De verdad lo he hecho, ¿puedes creerlo?

Rose le contagió su felicidad al azabache y no pudo evitar sonreír de la misma forma.

—Sí, Rose. Lo he visto. Eso fue genial, te dije que lo lograrías.

Ella sonrió apenada esta vez pero sin dejar de sonreír.

—¿Está bien si te abrazo?

Harry no dijo nada, pero extendió los brazos y Roselyn corrió a abrazarlo con fuerza.

—Muchas gracias, Harry. Por todo. En serio eres el mejor maestro y amigo que cualquiera desearía tener.

—No es para tanto. Pero agradezco el cumplido.

Se separaron pero Rose le dio un amistoso golpe en el brazo.

—No seas tan modesto. He escuchado por ahí que te llaman "el elegido". Suena bastante... prometedor.

Harry no pudo evitar reír.

—Sólo exageran. Hace un año me llamaron demente y ahora soy aparentemente un héroe que salvará a todo el mundo mágico.

—Tengo experiencia con eso de salvar al mundo. Te puedo dar algunos tips cuando quieras.

Ambos rieron.

—Rose —Harry frunció el ceño— ¿te puedo preguntar algo?

La chica ya se había dirigido a recoger su mochila del suelo, una que Neville le había prestado. Ya era casi hora de la cena y moría de hambre.

—Por supuesto —colgó la mochila en su hombro y miró al chico.

Harry rascó nervioso su nuca y evitó el contacto visual por un largo momento.

—Slughorn hará una fiesta de navidad y... bueno... yo... me preguntaba si tú... si quisieras acompañarme.

La miró con las mejillas sonrojadas. Rose sonría. Ese era un buen indicio, ¿cierto?

—Claro, Harry. Me gustaría ir contigo.

—¡Genial! —gritó y se sonrojó aún más— lo siento.

—Sólo le diré a Hermione o Ginny si me prestan un vestido. A veces siento que sólo les causo molestias, llegué aquí sin nada y... vuelve complicadas las cosas.

—No causas ninguna molestia —contestó rápidamente Harry. Y de pronto una idea apareció en su cabeza, pero le avergonzaba decirlo en voz alta— yo... yo tampoco tengo nada qué ponerme y pensaba ir Hogsmade para comprar un traje —se aclaró la garganta— si quieres podemos ir juntos y... te puedo comprar el vestido que quieras.

Miró a Rose, quien lo miraba sorprendida y algo avergonzada. Aunque también pudo notar ese pequeño sonrojó que se extendía por sus mejillas.

—No es necesario, Harry. De verdad. No quisiera causarte molestias —nunca la había escuchado hablar de esa manera, avergonzada.

—Insisto. No es ninguna molestia —además, así tendrás algo que será sólo tuyo.

Lo pensó por un momento. Tenía razón. Hasta ahora, todas sus "pertenencias" eran prestadas y sólo tenía aquel cambio de ropa con el que había llegado, el cual no era para nada ideal para el invierno.

—De acuerdo. Muchas gracias, Harry.

Él sonrió satisfecho.

—Ni lo menciones. Vayamos a cenar.

Rose asintió bastante contenta y ambos comenzaron a caminar rumbo al comedor.

—Sólo espero no encontrarnos con Ron y esa chica. Si los veo besándose una vez más, se me quitará el hambre y comenzaré a vomitar.

Potter se limitó a reír y seguirla de cerca. ¿Cómo podía sentirse tan enamorado de alguien que había conocido hacía tan poco tiempo? No había nada malo con ello, ¿cierto? No puedes elegir de quién enamorarte, simplemente pasa. Pero, ¿por qué tenía que ser de las personas menos adecuadas? Hermione tenía razón, Rose se iría tarde o temprano y probablemente jamás la volvería a ver, además, ella ahora mismo tenía novio. Un novio que estaba muy preocupado por ella y esperaba su regreso.

Bueno... lo iba a disfrutar mientras pudiera.

El día de la salida a Hogsmade, Rose se abrigó con todo lo que encontró. Afuera estaba nevando y lo cierto es que no quería morir por hipotermia.

