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Día 2. Taehyung

—Hye-Jin

¡Bingo!.

«Maldita perra».

Dí grandes zancadas alejándome de Lisa y Hyungsik—. ¿Dónde lo tienen?.

Una risa insoportable y chillona se hacía oir del otro lado—. Ay, Kim... ¿En serio creés que te lo diré?

—Entonces ¿Por qué demonios me llamas?

—Bueno, muchas razones. Quiza si quiera ayudarte un poco

—Lo dudo, maldita perra —exclamé con asco.

¡Ouch!... fea actitud. Es la primera vez que hablamos tú y yo ¿Y me tratas así?

—¿Qué quieres?

—Ayudarte, quizás

—No me digas ¿Cómo sabes que tengo tu sudadera?

—La dejamos ahí a propósito, fuiste predecible, Kim. Aparte es una pista —el tono de Hye-Jin era puro sarcasmo.

—¿Pista de qué?

—Donde atacaremos si sigues siendo un dolor en el culo

—¿Sigue vivo?

¿Tú que crees?

—¿Para que llamaste?

—Puede que sigamos o no en San Francisco, pero no podrás encontrarnos y lo sabés. Debes atender otros asuntos

—Tú no me conocés, lo encontraré

—Deja de buscarlo, no lo encontrarás y si sigues urgando, gente morirá por pura diversión ¿O acaso no conocés a tú hermano? —fueron las últimas palabras de la donor*, para luego colgar el teléfono.

—¿Tae? —Lisa tocaba mi hombro ocasionando un pequeño susto y sacándome de mis pensamientos.

—Hay que irnos, ahora —respondí.

Sin más, proseguimos dejando a Hyungsik allí parado sin respuesta alguna, es más ni siquiera habíamos mirado hacía atrás.

Una vez en casa, Lisa me demandaba una explicación.

—¿Vas a decirme quién llamó?

—Vamos al sótano —exclamé al ver a Rose.

Realmente estaba interesada en involucrarse, pero Seokjin no me lo perdonaría y ya no la quería en la zona de peligro.

—Tae, ¿Puedo ir?

—Rose... —dubitativo, pero firme respondí—. No, lo lamento. Volveremos en unos momentos.

«Ay, carajo» pensaba la rubia, se sentía ofendida, pero obedecía sin decir nada.

Mientras tanto de manera apresurada, brusca y ruidosa bajabamos al sótano donde se encontraba Jungkook, tratando de descansar.

—¡Jk, arriba!

—¿Que carajos...? —exclamaba más dormido que despierto.

—Lo lamento, pero tengo información —respondí de brazos cruzados.

—¿Vas a decirnos ahora con quién hablaste? —exclamaba Lisa sentándose al lado de Jungkook, quien aún fregaba sus ojos dormido y cansado.

—¿Te llamaron? ¿Encontraron algo en el estudio? —preguntaba algo confundido el vampiro.

—Si, Lisa entregale la sudadera —ordené.

Ésta sacaba de su cartera la prenda, se la daba al vampiro quien la tomaba y aspiraba con fuerza cerrando sus ojos.

—¿Y? —pregunté.

—¿Por qué me entregan una sudadera de Rose?

—Maldita perra —exclamé.

—Tae —llamaba Lisa poniendose en pie—. ¿Quién te llamó?

—Hye-Jin

—¿Qué quería? —preguntaba Jungkook.

—Advertirme, amenazarme... no lo sé, me dijo que la sudadera era una pista de donde atacarían si continuaba buscando a Seokjin

—¿Qué harás al respecto? —preguntaba Lisa.

—Debo encontrarlo, no voy a parar, ustedes no saben de lo que mi hermano es capaz. No puedo permitir que haga lo que desea, él no se merece pasar por tal tortura —dejé salir un sonoro suspiro—. Lisa, necesito que me hagas un favor

—¿Qué necesitas? —exclamaba instantáneamente.

—Tienes que llevarte a Rose de nuevo a su casa, no irán solas, Luke irá con ustedes y allí contactará conocidos míos, pero tú y tus dones me serviran para convencer a Rose de irse y para calmar a su familia, de paso también

—Encantamiento de por medio y reforzar un hechizo de protección —exclamaba la Encantadora sin respirar y asintiendo con la cabeza.

—Exacto, necesito que la lleves hoy, pero primero contactaré a esta gente que se encargará de vigilarlos una vez que Luke vuelva contigo

—Seguro, me encargaré de ir a hablar con Rose, de paso Jungkook duerme un poco más —exclamaba Lisa y dulcemente depositaba un beso en los labios de su compañero, que a pesar de estar algo lento, respondía a los labios de la rubia.

—Gracias por recordar que a esta hora yo estoy tratando de descansar y de recuperar fuerzas —exclamaba mi amigo.

Extrañamente tomaba un mechon del cabello lacio de Lisa y lo olfateaba con una sonrisa pintada en su rostro.

Eran peculiares.

Finalmente nos retirabamos del sótano.

—Seokjin... —una voz suave y femenina repetía mi nombre—. Seokjinnie.

Estaba muy débil, mis ojos me pesaban y esa voz susurraba mi nombre una y otra vez, de manera suave, pero molesta.

«Hwasa, carajo».

—Niñito

—¿Hw... Hwasa...?

—¡Bingo! —exclamaba en un susurro enérgico—. Así me gusta más.

Tomaba mi cabeza entre mis manos, dolía mucho y me sentía horriblemente descompuesto y terriblemente desdichado.

—Sal de aquí, perra —murmuré con cierta dificultad.

—Mmm, lo siento. Estoy aquí por órdenes de Jae Joong —respondía susurrando, sentía su mano acariciando mi cabello oscuro y enmarañado.

Traté a duras penas de quitar sus manos de encima mío, pero como me encontraba horriblemente débil y algo pérdido, se reía, empujaba mi mano y seguía jugando con mi maldito pelo.

—Bas... ta —exclamé sin abrir mis ojos.

—Niñito... debes beber algo —extrañamente su voz no tenía ese tono burlón—. Tengo agua fresca

—Mientes... déjame en paz

—No miento, si él no consigue lo que desea contigo, todos moriremos y yo por mi parte, deseo vivir —dijo esa última setencia quitando parte del cabello que tenía sobre mis ojos e intentaba sentarme sobre la cama—. Vamos, maldición. Que débil y pesado eres

—Prefiero morir que serle útil a Jae Joong —de mala gana intentaba sentarme.

—No lo entiendes, él no planea matarte querido, no va a esperar otros veinticinco años o más por otro dhampir con su sangre —finalmente me tenía sentado como ella quería y lograba vislumbrar su rostro perfecto y pálido frente a mi—. Él va a torturarte, es el maldito Maestro de la tortura.

Me sonreía, pero con una expresión rara, como diciéndome "No saldrás de esta".

—No le temo —respondí firme.

—Él lo sabe y eso te juega a favor y en contra. Asi que... —la veía tomar un botella transparente, la misma si contenía agua, no mentía. La observaba destaparla y se ponía en posicion para darme de beber—. Bebe, Seokjin.

Al ver que realmente era agua, me disponía a beber desesperado del pico, con la ayuda de Hwasa.

—Tranquilo, no vayas a ahogarte —ahora su voz sonaba lastimosa.

Había bebido casi la mitad de la botella, me había mojado un poco, pero no me importaba mucho, solo queria refrescarme.

—¿Te sientes mejor? —me preguntaba la castaña.

—Como si te importará

—No me importas tú, pero si mi propio culo, así que respóndeme ¿Te sientes mejor?.

Al momento que me volvía a preguntar eso, sentía como la habitación comenzaba a girar y yo comenzaba a perder el equilibrio aún sentado en la cama. De manera borrosa y extraña veía como Hye-Jin se reía y me sostenía para no terminar de la cama al piso.

—Tranquilo

—¿Qué me diste? —me sentía horriblemente mareado aparte de seguir débil.

—Perfecto —se paraba, ya que se encontraba inclinada hacía mi lado y la veía hacer una seña a la puerta—. Llevenlo

—¿Qué...? —de repente notaba dos figuras masculinas que tomaban mi debilucho cuerpo y me levantaban de la cama sacándome del cuarto—. ¡Sueltenme!... ¡Hwasa, maldición! ¡Déjenme ir!

—No pelees. No tiene caso, lindo —la escuchaba decir mientras su voz quedaba lejos y éstos dos me arrastraban a quién sabe dónde.

Luego de hablar con mis contactos para que cuidarán y vigilarán el tiempo que consideraba necesario a la familia Park, me disponía a bajar al sótano una vez mas.

«Jungkook va a odiarme»

—¡Jk!, despierta

—Maldito seas, kim —él no había podido pegar un ojo después de la charla, me odiaba, lo sabía.

—Hazte a un lado —golpeaba sus piernas para sentarme en la punta de la cama.

—¿Ahora qué? —preguntaba—. ¿Sabés que necesito recobrar energía, cierto?

—Te ves arruinado, amigo —exclamé—. Voy a hacer algo y sé que no estarás de acuerdo, pero sabes que no hago nada a escondidas de nadie

—Ay, mierda... conozco esa expresión, Tae —exclamaba observándome fijo—. ¿Qué harás?

—Sabes tan bien como yo y como Lisa, que no podemos hacer esto solos —respondí seriamente—. Ella no tiene el poder suficiente, tú tampoco puedes hallarlo y yo... —cerré mis ojos, estaba desesperado—. Yo necesito encontrarlo

—Lo buscaré cada quince minutos, no dormiré si es necesario, pero lo encontraremos —exclamaba inmediatamente, me conocía y sabia que traía algo entre manos—. Tae, no hagas nada estúpido

—No conocés a Jae Joong como yo —me limitaba a responder.

—No, pero conozco esa mirada sombría tuya, harías lo que fuera por salvar una vida que está bajo tu responsabilidad y, sé que serías capaz de hacer el triple por él —me respondía serio y negando con un aire preocupado.

—Sé quienes pueden darme una pista sobre si volveré a verlo.

Observaba fijo a Jungkook, casi sin parpadear.

—¡No! ni se te ocurra, Kim —de inmediato saltaba de la cama agarrándose la cabeza y caminando de un lado a otro como gato encerrado—. No lo harás, no te dejaré. Lisa tampoco te lo permitirá —la última parte la dijo en un gritó susurrado para que la susodicha por esas casualidades, no nos oyera.

Solo levanté mis cejas haciendo una mueca despreocupada y respondiendo—. Yo no estoy pidiendo tu permiso

—¡Ya sé que no! me lo dices por si ellos deciden matarte —volvía a susurrar.

—Jamás rompen su palabra, pero siempre hay una primera vez para todo —me levantaba y me cruzaba de brazos para quedar frente a él.

—Serás muy rico Kim, pero ellos no piden que pagues con dinero por sus servicios —me recalcaba mi amigo.

—Lo sé

—¿Qué vida piensas darle a cambio? —me preguntaba en un susurro.

—La de mi hermano —respondí con firmeza—. Ellos lo quieren muerto desde esa vez que Jae Joong mató a diez de sus integrantes en Marruecos

—¿Fué Jae Joong? —preguntaba sorprendido.

—Si, de una forma u otra él siempre logra escaparse, pero yo puedo doblegar su voluntad.

Jungkook estaba malditamente preocupado, podía escucharlo, lo sentía y lo conocía.

—Es peligroso, Kim

—Imagínate cuánto más peligroso sería si fuera él, 24/7. De día y de noche, sería una masacre, debo detenerlo y no puedo sin ellos —sabía de lo que estaba hablando, sabía de lo que él era capaz y debía ser detenido.

—¿Y si recurres al V okkul'tizme? —cuestionaba tratando de brindarme otra salida.

—¡¿Tú también estás demente?! —respondí con furia y me alejaba para no golpearlo—. Le dije a Lisa que no recurriría a ellos.

El "V okkul'tizme", la cede más grande de Vampiros en Rusia, se dice que existen entre ellos algunos Vampiros Den*, pero casi nadie los ha visto para contarlo. Controlan todo aquello que puedan créer peligroso y que pueda dañar la vida de aquellos que tratan de convivir con el resto de los humanos.

Tratan de mantener el balance entre la oscuridad y la luz, Jae Joong sabé como esconderse de ellos, pero más allá de ser integrado por los Líderes indiscutibles de añares, Los Ancianos de sus comienzos, no son muy amigables con Los Dhampirs.

Pese a que hay algunos que trabajan para ellos, tenía más que claro que no eran buenos para nosotros y si se llegaban a enterar de Seokjin lo alejarían, no querían que los Dhampir se juntaran entre ellos.

—Ellos creen que somos sus malditas marionetas, no me elegirían por encima de uno de los suyos y si lo hicieran, no sería con resultados a mi favor o a favor de Seokjin

—Ellos deben saber lo que Jae Joong está tramando —exclamaba mi preocupado compañero.

—Hay que ver si ya saben al respecto y no les interesa o no quieren ensuciarse las manos, porque no son exactamente mis fieles seguidores o seguidores de algún Dhampir en lo que va de la historia —respondí cabreado, no los quería en esto.

—¿Realmente, realmente Tae, creés que La Legión Sangrienta es la respuesta ahora? —Jungkook me seguiría donde fuera.

—Si —respondí sin titubear.

—De acuerdo. No me convence, pero estoy contigo y lo sabes —extendía su mano y la estrechaba mientras que al mismo tiempo jalaba mi cuerpo hacia él y me estampaba un abrazo—. Espero no te equivoques, Kim —susurraba a mi oído.

—La Legión Sangrienta es la única solución para saber si sigue vivo —dije apartándome del abrazo.

Estaba intentando no poner cara de preocupación.

«Sé que posiblemente se me esté yendo un poco las manos pero, son lo que necesito ahora».

Donor* =  Donante, en esta historia son los humanos adictos a la mordedura de vampiro y los alimentan sin problemas.

Den* = Diurno, en esta historia son los vampiros que pueden salir a la luz del día. Una especie que no es segura de su existencia.

Órale, llegó la Legión Sangrienta....

Bueno PatriiShiranui  Lo pedís los tenés.

Gracias bebitos fieles por continuar aquí conmigo 😍

Con amor Niñita Nany 💜

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