El Rescate
Gritos, gruñidos y humo, mucho humo, no entendía que sucedía a mi alrededor.
—¡Afuera, Lisa!.
«Tae, es la voz de Tae, vino por nosotros»
—¿Puedes caminar? —preguntaba Lisa.
—Eso creo —exclamé.
Veía humo, escuchaba gritos, estaba asquerosamente débil. Muy a la distancia veía como Taehyung y alguien más peleaban con otros vampiros y figuras grandes, eran esas bestias con forma de lobos.
Lisa me llevaba a arrastras cuando de repente la tiraban hacía atrás, lo cuál nos hacía aterrizar en el suelo al mismo tiempo. Ella se recomponía y comenzaba a dar pelea a la mujer vampiro, se golpeaban de manera brutal cuando de repente unas palabras que no lograba entender brotaban de su boca dejando paralizada a la mujer vampiro, en ese entonces, clavaba en su pecho lo que parecía ser una estaca y la mujer, quien se veía muy joven, pero demoníaca, envejecía rápidamente y su piel se consumía dejándola como una asquerosa pasa de uvas.
No cabía en mi cabeza cuántos años podía llegar a tener realmente para que esa fuera su verdadera apariencia.
—¿Qué carajos? —exclamé aún en el piso.
—Levantate, debemos salir de aquí —me ordenaba Lisa.
Luego tiraba de mi brazo y nos abríamos paso a la salida, llegábamos a salvó gracias a que habían limpiado el camino. Sin perdida de tiempo subiamos a una camioneta súper equipada.
—¿Espera y Tae?
—Lo veremos a la vuelta, es parte del plan. No saldrá por aquí —aclaraba.
—¿Él podra rescatar a-...?
—No lo sé aún —exclamaba por encima de mi pregunta.
—Jk, ¿Lisa logro salir?
—Si, es nuestro turno —exclamaba éste mientras mataba al último de su misma especie.
El lugar estaba lleno de cuerpos de vampiros transformados recientemente—algún que otro más antiguo—y también licántropos.
JungKook volvía a tirar de mi.
—No, debo encontrar a Seokjin
—Tae —Jk intentaba detenerme antes de que me marchara—. Él no está aquí.
Apretando mis puños con rabia, ignoraba mi pómulo sangrando. Mis nudillos y ropa también poseían sangre de Licántropos.
—Debo hallarlo —exclamé en un susurro sin mirar a mi amigo.
—Lo haremos, pero no está aquí. Lisa ya tiene a Rose, salgamos antes de que sea tarde y todo esto haya sido en vano.
Cerrando con fuerza mis ojos, dejaba salir un suspiro de frustración. Mi pecho dolía, así que decidía marcharme del lugar, no había rastros de mi hermano, mucho menos de SeokJin.
Al llegar por la salida planeada Lisa nos estaba esperando, al vernos se pasaba al asiento trasero para dejarme conducir, en cuanto entraba arrancaba de inmediato y miraba por el retrovisor a Rose, que se encontraba sucia y con una herida en la pierna.
—¿Cómo te sientes? —pregunté dulcemente y más calmado—. En cuanto lleguemos te curare ¿De acuerdo?.
Ésta asentía en silencio y con sus ojos llenos de lágrimas preguntaba—. ¿Mi hermano...? —su voz era trémula.
—Todo estará bien —respondía Lisa por mi, tocando su hombro y enviando calma a la víctima.
Al llegar lo primero que hicimos fue dejar que Rose se duchara, para luego curar su herida.
—¿Quieres comer algo? —preguntaba JungKook a Rose.
—Si, gracias —el encargado de curar su herida era yo. En silencio la limpiaba y cosía para que dejará de sangrar—. ¿Dónde aprendiste eso? —preguntaba curiosa.
—Tengo muchos años, no soy un paramédico en la actualidad, pero si lo fuí una vez —cabizbajo y con una triste sonrisa añadí—. No le mentí a SeokJin en esa parte
—Gracias —Rose notaba como yo seguía guardando silencio—. Tae...
—Prometo que lo encontraré —respondí de inmediato.
—¿Cómo...? —Rose agachaba la cabeza—. Cierto, tu don.
Con demasiada duda en mi interior, pregunté—. ¿Cómo lo sabes?
—Tu hermano también lo posee.
Tensando mi mandíbula, me ponía de pie haciendo presión en mi sien y agregaba—. Rose, necesito...
—Te diré todo lo que desees saber si eso sirve para que lo encuentres —ésta tenía sus ojos llorosos.
—Gracias —concluí.
—Pero, hay algo que debo decirte y no recuerdo —Rose parecía buscar las palabras exactas—. Él dijo que deberás entrar en mi cabeza —Lisa entraba justo a tiempo para oírla decir eso—. ¿Es peligroso? yo recuerdo todo, puedo contarselos —algo de temor había en Rose.
Este nuevo y oscuro mundo la asustaba, se abría ante ella de una manera horrible e inesperada. Una simple niña inocente, entendía el amor y devoción que Seokjin le tenía.
—Es seguro —dije pasando saliva—. Es su costumbre dejar pistas y jugar conmigo
—Le dijo que es su padre, él ya lo sabe —decía Rose bajando el volumen de su voz. Con furia apretaba mis puños—. Le dió de beber sangre. Él se lo llevó —Rose comenzaba a agitarse de la desesperación—. ¡Él es malvado, le hara daño, le hara mucho daño!
—Rose —Lisa intentaba calmarla—. Calmate, Rose... respira profundo
—Tae... —las lágrimas caían por si solas de los ojos de la rubia.
—Prometo que no dejaré que lo mate, lo encontraré —prometí con tanto temor en mi interior.
—Él no quiere matarlo —susurraba viéndome fijo a los ojos
Decir que mi mandíbula casi golpea el piso, era poco—. ¿Cómo que no planea matarlo? —pregunté de inmediato.
—Lo que Jae Joong planea hacer, esta todo aquí, creo —Rose apretaba su cabeza con desesperación y no paraba de sollozar.
Con Lisa cruzabamos una mirada de preocupación—. Dhampir, tu hermano dejó un mensaje en los recuerdos de Rose y uno muy importante, al parecer —decía la bruja consternada.
—Pretende que me metas en su cabeza —dije entre dientes.
—No recuerdo el mensaje Tae, pero si es necesario que urguen en mi cabeza, haganlo ya. No me dejen reconsiderarlo —las lágrimas de Rose no paraban de caer.
«Mierda, mi cabeza»
Mis ojos vislumbraban una habitación bien iluminada, amueblada y sin ventanas, para mi suerte me encontraba en una cómoda cama y para desesperación, cambiado y bañado.
—¿Quién carajos...? —tocaba la ropa y no quería pensar en quién pudo haberme bañado y vestido.
Me levantaba de prisa y notaba la debilidad en mis piernas y como la habitación comenzaba a girar haciéndome aterrizar directo al suelo.
—¡Mierda! —mis rodillas daban con todo el peso de mi cuerpo en la dura superficie—. ¡¿Rose?!... ¡Rose!.
Estaba bastante desorientado, gritaba el nombre de mi hermana, pero claramente ella no estaba aquí, la puerta no tenía ventana tampoco, solo una pequeña abertura.
Me sentía como un jodido presidiario.
Trataba a duras penas de levantarme, había caído no muy lejos de la cama, así que me arrastraba y me sostenía de ahí para levantarme y volver a echarme en contra de mi voluntad.
Una vez recostado, tapaba mi rostro con mi antebrazo, para mí mala suerte al instante escuchaba la puerta abrirse.
«Maldición, no quiero lidiar con esto. No quiero lidiar con nada ni nadie»
—Y así nos meteremos en tu cabeza —terminaba de explicar Lisa a Rose.
—Bien, perfecto. Si yo me mantengo en el recuerdo sin desear volar a otro más lindo, estaré a salvo ¿Cierto? —preguntaba con sus ojos llenos de dudas
—Exacto —respondí en lugar de Lisa.
—Perfecto, hazlo —respondía segura a la bruja— .Confío en ustedes
—Bien, iré a preparar lo que necesito —Lisa se retiraba dejándonos a solas.
Notaba como Rose me estudiaba con la mirada, yo había cambiado mi camiseta más no mi pantalón.
—Te ves cansado —exclamaba ésta.
Sonreí fregando mis ojos—. No he dormido muy bien estos días
—¿Has dormido siquiera? —cuestionaba.
Me seguía observando con cierta curiosidad y preocupación, intentaba—débilmente—de regalarle una sonrisa una vez más, pero no accedía a responder su pregunta, aunque si agregaba—: Lamento lo que te haya hecho mi hermano.
Estaba tan furioso con la maldita situación que tenía la necesidad de disculparme con la niña.
—¿Por qué te disculpas por él? —cuestionaba.
—Porque debí haber hecho bien mi trabajo, pero no fué así y mucha gente pagó por mi error, saliendo lastimada.
Al decir esa oración finalmente me dejaba caer en una silla cercana a Rose, tenía mi cabeza entre mis manos y apretaba mis ojos.
—¿Crees que sea verdad eso sobre...? —Rose balbuceaba un poco, abría mis ojos atentamente y los fijaba en ella.
—No lo sé... realmente no quiero pensar en eso —respondí al saber a qué se refería.
—¿Que sientes por él? —preguntaba tomándome por sorpresa.
—¿Importa? —dije con otra pregunta.
—Yo creo que si —soltaba con honestidad.
—Es cierto, somos familia... lo apreció aún más —exclamé intentando sonar convincente.
