Wakker worden
Los siguientes minutos al grito de Lisa desde mi puerta, habían sido catastróficos. Lisa gritaba mi nombre y el de Jungkook pidiendo socorro. Yo estaba en una especie de limbo, que jamás había experimentado. Estaba petrificado del miedo, siguiendo cada movimiento con mis ojos, es una especie de shock que ni siquiera había vivido aun estando en un nido de vampiros tiempo atrás, y habiendo perdido gente de mi bando. Todo estaba pasando tan rápido y a la vez tan lento que solo pude reaccionar al momento de sentir el puñetazo de Jungkook en mi muslo.
— ¡Taehyung! —Gritaba mi mejor amigo, mientras giraba el cuerpo golpeado con sumo cuidado para dejarlo boca arriba—. ¡Maldita sea, reacciona!
Sacudiendo mi cabeza, me iba encima y tomaba la zona de su cabeza y hombros, mientras que Jungkook tomaba sus piernas y lo cargábamos al sofá de donde Lisa quitaba los cojines para que el cuerpo estuviera recto.
—Por dios ¿Qué le han hecho? —susurraba Lisa horrorizada, mientras movía sus manos con sumo cuidado por su rostro ensangrentado.
—Lisa, dime que está vivo —susurré.
No había notado hasta entonces, que mantenía mis manos lejos de su rostro y éstas temblaban, veía como Lisa tomaba el rostro de Jungkook y le decía cuidadosamente lo que necesitaba que trajera del despacho que tenía en mi casa por cualquier hechizo de urgencia que necesitara llevar a cabo. Yo seguía observando su rostro completamente ensangrentado, con algunas cortadas y su ropa estaba llena de sangre. Eran alrededor de las once y media de la noche.
—Está vivo, pero le está costando demasiado reaccionar —respondía mientras veía sus ropas. Su remera blanca estaba mancha de sangre en toda la zona de su pecho—. Necesito ver si esta sangre es de SeokJin, dame una tijera o cuchillo.
En ese instante, reaccionaba saliendo de la zona de su cabeza y posicionándome al lado, tomaba la tela de la misma y la desgarraba con mis manos. Enseguida apretaba mis dientes al notar que estaba más maltratado y lastimado, de inmediato comenzaba a revisar si tenía alguna mordida entre tantas heridas y cortadas. Miraba con cuidado porque estaba realmente demasiado maltratado y moreteado. Apenas quise tocar su cabeza para poder revisar su cuello, pero parecía tener todo tipo de heridas menos mordidas.
—Tae si mi magia no lo cura, habrá que llevarlo al hospital ¿me oíste? —soltaba Lisa a mi lado, yo solo me limitaba a asentir.
Justo en ese entonces Jungkook llegaba con lo que Lisa había pedido, un extraño ungüento con un olor a mentol que pasaba sobre sus manos mientras hablaba en aquella lengua peculiar suya.
—Hazte a un lado —me pedía con seriedad y yo obedecía.
En ese instante iba al lado de Jk, quien de inmediato preguntaba—: ¿Ha sido mordido?
Negaba mientras mis ojos seguían sobre Lisa y el cuerpo marcado de SeokJin. Mis puños estaban apretados dejando a mis nudillos pálidos, pero sangrando debido a los golpes que había dado a la bolsa de boxeo minutos antes de recibir a un SeokJin completamente inconsciente y masacrado en la puerta de mi casa.
—No lo han mordido —respondí, sin quitar la vista de SeokJin y Lisa.
—Mierda ¿Por qué hacerle todo eso? —cuestionaba mi amigo con rostro consternado.
—No lo sé, Jungkook. Pero espero que por el bien de su jodida existencia, que SeokJin sobreviva a esto —mencioné haciendo alusión a solo una persona que se había ganado todos los boletos para ser el blanco de mi ira.
—Lisa lograra reanimarlo —mencionaba mi amigo intentado parecer seguro, pero no lo estaba en absoluto.
En medio de tanto silencio y ansiedad Lisa susurraba una última palabra en su idioma natal de hechicera:
“Wakker worden”
La ansiedad y preocupación que se había instalado en el aire era excesivo y el golpeteo de mi corazón era resonaba demasiado fuerte para dicho silencio.
—Sabes… —murmuraba Jungkook a mi lado—. Nunca sé qué idioma es el que Lisa utiliza para cuando hace su vudú.
Estaba más que seguro que mi amigo intentaba relajarme, pero no estaba sirviendo del todo porque SeokJin aún no despertaba. Mi respiración estaba más pesada hasta que Lisa llamaba mi atención.
