¿Cómo había llegado a casa de Taehyung? No tenía ni la más mínima idea, pero si sabía cómo había llegado a ese estado y haber perdido el conocimiento, otra vez. Era otro día más que Jae Joong catalogaba como: Día de entrenamiento. Pero en realidad, solo era otra oportunidad para hacerme pedazos, él o su gótica amante. A veces también algún lacayo y eso había incluido licántropos. Sin mencionar que tener el conocimiento de mi maldito don de Dhampir, los hacia no tener piedad, porque sanaba.  

Cada vez con más rapidez debido a la sesión de “Te obligare a beber sangre” si no era una bolsa de carne inservible para él. Claro que en un inicio era pura negación, pero eso solo traía más tortura, hasta que solo dejaba que el líquido espeso pasara mi garganta y se asentara en mi estómago. Luego estaba alrededor de 30 a 40 minutos vomitando. Hasta que se redujeron a 10 y 15. No podría asegurar que me gustara del todo, pero ciertamente mi naturaleza no le hacía asco. Tampoco olvidemos que era beneficioso para mis heridas, ya que mi don de regeneración se fortalecía y terminaba sanando en minutos, a veces hasta segundos, dependiendo el tipo de herida.

Nunca olvidaré una ocasión en la que Jae había entrado a mi habitación con una daga en su mano, empuñándola hacia mi dirección. Helando mi sangre y pensando: Bien Seokjin, llego tu momento de partir y parar de sufrir.

— ¿Qué haces? ¿Qué quieres?

—Quiero mostrarte el precioso espécimen que eres —justo después de aquellas palabras el lunático se había apuñalado a si mismo frente a mí.

Pero aún tenía suficiente fuerza para darme contra  la pared, inmovilizarme y apuñalarme en el mismo lugar que lo había hecho consigo mismo. Dios, ese horrible dolor, jamás me había roto ni una maldita uña y con él había experimentado múltiples fracturas. Severos y constantes golpes. Heridas por arma blanca, sin embargo luego de sanar mi cuerpo quedaba como nuevo, ni una cicatriz. Y en ese instante de locura por parte de él, notaba la diferencia entre su naturaleza y la mía.

Todo vampiro y dhampir sanaba, pero joder que lo mío era de otro mundo. La herida de Jae Joong había llevado un tiempo de sanación de entre dos a tres horas, mientras que yo me había regenerado en menos de cinco minutos. Eso me hacía estar en otro nivel, aunque solo me servía para que me hiciera añicos y al otro día estuviera como nuevo para romperme otra vez. Y así había sido este día en el que había despertado en el sofá de Tae, con Jungkook, Lisa y él sobre mi.

No creí que era en serio, creí que era otra alucinación que la bruja de Astrid había puesto en mi cabeza para joderla. Lo hacía casi todas las noches y casi siempre después de terminar inconsciente. Usaba la imagen de mis seres amados y Taehyung para jugar con mi mente. Para no dejarme dormir en absoluto porque las sensaciones que experimentaba eran tan reales que solo lograba desequilibrarme de la peor forma posible.

Probablemente luego de caer rendido me habían cargado como una bolsa de papa y abandonado cerca de la casa de Taehyung. Realmente no lo recordaba, y ciertamente había dudado si era mi realidad o una alucinación que se estaba prolongando demasiado. Pero cuando Taehyung se había mantenido lejos de mi todo este tiempo, entendiendo que lo necesitaba lejos y respetando eso. Me di cuenta que definitivamente esto no era un sueño. Y me encontraba necesitando el calor de Taehyung.

Si, estaba mal, pero lo necesitaba demasíado. Y él había venido a mi.

Se había presentado cabizbajo, realmente lamentando todo lo que había pasado conmigo, cuando en realidad no tenía porque disculparse. Sabía que lo había intentado, sin embargo Jae Joong era una rata que sabía cómo ocultarse. Ahí estaba en la cama, y por primera vez veía al duro y sombrío Dhampir de ojos miel, perder una lágrima. Sorbia su nariz colorada y suspiraba mientras movía su cabeza para sentir más el toque de mi mano.

—Lo siento, lo siento Jinnie —repetía.

No aguantando más sus disculpas innecesarias, me acercaba a él y lo atraía hacia mi para abrazarlo. Metía mi rostro en la curva de su cuello y aspiraba su aroma y apretaba fuerte y firme su pecho contra el mío. Sentía sus brazos rodearme y apretarme de igual forma contra su cuerpo. Sentía como una de sus manos se enredaba en el cabello de mi nuca y como parecía aspirar el aroma de mi pelo.