Rose me brindaba una mueca negativa, pero intentaba sonreírme suavemente.
De repente Lisa gritaba desde el living el nombre de ambos, mientras yo le hacía seña para invitarla al living. Al llegar encontrábamos a la encantadora con ambos sofás preparados y el mejunje especial con olor a lavanda.
Seguíamos sus órdenes y nos acomodabamos.
—¿Todo eso es para...? —preguntaba una Rose muy curiosa.
—Si lo es, niña. Ven, recuestate.
Lisa le señalaba el sofá, tenía insitinto maternal cuando se trataba de "usurpar las mentes ajenas". Rose obedecía y se acostaba, luego la encantadora le ordenaba que dejará sus brazos a un lado.
—Tae estará ahí observando, por favor Rose, recuerda qu-...
—Nada es real —decía la rubia terminando la sentencia para luego inhalar y exhalar.
Su temor me hacía actuar de forma más atenta y me encontraba tomando su mano con cierta dulzura—. Te veré en un rato, cuando ambos despertemos —exclamé suavemente.
Luego Lisa me ordenaba con su cabeza que me recostara para luego obligar a ambos a cerrar nuestro ojos y caer en aquel sueño profundo.
«Es un llanto, es Rose»
Abrí mis ojos y contemplé la habitación, la desesperación se apoderaba de mi al ver en escena a mi hermano, su lacayo Maurice, Rose enjaulada y SeokJin.
—Jinnie... —intenté ir hasta él, pero de inmediato recordaba que no podía moverme.
—¿Qué le harás a mi hermano?
—Que tierna eres Rose, tu hermano solo está dormido ¿No ves?.
«Maldito bastardo»
Veía como lo acariciaba mientras su cuerpo estaba dormido y colgando. Sentía tanto rabias, asco e impotencia, se encontraba dormido y observaba con detenimiento su ropa la cual estaba toda manchada de sangre.
«¿Qué mierda planeas hacerle, Jae Joong?»
En ese instante dejaba de acariciarlo, le pedía a Maurice la cinta gris de embalaje, se acercaba a la jaula y suavemente le pedía a Rose que se acercará, utilizando su maldito encanto de vampiro, ésta obedecía y él aprovechaba a sellar su boca con la cinta.
Lo veía ponerse en pie, notaba como Rose tenía la mirada pérdida y lo observaba atónita.
—¿Hermanito?... ¿Tae?.
«Hijo de perra»
—La única forma en la que podremos charlar como dos adultos... —sonreía de lado y con tono sarcástico agregaba—. O al menos a esta distancia no intentarás matarme.
Menos mal que no podía moverme porque si pudiera, estaría agotando mis fuerzas tratando de golpear una jodida ilusión.
—Hermano, hermanito, me hubiese encantado ver tu rostro al enterarte que este hombre tan especial... —quitaba el cabello de Jinnie y levantaba su rostro. Recién lograba notar que su labio estaba sangrando—, es familia. Míralo, es realmente hermoso.
Su pulgar acariciaba su labio inferior, el mismo que estaba sangrando.
«Ya deja de tocarlo, bastardo»
—Estoy seguro que lo que verás te enfurecerá tanto —comenzaba a reír y cuando se detenía pasaba su lengua por el labio inferior de SeokJin, lamiendo la poca sangre que tenía.
—¡Maldito Imbécil! —la íra que sentía recorrer mi cuerpo me poseía de tal manera que lograba moverme del lugar dónde estaba estancado.
Mientras Liss se mantenía concentrada sobre ambos cuerpos, el de Taehyung había pegado un salto hacía arriba.
—¿Qué mierda? —Jungkook a la distancia se asustaba tanto como Lisa y no podía mantener la boca cerrada.
La encantadora lo reprendía abriendo sus ojos de manera inmensa y luego ordenaba—. Cállate, esto es malo, Taehyung se está involucrando demasiado.
La rubia exclamaba unas palabras sobre el cuerpo de Rose, la dejaba y se encargaba pura y exclusivamente del Dhampir.
—¡Maldito bastardo! —no podía evitar gritarle y tirar golpes al aire.
Él seguía riendo como si supiera lo que me provocaría su acción.
—Ay, hermano, no sé si tuviste la chance, pero besa como los dioses con esos labios tan carnosos que tiene —dejaba de acariciarlo y lamía sus propios labios cerrando los ojos—. Recuerdo lo rico que me besó hace unos instantes nada más
—¡Aaah!... ¡Cierra la maldita boca! —mis golpes eran en vano, así que solo me limitaba a gritar con mucha furia.
Por poco y quería arrancarme la hebras del cuero cabelludo.
—¡Tae, Taehyung!
—¿Lisa?
—¡Si!. Dhamphir, no sé que estás viendo per-...
—¡No trates de calmarme con tu magia! —respondí aún más furioso.