—Tae, acércate —pedía, viendo en un punto fijo del cuerpo de SeokJin.
Mis piernas temblaban mientras me agachaba al lado de ella y veía en dirección a donde su dedo índice señalaba. Una herida de al menos tres centímetros a la altura de su costilla. Estaba sangrando hacia un par de minutos atrás y ahora estaba cicatrizando frente a nuestros ojos.
— ¿Le hiciste un hechizo de curación? —preguntaba Jungkook por encima nuestro.
—No. Estabilice sus signos vitales para que pudiera volver en si…debería estar despertando, no sanando —respondía Lisa con seriedad—. Eso lo hace su cuerpo
—Todos los Dhampir sanan —soltaba Jungkook—. ¿Pero a esa velocidad?
Mi respiración comenzaba ralentizarse, SeokJin sanaba. Sanaba a una velocidad antinatural para cualquier mestizo de nuestra especie y justo en el instante en el que iba a tocar la herida que iba cicatrizando, él volvía a recobrar el conocimiento aspirando una gran bocanada de aire y dejando salir un chillido de dolor desgarrador mientras tocaba su costilla.
— ¡Basta! —pedía, cerrando sus ojos y alejándose de todos nosotros.
—Jin… —susurré con suavidad evitando tocarlo, mientras él se cubría como un niño pequeño a punto de recibir una paliza—. Jinnie…soy Tae
— ¡No! —gritaba, mientras comenzaba a sollozar—. Estás jugando con mi cabeza otra vez…solo sal de ella, por favor, por favor.
La imagen de un SeokJin todo golpeado acurrucado y adolorido en mi sofá, no creyendo mis palabras y dándome a entender el tipo de tortura que mi hermano le había dado. Me hacía hervir la sangre porque todo esto era mi jodida culpa.
—Basta, por favor —susurraba cubriendo su rostro—. Deja de usar a tu hermano para torturarme por favor. Solo acaba conmigo de una jodida vez —pedía apenas inaudible.
Jungkook mantenía sus ojos abiertos de par en par y Lisa estaba muy cerca de tocarlo, con ojos llorosos. Mientras tanto yo no sabía que decir ni que hacer para poder convencerlo de lo contrario.
—Jin... —Susurraba Lisa—. ¿Alguna vez yo he estado en tus alucinaciones? —Preguntaba con calma—. ¿O Jungkook? ¿Alguien más de nosotros aparte de Tae?
El silencio, junto con los sollozos y temblores de SeokJin me hacían querer golpear todo por tenerlo conmigo pero en ese estado.
—Jinnie —intenté nuevamente—. Lo siento, SeokJin. Dios ¿Qué te hicieron, Jinnie?
Mi voz se había quebrado en ese instante, y por alguna razón aquello había llamado la atención de SeokJin. Éste apenas sacaba su cabeza de debajo de su brazo y nos observaba por encima de su ojo morado. No estaba hinchado pero si de un color violáceo, miraba de a poco el rostro de los tres y se detenía en el mío, ninguno había hecho movimiento brusco para no asustarlo. Terminaba por descubrir su rostro con una mueca de dolor en él, por el movimiento, tocaba su costilla y se sentaba apenas lo que todo el dolor acumulado en sus huesos y músculos le permitían.
Nos miraba atentamente y volvía de nuevo a mí, como si no pudiera creer que estábamos allí hasta que finalmente soltaba una risa amarga, tan amarga que combinaba con su apariencia. Estaba roto, tan roto que no se parecía en nada al SeokJin que había conocido, su labio partido aun sangraba y aparte de lastimado también estaba sucio. Me dejaba sin aliento lo diferente que se veía y aquella chispa peculiar en sus ojos se había ido.
— ¿Cómo está mi hermana? —Habían sido sus primeras palabras luego de relajarse—. Díganme que Rose está bien.
Lisa sonreía y se animaba a presionar su mano—: Yo misma deje a Rose en tu casa. Ella y toda tu familia se encuentran a salvo y están siendo vigilados constantemente.
SeokJin dejaba caer unas lágrimas involuntarias—. Me duele todo y quisiera poder tomar un baño y quitarme todo esto —decía señalándose la ropa e intercalando su mirada entre Jungkook y Lisa.
Ignorándome por completo.
—Seguro. Tae preparara el baño para ti y con Jungkook te ayudaremos a ponerte de pie ¿De acuerdo? —exclamaba Lisa con dulzura.
SeokJin daba una mirada de soslayo a mi dirección y tiraba su cuerpo hacia Jungkook, como si no quisiera ser tocado por mí en lo absoluto. Mi pecho dolía ante aquel rechazo, pero lo entendía y me apresuraba a salir de su vista para poder prepararle el baño y una muda nueva de ropa.
