Mis manos presionaban su largo cuello y mis uñas se clavaban en la fría carne. Seguía sonriendo con malicia y eso solo me incentivaba a continuar apretando cada vez más fuerte y firme. Estaba a horcajadas encima de él y solo parecía estar disfrutando de aquello. Lo cual me llenaba más de rabia e impotencia para seguir presionando y si era posible quebrarle el cuello al maldito bastardo.

-Ji-jin...-Taehyung estaba bajo un SeokJin dormido que estaba ahorcándolo con demasiadas ganas y ojos abiertos que parecían no reconocerlo en lo absoluto-. Jin...des-despier...

SeokJin seguía en su trance, él solo veía a Jae joong, no a Taehyung totalmente falto de aire debajo de él. El dhampir estaba sorprendido de la fuerza que el castaño poseía, pese a que nunca tuvo una pelea mano a mano con SeokJin para poder medir fuerzas, pero aquello era impresionante.

-Maldi-... -al no poder lograr que el castaño encima de él reaccionara, Taehyung no tenía opción, daba un golpe seco en la costilla de SeokJin para hacerlo reaccionar y lo lograba.

Aunque el castaño caía encima de él, estaba falto de aire y tosía a causa del golpe que había recibido en su costilla por parte de Taehyung. SeokJin sentía de inmediato la gran mano del dhampir sobre su nuca en un intento de caricia.

-Lo siento, Jinnie -exclamaba Taehyung con voz rasposa. SeokJin ya había dejado de toser, solo intentaba calmar su respiración mientras se hallaba inconscientemente escondido en el hueco del cuello ajeno.

-Me dejaste sin aire -susurraba pegado al cuello de Taehyung-. Joder, mierda...

-Nunca te escuche decir tantas groserías -se burlaba Taehyung, solo para distraerse y no pensar en el cuerpo de SeokJin encima de él, y en su aliento golpeando entre su lóbulo y cuello.

-Lo lamento. Mis pesadillas se vuelven muy reales -susurraba.

La mano de Taehyung seguía en su nuca y los dedos de éste se estaban enredando en sus hebras a causa de las suaves caricias. Enviando un delicioso escalofrío a la parte posterior de su cabeza, tiñendo sus orejas de un rojo furioso y descendiendo por su espalda.

-Eres muy fuerte, Jinnie -susurraba Taehyung.

- ¿Eso crees? -los labios carnosos de Jin estaban rozando descaradamente la piel de su cuello. Haciendo desear al dhampir.

-Joder, no hagas eso -rogaba Taehyung. Apretando el muslo de Jin y moviéndose bajo su cuerpo, inconscientemente.

- ¿Lo siento? -murmuraba SeokJin.

- ¿Lo confrmas o lo cuestionas? -reía apenas-. Pero creo que prefiero volver a ti intentando matarme literalmente, que de esta forma -SeokJin esbozaba un sonrisa y Taehyung podía sentirlo sonreír contra su piel-. Así duele peor.

SeokJin suspiraba y enfrentaba a Taehyung cara a cara, aquella pose no ayudaba en absoluto. La atracción que sentían les quemaba por dentro y se sentía incorrecto, deliciosamente incorrecto.

- ¿Por qué mierda tenías que ser mi jodido tipo? -cuestionaba SeokJin a pulgadas.

-Lo mismo me pregunto yo -respondía Taehyung, intercalando entre los ojos miel de SeokJin y sus labios-. ¿Y por qué tenías que ser dueño de esos labios? Joder, eres...

Las palabras morían en su boca, Jin volvía a ocultarse en su cuello y aquello se volvía un abrazo demasiado íntimo y cálido. Taehyung lo apretaba con fuerzas, SeokJin pasaba sus manos por debajo de la espalda ajena y también lo apretaba demasiado fuerte. Era un abrazo que brindaba cierta calma a ambos, pero que también despertaba otras sensaciones y cuando Taehyung menos lo esperaba, la lengua de Seokjin delineaba la vena de su cuello de forma intensa y su boca subía hasta su lóbulo, donde chupaba y mordía la zona erógena, enviando una jodida descarga a Taehyung quien no podía evitar dejar escapar un suave gemido.