Salió de la sala común junto a Harry y Hermione, esta última había mencionado que quería comprar algunos regalos de navidad e iba a aprovechar este último viaje antes de ir a casa de los Weasley para navidad. Ron había mencionado que también quería ir, pero Lavander no lo soltaba y al final se quedaron. Al menos, no iba a ser tan incómodo el viaje.

Harry le entregó a Rose una bolsita llena de monedas y le dijo que podía comprar toda la ropa que quisiera, aún resultaba incómodo para la chica, pero aceptó el noble gesto de Harry y luego de que le indicaran cuál era la tienda de ropa, se despidió de sus dos amigos.

A Rose le encantaba ir de compras regularmente y comprar todo lo que le gustara, pero ahora era diferente. Antes tenía la tarjeta de su padre y no tenía límite alguno, pero ahora... no se sentía bien gastando el dinero de Harry. Él había sido muy amable y todo pero de alguna forma, sentía que era incorrecto.

Entró a la pequeña tienda, no había mucha gente, por lo que podía mirar tranquilamente. Se dirigió a la sección de ofertas sin mirar otra cosa y comenzó a buscar. Sí, derrochaba el dinero de su padre, pero también sabía encontrar buenas ofertas.

Miró algunas blusas y algunos pantalones, Hermione había dicho que en la tienda de al frente también podía encontrar ropa, especialmente algunos vestidos de temporada. Pero aquella tienda en la que ahora se encontraba, era más barata que la otra y por ello decidió mirar primero allí.

Luego de escoger algunas blusas y pantalones junto con algunos abrigos, se dirigió a pagar. Fue sorprendente incluso para ella lo barato que había sido todo, claro que tuvo que escoger con cuidado, pero había ahorrado muchísimo y tenía varios cambios de ropa. Ahora podía regresarle a Ginny y Hermione la ropa que le habían prestado.

Entonces se dirigió a la otra tienda, allí había un poco más de gente pero una vez más, caminó directamente a la sección de rebajas. Había una variedad de vestidos, aunque ninguno era de su especial agrado o de su estilo. Pero debía recordarse en qué año estaba. No iba a encontrar jamás algo que fuera de su época.

Comenzó a mirar en el resto de la tienda, sí había una gran variedad, pero nada le convencía. Aunque ni ella misma sabía lo que buscaba. ¿Qué le gustaría a Harry? ¿Y por qué pensaba en lo que le gustaría a Harry? No es como si quisiera impresionarlo o algo por el estilo, ¿cierto? ¡¿Cierto!?

Tomó algunos vestidos y se dirigió al probador. Al final, se decidió por un bonito vestido dorado de mangas largas y con la espalda descubierta que le llegaba a la mitad de la pierna. Le gustó y estaba segura de que le gustaría también a Harry.

Casi una hora y media después, los tres se encontraron en el caldero chorreante. Rose le regresó a Harry el dinero restante y no paró de agradecerle. Él dijo que todo estaba bien pero Rose no se detuvo. Hermione era la que parecía más divertida.

✦ • ° *.

Cuando llegó el día de la fiesta, Rose estaba paranoica. Ella adoraba las fiestas pero ahora mismo se sentía realmente nerviosa. No lograba acomodar su cabello y el maquillaje que se había hecho le parecía horrible.

—Rose, hablo en serio cuando te digo que luces hermosa.

La nombrada miró con pánico a Hermione.

—Lo siento, hace mucho que no voy a una fiesta y ahora sólo me siento nerviosa.

—Está bien. Sólo relájate.

—De acuerdo —respiró profundamente y se miró en el espejo para acomodar su peinado y retocar su maquillaje— Tu también luces realmente hermosa, Hermione.

Granger sonrió.

—Gracias.

Ambas chicas terminaron de arreglarse y juntas bajaron a la sala común, donde Harry esperaba nervioso. Se sentía mareado, pero sabía que sólo era porque estaba nervioso. Y tenía razón, una vez que vio a Rose bajar las escaleras, simplemente sintió como si un volcán estuviera haciendo erupción en su interior. Sonrió tontamente y dio un par de pasos al frente, sin poder dejar de mirar a la chica.