Quien sabe que cosas le habrá hecho usándome a mí.
Me gustaría haber ayudado a SeokJin a ponerse cómodo, a que comiera algo pero la verdad era que en la siguientes horas él solo podía rechazar mi compañía y a pesar de que aquello me estaba matando, no había insistido en acércame y agradecía a mis amigos la atención que le daban por mí. Yo solo me había limitado a mirarlo de lejos y Lisa había curado sus heridas. Cuando finalmente había quedado en su habitación no había tardado en dirigirme a Lisa por respuestas.
— ¿Qué mierda, Lisa? —solté al verla—. ¿Cómo sucedió?
—Golpearon a tu puerta y SeokJin cayó encima de mí al punto en que apenas pude sostenerlo —respondía—. ¿Cómo llego y quien lo trajo? No lo sé
—Me pondré a revisar las cámaras alrededor. Lo habrán dejado a una buena distancia para no llegar a la zona resguardada con tus hechizos de protección —señalaba Jungkook.
Asentí de inmediato y me sentía tan impotente por no saber dónde mierda comenzar porque todo lo que quería era acércame a SeokJin y revisarlo por mi cuenta.
—Vete a la cama —ordenaba Lisa—. No has dormido nada. Él ya está aquí, con Jungkook haremos guardia, solo vete a descansar.
Jungkook asentía de acuerdo con Lisa y yo obedecía, solo porque necesitaba estar listo por cualquier cosa que llegara a desatarse. Así que subía a mi habitación y notaba que aun tenia mis nudillos lastimados, así que me dirigía directo al baño a lavarlas y al salir lo escuchaba.
¿Taehyung? ¿Estas despierto?
Escuchaba a SeokJin llamándome. Suspirando todo el aire retenido me preguntaba si ir a verlo a solas era lo correcto o no, yo lo necesitaba, pero él había estado tan ajeno a mi e incómodo que realmente me estaba replanteando si aparecer en su habitación era lo correcto.
Taehyung, ven.
—Ni siquiera tienes que pedirlo más de dos veces —me maldije por lo bajo al no saber esperar.
Pero ahí estaba bajando a su habitación, su cabeza se había apagado por completo y no escuchaba absolutamente nada, así que lo tomaba como una negativa para dejar de meterme en su cabeza y abría la puerta de dicho ascensor.
Me encontraba con un SeokJin sentado en el cabezal de la cama, su rostro tenía banditas por diferentes zonas. Habían dos en su ceja izquierda, una a la altura del tabique de su nariz, llevaba dos en el pómulo izquierdo también y el moretón horrible de su ojo que ya casi estaba desapareciendo. Luego tenía una bandita más en su labio inferior.
Sin mencionar que estaba muy incómodo por la gran venda que tenía en sus costillas porque Jungkook había notado que estaba quebradas y no entendía como todavía podía más o menos mantenerse en pie. Luego de la ducha habían más heridas en sus piernas, una de ellas era una puñalada en el muslo derecho y su tobillo izquierdo parecía estar sanandose de una reciente fractura.
No podía dejar de sentir esta furia que me estaba consumiendo por dentro al ver las condiciones en las que Seokjin había vuelto a mi.
—Puedes acercarte —soltaba suavemente, señalando la zona de la cama cerca de él.
Con paso lento y cabeza gacha me aproximaba y tomaba asiento a su lado. No podía verlo a los ojos despues de todo lo que mi hermano le había hecho, y quién sabe que más.
—Puedes mirarme —exclamaba—. No te llamé para mires al suelo —replicaba.
Al levantar mi vista, dejando ir otro sonoro suspiro lo miraba. Lo hacía con el corazón en la mano, realmente avergonzado por no haber evitado todo esto.
—Jinnie, dios... Lo lamento —dije apenas audible—. Lo lamento tanto.
No había siquiera notado del ardor en mis ojos hasta que él extendía su mano y con la yema de sus dedos quitaba una lágrima rebelde que había perdido sin permiso. Primera vez en mucho tiempo que eso sucedía. Su tacto había sido casto hasta que sentía toda la palma de su mano en mi mejilla y no había podido evitar echarme más sobre aquella caricia.
Dios, esto que siento está tan mal. Tan equivocado.
—Realmente eres tú —susurraba SeokJin finalmente.
Bueno, el Taejin se ha unido finalmente y muchas nuevas cosas comenzarán a pasar.
Les amito, con amor Niñita Nany 💜
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