Había sido una fracción de segundos en las que sus dedos se habían marcado en los omoplatos de Jin, pero luego de repente el castaño salía de encima de él. Dejándolo solo en aquella cama y deseoso de otro arrebato como el que Jin había tenido recién. Ambos se habían agitado, SeokJin más por haber salido casi de un salto de encima de Taehyung.

-Lo siento -exclamaba de espaldas a Taehyung-. Iré a tomar una ducha.

Se alejaba sin volver a mirar al azabache, quien estaba demasiado tenso en aquella superficie blanda. Solo atinaba a fregar sus manos sobre su rostro y luego su puño caía con fuerza sobre la cama.

- ¡Mierda! -Exclamaba con furia-. Estoy enfermo por desear que me lo haga de nuevo.

Estás mal, Seokjin.

Al salir de mi baño Taehyung ya no estaba en mi cama y la misma estaba ordenada, así que me disponía a tomar coraje de bajar. Lo que había hecho estuvo jodidamente fuera de lugar, pero lo deseaba. Y él también, estoy seguro y sino, le debía otra disculpa. Al salir del elevador me encontraba con Lisa, seguramente había pasado la noche aquí.

-SeokJin ¿Bebes café? Está recién hecho -exclamaba ofreciéndome una taza ya servida-. ¿Cómo has dormido?

Antes de poder responder Taehyung salía con el cabello húmedo y ropa de entrenamiento. Jodidamente sensual, hijo de-...

- ¡Dios! ¿Qué te pasó en el cuello? -gritaba Lisa al verlo.

Y yo abría mis ojos de forma inmensa. Si había presionado fuerte, con razón me había golpeado de esa forma para despertarme.

-Jinnie por poco y me mata -exclamaba relajado.

Bien, el jodido Dhampir volvió a su cara de poker.

-Oh, por dios -soltaba Lisa al revisarlo brevemente-. Seokjin...

-Tengo pesadillas -respondí, al ver sus ojos por poco salir de sus cuencas.

-Wow, no te hacía tan fuerte -mencionaba sin tapujos.

-Tuvo que golpearme para despertarme -respondí relajado-. Sabes, creo que puedo romperte el culo si hacemos un mano a mano.

Lisa tapaba su boca de repente, para evitar reír. Taehyung alzaba sus ojos y dejaba de beber el café que la hechicera había servido para él. Tenía esa mirada miel altiva pintada en su rostro.

- ¿Eso crees, Jinnie?

-Un tiempo con tu hermano y ya me volví igual de creído que él -dije.

Los presentes no habían reído ante mi broma, la culpa parecía abofetearles la cara.

-Confirmemos -exclamaba Taehyung de la nada.

- ¿De qué hablas? -pregunté confundido por su cambio de actitud.

-Quién le partirá el culo al otro. Confirmemos -soltaba de la nada.

Lo miré con una sonrisa ladina, dispuesto a jugar su juego.

- ¿Están hablando de entrenar juntos o...? -Jungkook aparecía en escena.

- ¿No deberías estar durmiendo? -preguntaba Taehyung al verlo.

-Estoy esperando un llamado importante -soltaba el vampiro, bebiendo el jugo del vaso de Lisa.

- ¿Con respecto a lo que pedí? -mencionaba Taehyung.

Jungkook asentía mientas comía una tostada-. Esto parece telgopor, necesito sangre -exclamaba-. ¿Podrás pagarme hoy? -preguntaba sonriente a Taehyung.

Éste suspiraba.

- ¿Te paga con sangre? ¿Le pagas con sangre? -pregunté curioso.

La curiosidad que Jin desbordada con respecto a la pregunta recién hecha, me había puesto en alerta.

- ¿Te interesa? -preguntaba Jungkook.

Seokjin lo miraba y sonreía. Una sonrisa difícil de leer para mí y su cabeza estaba totalmente apagada. Otra vez. Dejando salir todo el aire que estaba conteniendo, daba mi última orden a Kook.

-Mantenme informado, luego revisare las reservas. Ve a descansar de inmediato -exclame. Luego mirando a Lisa a Kook, agregaba una orden más-- No te distraigas.

Mi amigo sonreía de lado tomando la cintura de Lisa, quien no tardaba en darle un codazo-. Concuerdo con él. Vete a descansar -coincidía conmigo, haciendo reír a SeokJin en el proceso.

Luego tomaba sus cosas y se retiraba con Kook, había encargado a Lisa otros asuntos. De hecho teníamos muchas cosas pendientes por hacer, habíamos acordado separar ciertas tareas, porque realmente necesitaba enfocarme en SeokJin y en ver como volvía a desenvolverse. Aún no había hecho mención alguna de su trabajo. En otra ocasión este chico se hubiera levantado más que listo para volver a su vida cotidiana, pero lo veía tan diferente. Inclusive parecía no querer romperse frente a nadie, ni volver a mostrarse débil.

-Chico listo -dije atrayendo su atención a mí-. ¿Vas a levantar tu bonito culo de la silla?

- ¿Me estuviste viendo? -mencionaba divertido, pero volvía beber de su café.

-Sabes que si -me ponía de pie y me acercaba a él-. Lo digo en serio -repetí. Él levantaba la vista finalmente-. ¿Quieres entrenar conmigo?

Bebía todo lo que restaba de su café, y se ponía de pie frente a mí, solo a centímetros de distancia.

-Definitivamente quiero. ¿Tu método de entrenamiento no es el mismo que el de tu hermano, cierto? -preguntaba cerca de mi.

Demasiado cerca. Mierda, Jin.

-Voy a entrenarte en serio -respondí-. No voy a presionarte, pero tienes que abrirte conmigo -dije seriamente.

-Seguro ¿Quieres que te abra mi corazón y te cuente de mis heridas? ¿O prefieres que lo hagamos más divertido y te abra mis piernas?

-Jinnie, hablo en serio-..

-Oh, yo también -afirmaba cortando la distancia y mirándome de arriba hacia abajo.

-No me mires de esa forma -soltaba con un jodido nudo en mi garganta. SeokJin acortaba más la distancia, obligándome a perderme en sus labios.

- ¿Cómo te veo? -susurraba fingiendo inocencia.

Estaba intentado distraerme del verdadero problema y evitar que se quebrara o retrasarlo, solo lo haría sentirse peor. Pero su actitud altiva y superada era una jodida distracción para mí.

-No me provoques, SeokJin -murmuré sin moverme un jodido centímetro.

-Lo mismo digo, porque la forma en la que me estas mirando en este momento me hace perder la maldita cordura. Así que contrólate o no podré asegurarte que no tendré otro jodido arrebato como el de esta mañana. Deja de verme así -me ordenaba.

Definitivamente mi hermano había hecho de él alguien más duro, no sabía cómo tomarlo porque parecía una persona completamente diferente. Lo que suele pasar cuando las puertas a este mundo se te abren de la forma más sombría y cruel posible. Sin embargo había un destello de dolor en sus ojos que me hacían saber que aún seguía siendo el mismo o tenia parte de su verdadera esencia muy debajo de toda la mierda. Y por supuesto, yo seguía siendo el mismo imbécil que se había obsesionado desde el día uno con él.

-Lo siento -murmuré viéndolo fijo.

-No. No lo sientes -afirmaba-. Así como yo no lamento ni un poco lo que te hice esta mañana. Y no me refiero a esto -señalaba las marcas de mi cuello-. Me pondré ropa adecuada para el entrenamiento.

Se retiraba luego de suspirar frente a mí y dejarme lleno de ganas y malditas dudas. Detrás de mí sonaba una risa seca. Era Jungkook.

-Se ve diferente -mencionaba.

-Lo es -afirmaba sin verlo.

-No me gustaría estar en tu lugar. No puedes tocarle un jodido pelo de esa forma, Tae

-Lo sé. Nunca estuve tan frustrado en toda mi maldita existencia y la única persona a la que quiero hacer mierda, aún no sé dónde encontrarlo -Jk no decía una sola palabra-. Avísame si alguien responde a la señal que te pedí que enviaras.

-La batiseñal fue enviada con éxito -exclamaba con menos gracia de lo esperado-. Ya responderán.

Les dije que se venía la tensión? Bueno se viene LA TENSIÓN

Con amor Niñita Nany 💜