—Hola, Harry —saludó Rose con una gran sonrisa.

Potter había olvidado cómo hablar.

—Rose... —logró articular luego de balbucear por un minuto entero— Te ves muy bonita... quiero decir... tu siempre eres muy bonita pero ese vestido te hace lucir aún más bonita.

Rose y Hermione rieron por lo adorable que parecía Harry en ese momento.

—Gracias, Harry. Tu también luces muy bien, ese traje te sienta de maravilla —Potter se sonrojó por el halago.

Harry extendió su brazo y Rose lo tomó con suavidad. Juntos comenzaron a caminar. Hermione le había dicho a la chica que se encontraría con su pareja un poco más tarde, pero esperaría en la sala común.

Roselyn y Harry caminaron por los pasillos del castillo, la chica admirando las bonitas decoraciones y Harry admirando a su acompañante. Le gustaba verla sonreír de esa manera y haría lo que fuera por seguir viéndola sonreír de esa manera.

Hablaron durante todo el camino y cuando llegaron, un flash de cámara los tomó por sorpresa, pero ambos comenzaron a reír y se adentraron un poco más. Saludaron al profesor de pociones y se encontraron con Neville, quien repartía algunas bebidas.

—Regreso en un segundo, ¿si? —le dijo Harry al oído, luego de ver a Hermione.

—De acuerdo, esperaré a aquí.

Fue alguna clase de reflejo por parte de Harry, pero colocó una mano en la mejilla de Rose y dejó una suave caricia con su dedo pulgar a la altura de su pómulo antes de irse. Ambos quedaron completamente confundidos por tal acción pero ninguno se molestó por ello.

Rose miró con interés todo a su alrededor y frunció el ceño cuando un chico se detuvo a su lado. Era alto y moreno. No recordaba haberlo visto antes.

—Hola —saludó aquel sujeto con una sonrisa— Soy Blaise Zabini, no recuerdo haberte visto antes —le extendió una copa.

Rose sonrió con amabilidad y tomó la bebida que le ofreció. Le dio un pequeño sorbo antes de hablar.

—Roselyn Stark. Recién ingresé este año.

—Me doy cuenta. No habría olvidado a una chica tan linda como tú.

Rose entonces se sintió incómoda.

—Lo siento, pero sólo para que quede claro, tengo novio.

Blaise dejó salir una risa burlona.

—¿Potter? Es un perdedor.

—No, en realidad... —detuvo su explicación cuando escuchó un alboroto.

Al mirar, se dio cuenta de que era aquel chico de cabello platinado con el que había chocado el otro día. No puso mucha atención, pues decidió escabullirse de Blaise mientras estaba distraído, aunque tampoco encontró a Harry en un buen rato. ¿La había abandonado en medio de una fiesta donde apenas conocía a un par de personas?

Potter regresó varios minutos después, parecía agotado, como si hubiera corrido.

—Lo siento —se disculpó con la chica mientras tras recuperaba el aliento— tenía que ir a ver algo.

—Está bien. No te has perdido de nada por aquí —le dio un sorbo a su tercera copa.

—Rose, en serio lo siento. Te prometo que lo explicaré todo.

Ella sonrió con amabilidad y colocó una mano en el hombro del chico.

—Harry, lo digo en serio. Está bien —tomó una copa y se la dio a Harry— disfrutemos de lo que queda de la fiesta.

—De acuerdo —sonrió y chocaron sus copas antes de beber un gran sorbo.

Al final, no fue una noche tan aburrida. Harry y Rose la pasaron bastante bien, riendo y hablando sobre cualquier cosa. Por primera vez, Harry se sintió libre después de tanto tiempo. Sin pensar en cómo resolver sus problemas, sin pensar en todas las cosas malas que se avecinaban. Simplemente eran él y Rose. Nada más.


¿Harry suggar? Claro que sí 🤠☝

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro