Necesidad
Me encontraba atando mis botas mientras sentía la presencia de SeokJin entrar en mi lugar donde solía entrenar cuando necesitaba desahogarme un poco.
—Crei que no vendrías —mencioné, observando como el chico parecía curiosear sin prestarme mucha atención.
— ¿Cómo matas a un vampiro? ¿Es cierto que con una estaca en el corazón? Han salido tantas formas en diferentes películas y series que ya no sé que creer —cuestionaba frente a mi.
—Si, funciona. Pero considero que arrancarles la cabeza es más fácil que tratar de atinarle al corazón —dije, sin embargo SeokJin parecía estar en otro lugar, hasta que reía.
No había tenido la intención de hacerlo reír, pero lo lograba. Mientras se apoyaba sobre la pared y de brazos cruzados me observaba. Llevaba un pantalón deportivo, zapatillas cómodas y una musculosa. Dejando ver sus brazos y sus hombros. Era un tipo tan atractivo, que hubiera puesto mis ojos en él sin importar qué, en cualquier ocasión.
— ¿Qué es lo que piensas? —Me soltaba de repente.
—En qué tenemos que comenzar con la primera clase de entrenamiento —replique de inmediato. Relamía mis labios pensando la forma de hacer la siguiente pregunta, pero no había forma alguna de sonar cuidadoso—. Mi hermano... Jae Joong ¿Te enseño alguna técnica de ataque o defensa en algún momento?.
El rostro de SeokJin se enseriaba en sobre manera, a pesar de que ya estaba serio, era mil veces peor, provocándome ese nudo en el estómago.
—No me enseñó nada de eso. Te lo dije, no me hagas repetirlo —soltaba secamente.
Se dirigía a un rincón donde tenía todo tipo de armas para el entrenamiento y tomaba uno de mis Han Bo, de preferencia el más largo de 180 cm.
— ¿Ustedes los Kim, tienen algo con estos? —cuestionaba, comenzando a girar el mismo con destreza—. Me costó aprender esto, pero cuando sabes que van a patearte el culo, lo aprendes a la velocidad de la luz.
Me costaba demasiado escuchar a este SeokJin. Tan duro y sombrío, no podía dejar de sorprenderme.
—No hay una obsesión en particular. Solo es un arma que puede llegar a servir o que dependiendo la situación puedas llegar a tener un palo a mano —respondí acercándome a él.
Él venía hacia a mi con Han Bo en mano y se paraba a pulgadas—. Hye-Jin rompió mi codo con uno de estos —susurraba—. Ella dijo que no haría ningún daño, pero los huesos de esta zona... —señalaba su brazo a la mitad—, no piensan igual que ella
—Jinnie...
—No, no. No me veas así —levantaba su brazo y palmeaba el mío—. Quiero que me enseñes a usarlo. Ellos no lo hicieron
— ¿Que más te hicieron? —pregunté en un susurro, apretando mi dientes.
— ¿Por qué mejor no me cuentas como conociste a Jungkook? Me resulta muy interesante la amistad que tienes con él. Recuerdo que dijiste que los vampiros te dan asco —exclamaba y se alejaba.
Más sorprendido quedaba cuando volvía a maniobrar el Han Bo con movimientos limpios en dirección hacia a mi y obligándome a retroceder hasta dejarme contra la pared y la punta del mismo en mi garganta. Mi respiración se había estancado y los latidos de mi corazón estaban acelerados.
—Mierda... Dijiste que no sabías usarlo —susurré.
—Solo esto dejaban que me llevará a mi habitación para aprender a maniobrarlo. No podría darte buen el golpe aunque quisiera
— ¿Aprendiste a defenderte?
SeokJin reía secamente y bajaba el bastón—. No, sigo siendo pésimo. Les gustaba ver cómo intentaba solo para terminar fracasando y hacer la tortura más entretenida. Creo que mi orgullo me mantuvo en pie, pero el mismo me dejo las peores heridas jamás imaginadas para mí.
—Te enseñaré lo que me pidas. Una técnica y me cuentas que sucedió. De a poco. Un intercambio
—No cambiará nada —replicaba—. Mejor enséñame y dime cómo conociste a tu mejor aliado y si puedo obtener el mismo trato que él.
Pestañeando varias veces, casi incrédulo me encontraba asimilando lo que SeokJin había dicho.
— ¿Te refieres a sangre? ¿T-tú quieres sangre?
—La necesito, que es diferente —me respondía—. Fue lo que me mantuvo con vida. Lo que hace que pueda regenerarme luego con más velocidad. Ya lo sabes
—Lo sé. Solo qué-...
SeokJin volvía a acercarse. Tan cerca—. ¿Qué? ¿Creiste que no podría hacerlo voluntariamente? Tú lo haces ¿O no?
—Si lo hago. Pero tengo límites, no necesitamos estar constantemente bebiendo como la especie de Jk. Podemos bien alimentarnos de sangre y de forma normal, es parte de quienes somos
—Si, pero la sangre nos fortalece. No la necesitamos para sobrevivir pero si para poder usar nuestros dones y toda la mierda que viene con esto ¿No? —cuestionaba con una sombra de temor en sus ojos.