—Dios, Tae... —se me escapaba involuntariamente. Aspiraba su aroma pegando mis labios a la zona sensible y no podía evitar dejar un casto beso en su cuello.

»Lo siento, no pude evitarlo.

Él soltaba una risa seca, me había oído estaba seguro porque me había dejado hacerlo de nuevo hasta que me detenía y recomponía. Era entonces cuando él depositaba un beso a un lado de mi cabeza y acunaba mi rostro entre sus manos, para alejarse y continuar una camino de besos que iba desde el lado de mi cabeza a mi sien, de mi sien a mi mejilla y luego de forma lenta dejaba un beso suave y sin apuro en la comisura de mis labios.

Jodido destino, tenía tantas ganas de mover unos centímetros mi rostro y besarlo.

»Deberías alejarte Tae. Por favor.

Mis ojos estaban cerrados y sentía su aliento golpeando mis labios, tan cerca y tan lejos a la vez. Hasta que luego de tortuosos segundos en los que me había rehusado a mirarlo de cerca, sentía como apoyaba su frente sobre la mía, mientras bajaba sus manos de mi rostro a mi cuello. Los segundos más largos y anhelantes de mi jodida existencia.
No pensaba claro cuando llevaba mi dedo índice y corazón a mis labios para besarlos y luego, bajo su intensa y cercana mirada, ponía estos sobre sus labios y él recibía mi beso. Besando de igual forma las yemas de mis dedos sin dejar de verme.
Al quitar estos los dejaba caer acariciando una última vez los suyos y haciéndolo entre abrirlos un poco. Estaban rosados, su boca era perfecta y sabía cómo besaba. Sabía cómo podría besarme y joderme la cabeza con algo tan simple como un beso.

—Deja de verme de esa forma —pedí con un nudo en mi garganta—. Por favor deja de hacerlo, porque me quema.

Taehyung mordía su labio y pegaba más su frente a la mía y se acercaba peligrosamente con sus labios entre abiertos, obligándome a retroceder sin despegarme de él. Sintiendo como suspiraba de frustración y tan solo su aliento era el que tocaba mis labios y haciéndome arder de deseo. Acelerando mi pulso y el suyo, dejándome de repente solo, porque se había puesto de pie para alejarse de mi.

—Lo lamento —era lo único que podía soltar al verlo darme la espalda.

No sabía que estaba pasando por su cabeza, pero realmente deseaba poder escucharlo.

Lo oía suspirar y giraba a verme con su ceño fruncido—. ¿Cómo lo haces?

—¿Mmm?

—Tienes la mente en blanco —soltaba de repente.

Una sonrisa amarga se dibujaba en mi rostro.

—Tanto tiempo con un vampiro lunático que podía leer mis pensamientos me hicieron cerrarme y quedar en blanco de la nada —dije encogiéndome de hombros—. Era abrumador tenerlo sobre mi constantemente, que solo...me desconectaba. No lo hice adrede esta vez, lo siento —exclamé mientras me ponía de pie para llegar a una distancia prudente de él.

—Yo lo siento, no debería meterme en tu cabeza ahora —respondía—. Y creo que debería dejarte descansar

—¡No! —de inmediato mordí mi lengua por haber reaccionado de aquella forma.

Taehyung se acercaba y me miraba de cerca, tomaba mi mentón y movía mi rostro viendo—seguramente—las marcas que ya casi no estaba ahí.

—Sanas rápido —susurraba frente a mi.

—Demasiado —respondí a cambio—. Sé que lo que diré es una idea de mierda pero...

—Si —contesta de inmediato—. Si puedo quedarme a tu lado para que puedas descansar —suspirando y casi esbozando una sonrisa, le agradecía por eso—. No voy a presionarte para que me cuentes lo vivido porque conozco a mi hermano más de lo que quisiera admitir. Pero si en algún momento quieres soltarlo...

—Solo te pondrías más furioso y te sentirías más culpable de lo que ya lo haces —replique.

—Jin... —susurraba y sentía su rabia recorrer todo su cuerpo.

De inmediato, nuevamente sin pensarlo tomaba su mano—. Ayúdame a dormir, Tae —exclamé—. No quiero pesadillas esta noche.

No quiere pesadi-....ay 😭😭😭😭
Si ven errores me avisan, mucho love y buen finde.
Con amor Niñita Nany 💜.