Jae Joon seguía riendo mientras jugaba con el pelo de Seokjin y acariciaba con sus dedos su cuello y sus rostro.
—¡Deja de tocarlo, deja de tocarlo!.
El cuerpo de Taehyung.comenzaba a convulsionar.
—¡Mierda, Jk! Ven aqui —Lisa llamaba al vampiro mientras trataba de mantener el cuerpo de Taehyung quieto.
—¿Qué hago, cómo ayudo? —preguntaba éste también tratando colaborar.
Con una mano Lisa trataba de mantener el cuerpo quieto y con la otra tocaba a Jungkook—. Pídele que se calme
—¿Qué? —confundido, aún sosteniendo a su amigo preguntaba—. ¿Ahora?.
Finalmente el dedo índice de Lisa tocaba la sien del vampiro haciendo que sus ojos se pusieran en blanco y quedará inmóvil—. Ahora —susurraba.
El maldito seguía riendo sin decir nada, como si su plan solo hubiera sido meterme en la cabeza de Rose para ver cómo se aprovechaba de un inconciente SeokJin
—¿Tae?
—¿JungKook?
—Amigo, estás echando todo a perder, estás convulsionando. Necesitas calmarte o te perderemos
—Jungkook, no hay ningún mensaje de nada ¡Solo lo está menoseando!
—Tae, lo que estás viendo ya pasó. No estuviste ahí y no sabemos que puede estar sucediendole a SeokJin.
Las palabras de Jk comenzaban a hacer efecto en mi, necesitaba inhalar y exhalar, no podía dejar que me quebrara tan fácilmente con esto.
—Tae, solo observa y escucha —repetía la voz de mi amigo.
JungKook se despegaba del cuerpo de Taehyung respirando desesperadamente bocanadas de aire—. Lisa ¿Qué demonios me hiciste?.
La encantadora volvía a su posición inicial sobre ambos cuerpos, Taehyung ya no convulsionaba.
—Entre tú y yo, el Dhampir solo te escucharía a ti —decía la encantadora mirando fijo a los ojos de su amante.
Al momento que lograba calmar todo mi interior, mi cuerpo se pegaba a la jaula de Rose y de nuevo no podía moverme, pero esta vez, me limitaba a observar y escuchar.
—Hermano, lo lamento. No creí jamás que podría cruzarse contigo —finalmente dejaba de tocarlo.
Su cuerpo se posicionaba justo frente a mi, casi daba la impresión de que él sabía que iba a estar justo aquí, pero en su realidad, solo estaba parado frente a Rose.
—Sé que estás aquí, llegaste a rescatar a Rose, pero nos fuimos con SeokJin —suspiraba, apretaba su sien y en tono cansado agregaba—. No podrás detenerme
—Hijo de perra... —el recuerdo comenzaba a desvanecerse—. ¡Maldito seas, Jae Joong!
—Aún cuando creas haberme ganado, perderás. Esta vez me toca ganar a mi —decía con seguridad.
—Lo salvaré, lo sé —dije intentando conocerme.
—Oh, quiero que sepas —se acercaba a Seokjin y besaba su mejilla—. Le daré a este Adonis solo una semana más.
Rose comenzaba a hiperventilarse—. No pue-...
—Mírame —exclamaba Lisa quien tomaba su rostro entre sus manos enviando calma a la susodicha.
—Eso fue-... —Rose comenzaba a respirar con más facilidad—. ¿Fuí de ayuda?.
Yo despertaba y me acomodaba en el sillón escondiendo mi cabeza entre mis manos.
—¿Dhampir? —la encantadora trataba de llamar mi atención—. ¿Qué sucedió ahí dentro?
—Él... —murmuré.
JungKook entraba en escena con un vaso de agua para cada uno—. ¿Qué te dijo?
—Que aunque crea haberle ganado, no será así
—¿Qué significa eso? —preguntaba confundida Rose.
Yo me levantaba enfurecido, seguía presionando mi sien, más la punta de mi nariz y caminaba de un lado a otro sin decir nada.
—Dhampir ¿Dijo algo más? —preguntaba Lisa.
Mi estómago sentía ese nudo que cada vez se intensificaba más dentro de mi, haciéndome sentir una sensación de mierda.
—Tae... —Rose pronunciaba mi nombre en un hilo de voz.
—Dijo que solo le daría una semana más.
Por primera vez en años, debía confesar que estaba aterrado con respecto a lo que Jae Joong sería capaz de hacer. Por primera vez en siglos, me tenía temblando él solo pensar en lo que podía hacerle a otra ser humano, a SeokJin.
Solo una semana más o el maldito se las cobraría si no lograba su cometido o si yo no llegaba a tiempo.
Llegué 💜
Chales, el tiempo corre 🤧
Y fue bastante largo este capítulo
Con amor Niñita Nany 💜
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