Dos semanas. Habían pasado dos semanas completas y Roselyn no había conseguido mandar ningún tipo de señal a su padre, aunque para ser sinceros, la estaba pasando demasiado bien con sus nuevos amigos que por poco olvidaba que esa no era su dimensión. Hermione le estaba enseñando a utilizar hechizos básicos junto con un poco de conocimientos generales de todas las materias que cursaron en los cinco años anteriores.

Era complicado para Roselyn recordar demasiadas cosas, pero vaya que era mil veces más entretenido todo aquello que sus clases regulares del colegio. En tan sólo una semana había aprendido muchísimas cosas realmente increíbles, pero aún se le complicaba bastante realizar los hechizos. Todas las tardes luego de las clases, Harry le ayudaba a practicar en la sala de los menesteres mientras Hermione estudiaba y Ron miraba los graciosos videos del celular de Rose.

Por otra parte, Tony estaba perdiendo la cabeza. Había arreglado la máquina y le había proporcionado la energía suficiente para que encendiera, ¡por todos los dioses! Incluso le había pedido a Thor que usara uno de sus rayos para cargar la máquina y aún así, el artefacto no encendía. Pietro presionó de memoria cada uno de los botones justo como la primera vez, pero nada daba resultado y en serio se estaba volviendo loco.

El aire se sentía realmente tenso en el laboratorio, Bruce apenas era capaz de permanecer en la misma habitación sin sentir esa incomodidad que brotaba en el aire pero lo soportaba sólo para ayudar a Tony a recuperar a a Rose. Peter y Pietro se mantenían en el pasillo, justo junto a la puerta en espera de alguna noticia o si Tony necesitaba de Pietro para seguir presionando botones pero no se iban de aquel lugar a menos que necesitaran usar el baño.

Eran casi las ocho de la noche cuando Natasha y Steve aparecieron en el pasillo. Ellos entendían por lo que estaba pasando Tony y le daban su espacio pero ya era suficiente, el hombre no dormía y su alimentación se basaba en litros y litros de cafeína con ocasionales hamburguesas que pedía a domicilio. Pero eso le recordaba a su hija y sólo ayudaba a que se deprimiera más.

—Chicos, hoy es cena en equipo... vayan a acomodar la mesa y llamen a los demás. Wanda y Visión llegarán con la comida en quince minutos.

Peter y Pietro se pusieron de pie en silencio y caminaron sin ganas por el pasillo rumbo al comedor. Natasha y Steve se miraron antes de entrar al laboratorio, no iba a ser sencillo convencer a Tony de ir a cenar pero al menos iban a intentarlo.

De alguna milagrosa manera, lograron que Tony tomara asiento en la mesa junto a Clint. Sin embargo, nadie se atrevía a romper el aterrador silencio. Todos sabía que la palabra equivocada iba a causar un completo caos. Se repartieron la comida y trataron de buscar las palabras adecuadas para hacer más blando el ambiente, pero nadie lo logró.

Pasaron veinte minutos de esta forma, dónde sólo se escuchaban los cubiertos golpeando contra los platos y de repente, Pietro se puso de pie de golpe, haciendo que su silla terminara en el suelo además de golpear la mesa con sus manos. Fue el primero en romperse.

—Fue mi culpa. No debí retarla a entrar a ese estúpido portal y lo siento —sus ojos se llenaron de lágrimas, pero se obligó a no derramar ninguna— en serio lo siento. No he podido dormir por la maldita culpa que me consume a cada segundo. Ahora Rose está quien sabe dónde y me aterra pensar que algo le pasó. Y todo por mi culpa. ¡Perdón! ¿De acuerdo? Haré todo lo que sea necesario para traerla de regreso incluso si es necesario cambiar de lugar con ella.

Todos los presentes miraron al hombre, incluso Tony, quien no le había dirigido la mirada a nadie desde que se sentó en aquella silla.

—No debí dejarla entrar a ese portal —habló con voz más suave Peter, quien sólo jugaba con su comida y también aguantaba las lágrimas— No he podido ir a la escuela porque siento que la culpa me come la cabeza y sólo puedo pensar en que algo malo le ocurrió a Rose. Sabía que era peligroso entrar al laboratorio y aún así entramos. No sabíamos lo que haría esa máquina y aún así dejé que entrara.

Hubo otro profundo y aterrador silencio. Tony se puso de pie luego de un momento y caminó hacia la salida pero se detuvo antes de pasar por la puerta.

—No estoy molesto con ninguno de ustedes, al menos ya no y tampoco los culpo de nada —habló en voz baja— Sólo quiero recuperar a mi pequeñita. Quiero saber que está bien y quiero que sepa que estoy haciendo todo lo posible por traerla de vuelta.

—Ella lo sabe —Steve habló con una pequeña sonrisa— Ella es fuerte y también hará todo lo que le sea posible para comunicarse con nosotros y hacernos saber que está bien. Sabe que la vamos a rescatar... sólo tiene que esperar un poco más.

—Estuve revisando mis anotaciones y puede que haya descubierto en qué nos equivocamos —Banner comentó.

Tony de pronto sintió que un gran peso salía de sus hombros. No dijo nada más y regresó al laboratorio. Sin embargo, estaba completamente agradecido con todos. Todos se esforzaban a su manera para recuperar a Rose.

✦ • ° *.

—¿Qué son los vengadores? —preguntó Hermione, quien sostenía el teléfono de Roselyn y miraba algunos videos mientras ella y Harry seguían practicando— los mencionaste en uno de los videos, ¿es una clase de banda musical?

Rose casi se hecha a reír, pero debía recordar no perder la concentración o Harry la volvería a derribar.

—No. En realidad es un grupo de superhéroes —habló al mismo tiempo que se defendía de un hechizo lanzado por Potter— mi papá es Iron Man, Steve es el Capitán América, Peter es el Hombre Araña, Pietro es Quicksilver y bueno... todos tienen sus apodos... excepto Visión. Al menos eso creo —se quedó en silencio un momento, procesando lo que acababa de decir. Había dicho sus identidades sin querer.

Hermione siguió mirando con curiosidad el video que se reproducía, donde Los Vengadores estaban desayunando pero Pietro había estado molestando a Bucky y él sólo trataba de atraparlo. Spoiler: nunca logró atraparlo.

La castaña realmente parecía fascinada por el aparato y cuando terminó con sus deberes del día, le preguntó a Roselyn si podía seguir mirando algunos de esos extraños videos. Por supuesto que Roselyn le dejó el aparato mientras ella seguía practicando y Hermione junto a Ron miraron los cientos de vídeos juntos con las cientos de fotos donde aparecían ella con diferentes personas que más o menos comenzaba a reconocer por sus nombres. Claro que predominaba la sección de fotos de Peter y Roselyn... aunque ciertamente podría ser casi superada por las fotos de Pietro y Roselyn.

—Pietro y tu parecen ser muy cercanos —comentó de pronto, luego de algunos minutos en silencio.

—Tomemos un descanso —dijo Harry, quien tenía la respiración entrecortada.

—De acuerdo.

Ambos se acercaron a Hermione y Ron y tomaron asiento en el suelo. Ron se había mantenido en extraño silencio, únicamente observando con curiosidad. Sólo podía pensar en que aquel artefacto sería muy interesante para su padre. Probablemente el pobre señor Weasley se desmayaría de la emoción.

—Pietro es mi mejor amigo —respondió Roselyn luego de un momento— lo conocí antes que a Peter y desde el primer momento nos llevamos muy bien. Él no tiene vergüenza a casi nada y yo tampoco, entonces hacemos cosas ridículas todo el tiempo —sonrió para sí misma ante el recuerdo.

—Tengo la sensación de que me recuerda a alguien, pero no puedo recordarlo —dijo con el ceño fruncido— pero parece muy agradable.

—Sí, lo es. Aunque a veces es demasiado molesto. No hay nadie quien no haya sido víctima de sus bromas y eso me incluye.

—Y dime, Rose —habló Ron por primera vez— ¿la comida en tu dimensión es buena?

La chica sonrió hasta que sus ojos se hicieron pequeños.

—Es buena, sin duda. Aunque es diferente en sabor a la de aquí, allá lo más delicioso es la comida rápida. Las hamburguesas, el pollo frito, las pizzas, el sushi y la comida china.

—Todo eso existe aquí.

—Sí, pero no lo dan en el gran comedor.

Los cuatro rieron.

—Hablando de comida, creo que ya es hora de ir a comer —el pelirrojo se puso de pie.

—Es verdad, yo también tengo hambre —Hermione le regresó el teléfono a Roselyn y se puso de pie junto a Ron.

Harry fue el siguiente en ponerse de pie y extendió su mano para ayudar a Rose a levantarse. Ambos caminaron a paso lento y en algún momento, Ron y Hermione se perdieron de vista por el pasillo.

—Hermione me dijo que pronto habrá un partido de quidditch y que será el primer juego de Ron.

Harry sonrió un poco.

—Sí. Será el sábado.

—Bueno, los animaré lo mejor que pueda desde las gradas. He escuchado que eres un jugador realmente bueno.

Potter se sonrojó un poco y se aclaró la garganta sólo por distraerse en algo.

—Gracias, Rose. Aunque no es para tanto.

—Vamos, no seas modesto. He escuchado muchas cosas sobre ti y lo mucho que la mayoría de personas te admiran.

Ella sonrió al mismo tiempo que levantaba ambos pulgares pero Harry negó apenado con una sonrisa.

—Ron y yo estuvimos hablando —comenzó, luego de un momento— y pensamos que sería buena idea si vas con nosotros a su casa para navidad. El señor Weasley tiene muchos artefactos muggle que tal vez te puedan ayudar para contactar con tu padre. Por toda la magia que hay en el castillo, la señal es mala y es por lo mismo que no se pueden utilizar artefactos electrónicos.

Los ojos de Rose brillaron ante el pensamiento.

—Eso sería fabuloso. Gracias Harry —sin siquiera pensarlo dos veces, Rose estampó sus labios en la mejilla del azabache en un rápido beso— el teléfono obtenía carga gracias a que tenía un panel solar y tal vez fuera de los terrenos tenga alguna clase de señal. Si puedo contactar con viernes, se hará cargo de decirle a mi padre dónde me encuentro —balbuceó más para sí misma, tratando de pensar qué hacer para crear una señal que atravesara dimensiones.

Potter casi olvidaba cómo respirar correctamente pero logró recobrar la compostura y siguieron caminando rumbo al comedor. Aunque él apenas era capaz de pensar con claridad.