—Jin, yo no voy a lastimarte —mencioné, intentando acercarme—. ¿Entiendes eso, no? Yo no soy mi hermano y no estamos aquí para poner por obra que tan rápido puedes curarte. Yo voy a enseñarte
— ¿Y si en el proceso me lastimas? —cuestionaba.
Ya sin dudar más me aseguraba de tomar su rostro entre mis manos y mirarlo fijo. Aún así no podía leerlo, no podía escucharlo pero él se veía más vulnerable.
—Yo jamás te lastimaria —repetí—. No voy a dejar que nadie más lo haga —susurre.
¿Que nadie más lo haga, eh?
Un hilo de mis pensamientos se deslizaba y notaba como los ojos de TaeHyung brillaban.
— ¿Cómo lo hiciste con tu hermano? —cuestioné.
El agarre de TaeHyung sobre mi rostro había aflojado—. Lo siento, lo siento tanto. Yo realmente lo siento, no tienes idea y sé que no lo parece pero intente por todos los medios posibles encontra-... ¡...!.
Girando el Han Bo de forma vertical golpeaba su mentón firme, logrando girar su rostro y empujarlo contra la pared para acorralarlo allí, nuevamente.
—Eso dolió —susurraba.
Intentado no perder los estribos nuevamente, mantenía mi cuerpo firme al suyo. Sintiendo su calor y viendo como su bonito rostro tenía una marca roja a causa del golpe.
— ¿Estás conforme con haberte disculpado? —murmuré cerca de sus labios.
Mierda, estoy enfermo.
—Es probable que me disculpé muchas veces —respondía TaeHyung.
—Necesito que me enseñes y no que me tengas lástima —replique.
—Jin, estás muy cerca —murmuraba.
Y tenía razón, estaba demasiado cerca, estaba mal. Al igual que aquella maldita mañana, estaba mal. Pero yo necesitaba a TaeHyung cerca. Saber que estaba ahí de verdad, conmigo.
—Jin...
—Lo sé —respondí sin fuerza, acariciando su nariz con la mía—. Lo sé...
Si no se detiene, no podré controlarme más.
El golpe sorpresa había sido una mierda y una pista del tipo de entrenamiento que tendría con este hombre. SeokJin estaba lleno de ira y temor, dos combinaciones que podían ser buenas en partes iguales o un desastre si una tomaba más poder que la otra sobre su cabeza.
—Sé como te sientes. Y prometo no soltarte la mano de ahora en más... —el tipo de promesas que estaba haciéndole eran a medias y la verdad es que había mucho más que necesitaba decirle pero que ya no tenían sentido—. Pero tienes que alejarte
—Lo sé, lo sé —susurraba sobre mis labios. Aplicando presión para tenerme contra la pared—. Un poco más
—Jinnie...
—Un poco más... —susurraba con su labio inferior acariciando el mío. En su cabeza solo había una idea y era...
— ¡Oh, por dios! —Lisa entraba pero dejaba caer dos botella de agua—. Lo siento, chicos. Lo siento, creí...
SeokJin se alejaba de inmediato y Lisa seguía girando dándonos la espalda.
—Creí que estarían... Y-yo creí que estaban entrenando y...
—Tranquila —exclamé en dirección a ella y tomando las botellas derramadas en el suelo—. Estamos camino a eso
— ¿Camino a eso? —susurraba para mí—. Tae, él es... Ustedes son-... —Las manos de Jungkook rodeaban la cintura de Lisa haciendo que ésta se sobresaltara—. ¿Que haces? Te deje durmiendo
—Cariño, no te metas dónde no te llaman —susurraba mi amigo en su oído—. Lo que Tae y Jin hagan, no es de nuestra incumbencia ¿Ok?
Lisa asentía desenfrenada—. No quise, y-yo no quise
—Vamos, ven. Sal de aquí... —la tomaba por los hombros y la dirigía en dirección a la salida.
Jungkook quedaba conmigo y miraba a SeokJin detrás de mi, quien ahora se encontraba golpeando la bolsa de boxeo.
— ¿Ustedes van a estar bien? —insistía—. No es sano la forma en la que se miran... —Jungkook reía de lado, pero no era su intención burlarse—. Es muy fuerte y van a tener que hacer algo al respecto.
Suspirando y cerrando mis ojos exclamé—. Tengo que entrenarlo y él quiere que lo haga pero es...
—Sudados y juntos, amigo le van a romper la ropa al otro —se mofaba.
—No te burles —lo último que necesitaba era ese tipo de ideas.
—No lo hago. ¿Quieres que lo entrene por ti? —se ofrecía.
—Me gusta esa idea —respondía SeokJin detrás de mí.
—Es mala educación escuchar la conversación ajena de los adultos —exclamaba Jungkook, haciendo reír genuinamente a SeokJin y devolviéndole la sonrisa.
Casi coqueta.
Jodidamente incomodandome—. Jin, no deberías oír
—Pero me gusta la idea de Jungkook me entrené —respondía, viéndolo por encima de mí—. Él no tendría cuidado de golpearme como se debe. ¿No?
SeokJin salia de detrás de mi y se paraba frente a Jungkook—. Jin, yo de todas formas... —balbuceaba mi amigo, intercalando sus ojos entre Seokjin y los mios—. Tendría cuidado contigo o Tae me arrancaría un brazo si lastimo ese bonito rostro.
Jungkook levantaba su mano y acariciaba mi mejilla, pero al instante TaeHyung tomaba su muñeca con fuerza para que detuviera los roces. Su amigo lo miraba sorprendido y TaeHyung lo miraba seriamente con su ceño fruncido.
—Tae... —susurraba Jungkook—. Mi muñeca
—Jungkook, necesito hablar con SeokJin —el dhampir retiraba la mano de su amigo de mi rostro con cierta brusquedad y Jungkook apretaba sus dientes, claramente no entendiendo el arranque de TaeHyung.
—De acuerdo, pero luego tú y yo vamos a tener una charla peculiar —mencionaba el vampiro.
—Sal de aquí —insistía TaeHyung. Mirándome fijo.
El vampiro se alejaba sin mirar atrás y TaeHyung se paraba frente a mi.
—Sus dedos están fríos, creo que me acostumbré a eso inconscientemente —respondí.
— ¿Que haces? —me soltaba con seriedad.
— ¿Qué hago con qué? —cuestioné—. ¿Acaso tú hiciste una escena de celos?
—Estabas coqueteando con Jungkook
—Yo no... Dios, no lo hice. Escuché su idea y me parece genial
— ¿Por qué no quieres que yo te entrené?
—Porque tú no quieres romperme. Me tratas como si fuera un muñeco de porcelana. No necesito eso
—No quiero hacerte daño y hasta hace un momento tenías ese mied-...
— ¡No quiero tener miedo!
TaeHyung tomaba mi rostro sorpresivamente pegando su frente a la mía, cerca. Demasiado.
—Lo sé. Jin, mierda. Lo lamento, sé que no quieres sentirte de esta forma. Es por eso que necesito que seas honesto conmigo —suplicaba, rozando su nariz a la mía. Tan cerca de sus labios—. Por favor, habla conmigo. No me estás dejando entrar de ninguna forma y no sé cómo manejarme. Estás bloqueandome de todos lado-...
—Bésame.
¿Qué?
SeokJin no podía estar pidiéndome eso. No de esa forma tan necesitada. Iba a alejarme pero sus brazos se habían enrollado en mi cintura y me tomaba con fuerza mientras seguía pidiéndome que lo besara.
—No pienses. Solo bésame. Vamos... —se inclinaba y pasaba su lengua por mi labio superior.
Y yo me perdía por completo en la sensación. Necesitando más de su boca, complaciendolo a él y a mi. Dejándome llevar por la necesidad en su súplica y saciandome de su labios. Joder, esa boca.
"Mmm"
Seokjin me respondía, respondía al beso con la misma desesperación e intensidad. Dejándome sentir su lengua rozar la mía, su sabor exquisito me hacía sentir mareado y solo podía continuar besandolo. Llevando su cuerpo a la pared más cercana y moliendo mi cuerpo al suyo. Todo de él necesitaba. Todo de SeokJin y me sentía mareado por sentirme de esa forma.
Él me besaba como si estuviera necesitandolo para seguir y a la vez le doliera. Igual que a mí. Demasiado fuerte, demasiado todo.
Dios, está mal está mal.
Soltaba su rostro y me soltaba de su agarre, alejándome de él y sobando mi rostro para despertar del encanto en el que Seokjin me tenía atrapado desde el día uno de conocerlo. Mi respiración era cualquier cosa y la suya igual.
—Lo siento, no debía hacer eso —murmuré como pude. En ese instante Seokjin giraba hacia a la pared y le propiciaba un golpe que retumbaba en toda la habitación—. ¡Jin! —alcanzandolo de nuevo, había intentando tomar su mano porque ésta comenzaba a sangrar—. ¿Que mierda?
— ¡Déjame! —exclamaba con un empujón firme que me desestabilizaba—. Estoy bien... —se miraba la mano y relamía sus labios para verme fijo—, esto duele menos —soltaba y se retiraba sin siquiera mirar en mi dirección una última vez.
Bueno, bueno. Eso fue...😭🔥😭🔥😭🔥
Tengo ganas de cambiar a narrador omnipresente pero creo que quedará mejor para el tercer libro. Sino sería un cambio brusco, así que seguirá en primera persona. Se viene todo más intenso y no sé si me salga bien hacerlo en primera persona (o sea redactados por ellos mismos). Cambio mucho entre personajes 🙃
Ya no sé.
Bueno, con amor Niñita Nany 💜
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